Prefacio
Quien dijo que el tiempo cura las heridas y borra los recuerdos se equivoco, el tiempo no es el olvido, y menos si los recuerdos son dolorosos y son como una herida que supura cada día y no te da tregua.
Después de tantos años no logro reconciliarme con lo que soy, ni puedo olvidar lo que fui, y sé también que no importa cuántos años pasen las cosas no mejoraran.
Regresar a lo que un día fue mi hogar tal vez sea el peor error que puedo cometer, pero los recuerdos que están enterrados en el lugar que me vio crecer me hacen volver, aunque nada de lo que alguna vez me ato a esta ciudad existe ya. En el pasado quedo todo, mi hogar, mis amigos, mi familia…mi vida.
Ahora que nadie me recuerda es seguro regresar a donde todo comenzó; si volver a la escuela, a la que fue mi casa, intentar llevar una vida como la que deje hace muchos años atrás, se que nada será sencillo, pero quien dijo que los muertos descansa en paz?
