Disclaimer: Mai Hime y sus personajes son propiedad intelectual de Sunrise y/o sus autores.

Advertencia: Es un fic que recomiendo sea leído sólo por mayores de 16 años y con mente abierta a la posibilidad de que las cosas entre Natsuki y Shizuru no sean color rosa... rojo quizá :P


Capítulo 1: Rojo final

Es raro si lo pienso ahora, yo que siempre me preciaba de ser una persona cabal y que pocas veces en la vida algo o alguien podía hacerme perder los estribos de esta manera. A decir verdad, sólo recuerdo dos ocasiones; la primera fue aquella vez, si, un evento desafortunado y muy doloroso de recordar. Mientras toda esa desesperanza sumía mi alma en la más profunda oscuridad, mi cuerpo se volvió un instrumento del crimen. Aún despierto por las noches cubierta de sudor, embargada por el miedo y la culpa. Me pregunto si ahora será igual.

No huiré, pues todo lo que hacemos en esta vida, se paga, supongo que llegado ese momento mis faltas sean expiadas y aceptaré resignada el castigo. Pues siento que antes recibí un perdón demasiado generoso para la magnitud de mi pecado. Hoy he vuelto a teñir mis manos de rojo… cuánto tardará alguien en notar mi ausencia… y la suya.

¿Será posible que me quede aquí?, sentada en mi antiguo puesto de kaichou esperando tranquilamente hasta que alguien abra esa puerta y presencie, quizá, la escena más grotesca de todas. ¿Qué podría argumentar en mi defensa?, dudo que mi falsa sonrisa y un par de excusas sirvan para saldar este asunto. Probablemente en éste preciso instante todos estén desesperados iniciando la búsqueda, muy lógica acción, pues creo que luego de ver mi semblante descompuesto por la ira, hasta Mikoto entendería cuál era mi objetivo. Ara de verdad lamento no tener una buena taza de té en este momento. La nueva kaichou, al parecer, no comparte mi pasión por esta bebida.

Qué pensará "ella" de todo esto cuando se entere. Quizá le cause un gran dolor al enterarse de todo este penoso incidente; sin embargo, estoy segura de que sólo le ahorré el trámite. Además, nunca dejaría que mi preciosa princesa de hielo se ensuciara las manos y de paso la consciencia con una basura como Yuuki Nao.

Durante un tiempo, después del carnaval de las himes, la pequeña sabandija se comportó como una más del grupo. Aparentemente olvidando su rencor y sed de venganza. ¿Cómo no lo intuí a tiempo?, ese repentino interés en acercarse a Natsuki y de ganarse su confianza. Aprovechándose de la camaradería surgida entre ellas, a pesar de que seguían chocando sus caracteres, planificó todo cuidadosamente, tomó revancha de ambas en tan sólo una noche. Al verse descubierta intentó huir, pero ha sido en vano pues aún mantengo contactos en Fuuka y pude ubicarla rápidamente. Luego, como un cazador experto en busca de su presa, la seguí y fui manipulando su huida hasta hacerla entrar a mis dominios y jugar mi juego.

Una vez la tuve frente a mí, una risa frenética se apoderó de ella, repetía sin cesar que no temía a la muerte y que se iría feliz, pues nos había cobrado lo que le debíamos y Natsuki había sido suya. Nunca desvió la mirada, aunque el miedo dominara cada parte de su ser, podía sentirlo, ni siquiera cuando realicé ese fino corte en su cuello desapareció de su rostro esa sonrisa cínica, ¿era cínica o satisfecha?, ya no importa más.

Todo se dio como en cámara lenta, sentí su carne rasgarse al contacto del metal afilado, vi sus ojos ponerse en blanco a la vez que su cuerpo caía de espaldas por su propio peso y minutos más tarde yacer inerte en el suelo, empapado de su propia sangre. Y así, terminaron los días de Yuuki.

Algo me saca de mis pensamientos, escucho los primeros pasos acercándose, de quién podrá tratarse… pero qué más da. Al fin y al cabo su reacción será la misma, sólo espero que no sea una antigua fangirl, no tengo ganas de escuchar gritos ensordecedores.

La puerta empieza a abrirse, la persona que será mi verdugo y quien testificará haber presenciado cómo encontró el cuerpo sin vida de la estudiante de tercero y frente a ella, sentada tranquilamente, la estudiante universitaria más respetada. Fujino Shizuru, sosteniendo aún una katana ensangrentada que se comprobará luego fue el arma homicida.

La puerta se ha abierto completamente y… esto no puede estar sucediendo… No puede ser. ¿Has venido por mí?


Notas: Un mini fanfic que surgió hace un par de días mientras tenía un muy mal día, es que claro, no esperarán que con lo sangriento que salió fuese inspirado en una linda noche de verano XD Espero no herir suceptibilidades y por ello coloqué las advertencias necesarias. Si has llegado hasta este punto y aún te interesa leer la parte final, gracias y espero tu comentario.