Declaimer: Inuyasha y sus personajes no son de mi autoría. Si así fuera este chico tonto se hubiera decidido desde hace mucho tiempo.

Nota: Fic editado el 20/4/12. Eso no implica cambios en la historia sino en los guiones de dialogo, separación de escenas y alguna que otra tilde por ahí.


Goodbye Love

Capitulo I

—¿Esta vez no la perseguirás?

Escuchó la voz de ella a la lejanía, aunque en realidad la mujer se encontrara justo al lado de él; sujetando fuertemente su brazo izquierdo con una de sus frías y pálidas manos. Siguió con aquel mutismo que le hacia arder la garganta de dolor. No tenía el valor para ir tras ella e implorarle como siempre una disculpa.

Estaba vez había llegado demasiado lejos en aquella auto-búsqueda.

—Por fin has tomado una decisión, Inuyasha. Ya era tiempo que lo hagas.

Tampoco esta vez le respondió, no era necesario en este caso, aunque las palabras soltadas por ella pesaban en sus hombros como nunca antes. Él ya había tomado su decisión hace tiempo, mucho tiempo antes de lo que aquella sacerdotisa pensaba.

Pero su decisión tampoco era como Kikyo lo pensaba.

Notó como ella soltaba su brazo y al parecer se dedicaba a arreglar su kasode con movimientos lentos y taciturnos, ella no le sumaba importancia al episodio de solo hacia unos segundos. Al contrario, él podía asegurar que hasta feliz se encontraba.

—¿Te quedaras toda la noche parado? —preguntó Kikyo con voz neutra y tranquila, como si todo lo que pasó esa noche era algo rutinario. A pesar de poseer un cuerpo de barro y huesos algo le decía en su interior que todo no estaba tan bien como aparentaba. En vida siempre fue una persona muy perspicaz y perceptiva, y ahora muerta seguía siendo igual.

—No comiences, Kikyo —respondió él con algo de rudeza siguiendo con la vista fija en el lugar donde momentos atrás ella había corrido alejándose una vez más de él.

Temía que fuera para siempre.

Kikyo se volvió a acercar al hanyou que minutos atrás parecía deseoso de sus besos y caricias. Toda esa atmósfera que alguna vez en vida imagino había sido interrumpida por la niña que a él lo acompañaba.

Nada más ni nada menos que su reencarnación.

No iba a permitir que aquella estorbosa niña se metiera en su vida y en la vida de la persona que por derecho a ella le pertenecía. El alma y amor de Inuyasha le pertenecía solamente a ella. Ella había muerto por él y por eso él se lo debía. Tenía una deuda con ella. Tenía una promesa.

Sus ojos dorados observaron sin perder ningún detalle del caminar pausado y hasta sensual que la mujer tenía mientras acortaba la distancia entre ellos. Su kasode blanco aún se encontraba algo abierto revelando un poco la piel blanca en extremo de sus senos. Los oscuros y fríos chocolates ojos de ella estaban fijos en los suyos dándole una apariencia amenazadora, mortal pero a la vez mística. Ella pareció dibujar una sonrisa en sus labios femeninos que le precio escalofriante, mientras sentía ambas manos de ella posarse sobre su desnudo pecho. El tacto de Kikyo era extremadamente frió, era un frió que podía sentir calarle los huesos.

—Fuiste tú quien comenzó todo ésto —murmuró ella cerca de los labios masculinos y mirándolo de forma retadora—. Me deseas, siempre me has deseado.

Ella aseveró sus palabras besando los labios del hibrido. Inuyasha permaneció estático, no la rechazo pero tampoco correspondía aquella muestra de cariño. Sólo observó los ojos cerrados de ella mientras sus fríos labios lo besaban. Ese beso no transmitía nada de sentimientos.

Él ya no podía corresponderle, y ella parecía vacía.

Kikyo se separó de él resentida y lo miró con furia tragándose sus palabras. No importara que ahora él se comportara de una manera totalmente diferente a aquel hanyou que vino a buscarla y se lanzó a sus brazos. No importaba porque ella sabía que siempre tendría a Inuyasha donde ella quisiera.

Le daría tiempo para meditarlo, total el tiempo de ella no corría como el de él. Ella mientras se alimentara de almas seguiría vengando como un alma en pena. No era una vida digna, pero era su vida y se aferraría a ésta hasta poder llevárselo al infierno.

Pero aún no…todavía no era el momento. Tenía que ser paciente.

Kikyo terminó de acomodarse el kasode de color blanco y tomó el carcaj junto con las flechas que aún tenía. Miró por última vez al hanyou que seguía aún solamente con su hakama puesta y la mirada perdida en el espacio donde Kagome había desaparecía al verlos juntos.

Era nada más que una estúpida niña porque gracias a ella no había podido estar completamente con Inuyasha. Pero ahora que sabia del deseo que él tenía por ella era mucho más fácil que él se rindiera a sus ordenes y ya no tardara tanto en tomar decisiones.

Inuyasha tampoco había hecho algún ademán por detenerla cuando Kikyo sin decir una sola palabra se perdía en la espesura del bosque en medio de la estrellada noche.

Cayó en el piso desmoronado cerrando los ojos fuertemente y apretando con sus garras la tierra debajo de él. Había vuelto a lastimar a Kagome.

Y lo peor de todo es que no entendía cómo demonios había llegado tan lejos.

Todo le era tan confuso.

0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0

Corrió. Simplemente corrió huyendo de sus propios fantasmas.

No sabía a dónde sus pies se dirigían, pero tampoco quería saberlo. Solamente tenía una idea clara en su mente.

Correr lo más lejos posible de Inuyasha.

Sus lágrimas no habían tardado en hacerse presentes cuando vio la escena delante de sus ojos. Era como una escena de alguna película macabra. Esa era su película macabra.

Aquel golpe fue más fuerte de lo que ella pensó por largo tiempo y noches en vela una y otra vez, pero nunca imagino que se enteraría de este modo al ver a que mujer había elegido por fin la única persona que tenia cautivado su corazón desde hacia dos años.

Su corazón se encontraba tantas veces fragmentado que no sabía si podía recoger aquellos fragmentos y volverlos a unir. No tenía fuerzas para fingir que no sentía dolor cuando en realidad se marchitaba por dentro de la forma más dolorosa y agónica que podía existir al sufrir un desamor.

Esta vez ya no tenia fuerzas para seguir.

Con cada paso que daba se estaba demorando cada vez más.

Su corrida fue interrumpida por unos brazos que la sujetaron al instante, antes de que frente a la colisión terminara cayendo sentada sobre la tierra de forma dolorosa. Ella pudo sentir esa fragancia masculina, que como en Inuyasha, también caracterizaba a ese hombre que no era de su raza.

—Kagome.

Sintió su voz como un susurro apaciguador y cómplice; esa complicidad que le faltaba para poder mostrar por completo la tristeza infinita que la embargaba. Se sujetó con fuerza desmedida a él, aferrando con sus manos las pieles que él utilizaba para cubrir su pecho, y lloró escondiendo la cabeza en aquel lugar que le era brindado como abrigo en este momento.

El youkai lobo que la sostenía en brazos no pronuncio ninguna otra palabra, solamente permaneció quieto brindándole todo de él en ese abrazo. Sus sentimientos eran contradictorios, por un lado él no tenía que preguntarle cuál era el motivo de su llanto porque lo sabia con exactitud y por eso mismo quería hacerle pagar una por una el sufrimiento que aquella bestia le transmitía; pero por el otro, y a pesar de la forma en que Kagome se encontraba, sabía que cualquier atentando que intentara en contra de ese hanyou sólo causaría más dolor en ella. Y eso era lo que menos quería.

Cuando su llanto disminuyo se alejó lo suficiente de él y secó las últimas lágrimas que corrían por sus frías mejillas con el dorso de su mano. Kouga la miró en silencio fijamente percatándose de cada movimiento, de cada gesto.

—Yo…yo… —se sentía tan tonta, tan débil, tan desamparada. Sus sueños, aquellos que aunque sea en su mente albergó se destruyeron con tanta simpleza que la dejó pasmada. Y lo peor es que la culpabilidad la invadía por utilizar a Kouga como un refugio para escapar por un momento de su dolor—, lo siento tanto.

Kagome bajó la cabeza en señal de derrota y su voz pareció quebrarse.

—No tienes porque disculparte.

Ambos volvieron a observarse en silencio, como si nada más existiera en ese momento. Por auto reflejo ella miró sobre su hombro el camino recorrido. Temía que Inuyasha viniera por ella, temía que con una simple mirada lograra que ella le perdonara todo como hasta este momento.

Pero no tenia fuerzas para enfrentarse a él, para enfrentar la verdad que vería en su rostro y no tenia fuerzas suficientes para enfrentarse a ninguno de sus amigos.

Pudo sentir como una mano considerablemente más grande que la suya sujetaba la propia. Kagome volvió a mirar a Kouga que tenía una expresión completamente diferente a las múltiples veces que ambos a lo largo de estos dos años se habían visto.

Él ponía notar que ella quería huir, marchase; no algo definitivo pero si lo considerable.

Desde hacia tiempo que con una simple mirada, ella podía captar lo que él pensaba y al parecer aquello mismo Kouga había desarrollado.

Kagome miró nuevamente hacia atrás para cerciorarse. Necesitaba meditar muchas cosas y si se quedaba o iba a su época sabia que no lo lograría.

Volvió a fijar su vista en los ojos celestes de él que esperan en silencio algún gesto, alguna palabra que afirmaba aquello.

—Necesito estar lejos por un tiempo, Kouga.

Él la cargó sobre su espalda, de la misma forma que muchas veces el propio Inuyasha lo había hecho, y las sombras de la noche se mezclaron frente a sus ojos mientras que con agilidad dejaba atrás por tiempo indefinido a la persona que más amaba, pero también a la persona que más la había lastimado.

No supo porqué motivo pero la aprensión que sentía en su pecho disminuyo un poco mientras sus ojos se cerraban experimentando la sensación de protección que Kouga le brindaba.

Continuara...


Feliz año para todos/as!. Bien ya estamos en un nuevo año, particularmente este que paso se me fue a la velocidad de la luz, no puedo creer que ya estemos en el 2009. Espero que lo hayan pasado con todos sus seres queridos y que no hayan tenido consecuencias el día después XDD.

Y como no era de faltar por estos pagos estoy otra vez trayendo otra de mis invenciones; primer fic que no es AU! jajaja. Espero que este primer capi les gustara. Puedo decirles que muy bien a donde vamos a terminar no lo se, conmigo ya se puede esperar cualquier tipo de final.

Gracias por los reviews en "Por y por mañana" y en el resto de los fic, además de las alertas, etc.

Que este año sea mejor o igual que el anterior. Espero que todos sus deseos se cumplan.

Como ya saben las criticas son bien resididas ^^

Nos vemos en el proximo capítulo, besos

Lis-Sama