Anime: Inazuma Eleven.

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Título: "Una vez más."

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«Capítulo 1 / 10»

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Decleimer: Inazuma Eleven no me pertenece y/o personajes secundarios agregados, sola la historia y unos secundarios.

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Advertencia: parejas hetero y Yaoi, OC's secundarios, se recomienda si no te gusta nada de esto, por favor, no leas más, a menos que seas curioso.

Personaje de: alita210100 y prima de.

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[Tiempo actual]

—¡Increíble! ¡Totalmente increíble! —exclamó Masaki Kariya a todo pulmón en medio de una playa llena de palmeras, cocos y bananas.

—Tranquilo Kariya, ya verás que pronto vendrán por nosotros, además... —intentaba calmar Hikaru Kabeyama a su compañero, pero ni el mismo chico de orbes oscuro podía calmarse.

La brisa suave y cálida, el sol iluminando las transparentes olas del mar, espuma blanca chocando entre las rocas. Un verdadero paraíso si lo miraban desde un punto de vista positivo, pero aquel momento, era lo menos que les importaba.

—Bueno —con total tranquilidad, Matatagi Hayato se recostó a las raíces de una palma —no queda nada más que esperar a que nos rescaten... Si es que saben donde estamos —.

—¡¿Eh?! —exclamaron al unisono ambos defensas, quienes empezaron a hacer mil y un cosas en un intento de salir.

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—Pudo ser peor... —pensaba de manera positiva Minaho Kazuto colgando de la rama de un árbol a 50 metros de altura sobre un extenso bosque.

—¿Perdón? ¿Qué dijiste? —cuestiono Manabe Jinichirou, quien igual colgaba de la rama de un árbol a un metro a lado derecho de Minaho —¿Pudo ser peor? ¡¿Qué puede ser peor que esto?! —.

—Comer una galleta que no tenga relleno —hablo Nishizono Shinsuke a un costado de Manabe.

—No empiecen a discutir y mejor pensemos en como salir de aquí —intervino Kirino Ranmaru entre las peleas de ambos chicos a distancia, estando este a lado de Minaho —¿alguien alcanza a tomar otras de las ramas de la superficie? —pregunto en un intento que casi le cuesta una caída, aferrándose como gato a la rama.

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—¡Alejense bestias del mal! —exclamaba Ibuki Munemasa mientras corría a todo lo que daban sus piernas.

—Si no las hubieras molestado, nada hubiera pasado —regaño Tsurumasa Hayami, quien también corría a lado de Ibuki.

Tras de ellos, un grupo de abejas africanas los perseguían molestas, ya que el peliblanco en un descuido, golpeó con una roca el panal. Mal tiró.

—¡Por ahí! —grito Munemasa jalando de la muñeca a Hayami, y antes de que este pudiese decir algo, ya ambos se encontraban bajo el agua, con un enjambre rodeandolos por encima.

Una corriente de agua los hizo nadar abajo, encontrando un pasaje que los llevaba a otro lado de la cueva en la cual se encontraban.

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—¡Vamos, un poco más! —animaba Hamano Kaiji al tiempo que empujaba una gran roca en medio del camino junto a Tetsukado Shin.

—Ya casi... ¡Listo! —no termino de decir la palabra, cuando la roca cayo por el voladero —bien, hay que buscar a los demás —.

—¿Cómo sabemos que están aquí? —con las manos tras la nuca pregunto Hamano.

—Ese chico dijo que todos estábamos donde mismo, pero diferente, es más que suficiente —y en marcha, ambos siguieron el camino que la senda los llevaba a metros de altura.

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[Dos días atrás...]

Un día hermoso y soleado de verano, con las vacaciones todos se encontraban relajados y sumergidos en sus actividades favoritas. Las mariposas revoloteaban en el aire, las abejas zumbando sin cesar.

—Un bello día, ¿no lo creen? —inhalando el fresco aire, Yuuichi Tsurugi acompañado de Amemiya Taiyou, Yukimura Hyouga y Kurosaki Makoto.

Después de la final del torneo: Fútbol Frontier Internacional Visión 2, en la cuál Brasil se colocó en la cima del Futbol, Tenma y los demás volvieron a sus rutinarias vidas. Pocos sabían del torneo que jugaron antes de que todo volviense a su tiempo normal, sobre el Gran Celestial Galaxy, el viaje al espacio y la salvación del universo.

Por lo que, no había nada de que preocuparse, o eso creían.

—No se por que no viniste con Makoto —hablo entre dientes Tsurugi, llevando en mano una bolsa con golosinas y frituras.

—No sabía que eras tan tacaño Tsurugi —río leve Hakuryuu comiendo un poco de chocolate blanco.

—Y yo no sabía que eras tan goloso —ataco Tsurugi, lo cual molesto al de cabellos blancos.

A distancia, mirando la escena, los cuatro reían divertidos —es bueno ver de buen humor a mi hermano —comento alegre Yuuichi de ver a su pequeño hermano rodeado de amigos.

—Si ese es su buen humor, creo que prefiero su lado malo —bromeó Taiyou en risa.

—No son tan malos, pasaron por malos momentos, es todo —defendió Makoto, más a Hakuryuu que a Tsurugi, ya que poco a poco, un sentimiento comenzó a surgir dentro de su corazón hacia Hakuryuu, y no sólo de una amistad.

—¿A qué hora nos veríamos con los demás? —pregunto Yukimura, estando todo el rato sin decir palabra.

—No tenemos ni media hora Yukimura, y ya te quieres ir —regaño Taiyou cruzandose de brazos —¿no te gusta estar con nosotros o qué? —alzando la ceja y curvar sus labios molesto.

—Nada de eso —desviando su mirada con la de Taiyou que parecía quemarle —solo no quiero llegar tarde —.

—Podemos ir caminando si gustas —tomando impulso y estar en pie, Yuuichi tomó sus muletas, preparando su andar.

—¡Nada de eso! —detuvo Amemiya —dijiste que te gustó este lugar, así que, aquí nos quedamos un rato, además —mirando donde Hakuryuu y Tsurugi parecían seguir discutiendo —ellos aún no llegan —aferrandose a ello.

Yukimura suspiro acomodándose de nuevo en su lugar, para luego escuchar unos cascabeles, con la mirada buscaba por todas direcciones, pero no vio nada, y poco a poco, el sonido dejo de escucharse.

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—¡Tenma! Si no te apresurada llegarás tarde —llamaba Aki desde el comienzo de las escaleras a su sobrino.

Ruidos y estruendos se escucharon en la planta alta, donde Tenma Matsukaze parecía tener todo en su contra en aquel día, empezando por el despertador que no había sonado, el agua de la ducha salia muy fría o muy caliente, el par de sus tenis favoritos había desaparecido y para colmó...

—¡Aki! ¡Hanna volvió a jugar con mis cosas de nuevo! —exclamo a todo pulmón el capitán del Raimon, viéndose en el espejo con horror.

Como rayo, la mujer subió a prisa, cubriendo su boca tanto por la sorpresa, como por la risa que quería salir de esta ante lo que vio.

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El silbido de Ibuki resonó por toda la estancia, donde esté junto a Kirino habían llegado a la casa de Shindou. Una amplia habitación con escaleras en caracol, otro salón al fondo enseguida de este y tres puertas más en frente y al otro lado.

La mucama les hizo pasar con reverencia y dijo avisaría a su amo de la presencia de ambos chicos.

—Si que me sorprende —admiraba Ibuki, su vista pasaba de un lado al otro.

—Sus padres son empresarios, que esperabas —como si nada, Kirino esperaba recargado en una de los pilares a ambos lados de la entrada.

En menos de cinco minutos, Takuto bajaba de las escaleras, saludando a sus amigos.

Ya en camino, los tres charlaban de sus vacaciones, lo que habían hecho y lo que les faltaba por hacer, fue cuando, a oídos de Takuto llegó una voz llamándolo y detenerse.

—¿Pasa algo? —pregunto Kirino ante el repentino freno de su amigo de infancia.

—Todo en orden —le siguió Ibuki.

Mirando a su alrededor, sólo confundía más a sus amigos. Continuaron con su andar, respondiendo que solo había escuchado algo.

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—¡Somos los primeros! —festejo Hikaru alegre llegando a la cancha de la rivera con Masaki.

—No cantes victoria niño —hablo Hayato recostado sobre el césped con una gorra cubriendo su rostro del sol —tengo aquí más que tú, y la pareja de allá llego media después de mi —señalando a un cariñoso Minamisawa Atsushi y un sonrojado Kurama Norihito.

—Ah... —bajos sus ánimos Hikaru.

—¿Qué importa si llegamos temprano o no? —decia Kariya sentándose en el pasto —de todas maneras, siempre nos toca esperar a alguien —.

Sentándose junto a Kariya, Hikaru comenzó a hablar sobre su viaje a Hokkaido y sus planes. En las bancas cerca de los baños, Minamisawa se daba el gusto de toquetear a su novio Kurama, siendo el pequeño quien lo negara siempre.

—B-basta Minamisawa... —pedía sonrojado Norihiko —estupido ya déjame... —.

—¿Quieres que lo hagamos en los baños? Están a dos pasos de nosotros —insistia Atsushi besando el cuello del moreno quien estaba sentando a la fuerza en las piernas del otro.

—Idiota... Yo no... —cubrio su boca antes de que el gemido provocado por la caricia a su entrepierna saliera de su boca.

—Tu cuerpo lo quiere, por lo tanto, tú también, Kurama —besando cariñosamente su oreja, para luego morderla levemente.

—Que vengan los bomberos, que hay un incendio fuera de control —bromeo Tetsukado llegando con Nishizono, Hamano y Hayami.

—Que bárbaro Kurama, no puedes esperar a que termine el partido para estar con Minamisawa —siguio la broma Hamano quien tenía su mano entrelazada con la de Hayami quien se sonrojo al ver aquella escena así como Shinsuke, quien rápido se fue con Hikaru.

—Veo que la mayoría ya esta por aquí —saludo Endou llegando con Otonashi y Kidou a su lado.

Acomodándose rápidamente, Atsushi ni parecía que estaba toqueteando a Kurama, quien todo lo contrario a el, se encontraba con la respiración agitada y sus mejillas rojas.

—¿Estas bien Kurama? —preocupada interrogó Haruna yendo rápido donde él, algo que no pasaba por ella, era su preocupación por los demás —estas tibio —tomando su temperatura, comparándola con la de ella.

—Estoy bien —respondio dándole una sonrisa —no se preocupe profesora Otonashi.

—Buen día —saludo Yuuichi llegando con los demás quienes saludaron igual, a excepción de Hakuryuu y Tsurugi.

—Es bueno verte en forma Yuuichi —comento alegre Otonashi —eso es lo que se logra con un esfuerzo mutuo —sonrío mirando a ambos hermanos.

—Espero que no sea Tenma el último en llegar como siempre —regaño Midori a apareciendo de sabrá Dios donde.

—¿Qué haces aquí? Creí que estarías con tu novio Nishiki —pregunto Kariya, ganándose un buen golpe en la cabeza.

—¡No soy novia de ese estúpido centrocampista de pacotilla! —respondio con molestia.

—No era necesario el golpe —chillo Kariya.

—Hola a todos —saludo Kirino mientras Ibuki le mostraba por el celular un vídeo de un pianista a Shindou, ya que entre los gustos de Ibuki, estaba también la música como Shindou, pero este tocaba la batería.

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Corriendo como loco, y con el cabello rubio por la broma que la chiquilla le había hecho, ni Aki le pudo ayudar en quitarse el tinte. Saltando y deslizándose, Tenma no descendía su paso.

Fue cuando al doblar en una esquina, accidentalmente chocó con alguien, una chica con cierto aire masculino, cabello punk con mechas a los costados y sobre su frente color gris, orbes amarillos cual lobo cazando a su presa con sus ropas al estilo rockera.

—Fijate por donde... ¿Tenma? —cambiando de molesta a sorprendida.

Adolorido por el golpe a sus nalgas, Tenma la vio confundido.

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—Ya esta aqui la carnada —sonrío gustoso el joven de orbes marrón rojizo. Su vista parecía acabar con todos con ella —muy buenos elementos para el emperador —desvaneciendose cual flama consumida.

—Sera mejor ir calentando chicos, Tenma al parecer se le pegaron las cobijas, de nuevo —recordo Endou, riendo por el recuerdo de la vez en que este llegó con el uniforme alrevez y en vez de tenis traía puesto sus pantuflas de conejo. Nunca olvidaría aquello.

Ibuki, Kirino, Hayami, Kurama y Hayato se pusieron a dar una vuelta por la cancha, mientras los demás en parejas hacían estiramientos, Yuuichi charlaba con Otonashi, quien anteriormente había sido su maestra de secundaria.

—No sientes... ¿algo? —.

—No digas eso cuando estiramos los músculos Shinsuke —regaño Tetsukado, cuando sintió algo extraño —¿sientes eso? —.

El pequeño rodó los ojos, pasando su mirada a su alrededor, sin ver nada fuera de lo normal.

Los cascabeles volvieron a resonar en las orejas de Yukimura, como si en verdad solo el pudiera escucharlas, casi quebra a Taiyou con el estiramiento por tener la mente en aquel sonido.

—¿Puedo participar? —pregunto un joven de piel morena, con la altura de Ibuki y cabellos rubios opacos usando un traje blanco y lentes de sol.

Sonriente, Endou asintió gustoso —claro, en un partido, cualquiera es bienvenido —estrechando su mano con el joven —¿cual es tu nombre? —.

—Me llaman el paladin de fuego —pasando su mirada por todos los jugadores —el equipo Raimon, jugadores de Seidosan, Haruken y Arakumo, sin olvidar al chico del equipo definitivo Zero —.

—Nos conoces, pero no sabemos de ti —hablo Shindou —solo un apodo —.

Chasqueando la lengua, se acercó quedando a poca distancia de este y ponerse a su altura —no necesitan saber de mí, más lo que yo les diga —.

—Se parece a Akio —recordo Endou, siendo este y Hikaru quienes no sintieran nada malo en el.

Media hora de calentamiento y Tenma aún no llegaba, lo que empezaba a preocupar a los presentes.

—Puedo proponer algo —siendo más algo que haría con o sin permiso, dijo el joven de traje —¿por que no juego yo contra ellos? —.

—¿Acaso te burlas de nosotros? —cuestiono Ibuki.

—¿Burlarme? —riendo un poco divertido —me estás tomando a mal, sólo los quiero probar —entrando en el desafío de miradas con Ibuki.

—Tranquilos chicos —intervino Kidou —si quiere un partido, vamos a ofrecerle uno —.

Nadie se opuso, y no por que no quisieran, sino por que querían darle una lección a ese engreído.

—Nishizono estarás de portero —fue dando las posiciones Kidou —Minaho, Hamano, Kirino y Kariya de defensas; Kurosaki vas a liderar el partido, centrocampista con Shindou y Yukimura, delanteros Hakuryuu y Tsurugi —dicho esto, todos fueron a sus posiciones en el campo.

—Segundo equipo —pero antes de decir algo, el joven se encontraba en la cancha —no hemos dicho el equipo —.

—Ya lo dije, los enfrentaré sólo —confiado, tomó el balón y lo coloco delante de ambos delanteros —espero no me decepcionen, seed, equipo Zero —.

Aquello cayo en lo poco que ambos podían tolerar.

—Me empieza a irritar ese tipo —confeso Hakuryuu preparado.

—Concuerdo contigo —.

El silbataso de salida dió el comienzo al partido con un pase de Tsurugi a Hakuryuu quien avanzo por el campo, pasando el balón a Yukimura y este a Shindou.

«Tenemos que conocer su juego primero, pero eso ya lo saben todos »como si estuvieran sincronizados, Shindou le regreso el balón a Yukimura quien avanzo pasando por un lado del chico quien no se inmutaba de su lugar.

El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar —susurro el chico, confundiendo a Yukimura, quien al tiempo, escucho los cascabeles de nuevo, pateando el balón fuera de la cancha.

Comenzando el saque, siguieron ahora tratando de anotar gol a una portería sin portero, siendo Hakuryuu quien diera el primer tiró.

—¡Gol seguro! —afirmo Hikaru desde la banca junto a los demás, cuando antes de estar a unos pasos de la portería, el balón ardió en llamas, cayendo los restos cual ceniza.

Zona ardiente —dijo, mostrándose en el césped la forma de una estrella de seis picos en llamas sobre su parte del campo.

—¿Cúando...? —cuestiono Kirino sorprendido al igual que los demás.

Riendo, los vio quitándose los lentes, dejando ver sus orbes marrón rojizo, que con los rayos del sol parecian arder en llamas —aun les falta aprender mucho más sobre técnicas de fútbol —.

Con ello, comenzó su ataque —llamaradas —al ir avanzando por el campo, aquel que se le quería enfrentar era detenido por unas llamaradas incandescentes.

Quitando el balón después de una lucha contra Tsurugi, fue directo a la portería, no sin antes luchar dos veces por la posesión del balón con Makoto y Shindou.

La niebla —la espesa niebla se expandió por el campo, viéndose entre esta, una luz que se acercaba.

Red del cazador —ayudando, Kariya creía que con ello sería suficiente, pero, no sabía que aquello sólo era un simple calentamiento para un chico como él.

Latigo de fuego —un fuerte azote en el suelo cerca de ambos defensas los hizo retroceder, para luego ser Kariya tomado por este y azotado contra el suelo con gran fuerza.

Un gemido de dolor salió de sus labios, y en un intento por ayudarlo, Kirino paso por lo mismo.

«Este chico no es cualquier cosa »medito Minaho preparándose junto a Hamano.

Tornado ciclón —un punto a su favor, ya que sus llamas se calmaron y salió lanzado al aire.

—Son demasiado divertidos... Pero se acabó el juego —serio. Dando una voltereta en el aire, cayo al suelo sobre sus pies, comenzando a correr por el balón quien se encontraba bajo el control de Hamano.

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Túnel del viento —enviando a volar a sus enemigos, Tenma salió intacto del túnel, pasando el balón a su compañera.

Descenso Milenario —la joven chica se quedo quieta, y justo debajo de sus pies se forma un extraño símbolo surgiendo un bello dragón carmesí alzando el vuelo, dando un salto, pateo el balón desde el cielo descendiendo en múltiples fragmentos, como si se tratara de un despliegue de meteoritos.

Barrera de Osiris —un gran muro de oro y gemas se alzó ante el, provocando un choque de poder. A los segundos, el rugir del dragón impulso el tiró, dando por terminado el partido 3-2 a favor del equipo "Tenmas".

Los seres de aquel partido comenzaron a derretirse y desaparecer en la nada. Dos enfrentamientos en menos de una hora; el sudor corría por sus ropas y la respiración comenzaba a faltarle.

¿Tenma? —cuestiono cambiando su enfado a confusión.

Si, soy Tenma. ¿Tu quien eres? —pregunto levantándose ambos al tiempo.

Quien no te conoce, todo el universo sabe de ti y tu equipo Earth Eleven —hablo con toque de alegria.

Aqui estás maldita espía —hablo tras de ellos un chico con cabellos cual melena color marrón con orbes dorados junto a tres chicos más junto a él, todos con uniformes entallados color negro con franjas cafés.

Ilan —nombro con enojo colocándose delante de Tenma.

Vaya vaya, creo que llegaste tarde, nosotros nos llevaremos a Tenma, no te entrometas —dos de los chicos avanzaron en un intento de retener a la chica y el otro en tomar a Tenma, pero ninguno de los dos se dejó.

Corrieron por las calles sin importar nada, de alguna manera, Tenma sentía que debía ayudar a la chica. Siendo acorralados por la mayoría de las personas del otro bando, decidieron hacer las cosas bajo la ley que rige el universo para resolver las cosas: fútbol.

«Ellos buscan personas fuertes para entretener a su emperador y a ellos mismos »las palabras se repetían en su cabeza, tenía que llegar con sus amigos antes que ellos lo hicieran, pero no imaginaba que estos ya habían recibido una visita.

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—¡Ánimo chicos! —animaba Midori, preocupada por todos, quienes ya tenían heridas, pero aún así, seguían sin permitirle anotar un gol.

—Es suficiente, no creí tener que usar esto con seres como ustedes —las llamas comenzaron a emerger de su cuerpo, rojas como la sangre, una sombra bajo el comenzó a crecer abarcando casi todo el terreno —pero, será divertido —sonrío gustoso.

—¿Qué es eso? —chillo Hayami temblando de miedo.

Un rugido, la forma de un dragón comenzó a salir de aquella sombra, grande e imponente.

—¡No nos asustas con eso! —grito Tsurugi, emanado su aura e invocar a su avatar —Kensei Lancelot —el jinete armado se encontraba a la orden del jóven.

Dragon del Hades —las llamas salían de sus ojos y humo negro por los orificios de la nariz, piel escamosa y dura con grandes alas y garras.

Un enfrentamiento entre avatares, uno que duró muy poco, Kyousuke fue lanzado fuera de la cancha, cayendo al lago cerca de este.

—¡Kyousuke! —se alzó rápidamente Yuuichi para ir por su hermano, siendo detenido por Haruna.

Sin pensarlo, Shin y Munemasa se lanzaron por el y sacaron del agua inconsciente. Ante aquello, Hakuryuu no se quedó de brazos cruzados, invocando a su dragón, enfrentó al otro, en una batalla de poderosas bestias, Shindou junto a Makoto y Yukimura se le unieron en el combate de avatares.

Lanzados por los aires, avanzo con total tranquilidad mientras la bestia rugía con fuerza imponiendo su voluntad. Delante de él, Minaho le enfrentaba con seriedad.

—Minaho —preocupado, Manabe se alzó de su asiento, preocupandose por la mirada de su compañero.

—Te crees muy bueno ¿eh? —.

—No me creo, soy —el rugido del dragón movió poco a poco los cuerpos aún dispuestos a luchar del equipo, pero salieron volando por el aire —¿pero qué? —cuestiono al ver que el de cabellos naranjas seguía ahí.

—No me subestimes por tan poco —rió, y con un movimiento veloz, le quito el balón, más para su suerte no tenía a quien pasarle. O eso creía.

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Nota Autor: si parece corto, haré lo mejor en el próximo para que salga largo; palabras que salieran mal escritas, igual, revisaré mejor.

Gracias por leer, hasta la próxima~