Disclaimer: Los respectivos jefes de cada país piensan que estos madurarían más si estuviesen en una relación, es por eso que cada uno ordena a su nación a casarse y convivir un mes con esa respectiva persona para que entiendan algo de trabajo en equipo. Por supuesto, Inglaterra tenía que tener esa maldita "relación especial" con Estados Unidos que tantos dolores de cabeza le había dado. Que la reina lo ayudase. USXUK y más/ YAOI
Notas de la autora: !Hola¡ Esta es mi primera historia de Hetalia , estoy nerviosa. Realmente espero que el que le de una oportunidad lo disfrute y me dejen saber si lo sigo o no. :) Por supuesto, cualquier error que vean me dicen; soy humana después de todo. :D Así que criticas constructivas se aceptan, espero que lo disfruten tanto como yo disfrute escribirlo.
Aviso: Este fic no solo tendra USUK, yo amo a casi todas las parejsa de Hetalia, así que todas tendran su momento e.e, Gerita, RusChina, Franada. HungríaxPrussia. También quiero poner a las naciones latinas 3 tal vez en algún capi salgan haciendole la vida a España un remolino jaja xd
ADVERTENCIA: Esto contiene muchas, pero MUCHAS cosas gays, ya sabes; chico encima de chico e.e. Si no te gusta, no te traumes y vete de aquí y si quieres entrar al lado oscuro :3 eres bienvenido pero no insultes. ^^ Lenguaje subido de tono, futuro Lemon, algo de OoC pero espero que no. Ok, creo que eso sería todo. :)
!He aquí el prologo! Andiamo! :D
…
PROLOGO
¿Casarme con quién?
Inglaterra no podía creer lo que escuchaba, si bien los humanos ya lo habían sorprendido con sus ingeniosas y locas ideas a lo largo de los siglos que tenía vivo. Esto sin duda se llevaba el premio a lo más ridículo y estúpido que uno de sus presidentes lo pudo haber dicho. Supo muy bien que todos notaron como su rostro se tornó blanco y la idea le cayó como el dulce a un diabético.
Porque ¿Qué mierda era todo eso? Podía incluso ver a Escocia disfrutando de lo lindo de su reacción a la notica. El muy bastardo.
-W-hat? – las palabras le salieron temblorosas y tuvo que usar el 100% de su paciencia –que era poca- para seguir manteniendo la calma como el perfecto caballero que él era.
-Que te vas a casar con Estados Unidos.
A la mierda la disciplina.
-¿¡Pero como demonios me voy a casar con ese idiota!? … Es-to es una b-roma ¿Ver-dad? Ustedes saben que y-o y Alfred no tenemos nada en común…- trataba de buscar excusas frente a los rostros preocupados y nerviosos de sus ministros y su presidente.
Tenía que detener esa locura. Él no podía casarse con Estados Unidos. ¡Jamás!
-Ahh ya deja el drama Arthur, si siempre has estado enamorado del gordo ese. Es tu oportunidad para declararte. –asesino a Escocia con la mirada lentamente; este se reía a carcajada limpia mientras su cigarrillo bailaba en sus dedos.
Dios, como deseaba que matar para él fuese legal aún.
-Cállate idiota, sabes bien que soy yo el que manda aquí. –al instante el rostro de su hermano mayor se oscureció y su ceño se frunció, eso siempre funcionaba. Aunque Inglaterra siempre tomaba la opinión de todos sus hermanos para hacer algo.
-Inglaterra, señor, esto es únicamente para que puedan aprender a como convivir juntos. –hablo nervioso uno de sus ministros, los demás asistieron.
Estuvo a punto de decir que ellos podían convivir en paz cuando recordó todas las peleas que tenía con Estados Unidos la mayoría del tiempo, no podía mentirse a sí mismo. Sabía muy bien de lo que ellos hablaban. Pero aun así no veía porque debía de ser algo tan extremo.
-Solo será por un mes. –declaro otro.
-Sera sumamente beneficioso que usted y América sean una pareja. No lo vea como algo romántico, sino como puros negocios. –termino de decir su actual presidente, desajustando un poco su corbata. El carácter bipolar de England era conocido para todos ahí.
-P-ero… -tartamudeo con voz baja todas las maldiciones que conocía, ¿Por qué tenía que pasarle esto?
Escocia suspiro hondamente mirando el semblante bajo de su hermano, realmente aparentaba que Inglaterra no le interesaba en lo absoluto. Pero lo hacía; obviamente no lo dejaría ver a lo obvio. Pero trataría de ayudar, se puso de pie y camino lentamente al lado de su hermano menor posando una de sus manos en su cabeza y aspirando el humo de su cigarrillo a sus pulmones.
-¿Recuerdas aquella junta a la que no pudiste ir? –pregunto mirando directo al frente.
Inglaterra lo miro aún molesto por sus anteriores comentarios y asintió.
-Bien. Pues esa vez que fui yo a representar al Reino Unido fue que se habló este mismo tema. –apenas y dijo eso Inglaterra se separó de él y lo miro sorprendido; no tardó en hacer lo mismo para con sus ministros y presidente. Poco a poco su ira subió.
-¿¡Y no me dijeron nada!? Pude haber visitado a Irlanda otro día, me dijeron que no era importante. ¿Me están mintiendo? –hablo fuerte y claro, Escocia no cambió ni un poco el semblante aburrido y serio de su rostro. Podía notar como los jefes de Inglaterra tragaban grueso.
-Fue por esto mismo Arthur, eres alguien muy temperamental. Yo iba a ir para ponerme en tu lugar y casarme representando al Reino Unido en lugar de ti. Pero entonces pasaron otras cosas…
FLASHBACK
-Muy bien, haremos esto del matrimonio de forma ordenada. –hablo un sonrojado Alemania, con un Italia pegado como lapa a su brazo soltando Ve~ de felicidad.
Escocia sonrió mientras los vio mientras llevaba una taza de té a su boca; no era tan fan del té como Inglaterra pero lo prefería al café. Obviamente nada como sus cervezas.
-No entiendo aún porque debemos de hacer esto. –hablo un extrañamente sonrojado Suiza; mirando de reojo y con algo de resentimiento a Austria sentando unas sillas delante de él.
-Oh, pero si es la cosa más inteligente que los humanos pudieron pensar, mon ami Suisse. –Francia estaba totalmente radiante, mirando a todos como los ojos brillantes y sus cabellos rubios cayendo por sus hombros. Era el día más feliz para el país del amor.
-Cállate, pervertido de mierda. –el suizo no tardo en cambiar su semblante al escuchar las palabras de su país vecino. Muy pronto una conversación de palabras sucias por parte de Francia y de muerte por parte de Suiza se hizo en el salón.
Alemania aún estaba sonrojado con un Feliciano ya más tranquilo ahora sentando en su respectivo asiento y alejado de los brazos de su ahora prometido. Romano por otro lado no dejaba de soltar maldiciones en italiano, mirando con odio al alemán y con las mejillas rojas a la nación española que lo tomaba de la mano bajo la mesa.
Escocia sonrió, al parecer ya habían varías parejas hechas en el salón, y podía notar que no era cuestión solamente de los beneficios que el compromiso les daría. Nah, eso era una mera excusa para que muchas de las naciones enamoradas dieran el paso de confesar sus sentimientos. Cursi, bastante cursi.
Llevo su cigarrillo a su boca saboreando el sabor a tabaco en su lengua y noto algo bastante curioso. El gordo estadunidense estaba sentado frente a él, su mirada gacha y un rostro bastante pensativo; mientras ignoraba a todos y guardaba silencio. Estados Unidos estaba silencioso, Estados Unidos no estaba tratando de ser el centro de atención, subió una de sus rojas y grandes cejas con curiosidad y se concentró en el chico.
Era bastante joven, bueno, comparado a él era un adolescente. Seguramente estaba enamorado de alguna nación y no sabía cómo confesarse. Algo curioso ya que Estados Unidos no tenía muchos amigos; por obvias razones. No tenía a nadie más de confianza que a Canadá y a su mocoso hermano menor. También era amigo de Japón, pero debido a la larga distancia casi nunca estaban juntos y su otro amigo más cercano era Francia al cual también tenía confianza pero no como los primeros de la lista.
Así que… ¿Quién podía ser el centro de atención del chico hamburguesa?
-Muy bien, entonces vamos a ir diciendo uno por uno las respectivas parejas de cada uno. ¿Muy bien? –la grave voz de Alemania se dejó escuchar a lo largo de todo el salón de juntas; con casi todas las naciones del mundo reunidas en un solo lugar. Escocía miro con aburrimiento como pasaba nación por nación diciendo el nombre de su respectiva pareja.
Le pareció curioso y gracioso ver a Romano con varias naciones de apariencia adolescente rodeándolo, al parecer felicitándolo por su relación con España. Bueno, las chicas lo hacían; las cuales eran tres, los otros chicos parecían estar insultando a España y este solo sonreía de oreja a oreja tal y como si le estuviesen diciendo lo mucho que lo amaban.
Comprendió. Las naciones latinas. Sonrió, al parecer España tenía una muy gran familia.
Pasaron unos cuantos minutos más en donde más naciones dijeron sus respectivas parejas; algunos fueron sorprendentes y otros no tanto. Llego el turno de Rusia y la sala quedo en silencio, era obvio el nivel de miedo y odio que muchas naciones le tenían.
El hombre alto, cabellos plateados y rostro de niño subió a la tarima en donde el micrófono esta. Enfundado en un traje negro con corbata azul, con su ya acostumbrada bufanda rodeando su cuello deja escapar una leve risilla antes de comenzar a hablar.
Escoció tuvo un mal presentimiento. Era casi como si fuese a hacer una travesura; sabiendo el poder económico y el ejército que Rusia tenía no le gustaría una broma de ningún tipo de esa nación.
-Muy bien, aún no he escogido una nación para ser mi pareja. Estuve indeciso sobre Lituania, pero este se quedó con Polonia. Tengo buenas relaciones con China, pero sus jefes decidieron no meterlo en esto; así que voy a escoger a la única otra nación que me atrae de esa manera, sin embargo, creo que no está presente hoy.
Mierda, lo supo en cuanto dijo eso. La única nación "cercana" a Rusia no presente ese día era…
-Inglaterra.
Escocía casi se atora con su mismo cigarrillo y muchas otras naciones soltaron exclamaciones de sorpresa. ¿Pero desde cuando Rusia estaba interesado en su hermano? No. No podía permitir a Arthur en las manos de alguien tan inestable como esa nación. Estuvo a punto de ponerse de pie y alegar que él sería el que se casaría en lugar de su hermano; cuando otra voz se dejó escuchar y alguien se puso delante del peli plateado.
-Lo siento comie, Inglaterra es mi pareja. –Alfred dijo eso con tanta seguridad que Escocia tuvo que recordarse llamar a sus jefes para preguntar si era ignorante a algo, Rusia no tardo en mirarlo con una sonrisa juguetona y posar una mano en su mejilla, interesado.
-Oh, qué curioso querido América, que yo sepa en ningún momento nadie anunció eso. Inglaterra no está si quiera aquí.
-Eso no importa dude, nuestros gobiernos ya lo hablaron. ¿Relación especial no te suena nada? Mejor vete y ahoga tu soledad en tu vodca. –la voz de Estados Unidos era firme y estaba un poco más baja de lo normal, parecía normal pero todo el que lo conocía podía notar un leve tono de amenaza en su voz.
Escocia sonrió; interesado por el asunto. –Es cierto. –no supo en qué momento se puso de pie y dijo eso, sin embargo, cuando Estados Unidos lo vio sonrió aliviado y el ruso frente a ellos los asesinaba con la mirada. –Inglaterra no está aquí hoy porque está visitando a nuestra hermana que tampoco tomara partido en esto, yo vengo en su lugar representando al Reino Unido. Lo que América dice es cierto.
Pudo jurar que escucho los dientes de Rusia rechinar a causa de la fuerza que utilizaba en apretar su mandíbula, cualquiera a cien metros a la redonda notaba el instinto asesino del ruso. Pudo incluso notar de reojo como Israel y Suiza se ponían en defensa y con la mano en la arma que siempre portaban, listos para tomar las medidas necesarias para con el ruso.
Hasta que una preocupada Ucrania llego algo agitada hasta su hermano menor, con un vestido azul enfundando su cuerpo y su hermosa figura. Rusia no tardo en sonreírles a todos y volver a su estado "normal", diciendo antes de bajar de la tarima que escogería a Latvia como su pareja. El pobre rubio casi cae desmayado en los brazos de sus hermanos bálticos.
Escocia sintió en serio lástima por él. Se volteó hacía donde Alfred aún estaba de pie y lo tomo del brazo arrastrándolo con él fuera de esa habitación, el rubio lo miro confundido y alzo una ceja confuso.
-Pudiste haberme dicho que necesitabas hablar con el héroe y ya Escocia. –dijo el chico con una sonrisa 100% americana en su rostro, Escocía llevo su cigarrillo a su boca soltando el humo por su nariz recordando lo fastidiosa que era esa nación.
-Todo eso de ti y mi hermano es mentira. –lo dijo como un hecho, él lo sabía no estaba preguntando y por el rostro de sorpresa que Estados Unidos puso, supo que dio directo al clavo. -¿Qué es lo que pretendes casándote con el mocoso de mi hermano, Estados Unidos de América? –lo dijo totalmente serio, tal vez parecía que Arthur no le interesaba en lo absoluto pero realmente se preocupaba por él.
Alfred no era peor que Ivan en lo absoluto; pero sí le preocupaba bastante su inmadurez para con algunos asuntos. El chico era un obsesivo de la guerra, tanto que siempre se metía en todas las que podía y le interesaban, obviamente debido a su gigantesco ejército nadie le decía nada. Bueno, a excepción de naciones con demasiado poder de armamento como él, Rusia, China, Suiza, Israel.
Sin embargo, esa parte de querer ser el héroe de todos –incluso cuando nadie quería que lo fueses- no le gustaba en lo absoluto a Escocia. Miro a Alfred bajar su cabeza para luego volverla a subir con sus ojos brillantes y una gran sonrisa en su rostro. Se confundió. No entendía.
-Porque no quería dejar a Iggy en las manos del bastardo comunista. Nunca me lo perdonaría, soy su héroe después de todo. * -Estados Unidos le regalo una última sonrisa para luego sacar una hamburguesa del pantalón de su traje y comenzar a alejarse de él mientras comía una de sus famosas hamburguesas.
Escocia saco el humo de su cigarrillo por su boca y sonrió; casi quiso reír. Fue un idiota, ¿Cómo nunca lo había notado? Bueno, contando las veces que había venido aquí; no podría hacerlo. England era casi siempre el representante de todos juntos, sin embargo, que el idiota de su hermano no lo notase era también bastante gracioso.
Sin duda los dos se detestaban de alguna manera, pero ahora sabía que no solo se peleaban para ganarle al otro. Eran como dos mocosos, mocosos que esto del matrimonio les ayudaría demasiado; demasiado bien.
Le ayudaría a Inglaterra, sería su cupido por una vez en su vida.
FIN FLASHBACK
Obviamente cuando terminó de relatar todo eso. Le metió más azúcar y unicornios de lo que quiso, omitió su sobreprotector lado de hermano mayor y dejo a Inglaterra más rojo que la bandera de China.
No pudo evitar reír a lo lindo.
-¡Mira tú cara! ¡Eres tan obvio!
-SHUT UP! –la cara de England podía competir con los rojos tomates de España, el inglés no sabía qué hacer, ¿Era en serio todo lo que Escocia le estaba diciendo? Ese adicto al tabaco podría estar mintiéndole y más mojado que chica de colegio.
Control Arthur, control. Recuerda las lecciones de la reina Elizabeth. Tomaría la mejor decisión para su país, aunque fuese terriblemente insufrible y para nada placentera.
-All right, I'll marry the kid. – dijo un sonrojado Inglaterra, hacienda sonreír a su hermano mayor. Escocia río por lo bajo y le guiño el ojo a sus jefes, los cuales suspiraban más tranquilos.
-Muy bien. –hablo el presidente de Inlgaterra. –La boda será la semana que viene, entonces.
Arthur palideció. -¿B-oda? Pen-sé que esto sería por civil, ¿ME TENGO QUE CASAR EN UNA IGLESIA? –casi se queda sin aire, por el amor de la reina y Dios. Iba a morir, estaba seguro de eso.
-Italia y Alemania se casaran en el Vaticano. Siendo así la primera boda de una nación y del mismo sexo dada en la iglesia del Vaticano. Ustedes serán la segunda. –se mantuvo serio su jefe. Inglaterra pudo sentir las manos de Escocia ayudándolo a sentarse mientras le tomaba una foto con su celular.
Dios, Gales e Irlanda del Norte amarían ver a Inglaterra así.
-¿C-asar-me en púb-lico…? ¿Co-n Esta-dos U-nidos? –oh no, lo sentía. El estado de shock, llevo sus manos a su cara y cayo. Escocia rodo los ojos al ver a su desmayado hermano entre sus brazos, no podía creer que fuese tan dramático por el amor de Dios.
Sin embargo, teniendo en cuenta que Arthur tiembla como tetera cada vez que América está muy cerca de él; no lo culpaba. Es más, todo eso sería interesante. Muy, muy interesante.
CONTINUARA…
PRÓXIMO CAPITULO: BODA.
