Titulo: Happy mothers day.
Fandom: Naruto.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí, si no a Masashi Kishimoto.
Claim: Naruto/Kushina.
Pairing: Naruto/Hinata.
Resumen: Naruto no conocía a su mamá. Pero aún asi, sin conocerla la amaba, y sin estar a su lado la sentía junto a él.
Notas: Este OneShot lo volví a editar porque no me convencía mucho. En fin, espero que este les guste.
Happy mothers day.
Se podía respirar una profunda tranquilidad y se podía sentir una inmensa alegría en Konoha. En las calles abundaban los globos rojos que simbolizaban el cariño hacia la madre. Las casas estaban impregnadas de aromáticas flores, mientras que pegados por las ventanas de las casas, estaban los corazones con el nombre sus madres escrito en ellas, demostrándoles asi con un sencillo regalo, el infinito amor que sentían hacia aquellas mujeres que les habían dado la vida. Aunque no solo hacia las mamás, también estaban las abuelas, tías, madrastras, que muchos las consideraban como sus madres.
Él solía ponerse algo melancólico en esos días. Prefería quedarse encerrado en su casa, meditando, que salir afuera y ver a todas esas personas felices de festejar una fecha tan importante. No es que no le gustara ver felices a los demás, ¡le parecía grandioso! Pero le llenaba de tristeza saber que él no tenía una mamá a quien darle besos, prepararle el desayuno, regalarle flores o simplemente decirle felicidades. Tenía que conformarse con el hecho de creer que su mamá lo estaba observando desde algún lugar allá arriba.
— Me hiciste mucha falta — le susurro al viento mientras observaba el estrellado cielo, preguntándose si su mamá lo estará escuchando — Me hubiera gustado tenerte a mi lado.
El viento azotaba contra su rostro, jugando con su alborotado cabello dorado y secando las lágrimas que amenazaban con salir de sus hermosos, pero ahora apagados ojos azules.
El Día de la Madre, no solo significaba el cariño que uno profesaba hacia su madre, si no, de la imparable lucha y el innegable amor que sentía una mamá hacia su retoño. Él no sabía exactamente todo el cariño que una madre era capaz de sentir hacia su hijo; hasta que Hinata quedo embarazada. Se dio cuenta que una mujer delicada, frágil y sensible como su esposa, sería capaz absolutamente de todo, por su hijo.
Cuando solía observar a Hinata acariciándose suavemente su vientre abultado, se preguntaba a sí mismo si su mamá también era asi. Si ella alguna vez le hablo a su vientre, cuál fue su reacción al saber que iba a tener un niño, o si se puso contenta cuando él nació, y le llenaba de desilusión saber que esas preguntas, tal vez, nunca tendrían respuestas.
— Cambiando de tema — dijo mientras sus ojos se clavaban en la luna — Te tengo un regalo.
Era un regalo sencillo, pero era la única forma que encontraba, para demostrarle a su madre ese infinito cariño que sentía hacia ella.
— Mi bebé va a ser niña — continuo — Y se llamara Kushina, asi como su abuela.
Sus finos labios se curvaron en una sincera sonrisa, que reflejaba la verdadera felicidad. Mientras que sus ojos destellaban emoción.
Al pronunciar el nombre: Kushina, lo hizo con la voz cargada de amor y orgullo. Era tanta la alegría, que sentía que tanta felicidad no cavia en su pecho, y que todo el dolor y las pocas ganas de celebrar el Día de la Madre, se desvanecían en el aire, mientras sentía que le había hecho el mejor regalo a su madre, ponerle el nombre de ella a su hija.
— Feliz día de las Madres — dijo dedicándole una fugaz mirada a la mayoría de las estrellas, para luego marcharse.
Tal vez, para muchos, ese sea el regalo más tonto, porque sería estúpido ponerle el nombre de tu madre a tu hija, si ni siquiera la has conocido. Pero lo cierto era que él, sin conocerla, amaba a su mamá, y sin estar a su lado, la sentía a su lado en todo momento, en especial en el Día de las Madres.
