Universo: Manga/Anime.
Spoilers: Referencias al arco de Kamui.
Advertencias: Ninguna.
LAS MANZANAS DEBERÍAN SER CONSIDERADAS LA FRUTA DEFINITIVA
[Viñeta]
Está claro que al séptimo escuadrón del Harusame no le importan los cumpleaños así como tampoco le importan al líder del Kiheitai y a la gran mayoría de sus miembros. A decir verdad, tampoco al capitán de los Yato le importan o le interesan, pero hoy es primero de junio y, aunque no es algo de lo que él haya querido acordarse, lo ha hecho al mirar el calendario gregoriano en una pila de papeles en la que debería ser su oficina.
Para ser sinceros, a los Yato les vale tres pepinos agrios tener un cumpleaños. Algunos ni siquiera conocen su fecha de nacimiento. Vamos, ni siquiera tienen apellido. Asimismo, al no tener un hogar como raza, no en todos los planetas los días duran las mismas horas ni utilizan el mismo sistema para medir el tiempo. Es pura coincidencia que el planeta en el que Kamui y Kagura hayan nacido se utilice el calendario gregoriano, los días duren veinticuatro horas y los años trescientos sesenta y cinco días al igual que en la Tierra.
Kamui sabe que están a primero de junio porque el calendario tiene tachados todos los días anteriores con unas rojas equis. Supone que debe ser cosa de Abuto, quien es el que pasa la mayor parte del tiempo en el despacho del capitán. Para qué necesita Abuto un calendario gregoriano es algo que realmente no le interesa. Tal vez sea para agendar citas con otros miembros del Harusame.
Regresando a la fecha, 'hoy' (que al estar en el espacio el sentido de la palabra hoy se diluye con facilidad) es el cumpleaños de Kamui y, como se dijo antes, no es que a Kamui le importe o tenga interés en él, pero un recuerdo vago, un pensamiento que no debiera estar allí pero igual está, cruza por su mente: a su hermana menor le gustan los cumpleaños. O al menos le gustaban.
Cuando eran pequeños, su madre señalaba con un marcador amarillo la fecha de nacimiento de sus hijos en un calendario para nunca olvidarla. Kamui a menudo se preguntaba cómo podían olvidar tal cosa si Kagura se la pasaba hablando de eso durante un mes entero precedente al acontecimiento. Era un cúmulo de energía y balbuceos que bien podría haber empleado en volverse más fuerte.
Con facilidad, Kamui deshecha el pensamiento sobre su madre, su hermana y los cumpleaños. Puede que sea primero de junio, su cumpleaños, pero celebrarlo no es algo que necesite ni quiera hacer. Él está por encima de esas pequeñeces, de esas tontas debilidades que limitan su fuerza y lo vuelven más débil. Aun así, Kamui se dirige a la cocina de la nave y toma una sola grande y roja manzana, como aquellas que su hermana menor solía entregarle para conmemorar su nacimiento cada año a falta de un regalo mejor.
Es su cumpleaños después de todo. No puede romper la tradición
[FINAL]
[Notas y aclaraciones]
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, KAMUI BASTARDO INFELIZ! ¡Ya vuélvete bueno para que pueda amarte… más!
Scrivener me marca 504 palabras. A penas y cuenta como una viñeta y no como un drabble.
¡Besos embarrados de Nutella para todos!
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