Advertencia: Yaoi, Xenofilia, relaciones entre especies.

Notas: Eh leído cientos de fics "Mermaidformers" de tantas parejas diferentes que me pareció imposible controlarme de hacer el mío propio pero de Megatron/Starscream.

Evito usar el término Tritón, aunque sea más técnicamente correcto, pero me gusta más decir "Sireno" suena más cómodo en narrar así.


"Mermaid"

La fiesta había sido intensa, Megatron había perdido la cuenta de cuantas botellas habían pedido en su mesa. El, junto con los demás luchadores habían calificado para la siguiente ronda del torneo y como era de costumbre lo habían celebrado en el bar de la ciudad.

Un par de rameras con poca ropa habían bailado toda la noche para ellos, y estaba casi seguro que una de ellas le había robado su billetera cuando estaba demasiado borracho para darse cuenta.

Eran las 3 de la mañana cuando Megatron creyó que era hora de irse, después de todo tenía que entrenar la mañana siguiente. Pero por más que gruño y amenazo al dueño del bar no le devolvió sus llaves, insistiéndole que estaba demasiado ebrio para conducir. Al final desistió, y termino saliendo del bar en busca de un taxi, solo para recordar que no tenía su billetera consigo.

¿Qué más le podría salir mal? Pensó.

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Starscream sabía que durante la noche era mucho más fácil husmear en el mundo humano sin ser descubierto. Aunque no le gustaba admitirlo entre sus iguales, al sireno le intrigaban tanto los humanos, era una especie tan diferente a los suyos. Era una lástima que la sociedad de las sirenas tenía prohibido acercarse a los humanos, tanto como los humanos tenían leyes para que los barcos dejaran en paz a las sirenas.

Nada de eso le importaba, la información que tenía su especie sobre los humanos era tan limitada, que Starscream no tardó en hacer este tipo de excursiones a la superficie cada vez más seguido.

Normalmente aparecía bajo puentes, cerca de las costas, donde podía ver las enormes maquinas humanas, llamadas "Automóviles" pasar de un lado al otro del puente. Por la noche no eran más que un par de vehículos por hora, pero el podía esperar toda la noche si era necesario, solo para poder ver uno.

Starscream nadaba entre los pilares del puente que se hundían en el agua, cuando un par de piedritas le golpearon en la cabeza, al voltear arriba, Starscream no tuvo más que un par de segundos para reaccionar y nadar lejos de la trayectoria de un enorme objeto que le caía encima.

Un humano con una enorme masa muscular, había caído del borde del puente, al voltear arriba noto que el barandal metálico que protegía a los humanos y autos de caer del puente, tenía una sección que estaba rota. El joven sireno, volvió a voltear al agua y noto que el cuerpo del humano ya no estaba, luego de entrar en pánico por unos segundos, Starscream se sumergió y a un par de metros de profundidad diviso el cuerpo del humano inconsciente, hundiéndose cada vez más.

No pensó dos veces antes de nadar rápidamente hacia él, tomándolo por debajo de los brazos para jalarlo a la superficie.

Starscream había estudiado lo suficiente de los humanos como para saber que si no nadaba más rápido, el humano moriría en cualquier momento por falta de oxígeno, pero era muy difícil tomando en cuenta el peso del individuo, y el hecho de que estaba inconsciente.

No sabía cuantos minutos habían pasado cuando por fin llego a la superficie, nado un par de metros más hacia la costa, depositando al humano en la arena entre un montón de algas y conchas marinas. El joven sireno receba que no había sido demasiado tarde, con algo de dificultad se arrastró sobre la arena hasta el rostro del humano, el cual empezó a toser violentamente. Eso era una buena señal, eso quería decir que estaba luchando por respirar, estaba vivo… El sireno trato de retroceder sobre la arena, temiendo la reacción del humano.

Sabía que era muy peligroso quedarse ahí cuando el humano recuperara la conciencia, pero Starscream añoraba conocer al humano, este era el primer individuo de la superficie que había conocido de tan cerca en su vida, y no quería desaprovechar la oportunidad, era ahora o nunca.

-…Ho… ¿ho-la?- El Sireno trago saliva hablando débilmente, su hablar era inseguro, a pesar del amor de Starscream por los humanos, su dominación del idioma terrícola no era el mejor, apenas sabia significado de algunas palabras pero su habilidad para unir frases no era el mejor. -¿Estas… bien?-

Megatron tocia incontrolablemente, sentía como el agua salía de sus pulmones y el aire entraba en vez. No recordaba mucho de lo que había pasado, más que estar mareado caminando por la acera, tener que atravesar el puente de la costa, rumbo a su casa, pero eso era todo. Al menos el chapuzón había aclarado un poco su borrachera, o eso había creído hasta que levanto su mirada, al escuchar una pequeña voz, con un asentó extraño.

-Si… si… estoy bien… yo… PERO QUE DEMO…- Megatron dio un pequeño salto de sorpresa, por un segundo pensó que era un efecto de su borrachera pero no…. En realidad era una de esas criaturas de las profundidades… una que le hablaba… hablaba como humano!... –¡Atrás!... no quiero tener que lastimarte…- El musculoso luchador trato de ponerse en guardia, pero rápidamente cayo de sentón nuevamente a la arena, debido a su agotamiento.

Starscream trato de alejarse un poco más, pensando que el humano en verdad era tan hostil como parecía. –NO… no…. Yo no ser enemigo…- trato de hablar rápidamente en su defensa –Tu… caer… del cielo… al mar… hundirte muy rápido… traerte aquí… a la superficie-

El luchador alzo una ceja al principio tratando de entender su extraño acento, pero no debía ser un científico para saber lo que la criatura trataba de decir. –Tu… me sacaste del agua… ¿y me trajiste aquí?- Megatron se había relajado lo suficiente como para no parecer una amenaza, en este punto ya había deducido que la pequeña criatura era demasiado escuálida para ser peligroso.

El joven sireno asintió rápidamente. –Yo… Starscream… ¿Cuál ser tu nombre?-Starscream comenzó a sentirse más cómodo al notar el lenguaje corporal del humano, más tranquilo y menos amenazante.

Megatron se sorprendió por la pregunta, jamás creyó que un sireno estuviera interesado en conocer su nombre. Tomo un segundo para estudiar la extraña apariencia de la criatura, antes de responder, tenía unos enormes ojos negros como pupilas rojas brillantes, todo su cuerpo era gris pálido, con secciones, grises azuladas, y su pecho y vientre de un gris casi blanco. Todo este esquema se repetía por todo su cuerpo, a excepción de su larga aleta roja en la parte superior de su cabeza, y dos aletas más de color gris a los costados donde deberían estar sus orejas, su espalda, antebrazos y cola también tenían aletas repartidas por todas partes, parecía ser muy delgado, escuálido y con curvas casi femeninas, pero por su pecho plano y rostro algo alargado deducía que se trataba de una sirena varón. Megatron había visto sirenas antes, en los documentales y noticias, cada vez que metían a la cárcel a algún traficante por vender aletas de sirena, pero jamás había visto una en persona y menos desde tan cerca, el luchador siempre había pensado en las sirenas como cualquier otro animal marino en peligro de extinción, pero este sireno de aquí le hablaba tal cual humano. –Megatron… me llamo Megatron- respondió finalmente.

Starscream sonrió, era tan emocionante, su primer amigo humano… se llamaba "Megatron".

-Megatron…- repitió. –Cuéntame… cuéntame… quiero saber… saber todo sobre humanos…- de la nada el sireno se había arrastrado por la arena hasta donde el humano estaba sentado, una de sus manos húmedas, tocando el hombro de la criatura de la superficie, estudiando su anatomía, su piel parecía tan resistente, tenía músculos enormes incluso más grandes que cualquier cazador o guerrero de su aldea. Pelo gris y negro que adornaba toda su cabeza y parte de su cara, en algo que los humanos llamaban "barba desaliñada". Llevaba prendas de tela como casi todos los humanos, una camisa sin mangas color gris oscuro casi negro, y pantalones jeans negros.

Starscream se maravillaba al ver las piernas divididas de los humanos, tan diferentes a su única aleta. –Cuéntame… por favor… cuéntame- repitió.

Megatron comenzó a sentirse nervioso, el sireno parecía tener una extraña obsesión con los humanos, podía deducirlo solo con hablar con él por dos minutos.

-Yo… debo irme… no debería estar aquí contigo, es ilegal… hay leyes en contra de estar cerca de sirenas- Lentamente se puso de pie, tratando de alejarse del tacto del sireno.

Starscream puso una mano sobre la rodilla del humano. –Por favor… no te vayas…- volteo rápidamente, al notar que en el cielo comenzaban a formarse los primeros rayos de sol del día, sabía que esto anunciaba que su expedición había terminado, y debía regresar a las profundidades. –¿Regresaras?- miro al humano con una expresión suplicante.

El luchador no sabía cómo responderle, no le gustaban los compromisos, mucho menos tener que hacer una promesa a un tritón que apenas conocía. Pero pensó que se lo debía… El sireno había salvado su vida después de todo. –Si… regresare…-

El joven sireno sonrió ampliamente, y apunto hacia al cielo. –Yo… venir aquí, siempre…. Cuando la luna, estar en medio del cielo.- señaló –Te esperare-

Megatron asintió, entendiendo lo que el sireno quería decir. –Gracias… por salvarme la vida-dijo finalmente antes de darse media vuelta sobre la arena y caminar hacia la ciudad. El luchador se negaba a voltear, hasta que escucho un chapuzón en el agua, suponiendo que se trataba del sireno entrando al agua, a este punto su grado de alcohol en sangre se había disminuido, pero aun quería convencerse a sí mismo de que todo lo que había pasado no fue más que una fantasía causada por el alcohol.

Continuara…