Disclainer: "Buenas noches" es una mini historia de ficción basada en la serie CSI: Las Vegas. Grissom y Sara son propiedad intelectual de su creador Anthony E. Zuiker, su productor Jerry Bruckheimer y la cadena CBS. Yo no intento violar las leyes de copyright, ni obtengo ningún tipo de remuneración económica por escribir esto.

Nota de la autora: Grissom y Sara han sido tras Mulder y Scully los personajes que sin saber porque aparecen en mi mente de repente en pequeños flashes de cotidianidad. No es más que eso.

Tipo: Para todos los públicos.

Escrito en septiembre de 2006.


BUENA NOCHES.

Notó como con cuidado él introducía la llave en la cerradura, como giraba la llave con delicadeza y entraba en la casa sin apenas hacer ruido. Y ella lo notó, porque no había sido capaz de dormir en toda la noche.

Aquella era la primera vez que se encontraba sola en su cama desde que él decidió compartir sus sueños con ella. Desde que habían vuelto todos a ser un sólo equipo, sus horarios eran bastantes extraños, pero ellos se las había apañado para descansar y no sólo descansar, todos los días juntos.

Sin embargo, aquel día él tenía trabajo extra y a ella le había quedado bastante claro que aquella noche la iba a pasar sola. Él le había dicho, que necesitaba descansar y volver un poco a su realidad, a parte de a su casa.

Amarle era adictivo y ella no sabía precisar cuando todo se convirtió en algo realmente serio, pero daba las gracias a Dios o a quien fuera que velara por su vida, que en un acto de locura decidiera apenas unos días antes haberle dado la llave de su casa.

Aquello le asustó mucho a él y produjo un alejamiento instantáneo entre ellos, que a ella le había preocupado en demasía.

Cerró los ojos y se estremeció al notar su presencia entrando en su dormitorio. Su respiración se aceleró mientras presentía que se quitaba lentamente, intentando no despertarla, su ropa.

Minutos después notó a su espalda que otro cuerpo se introducía en su cama con cuidado y se acercaba a ella, para con delicadeza posar un brazo en su cintura. Se acercó a ella y se acurrucó con su cara sobre se cuello.

- Creí que necesitabas más espacio.

- Y yo – dijo él agarrándola más fuerte, ahora que sabía que estaba despierta - pero me engañaba.

Ella se revolvió un poco y se dio la vuelta para quedarse cara a cara frente a él con una sonrisa. Él había utilizado su llave. Él se había quedado con su llave. Sus ojos estaban cerrados, se le veía realmente cansado, pero en armonía y ella se sintió feliz.

- Buenas noches – susurró ella cerrando los ojos y apoyándose en su pecho.
- Buenas noches – susurró él.

Y el silencio se hizo en la habitación con la complicidad de aquellos que no necesitan más palabras para entender los espacios en blanco.