¿Enserio me prefieres a mi?

Ron P.O.V.

No podía creer lo que ella me estaba diciendo, me lo repetía una y otra vez- Ron basta ya, deja de soñar -sinceramente no podía creer lo que esa hermosa castaña de ojos marrones me estaba tratando de decir; creo que por ser tan pelirrojo me hacia falta oxigeno en el cerebro.

Desde la batalla, ella y yo no habíamos hablado y lo único que recuerdo es que dormí como 16 horas y también que lo que mas quería en este mundo sucedió y claro, por andar pensando en otras cosas no fue precisamente gracias a mi… pero a fin de cuentas obtuve lo que deseaba; poder rozar los maravillosos labios de Hermione, esa chica a la cual no podía llamar precisamente mi mejor amiga… porque yo quería que solo fuera mía, yo quería poder aferrarme a su mano con tal seguridad que el tal Víctor Krum se diera cuenta de que el era su pasado y yo era su futuro pero yo no estaba tan seguro de mi mismo como para decirle a ella que yo ya estaba listo para dejar nuestras estupideces y empezar una relación; no señor! Yo sabia perfectamente que la amaba con cada una de mis pecas pero también sabia que había una parte de mi que me impedía avanzar cuando se trataba de ella.

-Ron, te estoy diciendo que te quiero y no me has dicho nada. ¿Acaso tú no sientes lo mismo?

-Pero claro que si! Lo que pasa es que… no estoy tan seguro de que yo sea lo que tu realmente quieres. Mi cuerpo se tensionó de inmediato, quizás era mejor que yo se lo dijera de frente

-¿Por qué dices eso? ¿Dudas de lo que tú y yo sentimos? –Sentí como se le quebraba la voz; así que no tuve mas remedio que confesárselo

- Es que no concibo la idea de que el que te gusta sea yo! ¿Estas segura de que no prefieres a Harry?

-Claro que no! A mi me gusta el chico pelirrojo, con pecas, sensible, tierno y celoso de Ronald Weasley y nadie podrá cambiar eso… debes entender que yo te quiero solo a ti!

- es bueno saberlo, de lo contario me veré obligado a hacer esto…Me acerqué peligrosamente a su rostro de ángel el cual tomé entre mis manos y aprecie por un instante mientras mis labios se posaban en los de ella muy dulcemente y con un suave roce nos besamos en lo que seria una promesa mutua de querernos sin importar lo que llegara a pasar. Y desde ese día pude llamarla orgullosamente por una palabra que no solo describe lo que somos, sino lo que sentimos mutuamente… ella es mi novia y yo soy su chico pelirrojo