Texto en Cursiva: Narración en un espacio de tiempo distinto o recuerdos.
0.- PrologoLa vida de la mafia esa que habían decidido llevar para supuestamente cambiarla desde dentro se había tornado mucho más complicada y peligrosa a medida el tiempo avanzaba.
Algunos seguían viviendo en Japón, otros habían dejado todo atrás, y otros simplemente se encontraban de viaje en viaje.
Tsuna tuvo que mentirle a su madre y decirle que acompañaría a su padre en un viaje de trabajo, tuvo que usar la mentira que mas odiaba, después de todo seguir los pasos de su progenitor era algo que realmente le costó, lo más difícil era dejar a esa mujer que tanto amaba atrás a base de mentiras. Pero era su responsabilidad estar ahí en Italia y aprender lo más importante cerca de quien era la mejor persona para enseñarle, el noveno. A sus 17 años tuvo que convertirse en un adulto lo quisiera o no.
-Juudaime, las tareas que me envió a hacer están listas, los informes están aquí-le extendió una carpeta.
-Gracias Gokudera-kun-le sonrió cansado.
-Debería de descansar por ahora, ha hecho muy bien su trabajo, no es necesario que…
-Quiero poder viajar a casa pronto, si termino todo de forma más diligente quizá pueda ir
-Todos han ido al menos una vez, entiendo sus ganas de visitar Namimori, lo ayudare mas si es necesario, por favor solo dígamelo
-También tienes que ser serio con tu trabajo Gokudera-kun, porque vendrás conmigo
-¡Lo hare Juudaime!-dijo realmente decidido y emocionado por ser considerado.
Gokudera se había grabado en su cabeza que nada de lo que quedaba en Japón era importante, que todo lo que dejaba atrás para acompañar a Tsuna en su viaje prácticamente definitivo a Italia era insignificante para él y claramente lo habría sido si no se hubiese encontrado con cierta chica el día que partía a Italia.
Tuvo que salir a comprar algo para su último almuerzo en Japón, si bien podía ir a casa de Tsuna para comer con todos, decidió quedarse en su departamento, y aunque fuera completamente solo se excuso diciendo que tenía que terminar de ordenar sus cosas.
Caminar por prácticamente ultima vez por esas calles se sentía en parte bastante nostálgico, si bien se repetía que nada había ganado sentido para el mas que haber conocido a Tsuna, sabía perfectamente que eso no era así, había logrado divertirse más que nunca, conocer gente con la cual peleaba constantemente pero se habían terminado convirtiendo en algo sumamente importante para él, extrañaría esos tiempos tranquilos, extrañaría esa pacifica ciudad.
-¿Gokudera?
Se giro impresionado, no esperaba encontrarse a nadie y mucho menos a la castaña que estaba frente a él. Usaba ropa bastante ligera después de todo estaban en un pleno de verano, aunque su rostro no se veía tan luminoso como había acostumbrado a ver día a día.
-¿Por qué estás aquí? Creí que estarías en casa de Tsuna-san
-Estoy terminando de ordenar mis cosas, fui por almuerzo a la tienda-le mostro la bolsa de forma despreocupada.
-Es bastante triste que se vayan así de precipitado-susurro bajando su mirada.
-Juudaime tiene que cumplir con sus responsabilidades, por eso me iré con él para ayudarlo
-Me encantaría poder seguirlos
-Serías una molestia si lo haces
-Lo sé-sonrió con sus ojos llenos de lagrimas, había levantado su mirada para mirarlo-Gokudera-camino para tomar el brazo de la tormenta de Vongola-por favor cuida de ti en Italia, cuida de Tsuna-san también, pero sobre todo cuídate
-¿Eh?-se impresiono por las palabras que Haru le había dicho, se veía desesperada, pero con esa preocupación, con ese miedo logro remover algo dentro de él, algo que jamás espero-voy a cuidarme-dijo bajando su mirada avergonzado.
-Prométemelo-le dijo para acercarse y mirarlo fijo a los ojos, logro sonrojarlo, aunque ella ni siquiera tuvo para eso, solo quería escuchar una respuesta.
-Lo… prometo
-Te creeré-se alejo de él para mantener una distancia normal, y entonces le sonrió, incluso seco sus lágrimas con su manga-no se olviden de los que quedamos aquí, visítennos
Gokudera solo asintió, tras eso Haru sin siquiera pensar bien en lo que hacía, tomo el brazo de la tormenta para hacer que se agachara un poco para quedar a su altura y le dio un beso en la mejilla, tras eso huyo dejándolo ahí totalmente sonrojado e impresionado por lo que acababa de suceder.
De solo recordar ese último encuentro se sintió un poco nervioso, al volver la vería nuevamente y quizá los sentimientos que habían nacido en él en los últimos meses harían de todo una relación mucho más complicada, pero deseaba verla, quería poder reunirse con ella nuevamente. Trabajaría diligentemente así como su cielo lo hacía, porque el también tenía razones para viajar a Namimori.
Espero la historia sea de su agrado, intentaré actualizarla constantemente...
Gracias por leer~
