Severus estaba que echaba fuego por la boca, no paraba de pasearse de una punta a otra del salón, Violet estaba segura que su padrino pronto tendría que renovar la moqueta del salón, porque aquella la iba a desgastar si Harry y Draco no aparecían en menos de 5 minutos. Para Violet lo peor es que su padrino cuando se enfadaba, lo hacía patente a toda la humanidad y eso la incluía a ella. Y las Navidades ya no eran las fiestas favoritas de su padrino, así que cualquier excusa era buena para no sentirse inundado del espíritu Navideño. Y Draco Y Harry lo estaban logrando a base de bien. Ambos sabían lo quisquilloso que era Severus con lo de la puntualidad pero parecía que esos dos, dejados llevar por el espíritu Navideño, se les había olvidado.

Violet siguió ocultándose detrás de aquel pesado libro que sus padres le habían regalado para que estuviera entretenida durante las vacaciones. Intentando mimetizarse con el viejo mobiliario de la mansión y logrando así que su tío no se fijara mucho en ella.

Cuando eran las diez menos veinticinco el timbre de la puerta sonó. Severus dio un resoplo de enfado y como si en vez de píes tuviera una apisonadora se dirigió rápidamente a la puerta de la entrada, mientras iba farfullando algo sobre cachitos e ingredientes para pócimas.

- Vosotros dos estáis en…(dijo mal humorado Severus mientras abría la puerta, pero calló de golpe al ver que no eran Draco y Harry) ¿Sirius? ¿qué demonios?

- Si, yo también me alegro de verte, o si gracias por dejarme entrar (dijo Sirius guasonamente mientras entraba en la casa y le alargaba su abrigo y sombrero para que los colgara).

- Mmm (se quedó unos segundos perplejo con el abrigo y el sombrero de Sirius en la mano) Sirius ¿Qué haces en MI casa? ¿Ha pasado algo? ¿los chicos? ¿les ha pasado algo a los chicos?

- ¿qué? Nooo, no sé. ¿no están aquí?

- No, es evidente que no, si lo estuvieran no te haría esa pregunta. Y responde ¿qué haces aquí?

- Ahhhh es que como mañana no podré estar para cuando abráis los regalos, he pensado pasarme esta noche y darles mi regalo personalmente. ¿así que los chicos no están? No es muy tarde para que estén fuera (dijo despreocupado mirándose el reloj.

- Sí, lo es, es muy tarde( le contestó apretando fuerte los músculos de la mandíbula).

- Ufff no quisiera estar en el pellejo de esos dos jajaja. Venga, Severus (dijo poniéndole una mano en el hombro en plan camarada), relájate, es Navidad, las calles están horribles, no les culpes, todo el mundo espera al último momento para comprar los regalos jajaja (todo lo de amargado que tenía Severus lo tenía de alegre Sirius).

- Lo sé y es por eso que en vez de las ocho, como acostumbro, les dije que estuvieran en casa a las nueve. Las tiendas cierran a las ocho ¡Y son casi las diez!

- Bueno, si tan preocupado estás ¿porque no les haces un toque? (dijo Sirius par picar a Severus)

- Iba a hacerlo cuando llamaste, aunque no es a mí a quien le toca hacer "un toque". Los que se retrasan son ellos, es una norma de cortesía llamar cuando uno se va a retrasar (Severus estaba sermoneando a Sirius).

- Eyyyy no la pagues conmigo, yo siempre llamo cuando voy a retrasarme y ofrezco una copa cuando alguien viene a mi casa, ya sabes… eso de las normas de cortesía jejeje

- No me busques las cosquillas, Black, que no estoy de humor, anda pasa, Violet está en el salón.

- ¿Hay ponche? (Preguntó Sirius ignorando lo que acababa de decirle. Severus gruñó y fue a la cocina a por el ponche para Severus mientras Severus no podía para de reír). Felices Fiestas, Violet (dijo Sirius con su mejor sonrisa. La niña dejó el pesado libro y corrió a abrazar a Sirius).

- ¡Felices Fiestas Sirius! ¿Te quedas a dormir? Di que si, di que si, el padrino está que muerde, necesitamos a alguien que nos ayude (se miró el reloj de la muñeca ya eran casi las 10) Necesitamos al mismísimo Merlín.

- ¿En serio? Yo lo he visto tan gruñón como siempre jajaja. Lo siento preciosa, pero solo he pasado a entregaros los regalos, mañana no podré venir y…

- ¿Por qué no puedes? ¡Mañana es Navidad! (dijo haciendo un mohín).

- Buenooo alguien tenía que quedarse de guardia, y soy el único que no tiene hijos ¿sabes?

- ¿y nosotros, qué? (lo miró indignada)

- Bueno, aunque os quiero mucho, me temo que no pudo ser. Pero tranquila la noche buena soy todo vuestro jejeje

- No es lo mismo (dijo cruzándose de brazos)

- Lo sé, me encantaría estar aquí con todos, pero no puede ser. Pero no te preocupes, he traído este regalito para que pienses en mi mañana (y usando su varita hizo aparecer una caja elegantemente envuelta en papeles luminosos y lazos de los colores del arco iris) Tu padrino me ha dicho que este año te has portado muy bien y que has sacado muy buenas notas.

- Sí, y quinto es muy difícil (dijo abriendo mucho los ojos)

- Buffff (Sirius hizo como si estuviera muy impresionado). Pero ábrelo ¿no quieres saber que hay? (dijo riendo al ver que la niña se lanzaba hacia el paquete).

- Nch nch nch (chascó la lengua Severus haciendo que Violet se detuviera en seco) los regalos se abren mañana, Violet. Ya lo sabes.

- Ohhhh porfa, padrino (suplicó Violet) .

- Eso, ohhh porfa, padrino (repitió con ojitos de cachorrito Severus).

- ¿Vas a quedarte a dormir? (cambio de tema Severus para no estrangularlo y le alargó el vaso de ponche)

- No, trabajo (dijo poniéndose serio y le dio un sorbo al ponche) ¿Has podido hablar con los chicos?

- No (dijo poniéndose muy serio). Voy a salir por ellos ¿Te podrías quedar un rato con Violet? Está acatarrada y no quiero que empeore (y en ese momento se escuchó chirriar la madera del suelo del pasillo que daba a la cocina, Sirius sonrió al imaginarse de que se trataba. Severus también debió de imaginar lo mismo porque se le transformó la cara y salió escopeteado hacía el pasillo)