Edward POV
- Bella, que estás haciendo aquí ? - Ella era mi enfermera favorita, para mí desgracia su esencia era mi perdición... Jamás le leí el pensamiento, nunca lo hice con nadie excepto con los niños y bebés que como pediatra atiendo, para saber qué es lo que sienten y como ayudarlos
- Edward yo, se que no debería haberte esperado después del turno de noche que has tenido, estás muy cansado, pero quiero invitarte a desayunar - ella no me miraba, su discurso parecía ensayado. Por qué me iba a invitar a salir? Y ahí caí... Hice lo que debí hacer hace tiempo, cuando empezó a gustarme de verdad, leí su pensamiento y me metí muy adentro en su mente, disfrutando de casa sensación y casa sentimiento de ella.
- Bella estás muy cansada y no haz podido descansar nada - intenté alejarla de mi por última vez. Si ella lo desea no la dejaré ir
- es que quiero hablar contigo porque - No! ella, ella me quiere de verdad... Su olor tan dulce y cálido... No voy a poder evitar alimentarme de ella... Pero no quiero influenciar su mente, estoy cansado de eso, cansado de que nadie me haya amado por lo que soy, siempre han creído que soy normal, un hombre como todos... Quiero que me conozca, que salga corriendo si es necesario, pero que me conozca. Esta nerviosa, le ha tomado mucho tiempo hacer lo que ha hecho, me ha admirado desde hace tiempo y se ha enamorado de mí sonrisa, de mi voz y de mi apariencia, soy un magneto para mi presa... Pero ella, me causa emociones, con su sola presencia... La quiero para mi. Egoísta. No voy a manipularla hasta que sea demasiado necesario o demasiado tarde y entonces deba enterrar su cuerpo por mi descontrol. No. La quiero, No voy a dañarla
- Vamos entonces Bella, iremos en mi auto. - ella no tiene auto, no sabe conducir. Se siente tonta por haberme hablado. Quiere salir corriendo, pero no se ha dado cuenta aun que le he dicho que sí.
- Pero había pensado en ir en Taxi - No quería reconocer que no tenía auto porque no sabia conducir. Estaba avergonzada
- me tienes miedo acaso? Tu me haz buscado primero - Le sonreí y ella se puso roja
- Está bien, osea yo quería hablar contigo y... - estaba ella aún en su uniforme, yo ya estaba saliendo del hospital, ella me espero en la salida, la mañana estaba fría y ella ahí en el frío de la entrada sin abrigo esperándome... Se estaba congelando
- Mejor ve a cambiarte y a buscar tus cosas, te espero aquí - Le di una mirada tierna y ella se quedó sin palabras, en eso paso su compañera de turno despidiéndose de nosotros con la mano y ella a penas respondió
- Vuelvo enseguida, no te vayas - siente como si fuera a dejarla sola. Ella está sola. Su madre murió hace dos años, no tiene hermanos. Esta sola. Nadie reclamará su cuerpo, nadie investigará si la mato... No!
Ella es dulce sencilla y hermosa, para mí lo es... La miro cada vez que paso cerca su sala, donde trabaja muchísimo por sus pacientes, los pequeños la adoran, también por eso deben tenerle envidia las demás, menos Alice.
- Ya volví - tropezó y cayó en mis brazos vestida en unos simples jeans parka blanca y zapatillas rosadas, parece una niña, su maquillaje muy suave, un poco palida por el turno de noche y el frio.
- Vamos - La tomé de la mano y la conduje hasta mi auto, menos mal que llevo el más simple de todos.
- Son casi las 9, puede haber atochamiento de autos hacia donde vamos y no haz dormido nada, si quieres mejor te llevo a tu casa - recordó lo desordenado que había dejado su pequeño estudio y la vergüenza de llevarme allá.
- No te preocupes, vamos al staburcks - Ella temblaba cuando le abrí la puerta se acomodó y tenía frío a pesar de su parka, pensaba que no era cierto que estaba ahí, comigo, era su sueño... Yo siempre tan esquivo con ella, tan cercano me sentía en el trabajo, le fascinaba verme atendiendo los niños, sonriendoles siempre y jugando con ellos, para que su enfermedad fuera menos terrible... Era su inspiracion? Que tierna chica es... Podría ser ella mi inspiración. Tan dulce, tan suave tan tierna, azorada siempre que me estabamos solos... Su amiga y compañera de turno le dio el valor para venir a hablarme... A decirme qué? Me acomode en el asiento del conductor y encendí el auto, partimos de inmediato hacia el café. Estaba de camino a mi casa, ella vivía lejos, como una hora si no había trafico.
- Tienes frío - encendí la calefacción
- Gracias, eh... - quería decirme que le gusto.
- Eres la primera person que se sube a éste auto, no salgo mucho, vivo solo. - tenía que hacerla sentir cómoda
- Nunca me has contado nada de ti, pensábamos todas que tenias novia - Por eso me había esperado, creía que no la iba a tomar en cuenta porque había alguien mas... Iba jugando a perdedor y ha ganado el juego sin saberlo... Lamentaba su ropa, no es la ropa que habría querido llevar en una primera cita.
- No tengo - No se me ocurrió nada más que decir ella se veía hermosa
- Ah es que yo había pensado que sí y como mis amigas dijeron que tu estabas con alguien entonces yo no tenía que perder y entonces así ya no estaba pensando todo el tiempo en si...- Eso era, ella quería que la rechazará para seguir con su triste vida y no seguir teniendo esperanzas conmigo. Había mucho dolor en su corazón. Quise abrazarla.
- No sé de dónde sacan esas cosas, yo no tengo novia, además nunca nadie me ha preguntado nada - Su compañera, Alice le dio esa idea, sabiendo que soy soltero, solo para hacerla acercarse a mi. Ella la quiere de verdad y quiere verla feliz. Creyó que yo era un buen hombre...
- Pero debe haber alguien en tu corazón, yo sé que sí entonces... - me dolió el lugar donde debería estar mi corazón y se extendió por mis brazos, una sensación de dolor suave, era lo que ella estaba sintiendo, sus ojos se llenaban de lagrimas
- En mi corazón - como si yo lo tuviera
- Sí, tu quieres a alguien y ella debe quererte mucho... Como yo - Ahí estaba, su declaración de amor en el lugar más incomodo, en mi auto, en el tráfico de la mañana, donde no podía abrazarla, reconfortarla...
- Por qué crees que estás ahora aquí Bella? - No debería haberle preguntado eso, una lágrima cayó de su ojo derecho, la limpio rápido, pero sentí el calor de esa lágrima cómo si fuera mía. Delicioso dolor, sentir por primera vez después de mucho tiempo
- Porque eres un caballero y no quisiste dejarme plantada en la salida del hospital intentando declararme, sino que quieres que sea en privado para ahorrarme la humillación pública
- A que te refieres con eso? - El dolor esta vez fue más fuerte, ella lo sentía hasta fisicamente, estaba todo perdido para ella, me amaba en silencio desde hacía más de un año, se lo contó a la persona equivocada y todos se reían de ella, a mis espaldas por supuesto, yo siempre tan preocupado de otras cosas, no oí a nadie, hace tiempo no leía los pensamientos de los demás, me habría enojado y por supuesto en un loco arranque de ira la habría besado en medio de la estación de enfermeria.
- Todas me estaban mirando - Tan absorto en mis pensamiento que no las oí. Todas, literalmente todas las mujeres del servicio de pediatría estaban mirándonos desde el piso tres, vista privilegiada... Casi todas esperando que la rechazara, no muchas la querían, ella era hermosa y tierna, digna de envidiar. Menos su compañera de turno, ella sí creía que Bella tenía una oportunidad. Salió de ahí para llevársela si era necesario, para salvarla, pero se dió cuenta de que estaba todo bien y siguió su camino
- Sí creías que no iba a salir bien, por qué lo hiciste? - Otra vez haciendo yo preguntas estupidas, ella me quiere...
- para dejar de sufrir de una vez - Bella tenía lagrimas en los ojos, luchaba valientemente por no dejarlas asomarse, pero otra le ganó la batalla y me dolió a mi. La sentí, su dolor, su corazón desgarrandose
- Sufrir? - lo dije? O lo pensé ?
- Edward te he amado desde hace mucho tiempo y siempre que creo que estoy un poco más cerca de que me veas como mujer, tu simplemente dejas de hablarme y, eso duele mucho - ella lloraba. Una luz roja me dio justo el tiempo para acercarme a ella
- No es lo que crees Bella, he tenido que alejarme de ti, porque me gustas demasiado y no quiero hacerte daño - eso sí era cierto... No soy lo mejor que pudo pasarle.
- no me harás daño Edward, yo quiero... - ella nunca se había preguntado que era lo que quería en realidad... Me ama pero jamás se atrevió a soñar conmigo. Me quite el cinturón de seguridad y me acerque a ella, me miró y la besé en los labios, suavemente.
- Te quiero Bella - Estoy perdido.
