¿Qué tal les va a todos?, Bueno seguramente no me conocen, recientemente termine de ver este anime, y francamente su final es uno de los más frustrantes que jamás haya visto, me dejo molesto, insatisfecho, y muchas otras emociones más, el anime no es malo, el problema fue el final, nuestros protagonistas pasaron por tanto para eso, ¿en serio? ¿Es asi como querían que terminara todo? Pasar por todos esos problemas para nada, y que de un día al otro vuelvan a su relación anterior, no sé ustedes pero a mí eso aparte de estúpido me parece improbable, no creo que después de lo que se dijeron e hicieron regresen a ser como antes.

Como sea después de soltar lo que tenía dentro procedo a explicarles, en vista de que no estoy conforme con el final tenía que hacer esto, esta historia será contada desde el punto de vista Kyousuke después de los acontecimientos del anime, probablemente el concepto ya esté muy visto en este fandom pero simplemente no podía dejar de hacer esto.

Espero les guste.

Ore no Imoto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai es propiedad de Tzukasa Fushimi.

/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/

Capítulo 1: Promesa.

—¡Bien, se acabó! Te lo devuelvo. —decía Kirino mientras me devolvía el anillo que le había regalado en navidad.

Desde entonces ha pasado algún tiempo, mi vida ha continuado como siempre, con la diferencia de que ahora que estoy en la universidad tengo muy poco tiempo libre.

En ese momento me encontraba frente a la entrada de mi apartamento, desde hacía un par de meses había dejado la casa, la universidad se encontraba mucho más cerca del departamento que de mi antigua casa, además ahora tenía un trabajo que igualmente se encontraba más cerca de ahí.

Sin más procedí a introducir la llave para abrir la puerta.

—Ah, ya estás de vuelta, bienvenido. —dijo Kirino recibiéndome.

—Ya estoy en casa, y dime, ¿Qué estás haciendo aquí? —Pregunte mientras me quitaba los zapatos.

—No te hagas ideas equivocadas, yo tan solo vine a darte esto. —Contesto ella entregándome un bento que tenía en las manos.

—Ya veo, ¿tú lo preparaste?

—Por supuesto que no, yo solo te lo traje, Kanako me pidió que te lo diera ya que no puede venir ella misma.

—¿Kanako?

—Si, dijo que tú eres el único que ha probado su comida además de su mentora, y que quería saber que tanto había progresado.

A pesar de haberla rechazado, Kanako y yo continuamos teniendo una relación bastante buena, y estoy seguro que esa chica algún será una excelente idol, aun asi, me gustaría no ser quien tiene que probar su comida, tal vez ella se muy buena cantando y bailando, pero su habilidad en la cocina deja mucho que desear.

—Ya me voy. —Anuncio Kirino mientras se acercaba a la entrada del departamento.

—Bien, nos vemos después.

—Aunque antes de irme. —decía ella regresando a donde me encontraba.— Te daré esto.

En las manos de Kirino se encontraba un juego, el cual procedí a tomar. "Little Sister Maker" se podía leer en el título.

—¿Y para que me das esto? —Pregunte con curiosidad.

—Ese es el primer eroge que jugué, pensé que tal vez podría interesarte.

—Kirino… —Intente decir antes de ser interrumpido.

—Ahora si me voy. —Repitió, dirigiéndose rápidamente a la salida.— Por cierto la próxima semana, me acompañaras a Akiba.

Y sin darme oportunidad de opinar mi hermana había desaparecido dejándome con aquel extraño juego en mis manos.

—Supongo que podría echarle un vistazo. —Me dije a mi mismo sacando el juego de la caja.

Abrí la laptop que se encontraba en mi escritorio y procedí a insertar el disco, inmediatamente en mi pantalla apareció la clásica ventana de instalación de un eroge, en cuanto termino la instalación el juego se abrió automáticamente.

—Supongo que es un bueno momento para dormir.

—Me dije tras unas cuantas horas de juego.

Aquel día, todo empezó ya que descubrí el raro pasatiempo de mi hermana, la mayoría lo hubiera llamado asqueroso, o se hubiera burlado de ella, pero yo al ser su hermano mayor, obviamente jamás me burlaría de sus gustos, aun si fueran como los de la hermana de Akagi.

—Hora de dormir. —Exclame cerrando la laptop.

Y antes de que me diera cuenta había amanecido, los rayos del sol me daban en la cara sacándome de mi sueño, sin mayor opción me levante y me dirigí a la cocina, tomando un desayuno rápido.

—Es sábado, y no tengo humor como para sentarme a hacer la tarea desde ahora. ¿Qué podría hacer? —Me pregunte a mí mismo viendo hacia el techo y caminando hacia la salida del departamento.

Una vez estuve en la calle comencé a caminar sin rumbo en específico, solo camine dejando que mis pies me guiaran, y unos cuantos minutos después me encontré en la entrada de un parque.

Al ser fin de semana había mucha gente por ahí, aun siendo temprano los niños jugaban y había amigos reuniéndose, parejas y por supuesto también familias enteras, continúe mi caminata hasta que me encontró que un pequeño grupo de niños jugando, por alguna razón me detuve a observarlos, si me hermana me viera probablemente diría que doy asco.

—¡Onii-san! Que coincidencia. —dijo una voz conocida a mi espalda.

—A… ¿Ayase? —Me pregunte mientras giraba para verla.

—Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, Onii-san. —Continúo ella con una sonrisa.

—Sí, y ¿necesitas algo?

—Bueno, no era mi plan cruzarme contigo, pero ya que estamos aquí, quisiera hablar contigo en algún lugar más tranquilo.

—Claro.

Al momento Ayase se colocó a mi lado y comenzó a caminar. Yo me limite a seguirla y al poco rato nos encontrábamos frente a una pequeña cafetería.

Al ser aún muy temprano no había mucha gente, en realidad el lugar se encontraba prácticamente vacío, solo había un par de personas en aquel lugar.

—Onii-san, ve a buscar una mesa mientras ordeno algo. —Sugirió Ayase, a lo que yo accedí.

Tome una mesa junto a la ventana, pocos minutos después Ayase volvió con un par de vasos.

—Aquí tienes, Onii-san. —dijo ella mientras ponía un vaso frente a mí.

—Gracias, y bien, ¿de que quieras hablar? —Pregunte mientras ella tomaba asiento.

En cuanto termine mi pregunta pude ver como la cara de Ayase pasaba de mostrar una sonrisa a un aspecto de seriedad total.

—Antes que nada, Onii-san, prométeme que me dirás la verdad. —Hablo Ayase con seriedad.

—Por supuesto. —Conteste con seriedad.

—Bien, si ese el caso, entonces te lo preguntare. ¿Cómo es tu relación con Kirino ahora que no viven juntos?

—Eh, supongo que igual que antes, debes en cuando me arrastra con ella a Akiba para comprar artículos relacionados con su pasatiempo, y, ¿por qué querías saber eso? —Contesté sin pensarlo demasiado.— Espera, ¿Cómo sabes que ahora vivo por mi cuenta?

—Obviamente Kirino fue la que me lo dijo, aun asi esa no es la respuesta que quería obtener, dime, Onii-san, ¿paso algo entre ustedes antes de que te fueras de casa?

—Nada en particular.

—Bueno por último, Onii-san, quiero que me respondas con toda sinceridad. Tú y Kirino, ¿tienen o tuvieron una relación diferente a la de un hermano y hermana?

La pregunta de Ayase me tomo con la guardia baja, por lo que no pude responder al momento.

—No hace falta que digas nada Onii-san, esa reacción fue una respuesta bastante clara en sí.

Inmediatamente me prepare para recibir una de las patadas de Ayase, y que me gritara toda clase de insultos sin embargo segundos después cuando abrí los ojos Ayase seguía sentada en su lugar y no parecía tener intención de moverse.

—Asi que es por eso que Kirino últimamente ha estado tan deprimida, ya me lo imaginaba. Una última pregunta, Onii-san, ¿Qué tan lejos han llegado Kirino y tú? —Pregunto con el rostro sonrojado.

Estaba a punto de mentir, sin embargo recordé que le había prometido que no lo haría.

—Bueno, tan solo un beso, no hicimos nada más.

Una vez más me prepare para recibir la patada de Ayase, pero una vez más no llego, cuando abrí nuevamente los ojos Ayase me miraba fijamente.

—Aquella vez, cuando me rechazaste, la mujer a la que te referías era Kirino, ¿o me equivoco?

—Si, a ella me refería. —Conteste sin duda.

—El hecho de que unos hermanos estén juntos me parece completamente asqueroso… —decía Ayase antes de ser interrumpida por mí.

—Ayase, no tienes que preocuparte, desde que nos graduamos Kirino y yo volvimos a ser un par de hermanos normales, y nunca jamás algo como eso volverá a pasar.

—Entonces, si te pidiera ser mi novio, ¿esta vez aceptarías? —Me pregunto la chica.

—Lo siento Ayase la respuesta seguiría siendo no. —Respondí con seriedad.

—Ya veo, Onii-san, hace un momento no me dejaste terminar, para mí que un hermana y su hermano tengan una relación de pareja es una idea repugnante, aun asi… aun asi, si tú eres la felicidad de Kirino aceptaría su relación, Kirino es mi mejor amiga, y aun si hace algo como eso lo seguirá siendo, ¡y que tú no estés con ella no hace más que causarle dolor! —Exclamo la chica frente a mí con algunas lágrimas en los ojos.

—Entiendo cómo te sientes, Ayase, aun asi no puedo volver con Kirino. —Continúe mientras una lágrima rodaba por mi mejilla.

—¿Por qué, Onii-san? —Pregunto Ayase sin salir de su asombro.

—Esa fue nuestra promesa, la navidad del año pasado fue que empecé a salir con Kirino, y ambos acordamos que en cuanto nos graduáramos volveríamos a ser hermanos normales, que nuestro amor prohibido terminaría ahí, no puedo romper esa promesa.

—Pero Kirino esta… —decía Ayase antes de ser interrumpida nuevamente por mí.

—Crees que yo no quisiera lo mismo, aun asi esa es una promesa que no puedo romper.

Al momento de que termine de hablar Ayase se puso de pie.

—Ahora que se tus razones no puedo esperar nada diferente, sé que no romperás esa promesa, asi es como eres, Onii-san, pero no puedo apoyar tu decisión, sé que no te hare cambiar de parecer, pero no estoy de acuerdo, lo prometiste, ¿no es asi?, pero, ¿entiendes el peso que hay detrás de esa promesa, Onii-san? ¿De verdad entiendes lo que esta promesa significa, tanto para Kirino como para ti? ¿Estás dispuesto a mantenerla, Onii-san?—Fueron las palabras de Ayase mientras se alejaba

—Ayase. —La llame mientras aún estaba a mi alcance.

—Onii-san, entiendo lo que me estás diciendo, pero ¿de verdad querías que las cosas acabaran asi? —dijo Ayase finalmente saliendo del establecimiento.

Las palabras de Ayase me habían dejado bastante confundido, cuando empecé a salir con Kirino yo entendía lo que conllevaba, por eso mismo estuve de acuerdo con aquella ilógica promesa, ¿Qué más podía hacer?, no es como que un hermano y una hermana puedan tener una relación, la sociedad no lo aceptaría, desde el mismo momento en el que me confesé estaba listo para el rechazo, y en el caso de que me aceptara sabía que lo nuestro no tenía ningún futuro, es por eso que acepte esa ridícula promesa, no había nada que pudiera hacer, sin embargo, ¿fue lo correcto? ¿Acaso debí haberme negado a aquella petición?

Con todo esto en mente comencé a caminar por la ciudad sin ningún rumbo y antes de que me diera cuenta el atardecer había llegado por lo que decidí volver a casa.

—¿De verdad querías que las cosas acabaran asi? —La pregunta de Ayase no paraba de repetirse una y otra vez en mi cabeza.

—La respuesta es no, ¿pero que más podía hacer? ¿Acaso había alguna otra opción? Como sea ya no puedo estar con Kirino, no hay manera de que algo asi pueda pasar.

Nuevamente me encontraba frente a mi casa, y sin más abrí la puerta desganado, en cuanto me quite los zapatos me recosté sobre un sofá y cerré los ojos.

—¿Agotado? —Pregunto Kirino a mi lado.

—Un poco, ¡¿ESPERA QUE ESTAS HACIENDO AQUÍ?! —Le pregunte en cuanto me di cuenta de que se encontraba en mi departamento.

—Bueno, no tenía nada que hacer en casa, por lo que decidí venir aquí con esto. —Explicaba Kirino mientras sostenía un nuevo eroge en sus manos.

—Supongo que no habrá nada que te pueda decir que te convenza de no jugar, ¿o sí? —Pregunte mientras me levantaba.

—Efectivamente, no me convencerás de lo contrario. —Afirmo Kirino con una sonrisa.

—Bueno, que remedio, supongo que jugare contigo, aun asi no me gusta que entres en mi departamento sin avisar que vendrás.

—Vamos, está bien, después de todo somos hermanos. —Continúo ella mientras encendía su laptop.

Las palabras de Kirino me recordaron a la pequeña conversación que había tenido con Ayase más temprano ese día, aun asi no podía notar que hubiera nada malo en ella, aun asi supongo que Ayase no me mentiría en un tema tan serio, probablemente estaba fingiendo para que yo no notara nada.

—Pues ya es muy tarde para eso. —Musite para mí mismo.

—¿Dijiste algo? —Pregunto ella sin separar la vista de la pantalla de su laptop.

—Nada.

Unos pocos segundos después la pantalla ante nosotros cambio y mostraba una adolescente sonrojada, por su apariencia podría decir que rondaba los quince años, llevaba una par de colas de caballo su piel era bastante blanca, sus ojos eran azules y vestía con un vestido color verde.

Kirino leía entusiasmada todas y cada una de las líneas de esta chica que aparentemente se llamaba Kasumi, de un momento a otro el humor de Kirino había cambiado al que usualmente tenia, llenando de elogios a la chica de la pantalla cosas como, "que linda eres Kasumi-chan" o "eso es muy erótico" era lo único que salía de la boca de mi hermana.

—Kirino. —dije intentando llamar su atención e increíblemente lográndolo.

—¿Qué pasa? —Pregunto Kirino sin dirigirme la mirada.

—Creo que ya te deberías ir a casa, es un poco tarde. Nuestros padres se preocuparan.

—No pasa nada, les dije que pasaría la noche contigo, asi que no hay problema.

—Podrías al menos habérmelo consultado. —dije a modo de reclamo.

—Deberías estar agradecido de que tu hermana te vino a visitar.

La madrugada llego y ella seguía con su juego y con su misma actitud, observando cada detalle del juego en su pantalla como si yo no estuviera ahí.

—Kirino, son casi las tres de la mañana creo que lo mejor sería que fuéramos a dormir.

—¡¿QUÉ ESTAS PENSANDO?! ¡NO DORMIRE EN LA MISMA CAMA QUE TU! —Exclamo Kirino alterada.

—Nadie dijo que dormiríamos en la misma cama.

—Le conteste yo tranquilamente.

—¿Entonces? —Cuestiono ella dudosa.

—Por esta noche podrás quedarte en mi cama, yo iré por el futon que está en el armario y dormiré en la sala.

—Ya veo, entonces no hay problema —Continuo Kirino ligeramente nerviosa.

Inmediatamente tome el futon y me dispuse a salir de la habitación, sin embargo Kirino me detuvo antes de que pudiera salir.

—No tienes que salir de la habitación, podrías poner tu futon justo aquí, Kyousuke.

Sin poder evitarlo observe a mi hermana de pies a cabeza.

—¡Qué asco! ¿Por qué me estas mirando asi?

Sin decir nada coloque el futon al lado de la cama y me acosté para que mi hermana hiciera lo mismo inmediatamente.

Rápidamente el sueño comenzó a apoderarse de mí y sin poder evitarlo me quede dormido rápidamente.

Habrían pasado un par de horas cuando desperté al sentir una bofetada para inmediatamente darme cuenta de que Kirino se encontraba en pijama y sobre.

—¿Qué pasa? —Pregunte algo adormilado.

—Eh… bueno… yo… —Intentaba decir Kirino sin poder finalizar.

Yo me limite a observarla mientras ella se decidía a hablar.

—"Consejos de vida" —Finalmente dijo ella.

—¿No habíamos ya terminado con eso?

—Bueno si, pero de verdad los necesito.

El semblante de Kirino cambio de un momento al otro de ser una cara alegre a una que reflejaba tristeza. Confirmándome que Ayase tenía razón.

—Tiene un tiempo que ya no estás en la casa, desde entonces lo había estado pensando. —decía ella evitando mi mirada.

—¿Pensar qué?

—En realidad hoy no le pedí ningún permiso a nuestros padres para venir aquí.

Por alguna razón ya me esperaba que Kirino dijera algo asi.

—Ellos en este momento piensan que estoy con Ayase, aun asi eso no es lo importante aquí.

Kirino seguía evitando mi mirada aun estando sobre mí. Sin previo aviso Kirino se dejó caer quedando recostada sobre mi pecho, aun si verme a los ojos.

—Kyousuke desde que te fuiste de la casa me he sentido muy sola, ya no es lo mismo sin ti.

—Kirino, yo…

—Espera aún no he terminado, yo aún recuerdo la promesa que hicimos aquel día.

Hasta que nos graduemos, seremos amantes por un tiempo, y lo disfrutaremos al máximo, después volveremos a ser hermanos normales. ¿Qué te parece? —Las palabras de aquella noche volvieron a mi mente.

—Aun asi esa mantener esa promesa me duele.

¿De verdad entiendes lo que esa promesa significa, tanto para Kirino como para ti? ¿Estás dispuesto a mantenerla, Onii-san? —Y las palabras de esta mañana con Ayase.

—Sé que eso fue lo que habíamos acordado, aun asi no sé qué es lo que debo hacer, sabía que lo nuestro era temporal, eso habíamos prometido, sé que las promesas deberían mantenerse, pero mantener esta promesa puede que sea imposible para mí, Kyousuke. Y la verdad es que no sé qué debería hacer. —Explicaba Kirino acercándose aún más a mí.

—Kirino, no sé qué debería decir.

—Aún no he terminado, tú y yo volvimos a ser hermanos normales, pero piénsalo, ¿de verdad fue asi? ¿De verdad podemos volver a tener una relación como la de antes? Aun si es posible, no es lo que quiero, esta no es una promesa que quiera mantener.

Las palabras de Kirino me habían dejado a mi sin ninguna posible respuesta, por un lado lo que ella decía era cierto, esa promesa era un martirio, aun asi lo nuestro no es posible, por otra parte, ¿podemos ser hermanos normales nuevamente?

—Sé que lo prometimos, pero aun asi desde ese día me he mentido a mí misma, al negar mis sentimientos hacia ti me mentido a mí misma, he dejado de ser quien soy. —Continuo ella mientras unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos.— Yo no quiero mantener esa promesa.

—Kirino, la razón por la que me mude de la casa era esta, tu misma lo has dicho esta una promesa dolorosa y el tenerte tan cerca todos los días la hacía aún más dolorosa, sin embargo, Kirino, ¿sabes lo que conlleva romper esa promesa?

Y sin advertencia alguna Kirino poso sus labios sobre los míos.

—Lo sé.

/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/

Bueno he de dejar este capítulo hasta aquí, espero que les haya gustado, insisto después de aquel final tan frustrante no me podía quedar de brazos cruzados, aun si nadie lee este fic, no podía ver ese final y no hacer esto.

En fin está escrito asi que creo que sería una lástima que no lo publicara, aun si solo es un medio para satisfacer mis propias necesidades.

Espero volverlos a ver pronto con la continuación.