Un pequeño cúmulo de cristal molido, algunas piezas de metal y una cadena de oro estaban sobre el escritorio del Jefe de Aurores, Harry Potter. Miraba con amargura y también con tranquilidad los resquicios de su delirio que lo tuvieron al borde de la locura, poniendo en riesgo su familia y su carrera. Sonrió y suspiró con fuerza. Atrás todo había quedado, tenía una vida por delante que disfrutar junto a los suyos. Sin embargo, aún su cuerpo temblaba con solo recordar que estuvo a un paso del abismo de la locura…

Miró su taza de café que lo invitaba a degustar. Dejó la pluma que hacía ratos jugueteaba en su mano sobre el pergamino que aún dormía frente a él y acercó a su boca aquel atrevido líquido que lo instigaba a paladearlo hasta el final.

El olor del café y su incomparable sabor, hicieron que se echara un poco atrás en el sillón para intentar relajarse y olvidar lo que en su mente seguía dando vueltas y vueltas… Pero, lejos de conseguirlo, los pensamientos hicieron mella en él generando que una baladí sonrisa se dibujara en su rostro.

El tiempo no pasaba en vano…

¿Qué se cruzó por mi mente aquella vez? ¿En qué estaba pensando cuando hice todos esos viajes? ¿Qué ideas retorcidas quería llevar a cabo? Lo bueno de todo fue que nada de lo que planeé en un principio, lo llevé a término. Creo que esa cosa que todos llamamos «conciencia» fue la que actuó en mí en aquella oportunidad.

¿Qué resultados obtuve? Calma para mí; vida para ella; Y, ¿para él…? Bueno, la verdad es que él no me interesa. No es que no acepte su actual condición, es solo un tema de política de vida… ya saben, por costumbre. Porque verdaderamente, a estas alturas la vida de él y lo que juntos hayan construido, no me debería importar… («Debería» …Hace tiempo que debí erradicar esa palabra de mi léxico…)

Como decía al principio, viajé lejos… ¡Vaya que sí! ¡Demasiado lejos fui! Pero no a otro continente, ni a otro país. Viajé en el tiempo. ¿Inaudito? No, para quienes poseíamos un artilugio llamado «Giratiempo» …Un artefacto mágico, que el más científico de los muggles de seguro le habría encontrado un nombre menos axiomático…

Miró nuevamente el cúmulo de restos de lo que fue su Giratiempo, saboreó otro poco de su bebida caliente y continuó pensando, como si alguien lo estuviese escuchando:

El Giratiempo es un artefacto en donde el tiempo y el espacio, —conocidos típicamente como formas físicas que cohabitan y que no son producto de la filosofía, de nuestra imaginación o de la magia—, se conjugan tal como lo hace la materia y la energía, y con el cual muchos magos han cambiado sucesos de la historia o han evitado otros.

¿De qué hablo?, me preguntarán. Les hablo de que tanto el tiempo y el espacio, la materia y la energía, al fin de cuentas son la misma cosa, presentada de diferentes maneras; de que todo es relativo y de que nuestro universo, es un multiuniverso, tal como una red, en donde coexisten diversas dimensiones. Es probable que en este preciso instante haya un «tú» o un «yo», haciendo esto mismo. Es decir, yo hablando y tú intentado decodificar toda la sarta de enredos que intento explicar…. Pero no acá… no en esta Tierra, o quizá sí, pero en otro tiempo y espacio, o en otro sistema solar… en fin, las probabilidades son inimaginables.

Créelo o no, pero yo lo hice y probé que existen varias dimensiones (no fui a todas y no sé cuántas habrá al final de cuentas)… por mi estupidez, por mi despecho o por las ganas de experimentar que en ese tiempo tuve.

El Giratiempo es un artefacto mágico que data de hace cientos de años. Sin embargo, un mago llamado Albert Einstein, a principios del siglo XX quiso probar científicamente cómo funcionaba y para ello se apoyó en la ciencia y tecnología muggle.

Con la prueba en mano de que existían muchas dimensiones, debía evidenciar cómo estas se podían verificar y, lo más importante, ver para comprobar… Otorgando con ello a los muggles la posibilidad de ampliar sus horizontes en base a la ciencia.

En realidad me faltaría tiempo y conocimiento para explicar lo que ese famoso hombre reveló y cuán revolucionarios y reveladores fueron esos descubrimientos, tanto para la física como para la filosofía.

En resumen su teoría, llamada en forma muggle, como de la Relatividad General, consta de tres puntos importantes:

1.El espacio y el tiempo en realidad existen, y no son productos de nuestra imaginación como muchos creen.

2.El tiempo es como una cuarta dimensión. Esto quiere decir que está en el mismo plano que el espacio, por lo que los dos son parte de la misma cosa o lo que se le llama espacio-tiempo.

3.El espacio-tiempo se puede doblar (o curvarse, en términos científicos), es elástico, tal como si pusieras un peso sobre una cama, esta se hunde creando una curvatura.

Con estas tres premisas es que existe un entramado en este espacio – tiempo que da origen a muchas dimensiones.

Ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver todo esto con lo que les intento explicar?

Pues es muy fácil: Estoy acá en mi oficina de Auror, luego de haber viajado en el tiempo a varias dimensiones, en una especie de locura temporal que me agarró un día y que pretendía que yo dejara de ser quien soy para ser otra persona.

En fin, en mis viajes, nunca fui capaz de cambiar nada, por eso del llamado «Efecto Mariposa», pero… siempre hay una vez para todo…