Disclaimer: Los personajes no me pertenecen sino a sus autores, yo solo hago esto sin fines de lucro y a intento de regalo.
Advertencias: Esta es una historia yaoi (relación chico–chico) si les agrada el género adelante. Lenguaje ofensivo.
Resumen: Judai jamás se imagino que sus mejores amigos lo metieran en semejante lio, pero ahí estaba, a punto de cerrar el negocio de su vida, o mejor dicho, someterse a las estúpidas clausulas de Yusei Fudo.
Nota. Escrito como regalo de cumpleaños para mi amiga Yuki Lunar, ojala sea de tu agrado, es la primera vez que escribo para este fandom, así que espero sea algo decente o indecentemente bueno.
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Cerrando un negocio.
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Alexis había sido amiga de Judai durante la universidad, ambos estaban a punto de despedirse, en la puerta de la casa de ella, se recogió el cabello atrás de las orejas, tan solo por hacer algo, los segundos se sentían horas, el por fin diría las palabras que tanto anhelaba escuchar, entonces el ruido impertinente del celular– de nuevo– hizo que Judai diera un pequeño salto.
–Disculpa– dijo viendo quien lo llamaba, era de esperarse, Syrus siempre era así de oportuno.
Lo puso en modo vibrador, solo por si acaso, sonrió a modo de disculpa, lo guardo en su bolsillo del pantalón, estaba a punto de abrir la boca, ante la mirada brillante de Alexis.
–¡Ououh!– nuevamente la molestia siguió, ya era suficiente, era cierto que Syrus era siempre así de castrante, pero eso ya era enfermizo, de hecho lo había molestado toda la cita, era extraño– Solo un segundo– suplico a la chica, quien ya estaba a punto de lanzarlo a la fosa de los leones, claro, si tuviera una a la mano.
– ¿Qué sucede?– siseo Judai al aparato, casi estrangulando al pobre inocente, como si tuviera la culpa de que Syrus estuviera a punto de arruinar la cita de su vida.
– ¡Auxilio, están a punto de matarme, Casino Satélite!– y colgó, sin más.
– ¡Que coño fue eso!
El fuerte carraspeo de Alexis lo hizo voltear.
– ¿Todo bien?– más que una pregunta, fue una invitación a seguir donde se habían quedado, o más bien empezar, Alexis sabía que esa noche Judai planeaba por fin declararle su amor.
Judai sudo frio, era un momento tan esperado por él, y a pesar de que Syrus era un atolondrado, nunca de los nunca fue un bromista, y menos un mal amigo, que le deseara arruinar su gran noche, odiándose a sí mismo, se dio la vuelta y subió a su coche, ante los lejanos gritos de Alexis.
Gracias a la tecnología, supo el camino, "de vuelta a la izquierda…", Judai gruño al GPS, como si la pobre grabación tuviera la culpa de estar a medio camino de quien sabe dónde, esos en definitiva no eran sus rumbos, el chico era más agreste que una selva, el no era de ciudad, por eso había estudiado Agricultura, en contra de todo pronóstico, pues él tenía cualidades para hacer palidecer de terror a cualquier Hacker del mundo, soñaba con tener una casita y cultivar su propio alimento, esa era una de sus características, su siempre intencionada forma de salvar el mundo, de poner su granito.
Llego a una calle, repleta de letreros con luces, como él pensaba, nunca había estado ahí, "Uno de esos es, Casino Satélite de mierda", estaciono su viejo auto y comenzó a caminar.
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Como el señor Fudo estaba fuera del país había dejado a cargo a su hijo Yusei, de cualquier forma algún día él heredaría todo aquel imperio de juegos, y ahí estaba por primera vez en su vida, haciéndose cargo del negocio familiar, el lugar estaba totalmente a oscuras, un tembloroso Syrus estaba bajo la luz de una lámpara, tenía el labio partido, en un rincón estaba otro chico, era su amigo Bastion, a quien por cierto no hizo caso, y aposto hasta quedar en esa temible situación.
–Entonces, ¿como piensas pagarme?– Yusei estaba sentado enfrente de él, vestido totalmente de cuero, parecía una segunda piel, su bien formado cuerpo se mostraba sin vergüenza, bajo esa vestimenta azul, con detalles circulares en rojo, tanto en los hombros como en los codos.
Un hombre alto y de piel oscura entro al lugar, le susurro al oído.
– ¡Ha llegado la caballería!– exclamo Yusei socarronamente– déjenlo pasar.
El castaño entro protestando, no quería que nadie lo jalara o tocara.
– ¡Judai!– exclamaron al borde de las lagrimas sus amigos.
Le resumieron la situación en un rincón, de cómo habían perdido hasta los calzones jugando póquer, ante la mirada atenta de Yusei, quien recorrió con la mirada los jeans de Judai, y para ser honestos delineaban un lindo trasero.
–Siento tanto interrumpir tan emotivo momento, ¿Dónde está mi dinero?– pregunto Yusei.
– ¿Te sirven dos mil yenes?– pregunto Judai encarándolo.
–Ni para los intereses– contesto Yusei levantándose– rodeo a Judai inspeccionándolo, sin recato alguno– saquen a ese par de idiotas, me entenderé con él, dejen nos solos.
Bastion y Syrus fueron sacados por los gorilas de Yusei, este último se levanto y abrió una puerta.
–Sígueme– le dijo a Judai.
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Entraron a un despacho, muy elegante, Judai inspecciono el lugar, en una de las paredes estaba colgado un blanco para dardos, tambien unas espadas, armas, y hasta látigos.
–Toma asiento.
–No gracias, terminemos rápido con este asunto.
–Dudo que sea así.
Judai se dejo caer en una silla, cubierta de piel, un poco rasposa, no le agrado nada, después de todo el era un amante de la naturaleza.
– ¿Eres heterosexual?– pregunto Yusei mientras se servía un poco de vino.
– ¡Que tiene que ver con esto!
–Deberías ser más amable, por menos dinero, hemos despachado a otros.
Y a pesar de que no hubo amenaza en su voz, Judai supo que eso era verdad, pero eso había corrido a cargo del padre de Yusei, no de él, Yusei simplemente quería divertirse un rato, y el juego estaba a punto de comenzar.
–Si lo soy, ¿por?
–Perfecto– dijo Yusei maliciosamente.
Le puso un trago enfrente a Judai, quien no entendía nada, solo esperaba salir de una pieza de ahí, no era ningún tonto, sabía que había entrado a terreno peligroso, Yusei tomo una hoja de papel, y comenzó a escribir, de vez en cuando volteaba ver al chico, que era seguramente de su edad, y eso tenía irritado a Judai, que un crio lo estuviera tratando de intimidar, bueno eran de la misma edad, pero ese chico, con todo y sus gorilas le parecía un niño jugando al casino.
– ¿Cuál es tu nombre completo?– pregunto Yusei casi extasiado, mientras bebía más vino.
–Judai Yūki– contesto, ahora si poniéndose nervioso, y también se bebió el vino.
– ¡Listo!– exclamo Yusei, y la hoja que con tanta pasión había estado escribiendo, la deslizo por el escritorio, como acariciándolo, hasta ponerla enfrente de Judai– soy un hombre de negocios, así que nunca pierdo, y dado que no tienes mis doscientos millones de yenes, te daré la oportunidad de ganártelos.
Judai con el ceño fruncido, levanto la hoja y a cada línea su rostro fue perdiendo color, hasta quedar más blanco que ese papel.
– ¡Que mariconada es esta!
La aventó. La hoja voló con gracia, aterrizando en el escritorio.
Judai se dio la media vuelta, listo para marcharse.
–Supongo que voy a rehacer este contrato, pondré el nombre de alguno de tus amigos– dijo Yusei secamente.
Judai sabía, que Yusei sabía, y no lo entendía, pero estaba seguro que así era, que ninguno de sus amigos aguantaría semejante castigo, eran muy nobles, pero muy cobardes, seguramente se lanzarían desde un puente a la primera oportunidad.
Y sin pensarlo, firmo el maldito papel, "Que se joda él solo" pensó, ya luego vería como resolver el asunto, pero de ninguna manera pensaba ceder.
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Contrato.
El presente contrato es un intercambio de placer por dinero.
El sujeto deudor Judai Yuki, de ahora en adelante será llamado J.
El sujeto cobrador Yusei Fudo, de ahora en adelante será llamado F.
La deuda original es de 200 millones de yenes.
Las actividades de J solo contaran si a F le provocan placer.
F tocara el cuerpo de J
de la cintura para arriba, con las manos -500,000
de la cintura para abajo con las manos -1,000,000
de la cintura para arriba con la boca -1,000,000
de la cintura para abajo con la boca -3,000,000
J tocara el cuerpo de F
de la cintura para arriba con las manos -4,000,000
de la cintura para abajo con las manos -5,000,000
de la cintura para arriba con la boca -6,000,000
de la cintura para abajo con la boca -7,000,000
F bese a J -5,500,000
J bese a F -10,000,000
Las siguientes actividades cuentan solo si el sujeto pajeado se corre.
Que F le haga una paja a J -15,000,000
Que J le haga una paja a F -15,000,000
Sexo oral, cuenta solo si el sujeto se corre, el doble si ambos se corren.
F le hace a J -15,000,000
J le hace a F -15,000,000
Si J es el pasivo de F -20,000,000
Si F es el pasivo de J -30,000,000
Si por cualquier medio J hace vibrar (ya saben a lo que se refiere F) más de tres veces en una sesión a F,
La deuda será cancelada en su totalidad.
Los intereses de la deuda serán del 10 por ciento, aumentando cada día sobre el monto deudor.
El plazo para pagar la deuda será máximo de cuatro meses, si esta no es pagada en ese lapso
, esta se duplicara, y el plazo para pagarla será de dos meses, si la deuda para entonces
no está saldada, se procederá a tomar medidas drásticas, un viaje al otro mundo, para ser exactos.
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Comentario.
Como este es un regalo a la medida, esperare a que Yuki Lunar diga si le gustan las clausulas del contrato, para proceder a lo que sigue.
