¿LA FUNDA DE MI ESPADA? MISAO!!!
Bueno, comencemos, los personajes de Samurai X no me pertenecen, esta historia fue hecha con fines de entretenimiento y no de lucro, solo fue algo que se me ocurrió un día, después de leer tantos y tantos fics, que creo que ya me encontraba en uno de ellos, así que comienzo.
Por:
Smcg2
Capitulo I
Era un día normal, como cualquier otro en el Aoiya. Todos sus ocupantes estaban entretenidos con los quehaceres domésticos normales y comunes que se presentan en un día tan normal, sin embargo, había una persona que no estaba TAN normal esa mañana, ya que tenía muchas cosas en su pequeña cabecita. Parecía mentira que ya hubiesen pasado los años desde el terrible acontecimiento en que Kyoto casi era destruida por Makoto Shishio, y luego lo que sucedió en Tokio cuando Yukishiro Einishi trato de destruir a Himura Kenshin al hacerle pensar que Kamiya Kaoru estaba muerta, pero bueno, eso había quedado en el pasado, ahora las cosas habían cambiado mucho, ya que todos habían crecido, en especial Misao, quien a los 18 años era una mujer en el sentido pleno de la palabra, y no solo eso, también había madurado mucho, ya no comportándose como una niña, sino siendo una persona totalmente responsable de sus actos, siendo la orgullosa Okashira de los Oniwabanshuu, tanto había cambiado que en el Aoiya estaban sorprendidos de que creciera tanto y tan rápido, incluso el mismo Aoshi Shinomori, realmente estaban orgullosos de ella, sin embargo ella tenia otras cosas en mente.
Misao: (pensando) hoy hablare con el señor Aoshi, si, hoy será.
Mientras tanto, terminaba con sus quehaceres diarios y se dispuso a preparar el te para su querido señor Aoshi y llevárselo al templo donde el siempre meditaba por las tardes (y las mañanas, y los mediodía, y las noches, etc., etc., etc.). Misao estaba tan distraída que no se dio cuenta que alguien la seguía, ya que estaba sumida en sus pensamientos, los cuales eran mas importantes para ella en ese momento que otra cosa que pudiera surgir, al terminar el sendero y estar a punto de entrar en el templo, se dio cuenta que su señor Aoshi no se encontraba cerca, le extraño mucho y fue a buscarlos.
Misao: Señor Aoshi, ¿Dónde esta? (pensando) donde se habrá ido, el nunca deja su meditación de la tarde Asi como así a menos que.
Misao no había terminado su pensamiento cuando se dio cuenta que estaba rodeada por no menos de 10 hombres.
Hombre 1: Pero miren lo que encontramos, si es una linda jovencita
Hombre 2: Si ¿Qué hace una linda jovencita como tu por estos lugares?¿no te ha dicho tu papa que es muy peligroso andar solita?
Misao: ¿Quiénes son ustedes?¡que han hecho con el señor Aoshi!
Hombre 1: Asi que tú conoces a el Okashira de los Oniwabanshuu, Shinomori Aoshi.
El primer hombre, que parecía el líder, se acercó peligrosamente a Misao, ella en seguida se puso en guardia.
Hombre 1: Y dime, lindura, ¿de donde lo conoces?
Misao pensaba en que estos hombres aun no habían logrado localizar al señor Aoshi, si no no estarían preguntando por el, así que no les iba a dar mas información que la que le conviniera a ella
Misao: Eso no le interesa, díganme, ¿Donde lo tienen?¿que han hecho con el?¿quienes son ustedes?
Hombre 1: veo que no podremos sacarte información por las buenas, así que será por las malas, considerando tus ropas, debes ser una Oniwabanshuu ¿o me equivoco?
Misao no se dejo intimidar por las palabras de ese hombre, sencillamente no respondió y se mantuvo tranquila todo el tiempo, siempre en guardia, esperando el momento en que comenzaran a atacar, ya mentalmente estaba planificando estrategias para poder vencer a los diez hombres, seria difícil, pero no imposible y ella demostraría lo fuerte y ágil que se había vuelto al pasar de los años.
El hombre, al no obtener respuesta alguna, sencillamente hizo una señal con la mano y los hombres restantes comenzaron a atacar a Misao, quien se defendía muy bien, a pesar de tener que luchar con 9 hombres a la vez, sin embargo, en varias ocasiones dos de ellos le habían hecho cortes, aunque superficiales, sangraban mucho y esa era una de las causas por la que se sentía débil la otra era el tiempo que llevaba defendiéndose, ya tenia luchando aproximadamente 40 minutos y había dejado inconscientes a 7 de ellos, sin embargo, aun faltaban dos y el que parecía el líder, de repente el líder intervino.
Hombre 1: ¡ALTO! (ella es muy buena) es hora de que yo la acabe pronto (así podré ver mejor sus habilidades, ya que solo se defiende, ¿Por qué no atacara?)
Misao solo respiro profundamente y volvió a ponerse en guardia, esperando el ataque de aquel hombre.
Hombre 1: Mira, mujer, tendrás que hacer algo más que defenderte si no quieres que yo te mate de una vez por todas, te lo advierto, no tendré misericordia de ti, así seas mujer, el enemigo es siempre el enemigo y yo tengo ordenes de acabar con el Okashira de los Oniwabanshuu, y tu no me lo impedirás muchachita.
Misao se sorprendió por la velocidad del hombre en un instante su posición de defensa fue penetrada dejándole un corte significativo a un costado, que comenzó a sangrar profusamente, además de un golpe que recibió por la espalda que la hizo perder el aire y tambalearse, sin embargo se dio fuerzas a si misma y se obligo a permanecer de pie.
Misao: (Rayos, me esta obligando a pelear, quiere ver las técnicas de los Oniwabanshuu, si lo que quiere es acabar con ellos.. No, no me dejare vencer tan fácil y no le mostrare las técnicas que poseemos, no dejare que vaya contra el señor Aoshi y contra mi familia, no lo permitiré).
Misao seguía defendiéndose, ahora con más ahínco, pese a la gran perdida de sangre y fuerzas, era increíble como se defendía de ese hombre mientras los otros dos la veían, preguntándose de donde había sacado fuerzas para continuar, si ellos la dejaron tan agotada que cualquier persona normal (mas aun una mujer) ya hubiera desmayado, sin embargo, allí estaba ella, defendiendo lo mas valioso que tenia, su familia.
Misao: (No resistiré por mucho tiempo, ¿Dónde estará el señor Aoshi?¿estará bien? Por favor, kami, que este bien, que mi familia este bien.)
Aunque Misao se defendía de forma extraordinaria ya sus fuerzas estaban al limite y eso lo podía ver el líder de los atacantes, sin embargo, aunque ninguno de los allí presentes se había percatado, una sombra veía toda la batalla oculto por la oscuridad del anochecer, sin que nadie hubiese notado su presencia.
Hombre Oculto: (Vaya, Misao-dono ha mejorado de forma extraordinaria su técnica, sin embargo, no aguantará por mucho tiempo).
Casi al mismo tiempo, observo, como, efectivamente la joven mujer, cayo al piso de rodillas, victima del agotamiento y la perdida de sangre tras un golpe que le proporcionó el hombre en la rodilla izquierda, adolorida, agotada y a punto de desmayarse, esperaba ya su fin, cuando el hombre oculto salio y se planto entre Misao y el Líder de los atacantes.
Hombre Oculto: Ya basta, no dejaré que lastime más a esta mujer.
Misao: (casi en un susurro) Aoshi-sama.
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Bueno, ya termine esta primera parte, espero que este fic no se haga muy largo, realmente planeo hacerlo muy corto (solo unos 4 o 5 capítulos), es que, no soy muy buena escribiendo (je,je,je,je), bueno, comentarios o reviews, por favor dejarlos aquí, si tienen correo, pueden anotarlo y así podré enviarles respuesta.
Bueno, eso es todo, ¿adelanto para el próximo capítulo?, esta bien, pero no mucho, solo les diré que no es precisamente Aoshi-sama quien rescata a Misao, ¿no se imaginan quien puede ser?, otro dato, es un conocido de hace 4 años, no les digo mas o terminaré contando todo el próximo capitulo, nos vemos.
P.D.: Por cierto, cuando están las frases entre paréntesis es porque están pensando, si es que no lo mencioné antes. Ahora si, nos vemos.
Bueno, comencemos, los personajes de Samurai X no me pertenecen, esta historia fue hecha con fines de entretenimiento y no de lucro, solo fue algo que se me ocurrió un día, después de leer tantos y tantos fics, que creo que ya me encontraba en uno de ellos, así que comienzo.
Por:
Smcg2
Capitulo I
Era un día normal, como cualquier otro en el Aoiya. Todos sus ocupantes estaban entretenidos con los quehaceres domésticos normales y comunes que se presentan en un día tan normal, sin embargo, había una persona que no estaba TAN normal esa mañana, ya que tenía muchas cosas en su pequeña cabecita. Parecía mentira que ya hubiesen pasado los años desde el terrible acontecimiento en que Kyoto casi era destruida por Makoto Shishio, y luego lo que sucedió en Tokio cuando Yukishiro Einishi trato de destruir a Himura Kenshin al hacerle pensar que Kamiya Kaoru estaba muerta, pero bueno, eso había quedado en el pasado, ahora las cosas habían cambiado mucho, ya que todos habían crecido, en especial Misao, quien a los 18 años era una mujer en el sentido pleno de la palabra, y no solo eso, también había madurado mucho, ya no comportándose como una niña, sino siendo una persona totalmente responsable de sus actos, siendo la orgullosa Okashira de los Oniwabanshuu, tanto había cambiado que en el Aoiya estaban sorprendidos de que creciera tanto y tan rápido, incluso el mismo Aoshi Shinomori, realmente estaban orgullosos de ella, sin embargo ella tenia otras cosas en mente.
Misao: (pensando) hoy hablare con el señor Aoshi, si, hoy será.
Mientras tanto, terminaba con sus quehaceres diarios y se dispuso a preparar el te para su querido señor Aoshi y llevárselo al templo donde el siempre meditaba por las tardes (y las mañanas, y los mediodía, y las noches, etc., etc., etc.). Misao estaba tan distraída que no se dio cuenta que alguien la seguía, ya que estaba sumida en sus pensamientos, los cuales eran mas importantes para ella en ese momento que otra cosa que pudiera surgir, al terminar el sendero y estar a punto de entrar en el templo, se dio cuenta que su señor Aoshi no se encontraba cerca, le extraño mucho y fue a buscarlos.
Misao: Señor Aoshi, ¿Dónde esta? (pensando) donde se habrá ido, el nunca deja su meditación de la tarde Asi como así a menos que.
Misao no había terminado su pensamiento cuando se dio cuenta que estaba rodeada por no menos de 10 hombres.
Hombre 1: Pero miren lo que encontramos, si es una linda jovencita
Hombre 2: Si ¿Qué hace una linda jovencita como tu por estos lugares?¿no te ha dicho tu papa que es muy peligroso andar solita?
Misao: ¿Quiénes son ustedes?¡que han hecho con el señor Aoshi!
Hombre 1: Asi que tú conoces a el Okashira de los Oniwabanshuu, Shinomori Aoshi.
El primer hombre, que parecía el líder, se acercó peligrosamente a Misao, ella en seguida se puso en guardia.
Hombre 1: Y dime, lindura, ¿de donde lo conoces?
Misao pensaba en que estos hombres aun no habían logrado localizar al señor Aoshi, si no no estarían preguntando por el, así que no les iba a dar mas información que la que le conviniera a ella
Misao: Eso no le interesa, díganme, ¿Donde lo tienen?¿que han hecho con el?¿quienes son ustedes?
Hombre 1: veo que no podremos sacarte información por las buenas, así que será por las malas, considerando tus ropas, debes ser una Oniwabanshuu ¿o me equivoco?
Misao no se dejo intimidar por las palabras de ese hombre, sencillamente no respondió y se mantuvo tranquila todo el tiempo, siempre en guardia, esperando el momento en que comenzaran a atacar, ya mentalmente estaba planificando estrategias para poder vencer a los diez hombres, seria difícil, pero no imposible y ella demostraría lo fuerte y ágil que se había vuelto al pasar de los años.
El hombre, al no obtener respuesta alguna, sencillamente hizo una señal con la mano y los hombres restantes comenzaron a atacar a Misao, quien se defendía muy bien, a pesar de tener que luchar con 9 hombres a la vez, sin embargo, en varias ocasiones dos de ellos le habían hecho cortes, aunque superficiales, sangraban mucho y esa era una de las causas por la que se sentía débil la otra era el tiempo que llevaba defendiéndose, ya tenia luchando aproximadamente 40 minutos y había dejado inconscientes a 7 de ellos, sin embargo, aun faltaban dos y el que parecía el líder, de repente el líder intervino.
Hombre 1: ¡ALTO! (ella es muy buena) es hora de que yo la acabe pronto (así podré ver mejor sus habilidades, ya que solo se defiende, ¿Por qué no atacara?)
Misao solo respiro profundamente y volvió a ponerse en guardia, esperando el ataque de aquel hombre.
Hombre 1: Mira, mujer, tendrás que hacer algo más que defenderte si no quieres que yo te mate de una vez por todas, te lo advierto, no tendré misericordia de ti, así seas mujer, el enemigo es siempre el enemigo y yo tengo ordenes de acabar con el Okashira de los Oniwabanshuu, y tu no me lo impedirás muchachita.
Misao se sorprendió por la velocidad del hombre en un instante su posición de defensa fue penetrada dejándole un corte significativo a un costado, que comenzó a sangrar profusamente, además de un golpe que recibió por la espalda que la hizo perder el aire y tambalearse, sin embargo se dio fuerzas a si misma y se obligo a permanecer de pie.
Misao: (Rayos, me esta obligando a pelear, quiere ver las técnicas de los Oniwabanshuu, si lo que quiere es acabar con ellos.. No, no me dejare vencer tan fácil y no le mostrare las técnicas que poseemos, no dejare que vaya contra el señor Aoshi y contra mi familia, no lo permitiré).
Misao seguía defendiéndose, ahora con más ahínco, pese a la gran perdida de sangre y fuerzas, era increíble como se defendía de ese hombre mientras los otros dos la veían, preguntándose de donde había sacado fuerzas para continuar, si ellos la dejaron tan agotada que cualquier persona normal (mas aun una mujer) ya hubiera desmayado, sin embargo, allí estaba ella, defendiendo lo mas valioso que tenia, su familia.
Misao: (No resistiré por mucho tiempo, ¿Dónde estará el señor Aoshi?¿estará bien? Por favor, kami, que este bien, que mi familia este bien.)
Aunque Misao se defendía de forma extraordinaria ya sus fuerzas estaban al limite y eso lo podía ver el líder de los atacantes, sin embargo, aunque ninguno de los allí presentes se había percatado, una sombra veía toda la batalla oculto por la oscuridad del anochecer, sin que nadie hubiese notado su presencia.
Hombre Oculto: (Vaya, Misao-dono ha mejorado de forma extraordinaria su técnica, sin embargo, no aguantará por mucho tiempo).
Casi al mismo tiempo, observo, como, efectivamente la joven mujer, cayo al piso de rodillas, victima del agotamiento y la perdida de sangre tras un golpe que le proporcionó el hombre en la rodilla izquierda, adolorida, agotada y a punto de desmayarse, esperaba ya su fin, cuando el hombre oculto salio y se planto entre Misao y el Líder de los atacantes.
Hombre Oculto: Ya basta, no dejaré que lastime más a esta mujer.
Misao: (casi en un susurro) Aoshi-sama.
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Bueno, ya termine esta primera parte, espero que este fic no se haga muy largo, realmente planeo hacerlo muy corto (solo unos 4 o 5 capítulos), es que, no soy muy buena escribiendo (je,je,je,je), bueno, comentarios o reviews, por favor dejarlos aquí, si tienen correo, pueden anotarlo y así podré enviarles respuesta.
Bueno, eso es todo, ¿adelanto para el próximo capítulo?, esta bien, pero no mucho, solo les diré que no es precisamente Aoshi-sama quien rescata a Misao, ¿no se imaginan quien puede ser?, otro dato, es un conocido de hace 4 años, no les digo mas o terminaré contando todo el próximo capitulo, nos vemos.
P.D.: Por cierto, cuando están las frases entre paréntesis es porque están pensando, si es que no lo mencioné antes. Ahora si, nos vemos.
