La boca de Spiderman se abrió y le comenzó a faltar el aire, al momento que sus pupilas lo vieron en ese estado.
—¿Señor Stark?
"Esto no podía estar pasando" Fue lo primero que pensó, al verlo así.
—Oiga...—acercándose hacia él, arrodillándose.
No estaba bien, nada bien.
—¿Señor Stark? ¿Puede oírme? —cuestionó con desesperación, tocándole, esperando una reacción de su parte. Pero parecía ido, parecía que se estaba yendo. No quería que se fuera.
—Soy Peter —mencionó. Seguía sin mirarlo, su vista estaba desenfocada.
Estaba mal, muy mal.
—Oiga—sus ojos empezaban a cristalizarse—Ya ganamos—comentó—Señor Stark—sintiendo que se ahogaba—Ganamos, Señor Stark—repitió.
Al menos, para sentir que era una victoria y no una derrota, al notar que su vida se estaba acabando a cada segundo. Que se estaba yendo y no podía evitar que lo haga.
—Ganamos y usted lo hizo, señor.
Se estaba quebrando y Peter lo sabía, su voz estaba fallando, se estaba derrumbando.
—Lo logro.
Había sido un héroe. Era un héroe.
Cuando dijo esas últimas palabras pareció reconocerlo, pareció mirarlo. No quería que fuera la última vez que lo observara.
No.
—Lo siento...—se disculpó, sintiendo que había sido su culpa. Sintiendo que podía haber hecho más, que podía haber evitado este final—Tony...
Lo llamó por su nombre mientras sentía como unas manos lo apartaban, las lágrimas comenzaron a salir y empaparon sus mejillas, la garganta se le estaba cerrando, su pecho le estaba doliendo.
Dio pasos para atrás mientras veía como la señora Potts se acercaba a él. En su interior, Peter deseaba que sobreviviera, pero sabía que solo era un anhelo imposible.
Se estaba muriendo. Su vida se estaba desvaneciendo.
"No se vaya" "No se vaya" Suplicaba con toda la fibra de su ser. "No se vaya, señor Stark"
Su mente repetía caótica, lo repetía sin cesar mientras el llanto no paraba. Hasta que su ruego no pudo cumplirse: Su corazón se apagó, la luz de sus ojos se esfumo.
Habían ganado, pero no se sentía del todo una victoria.
En su funeral, solo hacía más real lo que sucedió en el campo de batalla.
Habían ganado, pero también habían perdido. La realidad, es que habían perdido a Iron Man, a un amigo, a un esposo, a un padre.
Peter había perdido a un mentor y sentía que a la vez, había perdido una figura paterna.
"No me quiero ir... señor Stark" recuerda sus palabras. Cierra los ojos soportando el dolor del recuerdo, de estar en sus brazos, de sentir que se desvanecía, de sentir el miedo de irse para siempre.
Todo había sucedido tan rápido, tan inesperado.
Pudo regresar. Estaba vivo. Recuerda la alegría que sintió cuando nuevamente pudo ver a Iron Man, después de desvanecerse en sus brazos. Y su abrazo. Ese inesperado abrazo, que le hizo tragar saliva por lo sorpresivo que fue, ese agarre fuerte que su mentor le dio.
Nunca creyó que sería el último.
Tony Stark, quien lo había perdido cinco años atrás, pudo recuperar al chico. Lo abrazo, con añoranza y alivio al verlo una vez más.
Así Peter Parker lo sintió. Y así fue.
No obstante, el miedo que sufrió aquella vez, el dolor al sentir que estaba desapareciendo, no se comparaba en ver, la imagen de él. Ahí, moribundo, sus ojos fijos en un punto, sin saber si podía verlo, si podía reconocerlo. Si acaso podía oírlo. Las lágrimas fluyen de sus ojos, nuevamente al solo ver una foto de él.
—¿Por qué te fuiste señor Stark? —cuestiona con un dolor inmenso en el pecho—No quería que se vaya.
