Feliz Cumpleaños (un poco adelantado) Em Hatake
La lista apoteósica de Naruto
Todo comenzó una fatídica noche de verano, y fatídica no porque este sea un fic de miedo o misterio, sino porque ese día ese par de inútiles iban a tener una conversación que jamás sabrían que tendría unas consecuencias tan horribles, como las que se darían varios años más tarde.
-¡Sasuke! Eres mi mejor amigo.
No hace falta decir que el Uchiha había decidido ayudar a Konoha a acabar la guerra, y todo el mundo, místicamente, parecía haber olvidado que había sido un traidor todo ese tiempo. También tenía algo que ver que estuviesen celebrando el fin de la matanza con mucho alcohol. Y cuando digo mucho, me refiero a cantidades obscenamente grandes de este líquido, tanto que incluso dos menores, como Naruto y Sasuke, fueron incapaces de encontrar algo de beber que no fuese alcohólico.
Quizás Kakashi tuvo algo que ver, ya que les dijo que ese líquido transparente que olía fuerte era agua, aunque sospechosamente en la botella estuviese escrito el rótulo "tequila". De cualquier manera, Hatake nunca confesaría nada, quizás porque también estaba borracho como una cuba, como casi toda la aldea en ese momento.
-¡De toda la vida!
Tampoco hace falta decir que el tono del rubio era más bien ebrio.
-¡Y tú el mío!
Y el del Uchiha era poco más de lo mismo, sino no se podía explicar que ambos llevasen más de una hora abrazados con una botella, ya estaban suficientemente borrachos como para que no les importase dejar de buscar agua, y que estuviesen dando tumbos mientras hablaban de esa cándida y preciosa amistad que había compartido, ignorando la parte en la que Sasuke se había ido, había intentado matar a Naruto, a Sakura, y a saber cuánta gente más.
Pero, ¡oh, vamos! Estaban borrachos, ¿cómo se iban a acordar de eso? Ahora eran muy felices.
-¡Soy muy feliz, Sasuke! –y apretó a su amigo en un abrazo.
-¡Yo también!
La mar de felices.
Y ahí fue cuando sucedió ese elemento que iba a cambiar el resto del curso de sus vidas.
-¡Sasuke! –exclamó con la típica solemnidad de alguien cuando se está muriendo o de alguien que va a descubrir una filosofía nueva.
-¡Naruto!
-¡Sasuke!
Y así estuvieron un par de minutos como dos borrachos idiotas.
-¡Cuando cumpleaños dieciocho años si no…!
Pero avancemos a ese día en el que Naruto cumplía sus dieciocho años. Aunque Sasuke los cumplía antes, ambos decidieron que como buenos amigos (y para nada gays) celebrarían su mayoría de edad cuando los dos los tuviesen, y ahí estaban, con su tarta, sus velas, todos sus amigos, y sin ninguno de los dos recordar lo que dijeron ese día
Y Naruto sopló las velas y se levantó de un salto.
-¡Ya soy mayor de edad! –exclamó
Como si el resto del día no lo hubiese sido, pero bueno, Sasuke no se lo tuvo en cuenta, porque sabía que su amigo seguía siendo igual de imbécil por mucho que pasasen los años, y quizás por eso al Uchiha le gustaba tanto ese rubio escandaloso de ojos azules.
Aunque, por supuesto, no de una forma homosexual. Para nada.
-¡Sasuke!
Su mejor amigo se quedó mirando como se subía sobre la mesa, con los ojos relucientes y una pose estúpida (y erótica, porque para el Uchiha todo Naruto era erótico), y sin más explicaciones le plantó delante una lista interminable.
-¿Has aprendido a escribir, Naruto?
-¡Sí!
Se escucharon risas de todos sus amigos, y entonces el rubio se dio cuenta de que le había insultado, por lo que se lanzó encima de su amigo, que le esquivó, acabando por los suelos, como siempre que intentaba pelear con su amigo mayor.
-¡Desgraciado!
El moreno se cruzó de brazos y entonces el rubio decidió que ya era hora de que dijese lo que tenía en mente.
-Ese papel –señaló al amasijo de papeles con letras que parecían egipcias -, es la lista de cosas que quiero antes de que pase el día de mi cumpleaños.
-Naruto, son las once de la noche –le recordó su amiga del pelo rosa.
Y ahí el rubio advirtió que había cometido un error de cálculos en sus planes, pero no por eso se puso triste, sino que recompuso su rústico discurso, y recuperó su entusiasmo habitual.
-De aquí a mañana a las doce de la noche –se corrigió -, quiero hacer todas las cosas que hay en esa lista.
-¿Qué se supone que son?
-Las cosas que pueden hacer a partir de tu mayoría de edad.
Todos sus amigos exclamaron un "¡Aaaah!" e intentaron empezar a descifrar lo que había en ese pergamino, riéndose con alguna de las cosas que había inscritas en ellas, mientras su mejor amigo no movía ni un solo músculo, pensando que eso iba a ser una mala idea, la madre de la malas ideas, la reina de las malas ideas… Y demás superlativos porque el pensamiento del Uchiha es muy recargado.
-¡Para empezar!
-Naruto, ¿aquí pone follarme a una cabra?
-¿Qué? ¡No! –echó a correr y les quitó el papel a sus amigos -, ¡no sabéis leer!
-¿No será que tú no sabes escribir?
-¡Cómo va a ser eso!
El rubio puso una mueca de sentirse ofendido, cruzándose de brazos, inflando las mejillas, y mirando a otro lado, justo igual a como lo hacía cuando tenía diez años menos, consiguiendo solamente que sus amigos se riesen a carcajadas por ese gesto tan cómico e infantil, pero sobre todo infantil.
-¡Para empezar! –retomó su discurso anterior -, ¡me quiero pillar una borrachera tremenda!
-¿No lo hicisteis cuando Sasuke regresó? –les recordó Sakura.
-Es verdad –asintieron sus amigos.
-Y ese día prometieron que…
-¡Hola, chicos! –llegó Kakashi.
-¡Llegas tarde! –chillaron todos.
-Qué va, llego en el momento apropiado –sonrío con picardía.
-¡Emborracharme! –exclamó el rubio que se sentía ignorado.
-Pues emborráchate –le contestó su mejor amigo.
-Quiero que hagas las cosas de la lista conmigo –le dijo el rubio.
Y claro, ese comentario no era para nada homosexual.
-¿Y yo por qué tengo que hacer esas cosas contigo?
-¡Porque! ¡Porque…! ¡Anda vamos!
Y el rubio cogió a su amigo por el brazo y lo arrastró hacia el primer bar que encontró, mientras sus amigos, en el fondo, agradecían que alguien más o menos lógico fuese con Naruto, sino a saber dónde y cómo aparecería al día siguiente, aunque eso tampoco aseguraba nada.
-¡Invito yo!
Al principio Sasuke se negó a beber, pero cuando Naruto ya llevaba la tercera ronda, decidió que quizás sí debería dejarse emborrachar, ya que sospechaba que el rubio planeaba llevarle a muchos sitios, y a menos que tuviese la suficiente cantidad de alcohol, probablemente acabaría volviéndose loco al ver a su mejor amigo hacer tantas tonterías juntas. Así que, simplemente, empezó por tomarse un chupito de absenta, y el resto ya fue entrando solo.
-¿Por qué empiezas emborrachándote? –quiso saber el moreno.
-Sino no tendré valor para muchas cosas.
Ya se empezaba a notar que el Uchiha tenía alcohol en las venas, ya que se estaba dignando a dirigir unas palabras no ofensivas al rubio.
-Pero luego no recordarás nada.
-¿Cómo que no? ¡Para eso te tengo a ti! –sonrío.
-Estoy bebiendo también.
El Uzumaki ladeó la cabeza, dándose cuenta de que en su plan había otra laguna más, pero hizo un gesto con la mano, diciéndole a su amigo que tampoco le daba demasiada importancia.
-Tendré a toda la aldea para que lo recuerde –asiente -, además, lo tacharé de mi lista.
Sasuke pensó si decirle que "tachar algo de su lista" no indicaría nada, pero también pensó que tampoco serviría de nada apuntar ese hecho, ya que seguro que su amigo, como era tan poco lógico (e imbécil) seguro que encontraría cualquier otra solución, así que simplemente lo dejó correr y siguió emborrachándose.
-¡Sasuke! Eres mi mejor amigo
Cuando el rubio dijo eso, su, efectivamente, mejor amigo dio por marcada la primera cosa de la lista y le sacó del bar, ambos dando tumbos, aunque él más o menos seguía manteniendo una parte de su cabeza en su sitio. Intentó tomar ese papel interminable para ver la siguiente cosa en él, pero acabó rindiéndose, ya que lo único que pudo ver claro fue un gato dibujo, muy mal.
-¡Ahora! –exclamó su amigo -, ¡a montar en poni!
Y, obviamente, fueron a montar en un poni, no obstante, Sasuke no sabía realmente por qué eso tenía que hacerlo al cumplir la mayoría de edad, pero supuso que en la alocada mente de su amigo tendría alguna clase de sentido, o ninguno en absoluto y en realidad se estaba inventando las cosas para hacer en esas 24 horas.
Lo siguiente que hicieron fue conducir un coche, momento en el que el Uchiha pasó mucho miedo. Su amigo no tenía carnet, no sabía conducir y encima estaba borracho, por lo que acabaron alunizando en una tienda, y huyendo como descosidos porque, sí, ir a la cárcel se podía hacer también siendo mayor de edad, pero en ese momento justo no le apetecía al rubio, así que se bebió una botella de Tequila y siguió cumpliendo cosas de su lista.
Más tarde compraron un paquete de tabaco y se lo fumaron entre los dos. Al tercer cigarro Naruto ya estaba asqueado y decidió que no volvería a fumar en su vida, pero después se giró a observar a su amigo, y se dio cuenta de lo sexy que estaba Sasule con un cigarrillo en los labios, lo que lo llevó a su siguiente punto en la famosa lista.
Le tiró del pelo, recibiendo una mirada cabreada Uchiha, pero tampoco pudo rechistar mucho, ya que su amigo le quito lo que tenía en los labios para fumárselo él.
-¿Qué haces?
-Compartir humo
Y entonces lo exhaló en la boca de su amigo, acabando rozando sus labios con los de él. Ni siquiera Naruto sabía si estaba en su lista probar el sabor del tabaco en la boca de alguien, pero simplemente lo hizo, besando los labios de Sasuke enredando sus dedos en la nuca de este, que se dejó dócilmente seducir quizás porque estaba un poco borracho, o porque esa era la excusa que tenía en mente para negarse a sí mismo que se muriese de ganas de acostarse con el rubio.
Se separaron, y claro, ese beso no tenía ningún sentimiento para ninguno, o eso dijo el rubio antes de tirar el paquete y seguir con las cosas de su papel.
Lo siguiente que hicieron, ya muy entrada la madrugada, fue entrar en una discoteca para mayores de edad, donde estuvieron bailando, si a eso se le puede llamar bailar, mientras seguían bebiendo para no perder la borrachera.
En algún punto, Naruto recordó, o se inventó, que también quería bailar pegado con alguien, así que le cogió por la cintura a su mejor amigo, y siguieron divirtiéndose sin poder evitar muchas veces, rozarse, sus manos, sus labios, sus caderas, pero en ningún momento dejaron de moverse al son de la música.
Lo cierto es que de tanto roce el Uchiha ya tenía un doloroso problema entre las piernas, pero como la discoteca estaba oscura, la música muy fuerte, y su amigo demasiado ebrio, consiguió que Naruto no se diese cuenta de su estado de ánimo en alza. El problema vino cuando el rubio, a las 7 de la mañana decidió que estaba agotado de tanto ajetreo y quiso salir del local.
-¡Qué cansancio!
Buscaron un lugar donde poder reposar, y acabaron como dos buenos borrachos que eran, en un banco en un parque tirados sin intentar mantener las maneras, o al menos esa era la filosofía de Naruto, ya que el moreno estaba sentado de forma distraída mientras daba gracias al cielo por el frío inusual que hacía en esa noche de verano.
Sasuke se quedó en silencio, frotándose las manos intentando que entrasen en calor, sin poner en ningún momento la vista en su mejor amigo por temor a que le volviese a encender. Al parecer, el alcohol no hacía al Uchiha más alegre, ni más llorón, pero sí más sensible ante los roces y recuerdos de que estaba falto de sexo, por no decir que todavía estaba por estrenarse.
Un sonido agudo y desagradable le sacó de su ensoñación, y frunció el ceño cuando se dio cuenta de que el chico que tenía al lado se había quedado dormido. El moreno siempre había soñado con tener un momento de intimidad con el rubio así, durmiendo los dos juntos, pero jamás pensó que podía estropear de esa forma una de sus fantasías. Una de tantas, y probablemente esa era la más inofensiva.
Sí, la mente de un Uchiha es perversa como la que más
En realidad se lo había esperado en el fondo de su alma. Si su mejor amigo era un ser insufrible y escandaloso, no iba a dormirse de una forma elegante y silenciosa.
A eso se le llamaba ser un iluso.
Desencantado de su fantasía, le dio una patada al rubio, tirándolo al suelo.
-¿Qué pasa? –dijo algo somnoliento desde su posición inferior.
-Te habías dormido.
-Lo sé.
Sasuke alzó una ceja, y se preguntó si estaría justificado propinarle otra patada más al rubio, pero entonces éste le sonrió y le dijo en un tono muy ebrio.
-Está en mi lista.
-¿El qué?
-Dormir en un banco tras una borrachera
-No te creo
Él se encogió de hombros, subió al banco otra vez y buscó postura.
-Nunca lo sabrás.
-Buscaré a alguien que descifre tu lista –le amenazó el moreno.
-Solo encontrará cosas sin sentido.
El Uchiha se levantó dispuesto a darle una coz a su mejor amigo, pero cuando el rubio lo vio lo suficientemente cerca, le agarró, cogiendo por sorpresa al moreno, y lo echó con él en el banco usándole de almohada.
-¿Qué haces? –se quejó intentando quitarle de encima.
-Dormir.
-Ya lo veo pero…
Pero ya era demasiado tarde, el rubio se había sumido en un profundo sueño, aunque esta vez sin roncar, así que el otro rodó los ojos y pensó que se conformaba con que no estuviese emitiendo ese sonido que le taladraría los oídos.
Hola, hola. Antes de nada me disculpo por subir antes este fic, cuando lo suyo sería subirlo hoy a las 00:00, peeeeeeeeeeero estos días no estoy en casa, y a riesgo de no poder subirlo en su momento, prefiero hacerlo de adelanto.
Muuuuuuuuuuuuuuuuchas felicidades Em, eres un amor, te ailoviu, y espero que te guste (o al menos que te rías XD)
¿Quejas? ¿Sugerencias? ¿Peticiones? ¿Faltas de ortografía? ¿Un tiki que filosofa pensando que los niveles bajos de acetilcolina producen transtornos piramidales y tras tener esa iluminación y darse cuenta de que es un tiki y no tiene ni idea de qué significa simplemente se dedica a ser la mascota de Crash Bandicoot?
¿Próximo capítulo? En algún momento del 21 de Julio
