Disclaimer: Axis Powers Hetalia es propiedad de Hidekaz Himaruya, la historia es mía y es solo para pasar el rato.

Advertencias: Uso de nombres humanos

Romano como Lovino Vargas, España como Antonio Fernandez Carriedo, Bélgica como Emma Van Heemskerck, Holanda como Govert Van Heemskerck ❤.

PD: He crecido con estos nombres, por eso no los voy a cambiar :3

Universo Alterno.

Saltos de tiempo y cosas inconclusas (?)


Corazón de papel


La historia se desarrolla en una pequeña villa que si bien, no era muy conocida, pero es un buen lugar para vivir y más para la familia Vargas, que como tantas familias no tenían nada porque destacar, salvo dos razones que por muy diferentes que fueran o muy minúsculas se presentaran, eran la aventura diaria de aquellos padres.

Primero estaba o al menos es como lo consideraban sus padres, Feliciano Vargas, el niño PRO y modelo ideal que toda familia necesita, pues es saber hacer los deberes de la casa, estudiar al menos lo necesario para sacar buenas calificaciones e incluso tomarse el tiempo para poder realizar actividades artísticas, no es algo tan fácil de lograr. Luego se encuentra Lovino Vargas, el hermano primogénito pero también la oveja negra, todo un caso perdido por la sociedad, que si no era un santo, menos llegaba a los talones de alguno y por tanto, a los 20 años cumplidos, él como cual pájaro, se marcho del nido.


Todos saben que un buen empleo es aquel en que te paguen bien, tengas facilidades laborales, pero principalmente que te guste o te encante. Bien, pues Lovino Vargas jamás podía encontrar un trabajo en que estos tres puntos se cumplieran a la perfección; si tenia seguro y buena paga, lo odiaba por lo laborioso que era; si era fácil y de paga al menos decente, no contaba con seguro; y si tenia seguro y le encantaba pero no le alcanzaba para pagar el piso al final del mes, no lo pensaba dos veces y de inmediato lo dejaba.

Bueno, tampoco era que hubiera trabajado en muchas partes, de hecho, hasta la fecha solo había tenido dos míseros empleos, el primero como vendedor de salchichas, he ahí su odio por ellas y el segundo, estando como mesero en un establecimiento de comida rápida, todo el día oliendo las papas fritas, he ahí su segundo odio, además de que en aquel lugar tal pareciera que el simple hecho de llevar aquel uniforme amarillo y rosa chillón con lunares y cuadros, fuera merecedor de entrar a la zona VIP del cielo. Pero Lovino no tenia tal suerte y que si le tocaba estar entre la lacra de la sociedad, era porque ese era su lugar.


Lovino podía sentirse orgulloso de algo, y era de su cumplimiento con las fechas; en sus 22 años de vida nunca se le había pasado entregar o cumplir con lo que se le pedía –o al menos la mayoría de los casos- ni mucho menos, pues siempre tenia alguien ahí detrás que le recordaba lo que tenia que hacer y por lo general se trataba de su hermano menor Feliciano, pero cuando la liberación familiar llega, uno se llena de problemas, como el no comer sanamente o dejar de pagar las cuentas del gas, el agua y la luz, pero que se le iba a hacer si todo iba en el contrato del apartamento.

Es viernes fin de mes y Lovino tiene que pagar el alquiler, lo cual no seria ningún problema si no fuera tan torpe y vago como para olvidar donde se había dejado el comprobante de deposito y mucho menos si hace seis días no le hubieran descontado la paga por el simple hecho de no poner el letrero de "resbaloso" cuando estaba limpiando los pisos, ocasionando que su jefe resbalara y callera encima de un cliente.

El Señor Tomasini, que al contrario de Lovino era muy cumplido y ordenado, no tardo en tocar a la puerta del italiano pidiendo el comprobante por el alquiler del piso. Lovino, como buen ser humano que es, ni siquiera se molesto en mirar o contestar, solo abrió la puerta y en menos de un segundo el Señor Tomasini ya se encontraba adentro.

-Muchacho, pero cuento has crecido desde la ultima vez que nos vimos- Sonrió el Señor Tomasini -¿has engordado?, bueno eso demuestra carácter, pero venga vamos al grano, vengo por el comprobante-.

-Maldito viejo bigotón, ni siquiera le di permiso de entrar y ya esta pidiendo papelitos, y por si fuera poco, otra vez esta con su cara de cínico- Lovino, que ya veía al Señor Tomasini con cara de molestia, no tardo en decirle la verdad-No lo encuentro, pero ya deposite-.

-A que te refieres con que no lo encuentras-

-Pues a que más, a eso mismo que digo-

-Vamos ya deja de estar bromeando- Y nuevamente sonrió

-Ya le dije que no lo encuentro, acaso esta sordo- Claro que esto último, Lovino no lo dijo

-Y cómo puedo confiar en que ya has pagado muchacho, si casi no hablas, e incluso no saludas, no te conozco, ¿cómo podría creerte?- El Señor Tomasini ya no andaba con rodeos

-Esta bien, la verdad es que lo olvide- Lovino se dirigió a su recamara malamente, tomo un sobre que se encontraba dentro de un cajón de la mesita de noche y regreso para dárselo al Señor Tomasini –Aquí esta, no hace falta nada-

-Nuevamente se te a olv…-pero antes de que pudiera seguir, noto que en el sobre estaba escrito "para los estudios"- bueno creo que no importa, me voy-.

-Y ahora debo ir con aquel maldito al cual le digo jefe, el cual no hace nada y solo quita salarios- Lovino se puso su chaqueta de cuero obscura, para ocultar la camisa a cuadros y bolitas del uniforme.

El Señor Tomasini, que aun se encontraba presente dijo –Muchacho, si no te gusta tu empleo, solo déjalo, ya habrá mejores-

-Lo lamento-Lovino aumento su voz objetando- pero yo no me puedo dar ese lujo, apenas si logre conseguir esto y usted espera que me llegue el empleo a la puerta-

-Lo entiendo y sé que no es fácil, pero hay mejores cosas-

-Claro que hay mejores cosas, como el lavado de dinero o la política, pero no quiero estarme cuidando o mintiendo todo el tiempo-

El Señor Tomasini no presto tanta atención -Bueno si ya dejaste de bromear, puedo recomendarte un sitio- le entrego una tarjeta rosa con holanes- toma, tienen un puesto vacante aunque no se muy bien de que, pero son muy buenas personas y te aseguró que te aceptaran, además de que la jovencita del lugar es muy bonita, hasta puede ser que tengas suerte con ella- y sin más el Señor Tomasini se fue.

Lovino apenas si vio la tarjera y simplemente la guardo en su pantalón.


Todas las tardes después del trabajo o al menos cuando podía, Lovino caminaba por en el parque y compraba un helado de frambuesa en la heladería más cercana; ése era uno de esos días. Ya cuando se encontraba pidiéndolo, recordó que no tenia dinero con que pagarlo.

-Demonios y ahora que hago ¿me invento una historia?, pero este tipo con cara de chino no me va a creer- Lovino dijo para si, pero alguien más le escucho.

-Oye niño, ¿necesitas dinero?- un anciano con cara de pedófilo le comenzó a hablar –yo puedo darte lo que necesites, pero me tienes que hacer un minúsculo favor, nada problemático en realidad–.

Un escalofrió recorrió de arriba abajo la espalda de Lovino, al escuchar cerca de su oído izquierdo la voz carraspéate de viejito acosador.

-No voltees Lovino, no voltees, si volteas es seguro que te arrepentirás- decía Lovino en sus adentros- las gotitas de sudor ya se veían correr por su frente como si las muy malditas se estuviesen divirtiendo.

-Vamos, solo será un momento- se volvió a escuchar esa voz rasposa y Lovino sin pensarlo dos veces, salió corriendo del lugar como buen italiano que es, aunque eso significara dejar el helado el cual seguramente no iba a pagar.

-Yo solo iba a pedirle que preguntara el precio del helado de melón- dijo el viejito, claro que ésto Lovino jamás lo escucharía.

Ya habiendo recuperado el aire, Lovino por azares del destino, o más bien por mera casualidad, se detuvo al frente de la floristería "La margarita", cual nombre sonaba absurdo, pero al menos era simple y fácil de recordar.

-La margarita, pero que clase de nombre es ese, aunque ya lo he visto en otra parte- recordó la tarjeta que le había dado el Señor Tomasini horas antes y ahí estaba escrito "Floristería la margarita, usted lo pide y nosotros lo llevamos" – ¡Pero si es el mismo lugar!-

-Es muy lindo cierto-

-Yo no creo que sea lindo, por el contrario pienso que es un…- Lovino volteo para ver con quien estaba hablando y no pudo creer lo que veía, delante de él se encontraba una joven de cabellos rizados y dorados, la cual le sonreía tiernamente- …pienso que es una hermosura.

-Muchas gracias, a mi se me ha ocurrido el nombre, aunque hay una persona quien estaba en contra por lo extraño que sonaba-

-Yo no creo que sea extraño, es perfecto, muy perfecto, bastante perfecto, si, perfecto- y en las mejillas de Lovino apareció un ligero sonrojo-.

-Disculpa, no me he presentado, mi nombre es Emma Van Heemskerck y ¿tú eres?-.

-No, yo no soy Emma, que diga, me llamo Lovino Vargas- tomo su mano y comenzó a moverla frenéticamente por el nerviosismo.

-¿Y has venido por el trabajo?- Señalando el cartel de la entrada, Emma simplemente se soltó.

-B-bueno signorina –Lovino adopto una postura galante- yo solo me encontraba de paso…-

-Ya veo, bueno, me dio mucho gusto haberte conocido, tango que entrar pues…-.

–Pero eso no quiere decir que no me interese, por el contrario, me encantaría saber de que se trata- Y por fin el señorito, reacciono.

-Que alegría, casi nadie ha venido preguntando por el puesto, pero vamos adentro para que pueda darte toda la información que necesitas o por si requieres hacer apuntes-

-Puedes presentarte este sábado a la prueba, veremos si estas capacitado- Decía Emma mientras guiaba a Lovino a su despacho.

-¿A que te refieres con prueba?- Lovino solo ladeo la cabeza

-Si, necesitas venir con ropa cómoda y presentarte a las 9 en punto, o es posible que tengas problemas con el otro dueño-

Sin embargo la reacción de Lovino fue pasajera y para ese entonces ya no entendía que era lo que Emma le decía por lo embobado que se encontraba, solo veía como los labios de ella se movían y sus manos le señalaban varios papeles.

Por muy cursi que sonara, era seguro que Dios no dejaría entrar al cielo a Lovino, pero al menos si le dejaría contemplar sus ángeles y uno de ellos se llamaba Emma.


De las pocas cosas que la vida le había enseñado a Lovino era que si querías llegar lejos, primero debías de tener un objetivo, ya teniendo esto, solo habías de esperar y dejar aun lado todas aquellas cosas que te distrajeran.

Esa mañana Lovino se había despertado con el pie derecho y sin siquiera meditarlo, se dirigió decidido al restaurante de comida rápida para entregar su carta de renuncia, debía de hacerlo pues quería terminar de buena manera su relación con aquel lugar y con todas aquellas personas que le dieron la espalda, pero que cuando ellos le necesitaban, él no se podía negar pues le obligaban; de esta manera, fue directamente a la oficina del que ahora llamaría su exjefe.

-Me voy-

-De que me hablas, ni siquiera hoy te toca turno, no entiendo que haces aquí- La voz intimidante de aquel hombre, solo hacia que las rodillas de Lovino comenzaran a temblar como si se tratase de una gelatina.

-Que me voy, ¡acaso no puede entender ni siquiera eso! renuncio- Lovino dejo la carta que había hecho horas antes y se marcho.

El hombre abrió el sobre para leerla y lo que venia en la hoja de papel le sorprendió tanto que hizo que el cigarrillo que se encontraba en su boca callera; en toda la hoja, Lovino tan bien como pudo, había dibujado su mano cerrada pero con el dedo medio alzado, llevando como titulo "para usted, y toda la bola de seguidores que tiene en este lugar de mierda".


Todos saben que un buen empleo es aquel en el que te paguen bien, tengas facilidades, y servicios laborales, pero sobre todo, que te guste o te encante.

Lovino en su vida solo había tenido dos míseros empleos en los cuales no le pagaban bien, pero tenia al menos para comer y un techo en el cual resguardarse hasta fin de mes; también sabía que todos los problemas que había tenido, habían sido por su culpa, pero eso no cambiaba el hecho de que no se arrepintiese, porque sabía que esto marcaba el inicio de la búsqueda hacia su felicidad, tal búsqueda que no seria fácil ni mucho menos, pero que si tardaría en encontrar.


Esta historia esta escrita solamente para pasar el rato, no se piden comentarios y no va dedicada para nadie :3