Nota de la Republicadora:
¡Al fin puedo republicarlo!. :D
Este Fic es un Draco&Hermione y bueno... Creo que las explicaciones debidas se las dará Sax más abajito. n.n Fue lo que escribió al momento de Publicar la Historia. :)
¡Espero que la Disfruten Mucho! n.n

Nota de la Autora:
Bueno, como hoy no se me pega la gana continuar con mis otros fics, pues pondré este otro... ya que puede que no me pase muy seguido por aquí y para quien lo lea, espero le guste, y se entretenga.
Es una historia 100 por ciento de romance, divertida, y sobre nuestra pareja favorita Draco y Hermione y sobre un romance medio extraño de Harry con... pues ya verán ¿Alguno vio Onegai Teacher? pues, más o menos.


¡Enamórate de mí, por favor!

"Persigue al amor y éste huirá… Huye del amor y él te perseguirá"


Capítulo 1: "Visita a media noche"

Pasaba la media noche, la habitación era fría, pese a la chimenea que ardía incesante, el ambiente se tensaba en aquella enorme y solariega casona, las paredes parecían susurrar los acontecimientos, parecían explotar el silencioso grito de todas aquellas habitaciones, porque ya no se caminaba por sus rincones…

Las primeras gotas de lluvia azotaban los enormes ventanales, haciendo que una sombra se moviera del sillón en donde estaba, se notaba tan solitario en aquel enorme salón, en aquella enorme mansión, en esa soledad insufrible…

Draco Malfoy tenía la mirada fría, ausente, recordaba los hechos de su vida, hacía un año, su padre estaba preso y no le permitía verle y hacía solo un par de meses, Narcisa había fallecido misteriosamente, pero suponían que había sido una venganza… El se había quedado solo, completamente solo en esa fría habitación.

No tenía más familiares con quienes contar, todos estaban muertos, sus amigos no lo eran tan leales, las novias que tenía sólo querían estar superficialmente con el, no tenía ni siquiera el valor de seguir los pasos de su padre, prácticamente ya no tenía nada por qué luchar y la escuela…

El colegio era peor ¿para que regresar¿Para que seguir aprendiendo¿Para que ser como Potter y sus amigos, siempre vanagloriados, mientras que a el, ninguna de sus trampas le funcionaba? No… estaba decidido, tenía suficiente oro como para desaparecer de esos lugares para siempre.

De repente, escuchó fuertes toquidos en la puerta, hubo un momento de extrañeza, el no esperaba a ninguno, porque nunca nadie le visitaba, y mucho menos a esas horas de la noche, con mucho cuidado y tomando su varita con fuerza, se dirigió hacia la puerta, atravesando la oscuridad de los pasillos.

Lentamente y con mucho cuidado la abrió, aunque llevaba en mente que tal vez era alguna redada de los Aurores, que cada semana pasaban por la mansión, para revisarla, ya estaba harto, odiaba al ministerio, odiaba a Dumbledore, a la orden del fénix, a Potter a sus amiguitos y… se odiaba así mismo.

Pero no era ninguno de ellos, era una joven, unos años mayor que el, casi de su misma estatura, vestida totalmente de negro y con una capa de viaje, aparte, con dos baúles a sus espaldas, las gotas de lluvia aún caían lentamente.

-¿Quién eres? – preguntó el rubio extrañado, pues en su vida le había visto.
-Mi nombre es Freya Gillian… Draco… somos parientes…
-¿Qué¿Pariente mía?
-Si…
-Imposible, nunca te había visto…
-Eso es porque hasta el momento, nunca había venido a conocerlos…

Draco le miró detenidamente, Freya se bajo la capa y dejó suelto su hermoso y largo cabello rojizo oscuro, su rostro era mucho mas hermoso de lo que había visto al verla en el umbral, era delgada y bien formada, y unos marcados ojos grises… sello distintivo de la familia Malfoy.
-Mi segundo apellido es Malfoy – dijo Freya – Tu abuelo Abraxas Malfoy, tuvo un medio hermano, Eloím, quien tuvo una hija, Yuna, mi madre, pero mis padres murieron hace años en un accidente y por coincidencia, mi abuelo tuvo la misma enfermedad que el tuyo y falleció…
-¿En serio?
-Tal vez no supiste de mí, porque mi abuelo y el tuyo nunca se quisieron, ya que fue hijo ilegítimo… fuera del matrimonio.
-¿Cómo lo compruebas?

Freya le estiró unos pergaminos, y el chico leyó y miró los papeles, por largos minutos, aparte ella le había mostrado algunas fotos, y si, era cierto, Abraxas Malfoy, jamás había aceptado a ese medio hermano.
-¿Puedo pasar? Me estoy congelando – murmuró Freya.
-¿Te piensas quedar mucho tiempo en mi casa?
-Si no te importa… por mis gastos no te preocupes, tengo mucho oro, pero me enteré de sus circunstancias, yo ya pasé por lo mismo, así que decidí venir a verte.
-¿Para consolarme?
-Un Malfoy no necesita consuelo, ni compasión, un Malfoy es fuerte y decidido, vengativo, no es honesto, no es ético, pero un Malfoy, será siempre un sangre real, eso siempre lo decía mi madre… si existiera la realeza en este mundo mágico, eso serían los Malfoy… puede que suene exagerado, pero nuestra naturaleza siempre será oscura.

Draco escuchó las fuertes palabras de Freya, y permitió que pasara a su interior, con sus baúles de ropa, ella se quitó la capa de viaje y la condujo al enorme comedor, en seguida, numerosos bocadillos aparecieron en ella, y Freya se acordó que tenía hambre.
-¿Qué haces de tu vida? – Preguntó Draco interesado, era el primer pariente vivo y la primera persona que no iba con deseos de venganza, ni de servir al señor oscuro.
-Tengo 22 años – Dijo Freya mientras comía bocadillos – Estuve estudiando en Canadá, cuando terminé, me metí al Colegio Superior de Aurores, terminé hace un año, y envié solicitudes de empleo a todos los colegios.
-¿Qué¿Trabajar¿Por qué¿Acaso no dices que tienes mucho oro?

-Demasiado… Pero quise probar qué se siente trabajar… Y aparte que nunca he tenido interés de trabajar con el gobierno como la mayoría de los aurores, aparte que el apellido Malfoy no ayuda mucho, pese a que no lo utilice, ya está maldito en todo el mundo – tomó otro bocadillo – Además siempre me gustó la docencia… pequeño defecto que nunca gustó a mi familia… "Trabajo denigrante"
-¿En serio te gustaría hacer eso?
-Si… pero como investigan todo de ti, y saben que eres un Malfoy, eres al primero que rechazan, pero hace unos meses, recibí una carta de aceptación, quieren que de clases por un año en un colegio, dando clases de DCAO.
-¿En que lugar?
-Hogwarts…
-¿Hogwarts? Es el colegio a donde iba…
-¿Ibas?
-Este año no pienso regresar…
-Pero es tu último año, según supe.
-No pienso seguir estudiando, no lo necesito…
-El oro no es eterno, y el apellido no ayuda, quiero probar mi sueño este año, dar clases y luego, desaparecer para siempre… Nuestro apellido está maldito Draco… desde pequeña siempre lo supe, por eso no pienso en cosas tontas como… el amor…
-Yo tampoco…
-Solo la pasión… y pasar el rato ¿verdad?
-El amor es un sentimiento de pérdida terrible, no quiero sentirlo nunca, he cerrado mi corazón a eso y ser tan fría bajo una dulce capa de mi sonrisa ¿no es un arma letal?
-¿Así que no te has enamorado nunca?
-No… ¿Y tu?
-Tampoco…
-Pero has tenido novias supongo ¿alguna de ellas te ha amado?
-Pues…
-Hablo de sentimientos, no solo de deseos ni de placer físico.

Draco pensó en las novias que habían pasado por su vida, desde Atkins hasta Parkinson, pero en realidad, ninguna había tratado de conocerlo interiormente, solo salían con el, por el hecho de que tenía oro y el apellido oscuro.
-Ni siquiera placer físico – dijo Draco
-No me extraña, estás muy flaco y pálido… eres atractivo, pero en esas condiciones, no le apetecerías a una chica…
-¿Y me lo dices tu? Dices que tampoco has amado…
-El amor no existe
-Es tan raro que me lo diga una chica, son tan cursis y tontas…
-Bueno, soy diferente, soy una Malfoy, Draco, se me ocurre una idea, somos los únicos que quedamos de la familia, vivos, ven conmigo a Hogwarts este año, destrocemos algunos corazones y… cuando terminemos, vámonos a donde ninguno nos conozca. Desaparezcamos.
-¿Desaparecernos?
-El mundo no quiere a los Malfoy… Pues los Malfoy tampoco quieren al mundo… Y si no podemos destruirle, es porque no somos tan poderosos, mejor desaparezcamos de este sitio ¿Qué dices? Hagamos de nuestra presencia una leyenda.
-Que tienes razón y te tomo la palabra, iremos a Hogwarts, y después de un año, no me volverán a ver, nunca más…

Draco y Freya hicieron el pacto, ella se instaló en la mansión, y por casi dos meses antes de entrar a clases, Freya influyó mucho en su primo, hacía que el chico comiera abundantemente, lo sacaba al sol para "que agarrara color" y le hacía hacer mucho ejercicio, pese a que al rubio le alucinaba…
Pero poco a poco, aparte de aumentar de peso, su cuerpo se marcaba notablemente, su rostro cetrino y pálido, se llenaban sus pómulos y agarraba un color sonrosado en sus mejillas, el cabello le creció y Freya no dejó que se lo cortara…
Al final de dos meses, el rubio ya no era el chico pálido y flacucho, ya era un joven atlético, fornido, buen mozo, acentuando el atractivo que heredara de su madre… No se reconocía ni el mismo en el espejo, sus ojos tenían otro brillo y Freya estaba muy satisfecha.
-¡Primo, mi máxima creación! Estás hecho un bombón…
-No exageres
-Draco, cuando vuelvas a ese colegio… Arrasa con todas las chicas, diviértete… pero… NO TE ENAMORES… y una cosa más… seré tu profesora según creo y… mas te vale que estudies, porque seré implacable dando clases ¿está bien?
-Claro que si – sonrió Draco, sabía lo que haría.

Así que cuando estuvo presente en el expreso, sus compañeros apenas creían que era el, sobre todo ellas, inclusive cuando pasó cerca de Ginny y Hermione, se quedaron mudas.
¿Acaso ese era Draco Malfoy? Aparentemente tanta desgracia no le había afectado en nada, todo lo contrario, lucía realmente bien. Obvio que todas las Slytherin se volvieron hacia el chico y no lo dejaron solo en todo el camino de regreso al colegio y trataba de hacer caso omiso a las malas miradas.

Freya fue presentada durante la cena esa noche, dejando a los chicos boquiabiertos, ella era tan bonita y tan joven, que no parecía tener 22 años, sino menos, Draco reía entre dientes al escuchar los comentarios, su prima era de apariencia dulce, pero en el fondo era una Malfoy, en Gryffindor, de nuevo Ron y Harry estaban asombrados.
-¡Oh, es tan joven! – gemían los chicos
-¡Hermosa, bella! – suspiraban otros.
-¡SI, enséñame lo que quieras profesora! – Chillaba Dean Thomas - ¡Eres lo más lindo que ha llegado a Hogwarts!
-Alguna vez tuvimos a Lockhart – interrumpió una de las chicas al ver los gestos exagerados de los chicos – Era joven y buen mozo, pero un bueno para nada…
-Y ustedes estaban locas por el – Refunfuñó Ron - ¿A que la profesora está guapísima, Harry?
-Mucho – Respondió el chico, en verdad, ella era una mujer muy interesante, habría que ver cómo les daría clases.
-Pero Lockhart…
-¡No molesten! Que todas querían estar cerca de el, ahora nos toca a nosotros, y es la más joven que hay en el colegio ¡Increíble!
-¿Por qué crees que Snape tiene cara larga? Seguro tendrá el hígado deshecho por que una joven como ella, de clases de defensa.
-Pues no tanto ¿eh? No le veo cara de querer asesinarla
-¡Bueno, eso que mas da! Ella será nuestra linda profesora.
-¡Que nos enseñe lo que quiera!
-¡SIIIII!

En la mesa de Slytherin, algunas chicas le coqueteaban a Malfoy, aunque éste ya lo había decidido, jugaría con los sentimientos de todas sin importarle nada y las botaría, más ahora, que estaba convertido en un chico apuesto y deseado.
Y aparte de eso, las chicas de las otras casas ya se habían fijado de el y corrido la voz ¿Cómo es que Draco se había convertido en ese adonis? Al parecer la desgracia de su familia no le había afectado en nada, lucía realmente bien, estaba mejor que nunca.
Pero Draco había decidido a que nada ni nadie le importaría, nunca entregaría su corazón a ninguna, porque ninguna lo merecía, si Freya tenía esas ideas bajo su dulce rostro falso, él también, bajo su propio rostro sombrío y recientemente apuesto.
En la primera clase de Defensa Contra las Artes oscuras, principalmente los chicos, estaban mas que atentos, cuando Harry y un sonriente Ron entraron, se extrañaron de ver a Draco sentado al frente, atrás de el, las chicas suspiraban a sus espaldas, y Hermione solo analizaba al rubio, negando que se hubiese puesto tan guapo.
Harry pensó que Draco se había sentado al frente para impresionar a la profesora Gillian, y le pareció patético, pero tomó su lugar, junto a Ron quién gruñía por no poder estar mas al frente, Hermione le lanzó una furtiva mirada, sobre todo al ver el rostro que ponía cuando Freya Gillian entraba… y por otra parte, lanzaba otra mirada a Draco… y claro que eso no pasó desapercibido para Freya que primero miró atenta a todos.

-Buenos días muchachos – sonrió y saludó – Desde hoy seré su profesora de Defensa, como habrán notado, no solicité ningún libro, tengo mi propia guía, con las clases que les daré, así que dependerán total y absolutamente de mis conocimientos…
Algunos chicos murmuraron y esto claro que no gustó a Hermione.
-Por supuesto que tendremos mucha práctica y no solo teoría, me han dicho que en esta clase están los mejores, espero que no me decepcionen, porque les dejaré muchos deberes y aparte… les haré un examen al finalizar el mes…
-¿Qué? – gritaron algunos, por lo regular los exámenes eran al finalizar el año.
-Los mejores promedios no presentarán el examen final, será como un premio por todo su esfuerzo ¿Están enterados? Bien, entonces comencemos – movió su varita y el gis del pizarron, se elevó y comenzó a escribir, al tiempo que ella daba los temas y comenzaba con el primero.

Al finalizar la primera clase, los chicos tenían muchos deberes, ella podría aparentar se una de sus compañeras por su rostro de niña, pero era demasiado estricta, nada manipulable, no les tenía miedo, y bajo esa dulce sonrisa, se encontraba alguien estricta y perfeccionista.
-¡Estudien mucho! – Dijo al final - ¡Porque en la siguiente clase, solo practicarán los que respondan a las preguntas de sus propios trabajos!
Todos comenzaron a salir de clases, pero Draco se acercó a ella y comenzaron a charlar animadamente, nadie sabía sobre los lazos de sangre que los unían, solo Dumbledore, por lo que al ver la actitud de Draco, los malos comentarios no se hicieron esperar.
-¡Vaya con el galancito! – Gruñó Ron – ahora va hacerle la barba a la profesora Gillian.
-Es lo único que le queda, es un cabeza hueca – espetó Hermione
-Sobre todo ahora que se puso realmente bueno – suspiró Parvati antes de salir, quien hizo caso omiso a las miradas de sus compañeros
-Hay que reconocer que la profesora es guapa – añadió Seamus – Y cualquiera de nosotros quisiera coquetearle.

Harry envió una mirada a Freya, por un momento sus ojos se centraron en ella, reconoció que si, que era una maestra demasiado joven, muy atractiva, que lucía bien con ese peinado intentando lucir mayor, esa coleta despeinada y el flequillo alborotado, y esos pequeños espejuelos que le daban un aire intelectual.
Y no demeritaban la belleza de sus ojos grises… ¿grises? Como los ojos de Draco… ¡Na! Coincidencias, pero ella era preciosa, su modo de hablar, de sonreír, de cerrar y abrir sus ojos, como caminaba de un lugar a otro, el hecho de que usaba las túnica muy ajustadas y le marcaban sus… sus… y… ¿En que estaba pensando?
Harry volvió a la realidad, Ron discutía con Parvati, mientras que advirtió que Hermione también andaba distraída, ni siquiera había protestado por las cosas que Ron decía, pero supuso que ella repasaba en su mente, la clase próxima.
-¡ya supe todo Draco! – Sonreía Freya – solo llevas un par de días aquí y te andas portando mal con las chicas ¿Qué te propones¿Matarlas de amor?
-Romper mi propio record, no me iré de Howgarts, sin antes pasar por el cuerpo de algunas de ellas.
-¿Incluso si fueran de sangre sucia? – preguntó metiéndole un bombón en la boca, Harry iba saliendo detrás de sus amigos cuando vio esto y se quedó absorto, ante el gesto de coquetería pero… ¿tan pronto Draco le había dado tanta confianza¿Qué se proponía?
-¡Olvídalo Freya! Jamás me enredaré con una sangre sucia…
-Es obvio que "ella" tampoco con un Malfoy
-¿Ella?
-Hermione Granger…

-¡Ah! – Frunció el seño – Granger es una sangre sucia detestable sabelotodo.
-Se nota que te odia, pero creo que en el fondo, le gustó tu nuevo aspecto, debe estar igual que todas que fingen odiarte, sorprendida con tu nuevo aspecto ¿Cómo es que el pinchurriento de Draco Malfoy se convirtió en el chico atractivo que es hoy?
-Gracias a ti… ya no soy ese "pinchurriento chico"
-¡Na! Lo que pasa es que no comías bien, no te asoleabas y no hacías deporte, te hice guapo Draco, heredaste la belleza de tu madre, los Black siempre han sido muy atractivos, pero dime… ¿En serio nunca te darías gusto con una sangre sucia? Granger es algo bonita, digo, no será la mejor, pero es todo un reto.
-Ella me odia… y yo no pienso perder tiempo
-Y tú la detestas ¡vamos¿Cuál es el problema? No pasará nada, solo será el hecho de que la usarás y luego la botarás…
-¿Sabes una cosa Freya? – Dijo Draco bajito - ¡Que bien ocultas tu identidad bajo esa máscara de profesora dulce! Eres peor de venenosa que yo…
-Gracias – sonrió coquetamente – Y recuerda que las clases serán terribles, así que será mejor que estudies, porque aún no saben lo terrible que puedo ser… pero ¿Qué me dices¿Aceptas?
-NO… con Granger jamás…
-Sería un reto, piénsalo, hay muchas, muchas maneras de llegarle a una sangre sucia ¿no te gustaría que sufriera de amor por ti, en ves de odiarte?
Draco se quedó pensativo, mientras que Freya se retiraba… en realidad¿con Granger¿Sería un reto? Y las ideas comenzaron a darle vueltas en la cabeza.