En busca del destino

"Un día de mi niñez mire detenidamente el Cielo y de él callo una pluma puramente blanca con un esplendor maravilloso, en aquel entonces yo no sabía que secretos resguardaba mas allá de lo que veía hasta que llego el momento de crecer. Cada vez que crecía me un nuevo problema se avecinaba por la ventana de mi alma teniendo que enfrentarlo, lamentablemente yo era débil, no tenía la fuerza suficiente para seguir el curso del viento y de esa forma me enjaulaba con aquellas cadenas espinosas que paulatinamente acabaron por captúrame completamente dejándome sin esperanza pero ahora, cuando estoy a punto de caer en la oscuridad, se formó un agujero dejándome ver la luz del día, el aroma del viento, la calidez del sol, la compañía de la luna, las formas de las nubes y aquel ave que cada día viene a visitarme y me deja de regalo una de sus blancas plumas dándome la esperanza de volver a ver los colores del cielo".

Mire lentamente hacia el cielo, el día se había vuelto nublado, oscuro y desolador. Lamentablemente yo iba en un autobús -después de un largo vuelo- mirando como la lluvia golpeaba los cristales de este, viendo mi reflejo de cansancio y aburrimiento, realmente me preguntaba que me esperaba en ese campamento.

Y todo por una discusión con mi padre…

-¡¿Qué yo, que?-pregunte exaltado, no podía creer lo que me decía.

-Exacto, vas a ir a ese lugar pero no participaras en nada, es más, converse con el director para que te asignaran la cabaña más alejada del campamento para que así no puedas ligarte con otras, recuerda que estas comprometido- dijo mi padre en tono de regaño. Mi padre era el empresario más famoso de toda Europa y en son de eso yo tenía que sucederlo pero solo si estaba casado, además mi casamiento juntaría a las dos empresas más famosas de todo el mundo. Lástima que yo solo quería ser libre y encaprichar mi pecado mortal.

-Hay vamos, considéralo una despedida de soltero.-dije tratando de entrarlo en razón pero el solo hizo una mueca de disgusto mirándome fijamente como si quisiera asesinarme por lo que había dicho segundos atrás

-¡Valla que despedida de soltero!-exclamo sarcásticamente-¿Un mes antes de la boda?, ¡qué gran despedida! y más encima teniendo relaciones con una cualquiera…si no hubiera sido porque justo llega tu prometida, hubieras dejado embarazada a esa prostituta llevando a esta compañía a la desgracia…comprende hijo, si no te casas con ella esta compañía quebrara, necesitamos tu casamiento.

-¡Ay!, vamos padre, no es para tanto…

-¡¿Cómo que no es para tanto?- gruño mi padre –Sabes…creo que será mejor que te vayas hoy mismo al campamento… ¡LARGO!

-¡Hmp!-estaba a punto de cerrar la puerta de un solo portazo cuando…

-Elegí muy bien- susurro mi padre para luego reír sínicamente.

No sé que había sido lo ultimo pero no me importo en lo más mínimo.

Cuando llegué, bajé lentamente y observe detenidamente el lugar, me sorprendí mucho, pensé que era uno de esos campamentos en donde las cabañas eran lúgubres, monótonas y pequeñas pero estas eran diferentes, parecían más casas que cabañas.

Comencé a caminar lenta y aburridamente para apreciar lo que sería un infierno aburrido por 5 meses. Digamos que si no hubiera estado lloviendo el paisaje hubiera hecho alegrar aunque sea solo un poco mi sombrío corazón…pero bueno, no se puede esperar nada de la impredecible Madre naturaleza.

Me detuve un rato para apreciar el horizonte, no era algo tan maravilloso, solo se veía como la lluvia caía en el océano alborotado…algo lúgubre para mis ojos.

De un momento a otro la lluvia paro y de una cabaña salieron un trío de chicas guapas y para fastidiar se me acercaron tan rápido como si hubieran visto un gato extremadamente tierno maullando de hambre…mujeres… ¿Quién las entiende?

-Oye guapo, ¿tienes novia?-pregunto una pelirroja.

-¿En qué cabaña vas a estar?-pregunto una rubia.

-Bueno…no tengo ni la menor idea – les dije de un modo frio que todas las mujeres toman por sexy haciéndolas desmayarse…siempre es lo mismo- Ahora que recuerdo me dijeron que tenía que estar en la cabaña 69- se miraron entre si y luego se dieron media vuelta y se fueron.

-Valla que mala suerte tienes guapo-dijo la pelirroja despidiéndose con la mano-espero que te vaya bien-dijo sarcásticamente a mi parecer.

-Pero al menos podrían decirme en donde está- ellas solo se entraron a su cabaña y yo me quede técnicamente en medio de la nada buscando en donde se encontraba esa maldita cabaña.

-Yo te diré- dijo inesperadamente una voz detrás de mí….

AUTORA: No diré que soy nueva ni tampoco vieja en crear historias, solo soy una nueva yo que viene con nuevas ideas para entregar a las lectoras. Quizás algunas me reconozcan como otras no lo van a hacer pero eso no es importante, lo importante (por lo menos para mí) es que les guste este fanfic y que lo comenten, da lo mismo si son buenos o malos comentarios lo único que deseo es que puedan entender el significado que hay detrás de esta historia y que se sientan satisfecha.

Bueno, Si es posible comenten!