Sinopsis:
¿Qué pasaría, si los personajes principales, y varios de nuestros favoritos de Death Note, fueran al mismo instituto? En un mundo en el que la Death Note nunca apareció, y los Shinigamis no son nada más que leyendas urbanas, Misa Amane se pregunta por qué su último año no está saliendo como ella esperaba. Por qué su Light no quiere saber nada con ella, y por qué últimamente no puede sacarse de la cabeza a ese idiota de Ryusaki.
Antes de leer:
21/11/2017
Hola a todos mis lectores. Antes de explicar de qué se trata mi historia, voy a hacer un anuncio:
En este momento me encuentro escribiendo el final alternativo de la misma (100 things), pero, digamos que decidí intercalar, y voy a comenzar a editar 10 things I hate about L.
Será de a poco, y se darán cuenta porque voy a dejar la fecha en que se editó al principio de cada capítulo.
Ahora sí, espero que disfruten esta versión un tanto más actualizada. Saludos.
Soy una gran fan de Death Note, y, básicamente se me ocurrió esta idea cuando encontré la foto que esta de perfil en esta historia.
Este va a ser mi primer fanfiction oficial, y el primero que voy a publicar. Así que si notan pequeños errores, por favor tengan un poco de consideración. Aun así voy a hacer lo mejor posible para apegarme bien a las personalidades de los personajes, tratando de no cambiar mucho su manera de actuar. También prometo que esta historia va a tener un principio y un final. Me he topado con muchas historias que son buenas, pero que nunca están terminadas, salvo dos o tres. Así que les prometo, que aunque me cueste la vida, voy a terminarla.
Voy a advertirles que, a esta trama salir de mi cabeza, va a ser mucho más ligera que la original de Death Note. No va a tener tragedias, y básicamente es una historia de humor y amor, ya que Kira no va a estar presente. Aunque voy a mantener las características de los personajes igual, al menos de los más importantes, y voy a adaptarlos a mi historia conforme a como aparezcan. De eso pueden estar seguros.
Bueno, básicamente esta es una historia de L y Misa, pero voy a tratar de incluir a todos los personajes, y tratar también de sus vidas. Así que descuiden, no voy a menospreciar a ninguno de los otros geniales personajes de Death Note.
Bien, ahora unos pequeños puntos a aclarar, y ya los dejo tranquilos para que puedan leer.
Esta historia es un AU, como especifiqué antes. Se ubica en el mismo lugar que Death Note, pero es una trama completamente diferente. Los Death Note aquí no existen
OoC (aunque trataré que no demasiado) y puede haber OC en el futuro, pero aclaró desde ahora, uno de ellos no me pertenece.
Las letras en cursiva son para pensamientos de ese personaje. Voy a narrar en tercera persona.
Esta historia no es K por una razón. Puede incluir mal vocabulario, y aún no estoy segura si lemon. Eso tendré que verlo con el tiempo.
Lamentablemente, Death Note, tampoco me pertenece. Solo esta trama que surgió un día en mi cabeza.
Sin más preámbulos, y espero que les guste, aquí lo tienen:
"Aparenta ser lo que quieras, solo conseguirás rodearte de gente que quiere a una persona que no existe"
-Misa Amane.
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Capítulo 1:
El día, como todos los días, había comenzado normal para Misa Amane.
Era lunes; y era su primer día de otro año escolar.
Su último año.
Con una sonrisa de oreja a oreja se levantó de la cama, se duchó, y luego preparó sus cosas para afrontar aquella brillante mañana.
La sonrisa en su rostro no se le borraba por nada del mundo. Cuando la rubia estaba feliz, parecía como si rayos de sol destellaran de todo su ser.
Se puso el uniforme, y se maquilló, mientras caía en la cuenta de que este en serio era su último año. Luego de esto, tendría que entrar a la vida adulta. Estudiar en la universidad, trabajar, luego casarse y formar una familia…
Su sonrisa no podría haber sido más grande.
:- ¡Misa, baja a desayunar!
Ese gritó la sacó de sus pensamientos. Terminó de preparar su mochila, y bajó las escaleras para encontrarse con Natsuki, sirviéndole el desayuno.
:- Vamos niña, no quieres empezar el primer día llegando tarde, ¿o sí?
Misa la saludó y sentó para comer un poco de cereal que la mujer le había servido. Ella no era fan de los desayunos a gran escala: de los pasteles, o los chocolates. Mejor dicho, de las cosas dulces en general. Su sueño era ser modelo, y si quería triunfar, tenía que empezar trabajando duro desde ahora.
:- ¿No tienes hambre?- Le preguntó Natsuki cuando vio que no había comido casi nada.- ¿Te sientes bien, pequeña?
:- Por supuesto que sí, nana.- Le dijo Misa, con una sonrisa en el rostro.- Solo estoy un poco emocionada porque hoy es mi primer día, nada más.
El rostro de la mujer se tranquilizó un poco. Despidió a Misa con un beso en la frente, deseándole un buen día.
Natsuki siempre era así con Misa. Luego de la muerte de sus padres, la rubia se había quedado sola, ya que no tenía ningún familiar que se pudiera hacer cargo de ella.
Pero en vez de ir a un orfanato, como la mayoría de los niños, la señora Natsuki, que era amiga de los fallecidos padres de Misa, se ofreció para ser su tutora legal.
La mujer siempre fue una persona tranquila. No estaba casada ni tenía hijos, por lo que dedicó todo su tiempo a la crianza de la pequeña Misa.
Ella siempre estuvo agradecida con Natsuki. Estuvo para ella cuando no tenía a nadie, y la ayudó en momentos que resultaban ser muy difíciles para una niña.
Así que, sí, Misa está en deuda con esa mujer.
Acomodó su mochila, y se dirigió a su escuela: la preparatoria Daikoku.
Siendo su último primer día, Misa tenía un montón de proyectos y actividades pendientes. Después de todo, ¿Quién dijo que ser capitana del equipo de porristas, y presidenta del consejo de alumnos era una tarea sencilla?
Recordó con nostalgia el día en que la habían elegido capitana. Había sido una experiencia hermosa, con todas las demás porritas apoyándola. Y no solo eso, sino que semana después, ¡salió elegida como representante del alumnado!
Quién lo diría…
Llegando al instituto, que por suerte no estaba muy lejos de su casa, saludó a todos los alumnos con los que se cruzó en el camino, y se dirigió a clase. Ella era un de las que siempre llegaban primeras, de eso no había duda. Pero había una razón oculta detrás de su buena intención de llegar a tiempo…
Su príncipe azul, su caballero, su todo en el mundo:
Light Yagami.
Light era el todo para Misa Amane. Él era perfecto.
Mejor estudiante, número uno en el tenis, vicepresidente del consejo (había solo unos cinco votos de diferencia entre ellos dos), y uno de los más atractivos y populares chicos de todo el instituto.
Cabello castaño y ojos del mismo color; que, cuando te miraban, parecían estar perforándote el alma. Si, Misa estaba completamente enamorada de Light Yagami.
Pero había un pequeño problema… ella no sabía si él le correspondía.
Había sido su interés romántico desde el año pasado (aunque venia echándole el ojo desde jardín de niños), pero la única vez que le había preguntado si quería salir con ella, él se había negado. Excusándose en toda la tarea que tenía que hacer, y que no tenía tiempo para perder con chicas.
Esto le había afectado enormemente. Haciendo que no solamente su interés en Light creciera, sino que uno de sus objetivos para ese año, sea lograr que el chico se convirtiera en su novio.
Y Misa era muy sumamente perseverante cuando se proponía algo.
Sin embargó, el suceso que le siguió luego de entrar al aula, fue uno de los primeros que llevaron a que el día sea… sumamente extraño.
Sentado en el primer banco no se encontraba su querido Light. Había otra persona ocupando su lugar. Una que Misa-Misa jamás había visto en toda su vida.
Y, si lo hubiese hecho, lo habría recordado. Una persona con esos rasgos no se olvida tan fácilmente.
Tenía el pelo negro, como el carbón. Despeinado y completamente fuera de lugar, pareciera que no había tocado un peine hacia años. No vestía con el uniforme de la escuela: llevaba unos jeans holgados y una camiseta blanca. Otra de las cosas que le llamaron la atención a la rubia era su forma de sentarse. Le recordaba mucho a un personaje de una película, "Tarzán," el hombre mono. Con las piernas subidas a la silla y en lo que podría decirse posición fetal, le resultaba bastante incómodo pensar que estaba sentado así por gusto.
Pero lo último, que fue lo que no pudo sacar de su mente, eran sus ojos. Había estado leyendo un libro, pero cuando escuchó a Misa entrar, dejó de leer y la observó detenidamente. Como un animal salvaje a su presa, a punto de atacar. Estos eran negros, y tenía ojeras muy notorias, que contrastaban enormemente con su piel blanca.
Misa jamás había visto a alguien así. De lo contrario, lo recordaría.
Ella se le quedó mirando por un largo rato, aunque el chico no hizo lo mismo: una vez que se dio cuenta que no estaba solo, volvió a su lectura.
Misa se estremeció.- Vaya rarito.- pensó, mientras se dirigía a tomar asiento.
Esperó en silencio, hasta que sonaron las campanas y todos los alumnos entraron a clase, seguidos por el profesor.
Al entrar, la mayoría se quedó mirando al extraño chico, pero luego fueron tomando sus respectivos asientos, exactamente como lo había hecho ella.
Justo cuando pensó que Light no iba a aparecer, lo vio entrar mientras le pedía una rápida disculpa al profesor por llevar tarde. Una sonrisa apareció en su rostro. Estaba igual de perfecto que siempre, con su cabello peinado y uniforme arreglado, parecía que estaba por asistir a una entrevista de trabajo.
Al pensar en eso, no pudo evitar mirar de reojo al que seguía sentado en el primer banco; aún seguía inmerso en su lectura. Y este, al contrario de Light, no estaba para nada arreglado. Parecía estar de pijama.
Light miró al chico extrañado, y luego molesto. Misa pensó que esto se debía a que este se encontraba en el lugar de Light. Pero luego, el castaño se encogió de hombros y se fue a sentar al único lugar que quedaba libre: justo al lado de Misa.
Tal vez la llegada de este rarito sirva para algo.- pensó sonriendo, mientras intentaba iniciar una conversación con quien sería su futuro novio:
:- ¡Hola Light! ¿Cómo te han tratado las vacaciones?- le preguntó Misa con una gran sonrisa en el rostro. Si seguía así ya iba a tenerlo conquistado para el fin del semestre…
:- Eh… supongo que bien, Misa ¿A ti?- Parecía un poco nervioso, y eso hizo a Misa le pareciera todavía más tierno. Se notaba que no tenía mucha experiencia con mujeres…
:- ¡Perfecto! Aunque estoy bastante feliz de volver a la escuela ¿sabes? Este es nuestro último año, así que creo que debemos estar preparados para…
Misa no pudo terminar su frase, ya que el profesor le indicó a toda la clase que guardara silencio. Light dio un suspiro de alegría, tratando de que Misa no lo notara. Quería evitar todo el posible contacto con ella. No es que no le cayera bien, solo que a veces podía ser tan… pesada.
:-Muy bien, muy bien, voy a pedirles que hagan un poco de silencio por favor.- Todos hicieron caso, mientras el señor Takisama se acomodaba en su escritorio.- Como todos saben, este año va a ser bastante movido. Ya que, bueno… es su último año de instituto.-El profesor fue interrumpido por gritos y chiflidos de todo el alumnado. Se rio mientras volvía a pedir un poco de orden.- Si, si deben estar emocionados, lo sabemos. Pero aun así no deben dejar de lado sus exámenes. Recuerden que eso es muy importante para su futuro…
Misa había dejado de prestarle atención. Cada año era la misma charla, y a Misa siempre le aburría. Se giró y vio que Light escuchaba con mucha atención lo que decía Takisama, así que decidió volver a escucharlo.
:- … Bueno, ahora voy a presentar a un nuevo alumno que supongo ya todos vieron.- ahora Takisama se dirigía al chico extraño.- ¿Podrías venir adelante?, solo para poder presentarte con el resto de la clase.- el chico asintió y dejó su libro en la mesa. Ahora Misa podía notar que era bastante alto, pero caminaba encorvado, haciéndolo parecer más petizo.- Este es Hideki Ryuga, estudiante de intercambio. Nos estará acompañando por este año, así que espero que se lleven bien. ¿Algo que decir?- Le dijo al chico. Este negó con la cabeza.
:- No realmente.- varios soltaron comenzaron a cuchichear por lo bajo. Definitivamente no era el tono de voz que esperabas para un adolescente de diecisiete años.
:- Entonces eres libre de sentarte.- Ryuga asintió y se dirigió de nuevo a su asiento, sin darle importancia a las miradas de casi toda la clase sobre él.
¿Hideki Ryuga? He escuchado ese nombre antes.- pensó Misa, mientras trataba de recordar de dónde demonios había…
:- ¿No es el mismo nombre que el cantante…?- Oyó decir a Light en voz alta. Misa asintió; el chico la miró de reojo.
¡Entonces de ahí es de donde lo sé! Tiene el mismo nombre que el cantante Hideki Ryuga. Que extraño…- pensó la rubia mientras el profesor daba indicaciones de los ejercicios que tenían que hacer.
Cuando terminó la hora, los alumnos se fueron retirando uno por uno; seguidos por el profesor. Pero Misa sabía que su Light siempre era el último en salir, así que se decidió por esperarlo. Iba a poner el plan en marcha desde el día uno, no podía permitirse perder ni un solo segundo.
Lamentablemente, y cuando le cueste creerlo, esta vez Misa se equivocó. Light no fue el último en salir, Hideki Ryuga aún seguía en el salón.
¡Quiero un momento a solas con mi Light! ¿Qué estas esperando? ¡Vamos, vete!
Sin embargo, Misa sabía que el chico nuevo no iba a poder leer su mente. Así que, aunque con sus más grandes fuerzas le proporcionó miradas de odio y mensajes con diversos insultos en su cabeza, el chico seguía guardando sus cosas a la velocidad de una tortuga.
Mientras tanto, Light ya estaba listo. Se despidió rápido de Misa, y sin más preámbulos la dejó sola de nuevo con el chico freaky.
Ella lo miró con odio, pero él no pareció inmutarse. ¡Acababa de arruinarle su plan! ¿Qué acaso no sabía que ella era la chica más popular? Podría hacerle la vida imposible en este último año, con solo mover su dedo meñique.
Oh, pero ya iba a ver ¡nadie le hace eso a Misa Amane! Ella…
:- Disculpa.- Dijo el chico interrumpiendo sus pensamientos.- ¿Tengo algo en rostro?- movió la cabeza para un costado, inocentemente.- O, si no es eso… ¿acaso te gusta lo que ves?- la movió para el otro lado.- Has estado mirándome fijamente por al menos cinco minutos.
Las mejillas de Misa se tornaron de un pequeño color rosado, Ryuga seguía mirándola como si nada. Tenía una expresión de aburrimiento en el rostro, mientras Misa se moría de vergüenza.
:- Yo…
:- Si el caso es lo primero, iré al baño. Gracias.- Empezó a caminar hacia la salida, pero comentó antes de partir.- Si por alguna razón fuese la segunda opción, debo decirte que me siento halagado. Pero no me interesa.- se despidió con un gesto de su mano.- Hasta luego.
Misa se quedó perpleja. No podía creer lo que acababa de pasar.
Ese… idiota no solo había arruinado sus planes con Light, sino que la había rechazado a ella, a Misa Amane, sin que ella si quiera se le hubiese propuesto.
Ahora estaba mucho más enojada que antes.
¿Quién demonios se creía ese tonto para tratarla como a una estúpida?
Pero si creía que eso iba a afectarle, estaba completamente equivocado.
Levantó la cabeza, se arregló el cabello, y con toda naturalidad salió del salón de clases, como si nada de lo ocurrido anteriormente hubiese pasado.
Si ese don nadie cree que puede tratarme así está muy confundido.- pensó Misa, mientras dejaba las cosas en el casillero.- Ya pronto verá, tendré a mi amado Light rendido a mis pies. Y su vida aquí será miserable. Nadie se mete con Misa Amane. Nadie.
Vas a lamentar haber pisado esta escuela, Hideki Ryuga.
Muy bien, espero que les haya gustado. Voy a aclarar unas cosas antes de partir, que creo que deberían entender.
Primero, Light no es Kira. Eso había quedado claro. Por lo cual, su personalidad va a ser la que tuvo cuando perdió los recuerdos de la Death Note. Y por si mal no recuerdo, el trataba a Misa respetuosamente. No la amaba, pero tampoco coqueteaba con ella ni la usaba para su propio beneficio. Por eso puede ser que en esta historia Light se vea un poco nervioso cuando Misa está cerca. Ya que, aunque él no la quiere, tampoco quiere hacerle daño.
Por otro lado, Misa. Puede ser que la noten un poco irritante y exagerada al comienzo, y eso significa que esto haciéndolo bien. Seamos sinceros, Misa es irritante y exagerada. Pero no crean que va a ser igual de insoportable en toda la historia. Si puedo hacer que su amor por Light cambie, también puedo hacer que mejore un poco de su personalidad. Eso sí, sin salirme de personaje. Puede ser que ya jurar venganza contra L en el primer capítulo sea un poco apresurado, pero ella es extremista. Ya se va a dar cuenta de que está siendo algo exagerada, y va a cambiar, se los aseguró.
Bueno, por último, el tema de nuestro querido L. Si tenían alguna duda, o no se acuerdan, Hideki Ryuga era uno de los nombres falsos que L tenía, y que usó para presentarse la primera vez con Light y Misa. ¿Por qué no puse su nombre de verdad, si la Death Note no existe? Ya lo verán más adelante.
Oh, y para que no se hagan una ensalada cerebral pensando de porqué L está en el mismo año que Misa y Light si él es mayor, bueno en este fic Light y Misa tienen 17, y L 18.
Dicho todo esto, les doy las gracias a todos por leer. La verdad que me pone muy feliz ver gente que disfruta de lo que a mí me encanta.
¡Nos leemos pronto!
-Vigigraz
