Harry Potter y los Antiguos Misterios
Disclaimer: Todo lo relacionado con Harry Potter pertenece a J K Rowling.
Esta es la primera parte de mi visión de lo que podría ocurrir en el sexto y el séptimo curso de Hogwarts.
Prólogo - Reflexiones y Noticias
Era una calurosa noche de principios de Julio. Harry se encontraba encerrado en su cuarto, sumido en una profunda depresión al recordar los eventos de los anteriores días. No podía hacer a un lado la idea de que tenía la culpa de la muerte de Sirius. Al mismo tiempo recordaba su posterior conversación con Dumbledore al regresar del Ministerio, y cada vez que lo hacía, lo embargaba un profundo resentimiento hacia el anciano director de Hogwarts.
Ya habían transcurrido varios días desde su regreso a Privet Drive, y la soledad en que encontraba lo abatía aún más. Desde su regreso, y ante la amenaza recibida al ir a recogerlo, los Dursley habían optado por ignorarlo completamente, de modo que Harry apenas los veía en las "comidas".
En esos momentos Hedwig se encontraba enviando su reporte a la sede de la orden, como lo venía haciendo cada tercer día. Siempre le traía de regreso algunas cartas de sus amigos y de algunos miembros de la orden, cartas que ahora reposaban sin abrir en un montón que iba creciendo sobre su escritorio, al lado de los últimos ejemplares de "El Profeta". Había vuelto a suscribirse, pensando que tal vez lograría enterarse de algo de esta manera.
Estaba cansado... Se sentía manipulado, engañado... Toda su vida había sido una reunión de engaños para su "protección"... Si eso es estar protegido no quiero imaginar lo que sería no estarlo..., pensó sarcásticamente.
Era hora de tomar en sus manos las riendas de su vida... No se dejaría utilizar más... No era sólo un peón en la guerra contra Voldemort...
Con esos pensamientos se dedicó a perfilar lo que sería su vida en adelante... Era hora de superar la muerte de Sirius y trabajar para que su muerte no fuera en vano...
Se levantó y se dirigió a su escritorio, se acomodó y tomó un pergamino, una pluma y tinta. Comenzó a hacer una lista de lo que esperaba hacer con su vida. Luego de media hora la lista era bastante corta. Había escrito:
- Abandonar a los Dursley e iniciar una vida decente
- Capturar a Colagusano y limpiar el nombre de Sirius
- Atrapar a Bellatrix y vengar la muerte de su padrino.
- Enfrentar a Voldemort y vengar la muerte de sus padres
Voldemort. Debes tener miedo de que se cumpla la profecía si matarme se ha convertido en tu principal prioridad. Aún no comprendo como puedo representar alguna amenaza para ti. Todas las veces que nos hemos encontrado he escapado con vida gracias a la suerte y al sacrificio de mi madre. Aunque si sólo yo puedo llegar a vencerte, entonces soy más poderoso de lo que supongo. La próxima vez que nos encontremos estaré preparado, aún tenemos cuentas que saldar.
Dejando atrás sus pensamientos, se concentró en lo que necesitaría para llevar a cabo sus planes. Lo primero que necesitaba era tranquilizarse y aprender a dominar su mente. No lograría mucho si Voldemort era capaz de forzar su mente y ver lo que hacía. También necesitaba profundizar sus estudios, principalmente en defensa, transformaciones, encantamientos y, para su desagrado, pociones. Al mismo tiempo, tendría que comenzar a estudiar otras materias, tales como artes oscuras, duelo y legilimency. Tendría que posponer sus planes de dejar a los Dursley para después, ya que necesitaba mantenerse con vida mientras se preparaba, además, aún era menor de edad, y no tenía otro lugar para ir.
Descubrió que necesitaba ayuda. No podría dominar todo lo que quería solo. Pero también deseaba alejarse de Dumbledore y la orden. Entonces, quién lo ayudaría? Estaba seguro de que podría contar con Hermione, Ron, Ginny, Luna y Neville. De algún modo, la experiencia del Departamento de Misterios los había unido aún más. Pero, exceptuando a Hermione, todos sabían lo mismo que él, o como en el caso de Ginny y Luna, incluso menos. Tal vez podría hablar con Remus, pero tenía que asegurarse de que sus planes no fueran conocidos por la orden. Bueno, tendría que esperar para poder hablar con él. Por el momento podría concentrarse en ver como lograba cerrar su mente sin recurrir a Dumbledore o a Snape.
Con esos pensamientos se acostó, con la esperanza de que las pesadillas que lo venían atormentando desde que se encontraba en Privet Drive con lo ocurrido en el Ministerio lo dejaran descansar. Esa noche algo cambio.
Poco después de quedarse dormido sintió como Voldemort entraba en su mente. No lo había hecho desde que había intentado poseerlo sin éxito días atrás. Su cabeza empezó a dolerle, mientras se esforzaba por intentar alejarlo, sin conseguirlo.
- "Que tal Harry. Seguro que no esperabas mi visita."
- "Lárgate Voldemort."
- "Veo que has abierto los ojos. Me preguntaba hasta cuando seguirías ciegamente a ese viejo loco."
- "Que quieres. Estoy seguro que no entraste a mi mente para eso."
- "Sólo quería visitar un viejo amigo. Después de todo, estamos unidos por el destino. Ah, y también quería recomendarte que leyeras el periódico de mañana. Tal vez encuentres algo interesante. Hasta el cada vez más cercano día de tu muerte Harry."
Harry despertó con un agudo dolor. Bajó por un vaso de agua y regreso a la cama.
Al día siguiente esperó con ansia la llegada de la lechuza que todas las mañanas le llevaba "El Profeta". Cuando esta llegó, depositó las acostumbradas monedas en el saquito atado a su pata y tomo el periódico. En primera plana, encontró:
AZKABAN HA SIDO VACIADA
Anoche, Quien-ustedes-saben, acompañado de algunos mortífagos y de los dementores (los antiguos guardianes de la prisión), irrumpió en Azkaban asesinando a todos los guardias y llevándose consigo a todos sus seguidores encarcelados, entre ellos, aquellos que habían sido capturados el mes pasado, cuando el Ministerio hizo oficial el retorno de Quien-ustedes-saben.
Este hecho tomo por sorpresa al Ministerio, que no se esperaba un ataque de esta magnitud. Cornelius Fudge, actual Ministro de Magia, ha solicitado el envío de ayuda a la Confederación Internacional de Magos, y ha dicho que se han designado equipos especiales para capturar a Quien-ustedes-saben.
Harry dejó el periódico a un lado abrumado por la noticia. Es cierto que ya se sabía que los dementores se habían unido a Voldemort, pero esperaba que después del fracaso que había tenido en el Departamento de Misterios se demorara más en volver a actuar. El año anterior había estado moviéndose a escondidas, según Dumbledore para intentar recuperar el poder que tenía antaño aprovechando que el Ministerio no creía en su retorno, y por consiguiente actuaba con cierta libertad. Pero ahora que se había hecho pública la noticia de su reaparición, desea golpear tan fuerte como pueda antes de que la comunidad mágica logre reaccionar, para acrecentar así el temor que inspira. Me pregunto si todavía se esconde en esa casa abandonada en la que lo vi en mis sueños antes de que recuperara su cuerpo. Creo que le escribiré a Remus sobre esto. Tal vez sea posible localizar su escondite con mis recuerdos.
Se dedico a escribir lo que pensaba mientras Hedwig, que había regresado mientras dormía, comía un ratón que había cazado poco antes. Sabía que Dumbledore se enteraría de lo que le estaba escribiendo, pero era un mal necesario. Entre más presionado estuviera Voldemort, tendría más tiempo para prepararse. Decidió leer toda la correspondencia acumulada antes de enviar la carta, así su lechuza podría descansar un poco. Todas las cartas eran breves, y básicamente lo animaban a seguir adelante y a que superara la depresión. Al parecer su estado emocional había llegado a oídos de sus amigos.
Decidió hacer una nueva carta para sus amigos, diciéndoles que necesitaba hablar con ellos algo importante, pero que les diría cuando se reunieran. Atándole la correspondencia a Hedwig, esta salió por la ventana, y se quedo observándola hasta que la perdió de vista.
La semana pasó con la misma monotonía que los anteriores, siendo la única diferencia que Harry cada vez dedicaba más tiempo a repasar lo aprendido en los años anteriores, sobretodo lo referente a pociones. Al final de la semana, recibió una carta adicional a las que siempre recibía. Era de Remus y decía:
Querido Harry:
Gracias por la carta que me enviaste. Esta noche te visitaremos para hablar del tema. Cuídate.
Remus J. Lupin.
Esa noche, cuando ya los Dursley estaban durmiendo, Remus, Dumbledore, Moody y Snape se aparecieron en su cuarto.
Luego de saludar, Dumbledore apareció unas cómodas sillas y se sentó, siendo imitado por los demás. Harry no podía evitar mirar con furia al director.
- "Hemos comentado tu idea en una reunión de la orden", empezó Dumbledore, "y después de analizarla, hemos concluido que hay una pequeña posibilidad de hacerlo, pero para ello necesitamos de la ayuda del Ministerio. "
- "Del Ministerio?", interrumpió Harry.
- "No es que no podamos hablar con Fudge, ya que con los recientes hechos ha decidido buscar todo el apoyo posible para enfrentar a Voldemort. De hecho ya ha dado la autorización, pero no estamos seguros de en quienes se puede confiar para esto. No queremos que Voldemort se entere de nuestros planes y este esperándonos con los brazos abiertos.", aclaró el Director.
- "Y cuál es el problema?"
- "El problema Harry", contestó Moody, " es que necesitamos la ayuda de expertos en el tema, y tal vez revisar algunos informes con los registros de la actividad mágica de ese día que tal vez puedan sernos útiles. La mayoría de estos expertos trabajan en el Departamento de Misterios, y deseamos estar seguros de con quienes podemos contar."
- "Y que tendría que hacer?"
- "Una vez encontremos al experto", continuo Remus, " necesitaremos que dejes tus recuerdos de lo ocurrido esa noche en un pensadero. Tienes un pensadero Harry?"
- "No."
- "Bueno, creo que tendremos que conseguirte uno."
- "Que más se necesita?"
- "El proceso es complicado Potter", intervino por primera vez Snape, " pero básicamente creo lo que necesitamos es bastante suerte. No creo que los registros de actividad tenebrosa nos sirvan de algo, ya que seguramente el Lord convocó escudos para no ser detectado."
- "Cuándo se podría hacer?"
- "Creo que en dos o tres días estaremos listos Harry. Te avisaremos en la correspondencia habitual para que estés preparado."
- "Hasta pronto Harry"
Luego de esto los magos desaparecieron, y Harry se recostó a descansar.
