'Terminar los aplausos, volver a saludar, sonreír, quedarse quieta en el escenario hasta que el telón se cierre delante de tus ojos. Sonrisa. Sonrisa. Sonrisa. PERFECTO' Sale del escenario, donde un tipo muy afeminado la esperaba con los brazos abiertos.
-Muy bien, ha salido perfecto, como siempre.
-Señorita Berry -el director del espectáculo había aparecido por ahí, cosa muy rara en este tipo de eventos.- Ha venido un magnate de una gran cadena. La está esperando en el despacho.
-¡Querrá contratarte! -dijo el chico que la había felicitado antes.
-No me extrañaría, es magnifica. ¡Chicas, traíganla rosas, adornos, premios! ¡Todo lo que necesite!
PRIIIIIIIIIIM.
"Oh, no, otra vez me ha vuelto a pasar. Tengo que empezar a atender en clase de Historia y dejar de evadirme pensando en mis futuro" Pensó Rachel. Recogió sus cosas, algo más lento que todos sus compañeros, como ocurría normalmente, y salió del aula dedicándole un saludo amable a su profesora.
Fuera estaba esperándola Kurt, un chico muy fino y elegante, y el cual era uno de los mejores amigos de esta. Sonrió tímidamente, mientras se acercaba a él.
-Hola Kurt, ¿cómo fue la clase de Francés?
- Aburridisima. No puedes imaginar lo despacio que va esta mujer. ¿Tú en historia?
-Ni idea, me he vuelto a ir por las nubes.
-¿Otra vez el sueño del director y el chico afeminado que se parece extrañamente a mi?
-Si -rió Rachel.- El día que eso suceda, sé que ese chico serás tú, y que estarás esperándome porque tú habrás actuado conmigo.
-De eso estoy seguro. Venga, guarda tus cosas en la taquilla, y vayámonos de este infierno. ¡Es viernes!
-¿Y sabes lo que significa?
Antes de que pudieran decir nada, apareció Mercedes por detrás de ellos gritando:
-¡Tarde de Karaoke!
Los dos se giraron con sorpresa al oír la voz de la chica, y sonrieron ampliamente.
-Venga, vamos, lentos. -añadió Mercedes, y se metió entre ellos, agarrándolos de los brazos.
Por su parte Finn se encontraba bajo la ducha de los vestuarios del instituto. El entrenamiento había sido matador, y necesitaba relajarse un rato. Alguien del equipo, puso una canción de Bon Jovi y él comenzó a cantarla. Hacía poco que había entrado en el Glee club, y cada vez lo hacía mejor, o eso le decían. Al principio el equipo no aceptó que él, Puck y Mike se metieran en el Glee, pero cuando demostraron sus dotes con la bateria, la guitarra y el baile, simplemente dejaron el tema.
Finn salió de la ducha, pasando una toalla por su cintura, y dirigiéndose a cambiarse.
-Finn, ¿qué hay pensado para esta tarde? -Puck apareció con la misma 'vestimenta' que Finn.
-Mi pensamiento es quedarme en casa descansando de esta mierda de entrenamiento que me ha dejado molido.
-He oído que el Glee va a ir a un karaoke esta tarde, y estamos invitados. Yo no lo veo mal -opino Mike.
-No es mala idea, ¿Ira Santana? -preguntó interesado Puck.
-Yo creo que paso, no me cae bien la gente del Glee.. estoy allí porque me gusta la batería.
-Vamos, Finn, no seas así, allí esta tu hermano.- Puck y Mike le miraron, negando con la cabeza.
-Y después de la loca desquiciada es el que peor me cae.
-Esa que dices que es una loca desquiciada es la que te tiene loquito -bromeó Puck, jugueteando con su propio cuerpo.
-¿Qué dices?
-'Rachel, me ha gustado mucho tu solo' -se unió a la broma Mike - 'Rachel, ¿podrías ayudarme con este paso?'
-¡Callate! -Finn rió divertido, tirándole la toalla a la cabeza cuando ya se había cambiado.
- ¿Entonces qué? ¿Vamos?
- Venga vale, iremos -finalizó Finn la conversación.
Era totalmente cierto que 'la loca desquiciada' de Rachel le llevaba un tiempo rondando la cabeza. Era una chica un poco extraña, pero tenía algo, y aun no sabía que era que le atraía. Pero por su parte, también había algo que le hacía no poder acercase a ella. Bueno, a ella ni a nadie. El Glee club era como una gran familia, la cual se había consolidado, dejándole a él al margen, y no porque no le quisieran integrar, sino todo lo contrario, era él el que rechazaba ese acercamiento.
En esa sala había visto, como las mayores enemigas como Quinn y Rachel se volvían grandes amigas. Como gente tan diferente como Mercedes y Santana se volvían inseparables, y como parejas tan extrañas como Britanny y Kurt se volvían casi hermanos. '¿Y yo?' pensó Finn '¿Por qué me tengo que quedar al margen de todo esto? ¿Por qué no puedo acercarme a Berry y decirla que me gustaría salir con ella un día? ¿O acercarme a Artie y hablar de cine con él? Tengo que hacer algo... y quizás esta tarde sea el momento.'
Eran las 6 de la tarde, y ya estaban casi todos en la puerta de aquel nuevo karaoke que habían abierto cerca del centro. Quinn hablaba animadamente de la última pelea que había tenido con su madre, Santana removía el pelo de Kurt, mientras este fruncía el ceño con disgusto, volviendo a colocárselo, y los demás intercambiaban risas entre ellos.
Puck, Mike y Finn aparecieron unos minutos más tarde.
-Ya os vale, chicos -les recriminó Mercedes burlona.
-Perdón, ha sido mi culpa, se me había olvidado la cartera -se disculpo Finn.
-Bueno.. -todos se quedaron en silencio, menos Brittany, que hablo con inocencia.- ninguno esperábamos que vinieras.
-Britt -Tina le dio un leve codazo y la susurró algo, corrigiendo su intervención.
-Uy, lo siento -dijo algo avergonzada.
-No, no pasa nada. En verdad, soy yo.. -Finn respiró profundamente, llenando su pecho de aire, mientras el resto esperaba que este continuara, realmente asombrados.- En realidad soy yo quien tiene que disculparse con todos vosotros. He visto como este tiempo, el Glee club iba convirtiéndo esto en algo muy bonito,una... famigleea -paró un segundo el discurso, para sonreír de medio lado, y ver como todos se miraban y sonreían también. Parecía que el término les había gustado.- ...mientras yo me quedaba al margen. He visto también, como muchos intentabais integrarme, y quiero disculparme ya que rechacé todas y cada una. Me gustaría... si pudiera ser, empezar a integrarme poco a poco...
Hubo un segundo de silencio, el cual Artie acalló acercando su silla a él:
-Por supuesto que si, nunca has estado fuera. ¡Bienvenido a la famigleea!
Acto seguido, todos se acercaron a él, regalándole un abrazo de bienvenida. Tras ese abrazo, todos volvieron a sus respectivas conversaciones, entrando dentro del local, donde ya tenían una mesa reservada.
La tarde paso entre bebidas sin alcohol, canciones en solitario, en dúo y en grupo y sobre todo risas. Gente como Santana contaba la primera vez que llegó con un pendiente a casa y casi la matan o como Brittany casi se queda a vivir en casa de un hombre al que no conocía, porque pensaba que vivía allí.
Se hizo bastante tarde, y como allí también hacían cenas, aprovecharon para quedarse un rato más todos juntos. Finn y Rachel salieron un momento a llamar por teléfono. Rachel acabo de hablar antes que Finn, y esta le espero. Cuando colgó, tras una pequeña disputa con su madre, miró sorprendido como aquella chica le esperaba.
-No hacía falta que me esperaras.
-Era por si te perdías-rió- Vaya, parecía que había problemas.
-Si, parece que a mi madre no le ha gustado que dejará toda la ropa maloliente dentro de la mochila -rió tranquilamente, llevándose la mano a la nuca.- Mea culpa.
-Si, creo que esa charla ha sido muy leve -los dos rieron. Tras una pausa, Rachel volvió a hablar.- Me alegro que te hayas decidido a abrirte con nosotros, eras la pieza que nos faltaba para ser una ... ¿cómo dijiste antes?
-Famigleea.
-Eso. Es un término bonito.
-La verdad que me encuentro muy cómodo, no pensé que me tratarais tan bien. Sobre todo -agachó la cabeza, evitando el contacto con los ojos de la chica.- contigo...
-¿Conmigo?
- Si, pensé que sería la que más me costaría, pero al contrario, estoy genial.
- Vaya, gracias... la verdad, que yo también estoy muy cómoda contigo, cosa que me parecía imposible, ya que para mi eres un idiota arrogante.
- ¿Perdón? -alzó la vista del suelo, clavandola en sus ojos, divertido- ¿Un qué?
- Un idiota arrogante -repitió Rachel, sonriendo.
- Hablo aquí la loca desquiciada.
- ¿Cómo te atreves? -Dramatizo Rachel, sin poder esconder una risita.
Una señora, interrumpió la conversación de ambos ya que Finn estaba taponando la puerta. Sin darse cuenta, se habían acercado más de lo que lo habían hecho nunca, y por inercia ambos se apartaron. Era una situación extraña, pero... estaban tan a gusto.
-Bueno, deberíamos entrar.
-Esto.. Rach... -antes de que entrará, Finn cogió su mano, parandola.
- Dime. -La tonalidad de la cara de Rachel había subido a un suavizado rojo.
- Puede que te parezca raro, pero.. quizás podríamos salir un día. Tú y yo.
- Eh, claro. Estaría bien..
- Sé que puede ser un plan poco casual pero, quizás te apeteciera venir conmigo mañana por la mañana a hacer algo de ejercicio.
- Guau, es el plan más extraño que me han propuesto para una cita -rió Rachel para suavizar un poco la tensión del momento.
- ¿Quién ha dicho que sea una cita?
- Eh... -Vaya, acaban de dejar cortada a la desvergonzada Rachel Berry.
- Es una cita, eh. ¡Es una cita -dijo alzando las manos calmando a la chica.
-Idiota -le dio un leve golpe en el brazo, y abrió la puerta para adentrarse en el local.
'¿Una cita con Finn Hudson? ¿Qué acaba de ocurrir, Rachel Berry?' pensó Rachel aun asombrada por lo que acababa de suceder allí fuera. 'Yo, que siempre he criticado a Finn como la que más. Que no podía ni verle, y acaba de haber un tonteo claro, con cierto acercamiento y ... ¡FINN HUDSON! Tengo que hablar con las chicas, ¡ya!'
- Bueno, ¿pero qué ha pasado? ¿Has integrado bien a Finn, Rachel? -bromeó Santana.
- Parece que a mi madre no le gusta la ropa sucia... -Finn percató la rojez de las mejillas de Rachel, y llamo la atención de Santana.
-¿Ropa sucia? -Parece que Puck acababa de recordar algo- Creo que a mi madre tampoco le va a gustar.
Todos estallaron en una fuerte carcajada al ver a Puck, y se olvidaron de la broma, casi real, que había hecho Santana. Pero Quinn y Kurt conocían bien a Rachel, y sabían que algo había pasado y se quedaron mirándola fijamente. 'Luego os cuento' movió la boca Rachel para que se calmarán.
Fin de la noche. Había sido increíble. Todos habían estado muy a gusto, y tenían grandes esperanzas de que esto fuera bien, ahora que Finn estaba unido de verdad. Este, por su parte, había pasado una de las mejores tardes de su vida. Amigos, canciones, cena... incluso había habido un tonteo con Rachel Berry. Un sueño.
Se despidieron todos, yendo cada uno a sus casas, bien en bus, bien andando o bien en el coche de sus padres.
Rachel fue la primera en bajarse en el bus. Se despidió de Tina, Mike, Mercedes y Brittany y salió con un gracil salto hacía su casa. La verdad que la parada de bus la dejaba increíblemente cerca.
Una vez allí, fue a avisar a sus padres de que ya había llegado, los cuales estaban dormidos en el sofá. Como si ella fuera la madre, los mando a la cama, y les dio un beso a cada uno, metiéndose en su habitación. Tras su ritual matutino, saco las cosas del bolso, y vio que tenía un mensaje en el móvil. ¿Un número desconocido?
'Mañana a las 8h30. Espero que no se te haya olvidado nuestra 'cita'. Buenas noches. Finn'
Sonrió divertida negando con la cabeza.
'¿En que momento te he dado yo mi número? ¿Dónde quedamos? Rachel'
Casi al instante el móvil vibro.
'El truco de: Kurt, ¿puedes darme los números de la gente del Glee club? No tengo ninguno. A las 8h30 pasaré por tu casa. No te duermas o tiraré la puerta abajo. Finn.'
Claro, casi había olvidado que Kurt y él vivían bajo el mismo techo desde que él padre de Kurt y la madre de Finn se casaran.
'De acuerdo, se puntual. Como no estés a y media me vuelvo a la cama. Buenas noches. Rachel'
Dejó el teléfono encima de la mesilla y puso la alarma en su reloj. A las 7h30 estaría bien para poder desayunar y prepararse. Apagó la luz, y se deslizó por la cama, repasando todo lo que había pasado en el día de hoy, y poco a poco se quedo totalmente dormida.
Hola. Bueno, este es el primer capítulo de mi historia. Soy nueva por aquí, así que no sé muy bien como va esto, pero mientras yo me dedique únicamente a escribir la cosa va bien. Mi idea principal es centrarme en la historia Finchel, pero no descartaré mezclar historias de otros personajes aquí, para que no sé haga muy monótono.
Si os gusta, me gustaría que me avisarais con un comentario o... lo que sea que haya aquí. Un abrazo y gracias si has llegado hasta aquí.
