Disclaimer: Harry Potter no es mio.
Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Cita: El sol teñía de rojo el cielo cada vez más. Y el se enojo ¡Pero qué maldito egoísta! Mientras el sol irresponsable empujaba su espalda, su sombra se extendía más y más hasta ya no tener lugar adónde ir y sólo me tambaleaba de un lado a otro.
Control.
Capitulo uno: En ese momento, nada importaba realmente mucho.
Me gustan las cosas en orden. Tengo una forma de hacer ciertas cosas que me causa satisfacción y si no las hago de ese modo entonces me entra ansiedad. Por ejemplo, me despierto cada día a las siete de la mañana, aun cuando soy un niño de apenas once años no me puedo sentir a gusto si duermo de más o duermo demasiado tarde. Padre a veces suspira con resignación y simplemente me deja ser, hace mucho tiempo que el llego a la conclusión de que era más fácil simplemente dejarme ser como quiero ser a el intentando moldearme a su imagen y semejanza como si fuéramos los Malfoy y yo fuera un Draco Malfoy que amenaza a cualquiera usando el nombre de mi padre. Pero bueno. Despierto cada día a las siete, me cepillo los dientes, lavo mi cara y bajo a desayunar. Los lunes desayuno frutas y los jueves me gusta comer avena. Hay tantas cosas en mi rutina diaria que probablemente les aburriría contando todo con cada detalle absurdo.
Así que simplemente me saltare todo eso. El primero de septiembre de 1991, mi padre me llevo a la estación de King Cross y yo pensé que iba a tener un ataque de pánico. El ruido que hacia la gente a mi alrededor era tan fuerte que me sentía abrumado, no pude evitar mirar a mi padre y tratar de convencerlo nuevamente de que era más fácil para mi conseguir tutores privados que ir a un internado en algún lugar de Escocia donde no estaba seguro de poder realizar mi rutina diaria normal y tendría que crear una completamente nueva. Por supuesto, mi padre se negó.
—Theodore Baltasar Nott. —llamo a mi nombre completo, que era como un interruptor que dejaba claro que yo debía de callar y escuchar. —Eres el heredero de la más Noble y Antigua casa de los Nott. —resistí el impulso de hacer una mueca ante sus palabras. —Como heredero, es tu responsabilidad el ir a estudiar a la única escuela mágica donde podrás conocer a los hijos de otras prominentes casas antiguas y nobles. Así que no, no hay discusión en este asunto.
Mentalmente considere los pro y los contra de morderme la lengua hasta sangrar para evitar el martirio de ir en el tren, pero me di cuenta de que tenia más en contra que pros. Ademas de que a mi nunca me ha gustado el dolor. Así que si, acepte con mucho disgusto.
—Comprendo, padre.
Así que termine subiendo al tren, padre recomendó que me sentara junto a la hija de los Greengrass. Daphne me agrada. Ella es del tipo de niña que aunque le gustaba pasar su tiempo en los jardines de su familia y generalmente me la encontraba con manchas de barro en sus mejillas cuando la visitaba, ella era el tipo de niña que por sorprendente que suene, gustaba de pasar tiempo conmigo y, al parecer, había sido catalogado como el mejor amigo de una niña por más triste que suene para mi casi inexistente vida social. Pero bueno, Daphne era del tipo de niña que incluso disfrutaba de mis peculiaridades y respetaba mi espacio personal y le agradecía porque nunca me gusto el contacto con otras personas.
Así que entre al tren con un hechizo lanzado por mi padre que me haría sordo por cinco minutos, el tiempo suficiente para buscar a Daphne y evitar sentirme demasiado abrumado con tantas personas desconocidas a mi alrededor que parecían solamente conocer el gritarse los unos a los otros. Encontré a Daphne a mitad del tren y ella hablaba con otras dos niñas que no reconocía. Mire la manija de la puerta por casi un minuto completo, decidiendo si valía la pena tocarlo o si me vería demasiado prepotente si envolvía mi mano en mi pañuelo para evitar el contacto directo, pero al parecer mis pensamientos fueron ignorados cuando la puerta se abrió desde adentro. Mis ojos grises se encontraron con el azul zafiro de Daphne y ella tenía una sonrisa burlona en su rostro que parecía casi no encajar con sus facciones perfectamente aristocráticas.
—Hola, Theodore. —dijo ella con su brillante sonrisa. Pude notar que un mechón castaño caer sobre su cara y tuve el impulso de acomodarlo detrás de su oreja. No lo hice. —He tomado la molestia de decidir por ti y he abierto yo misma la puerta. Entra.
Y entre. Daphne le pidió a Tracey, una de las chicas con la que había estado hablando, que si podía dejar que me sentara junto a la ventana del lado izquierdo del vagón. Daphne sabía que me gustaba sentarme del lado izquierdo de las ventanas y observa hacia afuera. Tracey acepto sin pensarlo mucho y después de guardar mi baúl me senté y trate de no pensar en las miles de personas que podrían haberse sentado ahí antes que yo. Mire a través de la ventana con mis manos entrelazadas entre si sobre mis piernas, el paisaje había cambiado y ahora solo había prados verdes a la distancia y no estuve seguro de cuanto tiempo paso, pero para cuando me di cuenta Daphne estaba moviendo mi hombro con cuidado y al parecer yo me había dormido en algún momento.
—Theodore, necesitas cambiarte.
Y me cambie, para mi bochorno e incomodidad, en frente de las chicas que parecían no tener vergüenza de ver a un chico delgado como yo cambiarse la camiseta frente a ellas mientras soltaban risitas que lograban sonrojarme más y más. Lo único que me quedo fue hacerlo lo suficientemente rápido o considerar nuevamente el morder mi lengua y sangrar hasta morir. Anude mi corbata unas ocho veces hasta que estuve satisfecho con el nudo y después me senté. Contarles el resto de lo que paso después seria demasiado largo y tedioso. Así que simplemente me saltare todo eso hasta el momento en que entramos al gran salón para la clasificación y yo trate de contar todas las velas que había en el cielo para mantener mi mente ocupada del ruido y evitar entrar en pánico. Para cuando había contado 579 velas, mi nombre fue llamado por la profesora McGonagall.
—Nott. —su voz resonó y pude sentir la mano de un niño de cabello negro desordenado y ojos verdes que hizo que mi atención regresara. —Theodore Nott.
Y camine hacia la silla mientras observaba el viejo sombrero en las manos de la profesora, la idea de morderme la lengua y evitar que lo pusieran sobre mi cabeza me pareció más tentadora en ese momento y cuando estaba a punto de hacerlo, el sombrero fue puesto sobre mi cabeza y mi linea de visión fue privada y casi me sentí hiperventilar.
—Tranquilo, joven. —la voz resonó en mi mente. —No tardaremos demasiado y prácticamente tengo una idea de donde llevarte.
Probablemente debería haberme preocupado más por la clasificación, considerando que mis padres habían ido a Slytherin se esperaba casi por ley que yo fuera ahí también. Aunque me preguntaba, ¿a donde había ido Daphne? Debería haber prestado más atención a las palabras del sombrero pero para cuando me di cuenta, el ya había gritado su decisión y yo había ignorado todo lo que había murmurado en mi cabeza.
—¡Ravenclaw!
Y la visión regreso de repente y la luz golpeo mis ojos y yo no pude evitar cubrir mi cara con mis manos. La profesora McGonagall carraspeo con la garganta y yo sentí mi cabeza dar vueltas mientras el ruido de los aplausos me inundaban y sentí que no podía respirar. La voz de la profesora se sentía distante, baje del banco de madera donde había estado sentado. Sin embargo no di más de dos pasos y me desmaye.
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Cuando era niño tenia la costumbre de dormir con calcetines azules puestos la noche de cada sábado. No recuerdo bien porque comencé a usarlos ni tampoco recuerdo porque deje de usar calcetines azules la noche de cada sábado para pasar a usar calcetines grises la noche de cada martes, pero lo que si se es que para cuando abrí mis ojos y observe el techo desconocido me puse a contar en múltiplos de tres en mi mente para evitar entrar en pánico por no saber mi paradero. Era la noche del martes y tenia puesto calcetines verde botella y no me sentía bien conmigo mismo por eso. Había contado hasta el numero 171 cuando la enfermera abrió las cortinas de mi cama y comenzó a lanzarme hechizos de diagnostico mientras dejaba una bandeja con comida en la mesita de noche.
—Todo parece estar bien ahora, señor Nott. —me dijo después de terminar el chequeo. Me dio la bandeja de comida. —El banquete termino hace cinco minutos, así que coma rápido y lo escoltare a la torre de Ravenclaw.
Esta a la mitad de clasificar mis alimentos por color cuando levante la vista con sorpresa a la enfermera. Y realmente no dije nada, solo me quede ahí con un tenedor a medio camino de separar los guisantes del puré de papa y mi boca abierta con desconcierto. Si hubiera sido más observador, habría notado que mi corbata y túnica habían adquirido tonos azul y bronce. Probablemente la enfermera entendió mi reacción y casi pareció mirarme con compacidad, incluso me dio una ligera palmada en el hombro con simpatía antes de volver a hablar.
—Esta en Ravenclaw, señor Nott. —dijo. —Y debería estar orgulloso, no importa la casa en la que este.
Y se fue. Yo quería refutar sus palabras porque probablemente a mi padre no le agradaría la idea de que no estuviera en Slytherin y, muy probablemente ahora que lo pensaba, Daphne también estaba en Slytherin y yo no sabia que hacer porque Daphne es de las pocas chicas que conozco que me habla más de cinco palabras en una oración y muy probablemente no conseguiré ni un solo amigo de sangre pura adecuado, según estándares de mi padre, en Ravenclaw donde al menos la mitad de mis compañeros de año son mestizos o nacidos de muggles.
Mi mirada se puso en la la puerta abierta de la enfermera y pude ver una estantería llena de libros muy gruesos, lo que significaba que eran muy pesados y por lo tanto había una posibilidad de que si lograba hacer que todos esos libros con la estantería cayendo sobre mi lograría darme una muerte lo suficientemente rápida como para no sentir mucho dolor en el intento y así no enfrentarme a la mirada de decepción y resignación de mi padre por no entrar a la casa que el quería. Mire mi bandeja de comida e ignore el puré de papas antes de comenzar a comer los guisantes con resignación.
Era primero de septiembre y el verano finalizaría en cualquier momento lo que daría paso al otoño. Me había desmayado durante la selección, no tenia puesto mis calcetines grises de la noche del martes y probablemente mi baúl estaba en el dormitorio de niños de primer año en la torre de Ravenclaw donde seria conocido como el chico que se desmayo por el resto de mi vida académica.
El morderme la lengua y morir hasta sangrar nunca se sintio tan tentador como en este momento.
a/n: Este es el primer capitulo para este fanfic donde, por si no queda claro Theodore sufre de Trastorno del espectro Autista. Así que veremos como va su vida en Hogwarts hasta que algún mestizo o nacido de muggles se de cuenta de su condición. Es una historia corta, dudo mucho que tenga más de diez capítulos o incluso si llegare a los diez, igualmente espero que lo disfruten.
Espero les guste mi AU sin Voldemort y con relativa paz uvu
Dejen reviews con su opinión, los esperare con ansias.
