¡Hola! :D

Antes que nada quiero decirles que Reborn es uno de los animes Shonen que más me han gustado(uno de mis favoritos). Y he amado a todos sus originales personajes desde el comienzo :3 y es por eso que en cuanto Xanxus salió tanto en el anime como en el manga no pude evitar fascinarme con él. Su personalidad, su odio y su ira, su fuerza; me encantó como este personaje que en un principio fue presentado como un cruel villano, fue evolucionando hasta el punto de ayudar a Tsuna y a los demás, a su manera claro esta y nunca perdiendo su estilo, pero aun así llegue a quererlo.

Y al ser un personaje tan badass no pude evitar imaginarme como pudiera llegar a ser al descubrir su lado noble, así como Rin pudo ablandar el corazón de Sesshomaru, con Xanxus me gustó imaginar algo así para él y entonces se me ocurrió esta historia. Me encantó el crear ideas con esta referencia, inocente y cautivadora, y he aquí el resultado.

Aclaro: que aunque pueda salir una persona Oc en esta historia, este nuevo personaje lo he creado dentro de los mismos personajes de la serie. No será injustificado y tendrá una cierta relevancia necesaria que espero sea de su agrado.

¡Espero disfruten de la lectura y nos leemos abajo!

Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn no me pertenece.

Bello Demonio

Capítulo 1

El humo de las llamas cada vez se hacía más denso ocasionando que sus pulmones se oprimieran dolorosamente contra su pecho tras cada inhalación.

Tosió y volvió a toser.

Ya no podía sentir su brazo y su mejilla por el ardor de sus quemaduras y la sangre caía deliberadamente sobre su piel. Sus ojos escocían y sus lágrimas le impedían ver donde se encontraba.

Sabía que estaba en su casa. Hacía apenas unos momentos estaba jugando con sus padres despreocupadamente, pero sin avisar y antes de que pudiera entender lo que estaba pasando, su casa se había convertido en un infierno en llamas y había perdido a sus padres entre un mar de humo, personas en trajes, y fuego.

-¡Papá! ¡Mamá!

Rostros desconocidos corrían a su alrededor, evitando las llamas que corrían ferozmente sobre los muebles y el piso. Gritos de dolor se escuchaban tras ella al ver como algunos no fueron capaces de huir del calor del fuego. Frotó sus ojos tratando de quitarse las lágrimas que le impedían ver y reconocer a su familia.

De pronto le pareció como los llantos y gritos pararon un instante, un instante en el que un hombre se abría paso entre el fuego abrasador.

Definitivamente él no era parte de su familia. Su rostro le dio miedo, su sonrisa torcida al apreciar los cuerpos calcinados en el suelo le causo un horrible terror que se expandió por todo su pequeño cuerpo y el cual le impedía mover las piernas para escapar de él. No quería estar frente a ese hombre, aun no se percataba de su presencia y si sus piernas le respondían aun podría escapar de esa monstruosidad.

Pero entonces la miró, y su pequeño rostro se contrajo en llanto al ver como ese monstruo se acercaba peligrosamente a ella.

Y sin poderlo evitar solamente pudo soltar un agudo grito que fue rápidamente interrumpido al sentir el golpe que le había dado ese hombre contra su mejilla.

Ahora sólo se escuchaban quejidos de dolor salir de sus labios.

-Así que eres la hija de Cavallone.

El monstruo había hablado, grotesco y escalofriante, sin dejar de sonreír.

Con la mano aun sobre su dolorosa mejilla, con las lágrimas agolpándose sobre sus ojos, y el terror inundando todos sus sentidos, miraba como ese hombre se acercaba una vez más hacia ella. Y entonces el pánico la invadió.

-¡PAPAAAA!

Su grito fue desgarrador, un grito lleno de horror y desesperación. Un grito que podría ser incapaz de salir del pequeño cuerpo de una niña como ella. Un grito que te quebraría el corazón al escucharlo.

Y sin duda su último grito.

-¡ALESSIA CORRE!

La figura distorsionada de su padre salió detrás de la sombra de ese monstruo quien al escuchar la voz desesperada de su padre la sonrisa en su rostro se había ensanchado horrible y grotesca haciendo que le fuera imposible obedecer la orden de su progenitor.

Aún estaba en el suelo tras recibir el golpe de ese hombre tratando desesperadamente alejarse de él, retrocediendo todo lo que podía con sus dolorosas piernas y brazos.

Pero ese hombre se acercaba a ella, se acercaba cada vez más.

Ese demonio rodeado de fuego parecía que disfrutaba con los gritos de dolor alrededor de él, y sin apartar su oscura mirada de ella alzó su brazo y golpeo su pequeño rostro una vez más.

La niña gritó y lloró de dolor.

-¡BASTARDO! ¡ALEJATE DE ELLA! – aun entre su doloroso llanto la niña oía a su padre muy lejos, se escuchaba herido y desesperado. – ¡Huye Alessia! ¡Huye por favor! – su voz se quebraba lentamente. - y no vuelvas atrás.

Con todas las fuerzas que pudo acumular en su pequeño cuerpo, la niña se incorporó y dando una aterrada mirada a su moribundo padre salió corriendo lejos de ahí dejando atrás la burlesca risa del demonio.

Sentía sus pulmones arder, su brazo derecho caía a un costado sin responder mientras seguía corriendo sin mirar atrás. Estaba segura que su mejilla izquierda estaba al rojo vivo y sus lágrimas saladas le causaban aún más dolor al recorrerla. Pero ni todo el dolor que sentía podía compararse con el pánico y el miedo profundo que sentía por su padre.

Tenía miedo, y estaba completamente confundida. Había alcanzado a salir de la casa que había sido su hogar por más de once años y de la que conocía cada rincón perfectamente, ahora se encontraba en llamas. Consumida por las llamas de ese demonio.

¿Por qué le había pasado esto a su familia?

Quería gritar pero el nudo en su garganta se lo impedía. Esto era demasiado. Tan sólo era una niña, y ni siquiera podía entender que era lo que estaba pasando a su alrededor.

¿¡Dónde estaba mamá!? ¿¡Por qué no estaba con papá!?

No podía ser que ese demonio los haya consumido en su fuego. No, es imposible. Su padre era fuerte, su madre también. Eran un equipo y no los vencerían.

Corría descalza por los jardines de la mansión en llamas, cada vez se alejaba más de ahí. Los dedos de sus pies se entumecían a cada paso por el frio interminable de esa gélida noche.

Y entonces lo escuchó.

Un estrepitoso disparo proveniente de su casa.

Sus pies vacilaron y tropezó deliberadamente cayendo de lleno en la tierra húmeda del suelo. Las lágrimas salieron de sus ojos combinándose con la suciedad de su rostro. La esperanza que se había imaginado desapareció completamente al escuchar ese disparo y ahora esa esperanza se había convertido en desesperación. Una desesperación que la hundía rápidamente en el abismo.

De pronto todo se volvía lentamente oscuro. Su vista se volvía borrosa y no podía hacer nada por evitarlo.

Sus puños se cerraron a sus costados llenos de tierra, flores destruidas y frustración.

No pudo hacer nada para ayudar a sus padres, ni siquiera pudo hacer bien la única orden que le había dado su padre: huye Alessia. Repetía su consiente una y otra vez: huye Alessia.

Pero ahora su cuerpo no le respondía, la adrenalina de su cuerpo había muerto, había muerto con ese disparo.

Huye Alessia.

Una y otra vez.

Huye Alessia.

Huye Alessia.

Fue en ese momento cuando lo sintió. Tendida casi inconsciente en el suelo, las vibraciones en la tierra se hacían cada vez más fuertes, cercanas. Y entonces alzó su tambaleante cabeza. Y su mirada se posó en algo asombroso.

Su pecho se relajó y las lágrimas pararon lentamente al ver a aquel ser.

Su padre le había contado muchas veces que cuando llegaba la hora de una persona un hermoso ángel bajaba lleno de luz para guiarlo hacia el cielo, guiarlo en esa interminable oscuridad que era la muerte y llevarlo hacia su felicidad.

Pero el ángel nunca adoptaba la misma forma, le había dicho su padre, y bien podría ser un animal.

Como el que en estos momentos se encontraba frente a ella.

Su pequeña y temblorosa mano se alzó hacia la divina criatura, atraída por la hermosura y la tranquilidad de su ser, de sus llamas naranjas sobre su pelaje completamente blanco. Y de pronto se sintió sumamente tranquila al ver como los ojos escarlata del león blanco frente a ella emanaban una confiable seguridad. Una seguridad que sólo podría sentir con su…

-Pa…pá…

Sus palabras salieron en un susurro lamentable y sus débiles brazos se aferraron al cuello de ese hermoso león quien la recibió con cuidado. Su magullado rostro se hundió lloroso en la suave melena albina y el resto de su cuerpo quedo sin fuerzas al apoyarse en el león.

Y antes de que la completa oscuridad invadiera sus ojos y su consciente cayera en ese profundo abismo, vio como el divino león no estaba solo.

Tras él una figura se alzó en toda su altura y pudo ver como la mirada de este nuevo ser era idéntica a la del león.

Unos ojos carmesís le devolvían la mirada con un brillo intenso que la hizo estremecer, pero extrañamente ese estremecimiento le había agradado. De cierta forma la había hecho sentir tranquila.

Sin apartar su difusa mirada de la carmesí, ahora se daba cuenta que el ángel no era el león.

Y esos profundos ojos escarlata mirándola a ella fue lo último que vio antes de caer inconsciente.

o-o-o-o-o

-Aun no entiendo que hace aquí con nosotros.

-¿Y por qué se abrazó a Besta en cuanto llegamos? ¿Tendrá algún fetiche con los leones? Shishishi

-Sólo es una niña, idiota.

-También aplica para ti Mammon.

-¡Cállense de una vez! ¡Lussuria apúrate con tu pavo real y cura a esa mocosa!

-Calma pequeño, Pea-chan está haciendo su trabajo. Aunque no creo que le guste como quedara su cabello.

Sentado despreocupadamente en un sillón, el jefe de ese grupo miraba fastidiado como sus subordinados no dejaban de hablar y de soltar tonterías de sus bocas.

Frunció el ceño dirigiendo su mirada hacia la causante del lio en el que ahora estaban metidos.

La mocosa se encontraba aun inconsciente sobre el suelo de la habitación, mientras el pavo real de Lussuria la llenaba de llamas de sol para que sus heridas sanaran.

-Aunque sus heridas ya no corren peligro – habló el de gafas oscuras. – esas quemaduras le dejaran cicatrices. –se lamentó dramáticamente.

Tsk.

Joder, esto no le tenía que importar a él. El estado de la hija de Dino Cavallone no era problema suyo. Ellos eran los Varia, el grupo de asesinos independiente de la familia de la mafia más prestigiosa de Italia: los Vongola. Y él era el jefe, el cabecilla de este grupo. Eran un escuadrón que asumían las misiones más suicidas y mortíferas de la familia Vongola, encomendadas por el décimo capo de la familia. Misiones imposibles de llevar a cabo por un ser humano, era por eso que ellos existían y al ir a esta última misión donde una de las más importantes familias aliadas de los Vongola estaba en peligro, su recompensa era esta niña.

Maldito arcobaleno.

Todo era culpa de Reborn, el maestro del que ahora era el actual capo de los Vongola. Aunque ya no contaran con la maldición, y ahora era apenas un adolescente, ese arcobaleno tenía el mismo poder que el capo. Y no era idiota para no saber que era el más poderoso de todos ellos, y una confronta con él sólo lo perjudicaría.

Así que sólo le quedaba acatar las órdenes, contra su voluntad y su furia pero era lo que menos importaba. La niña sólo sería temporal y no tendría relevancia en su misión. Aún tenían que hallar al capo de los Cavallone y matar al responsable de su secuestro. Pues al haber llegado a la residencia de los Cavallone la mansión se había consumido en llamas y los subordinados de Dino habían muerto en la confronta y los pocos que lograron sobrevivir se encontraban en estos momentos en el hospital con heridas graves y casi moribundos.

No habían podido pelear pues el cobarde que había ocasionado todo había salido huyendo sin siquiera haber dado la cara y enfrentarlos.

Habían llegado cuando todo había terminado, cuando todo había sucumbido a las llamas y cuando la niña había salido de la nada frente a él cayendo inconscientemente sobre su ligre di cielo. Después de eso su equipo se dedicó a calmar el fuego y sacar a los heridos mientras él se dedicaba a observar a la niña que había caído a sus pies. En esos momentos había aparecido Reborn de entre las sombras y le había dado instrucciones.

El décimo no se podía enterar de esto, y al parecer ellos eran los únicos indicados para arreglar el desastre. Para cumplir con esta misión.

Ahora tenían que encontrar al capo Cavallone, antes de que el décimo se enterara, y asesinar al causante de esa masacre.

Pero con eso incluía a esta mocosa, y el maldito arcobaleno había puesto al grupo de asesinos más temido de Italia a trabajar como niñeras. Chasqueó la lengua frunciendo aún más sus cejas. ¿Desde cuando su escuadrón se había vuelto tan amable? ¿Tan débil? Maldito el décimo Vongola y toda su cursilería que había venido a meter a la familia.

Pero sólo era una excusa, al parecer el arcobaleno les había dicho que la niña era la única pista que tenían para encontrar al asesino. Pues Reborn parecía seguro al decir que ella había visto la cara del causante del mar de fuego y al parecer la niña no estaba segura en ningún lugar pues si el plan del asesino era acabar con toda la familia Cavallone aún quedaba la niña.

-¿Jefe que vamos a hacer con esta niña? – preguntó al parecer la más joven del grupo quien escondía su rostro tras una capucha negra. – Sin duda no podemos ir en contra de Reborn, y aún nos queda averiguar sobre el secuestrador del capo Cavallone.

El jefe aun sentado en el sillón estiró las piernas sobre una pequeña poltrona mientras tomaba una botella de vino de la mesa que se encontraba a un lado y se servía en una copa de cristal.

-¡Voi, Xanxus! – el segundo al mando le replicó fastidiado al ver su comportamiento desinteresado.

Y tras empinarse de un trago el líquido carmesí, se dirigió a su grupo a través de su afilada mirada escarlata.

-No haremos nada con ella. – su voz grave denotaba la autoridad de su puesto. – Ya que despierte veremos si nos puede ser útil.

El segundo al mando suspiró resignado al ver como el jefe se volvía a servir otra copa de vino. Sabía que era lo único que Xanxus diría por el momento y como siempre, él termino de dar las ordenes.

-Bien, mientras tanto tenemos que saber quién es el enemigo de Cavallone. – su mirada se dirigió hacia la adolescente encapuchada de su grupo. – Mammon vayan a los registros de Vongola y vean que pueden averiguar de las confrontas contra su familia que antes haya tenido Dino.

-Y a los que se vean más sospechosos tendremos que ir a darles una visita shishishi. – apuntó el rubio del grupo con una sonrisa traviesa.

-Yo me quedare aquí con el jefe. – el moreno de bigotes habló con devoción a lo que el segundo al mando rodó los ojos.

-No Levi, iras con Mammon y Belphegor. Si es como dice Belphegor y el sospechoso resulta ser nuestro secuestrador entonces mátenlo ahí mismo. Hay que terminar con esto antes de que se vuelva más problemático.

El moreno bufó y se cruzó de brazos resignado.

Y entonces se volvió hacia Lussuria y el pavo real quienes seguían a un lado de la mocosa curándola.

-Y tu Lussuria…

-Tranquilo Squalo yo me encargo de la niña. – se adelantó en hablar el aludido mientras sus ojos brillaban a través de sus gafas. – Ahora que la familia ha crecido, mamá estará más ocupada.

Squalo rodó los ojos bufando, al parecer Lussuria era el único emocionado por su tarea.

-Yo iré al hospital – siguió hablando Squalo. – Si Romario sigue con vida podrá decirme exactamente qué fue lo que paso en esa casa.

Todos asintieron tras escuchar sus tareas y se volvieron hacia su jefe quien seguía cómodamente sobre su sillón tomando de la copa de vino y con un Besta echado sobre sus patas a un lado de él.

Una venita saltó sobre la frente de los Varia al mirarlo. Y pensar que darían su vida por este cabrón desinteresado.

Pero antes de siquiera decir una palabra hacia su jefe, un ruido parecido a un quejido se dejó escuchar en la habitación.

Los quejidos se fueron haciendo cada vez más ruidosos y el equipo se había dado cuenta que provenían de la niña.

Los ahí presentes se volvieron rápidamente hacia la niña rubia tendida en el suelo quien apenas daba señales de vida al ser curada desde hace Varias horas por el pavo real. Pero algo esteba mal con ella y se dieron cuenta de eso al ver como de pronto abría los ojos de un solo golpe y se incorporaba de un tirón tomando una postura defensiva en su cuerpo.

De entre sus alborotados cabellos rubios miraba al escuadrón uno por uno con una intensa y desconfiada mirada esmeralda. Parecía aturdida, desorientada y sobre todo aun adolorida.

Parecía que se iba a quebrar en cualquier momento, que se tiraría al piso y lloraría. Pero entonces algo cambio en su salvaje rostro al ver como ésta de pronto se le quedaba mirando fijamente al jefe para después pasar su ahora ya tranquila mirada a Besta.

Fue entonces cuando se quebró.

Comenzó a llorar y a mover su boca sin que una sola palabra saliera de esta. Sólo escuetos gemidos.

Corrió hacia el albino león y se echó sobre él hundiendo su rostro sobre la melena de su cuello mientras lloraba descontroladamente.

Los Varia se quedaron por un momento aturdidos.

-No habla. – Squalo fue el primero en resaltar esa falla.

-Creo que es un trauma. – habló entonces Lussuria al ver a la niña y luego a su jefe quien la miraba sin inmutarse. – El ver como casi matan a sus padres frente a ella mientras todo arde a su alrededor, creo que le dejo un síndrome postraumático.

-Tsk. Entonces no nos sirve.

-No dirá nada de lo que paso.

-¿Seguirá llorando así todo el rato?

-Shishishi el fetiche de los leones ha sido aclarado.

-Cállate idiota.

De pronto un ruido ensordecer los detuvo de su disputa un momento mientras se volvían al causante de dicha distracción.

Xanxus los miraba sin expresión en su rostro mientras dejaba la botella en la mesa causante del ruido anterior. Y su voz sonó fría al hablar.

-Squalo lárguense de una vez a hacer lo que sea que vayan hacer.

El aludido le devolvió la misma mirada, frunciendo sus cejas, retándolo.

-¿Que vas hacer tu?

Xanxus se volvió hacia la niña quien desde hace un momento había dejado de llorar y ahora un ojo esmeralda lo miraba expectante a través de su largo flequillo el cual tapaba gran parte de su pequeño rostro. Aunque su cara era un desastre, Xanxus pudo darse cuenta perfectamente de la cicatriz que crecía por la mejilla izquierda de la niña. Al igual que la de su brazo.

Frunció el ceño.

-Yo decidiré si esta mocosa será útil o no.

Y ante estas palabras el escuadrón salió de la habitación dejándolo solo con Besta, la niña y su copa de vino.

o-o-o-o-o

Continuara

¡Espero les haya gustado! :3

Y como dije arriba la persona Oc ha salido de los mismos personajes de la serie y que la verdad me encantó poner a la familia de Dino en este caso como la originaria de dicho personaje (alessia). Más adelante sabrán más sobre la niña Cavallone y demás circunstancias.

*Esta pequeña historia constara de 4 capítulos. Espero subirlos pronto.

*Y también quería decirles que esta historia pasa en un posible futuro: Tsuna es el capo Vongola, no hay maldición de arcobaleno y como pasaron años ellos van creciendo y son adolescentes o adultos jóvenes, y las cajas de armas se pueden usar pues hago referencia a Besta y demás animales.

Díganme en un review que les ha parecido :3 ¡y muchas gracias por pasarse a leer!

¡Nos leemos pronto! :D

Byebye~