Nada de Mari. Idea mía y de una gran amiga :) llamada Gabriela.
Disclaimer: Nada es mío, solo la idea. Personajes de JK Rowling. Sin fin de lucro alguno.
Summary:
Cierto día, Harry descubre una extraña verdad sobre su madre. Hay una estatua ornamental en el castillo, en un rincón secreto, que es idéntica a su madre. Ella está petrificada y Snape, puede volverla a la vida. Su corazón es de piedra, pero no por mucho.
Su trabajo más grande.
Pasó varias veces por el mismo punto. Una y otra vez, sin detenerse. Silbaba a su alrededor, como un molesto insecto. Sus pequeñas alas, zumbaron distantes, antes de que se escaparan de su mano. Era una tarde aburrida, de paseo calmo y de pensamientos sin sentido aparente.
No estaba solo. Pero a veces estar rodeado de personas, significaba que estaba más solo que estando en un ambiente dónde no hubiese nadie. Nadie se interesaba en conocerlo. Solo bajo la premisa de ser; el gran héroe salvador. El resto, solo pensaba en eso.
Si su familia volviera a la vida. Si tan solo su madre, estuviera allí para verlo. Para protegerlo. Cuidar que nada atentara contra su vida.
Y ya había hecho suficiente, con haberlo protegido mágicamente. Su trabajo más grande.
Caminó más allá de los campos, Hogwarts era enorme y podía perderse dentro.
Que eso quería, principalmente.
Sonrió suavemente, al pasar entre pasajes que no había descubierto antes. Inspiró ante el olor de la maleza y las flores sobre su rostro. Un estornudo fuerte, a raíz del pólem que las plantas dejaban caer sobre su rostro. Aquel, era un lugar nuevo. Algo que jamás había visto antes.
¿Cuánto del castillo, jamás había visto antes? Miró con atención, había un pequeño parque y una fuente en el centro. Como todo en Hogwarts, era antiguo pero se conservaba muy bien.
Pero antes de continuar, escuchó pasos suaves. Notó una figura, una sombra que se acercaba por una esquina. Antes no estaba allí ¿habría aparecido de la nada? No. En Hogwarts, nada aparecía de la nada.
Se detuvo junto a lo que parecía una estatua de mármol o de piedra, no podía ver entre ramas y lianas. El perfil alto y una larga capa negra, le hizo pensar en muchas cosas distintas. Sobretodo en mortífagos, pero no creía que uno estaría dentro de Hogwarts, sin ser detectado.
Excepto Snape y nadie se percataba de ello. Escuchó un susurro y luego miró como pasaba su varita sobre la estatua, suavemente. Parecía ser una mujer. Una hermosa mujer.
— Pronto te liberaré, te lo prometo. Pronto...volveremos a estar juntos. Podrás ver a tu hijo, como una vez ansiaste. Como aquella vez, antes de que te trajera hasta aquí. ¿Te has divertido con la vista? ¿Con las aves y el sonido de la fuente? Me falta tan poco. Solo su sangre, pero no sé como pedírselo. No es tan sencillo. Ayúdame. Ayúdame a pedirle que me brinde un poco de su sangre, para traerte a la vida. Me lo agradecerá.
¿A quién? ¿A Voldemort? Sonaba a Snape y parecía que no estaba en nada bueno. Seguramente que no.
Como todo lo que hacía.
