Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto

Esta inquieto.

Va apoyándose de tronco en tronco regresando a mismo punto donde inicio, inconsciente seguramente del trillo que ha marcado con sus sandalias en el ir y venir en supuesta "meditación".

Rio divertido por el mohín disgustado de sus cejas muy juntas al clavar su mirada azulina.

-¡Maldita sea, deja de verme!

-Lo siento sempai, pero culpa mía no es que captes mi tención con sólo moverte tan enérgico y sensual semejante a un animal enjaulado.

-¡No soy un animal, uhn! – si las miradas mataran, estaría a diez metros bajo tierra

Que conveniente que la mía si puede hacerlo.

-Yo no invente las metáforas, tan sólo las utilizo – me cruzo de brazos apoyándome en la pared rocosa admirando con deleite el rubor y exasperación emergerle de lo más profundo de su ser.

Gruñe dándose la vuelta.

Me quedo quieto alzando el mentón a ver el cielo despejado, específicamente en el celeste sobresaliente tras nubarrones blancos, que, con mi escasa imaginativa –en esto – no consigo hallarle forma alguna.

Tose.

Me esfuerzo y logro apreciar una en forma en oveja, y otra similar a la primera, y la que sigue debe ser la oveja negra de la familia por lo cargada de lluvia que le obscurece.

Tose de nuevo.

Ahora comprendo porque idealizan los sueños en el cielo: se puede durar horas haciendo algo que a largo plazo solo fue una pérdida de tiempo.

No recuerdo cual fue mi último sueño infantil, o si quiera si tuve alguna aspiración inocente en determinado momento de mi existencia.

-¡joder idiota, mírame!- jala del cuello de mi gabardina a su altura centrando ambas orbes en mi orificio, guiado quizás magnéticamente por las líneas que terminan justo donde empiezan- está bien – pronuncia bajando la mirada penoso pero serio en su tono.

-….¿Que está bien?

-..¡Eso! ¡Ya sabes…eso! – refunfuña como si fuese lo más lógico del planeta.

-No creo comprenderle, sempai.

-Mierda Tobi, ¡que sí, uhn!

-¿Si….? – utilizo voz curiosa dándole supuestos ánimos para que finalice lo que patéticamente intenta expresar e igualmente me causa cierta…ternura.

-Somos pareja – sube la mirada en esta ocasión firme, segura y orgullosa, detallándole un resplandor diferente en sus ojos; lo asocio con haberme distraído con el firmamento y su resplandor.

Pero ese brillo es aun más cautivador.

-¿De verdad? – sonrío verdaderamente sorprendido porque haya aceptado mi "respetuoso" ofrecimiento, aunque igual alternativas no tenía muchas a disposición.

-Sí, sí, pareja, novios, lo que sea , no es la gran cosa, hun – hastiado y avergonzado se da media vuelta dando unos cuantos pasos, deteniéndose y girando con tal rapidez que sus cabellos escapan de la gabardina para acentuarse en los hombros y espalda, agraciándole los gestos al aproximarse a levantar un poco mi mascara, dándome un beso rudo y demandante alejándose justo cuando iba a meter mi lengua en su boca, sacando en cambio él la suya para cortar el fino hilo de saliva –de su propiedad- que le unía a mi- le dices a alguien y te meto una araña para hacer una obra de arte con tu estómago.

-Yo puedo hacer una explosión en tu boca al enseñarte el arte del sexo oral – respondo con mi tono natural y fuerte escondiendo en totalidad el rostro.

Sonríe al ver la cueva anexa a mi cuerpo.

-Eso debemos comprobarlo.

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En realidad no se si el Sharingan mata xD lo se lo se, soy una baka D: pero para eso existen las preguntas y respuestas (?)

No e dormido nada, asi que ni siquiera se porque escribi esto xD pero se que la idea la tome de entre Greys anatomy y …. Y no se, la falta de sueño no me deja pensar

Saludos gente ^^