hola!!!!!! les publico una pequeña historia que solo constará de dos capitulos no mas... no se enojen si no he publicado las otras, tranquilos que ya empezare hacer viviendo una mentira y luego blood moonlight para finalmente terminar el capitulo restante de esta pequeña historia que se me ocurrió una mañana que me levante jajajaja...bueno los dejo y espero que les guste...chau...



*Las edades son las mismas del anime y manga y cambian igual que los dos años y medios transcurridos.

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-sasuke-kun, te presento a sakura-chan, ella es mi aprendiz. Hace poco que esta aquí también.- kabuto le hablaba al joven de aquella muchacha parada a lado de una mesa revisando unos libros de medicina.

Sasuke solo se limitaba a observarla, de pies a cabeza… su largo y liso cabello rosado, era algo raro para el pues nunca había visto tal espécimen. Una enorme frente que dejaba a la vista y era lo que casi llamaba mas la atención y finalmente sus ojos, verdes como las esmeraldas y tan brillantes que adornaban una llamativa dulzura.

-¡hmp! no me interesa, dile a orochimaru que empiece con mi entrenamiento.- el joven se dio media vuelta desapareciendo entre los pasillos del calabozo.

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3 días mas tarde…

Regresaba agotado del entrenamiento, iría devuelta a su cuarto dormiría un rato y luego regresaría para continuar, no tenía mucho tiempo que desperdiciar.

Caminaba en los solitarios pasillos de la guarida, pensativo. De repente su vista se posó al frente. Vio a una persona caminar hacia su dirección, al acercarse un poco pudo notar quien era. Miró molesto hacia un lado tratando de no tomarle mucha importancia.

Al estar a pocos centímetros de ella, aceleró un poco su paso y sin decir nada pasó a su lado.

Cuando por fin la tuvo detrás de él suspiró un tanto aliviado hasta que su vocecilla lo detuvo en frío.

-cobarde- susurró casi audiblemente para el pelinegro.

-¿Qué dijiste?- preguntó altanero volteando a verla, pero ella no detuvo su caminar y continuó tranquilamente.

La joven sintió un fuerte agarre en su brazo izquierdo haciendo que todo su cuerpo girara. Al ver aquel muchacho tan cerca suyo su corazón se aceleró un poco, pero al verlo tan molesto, decidió jugar un rato con el.

-veo que no nos han presentado, sasuke-kun- sonrió maliciosamente sin quitar su misma mirada de los ojos calculadores de el.

El muchacho sin decir nada y sin dejar de penetrar esos seductores ojos de maldad, apretó con más fuerza el brazo de la muchacha. Pero ella seguía sin quejarse del dolor.

-mi nombre es sakura haruno, mucho gusto en conocerte. Ahora…- dijo sujetando la mano del agresor y retirándola delicadamente de su enrojecido brazo.

-si me permites, tengo que ir a dejar estos libros donde kabuto-san.- una vez librada de las garras del pelinegro se retiró sin decir nada mas que una malévola sonrisa en su rostro, hasta perderse de la vista del joven.

-tsk, estúpida- bufó molesto. Que se creía ella para venir a desafiarlo de esa manera. Ella no sabía con quien se estaba metiendo, el era sasuke Uchiha, uno de los descendientes del que alguna vez fue el clan mas poderoso de toda la humanidad ninja.

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Una semana después…

-sakura- llamó el hombre de gafas.

-¿si? Kabuto-san.- respondió levantándose de la mesa.

-necesito que vengas, quiero que cures a sasuke-kun para así ponerte en práctica y ver como has avanzado.-

-¡Hai!.- dijo alcanzando un botín medico y saliendo detrás de su sensei.

Al llegar a un cuarto de entrenamiento, vio a sasuke sentado en unos sacos grandes de arena, cubriéndose la costilla, la cual parecía que se había fracturado.

Sakura se sentó frente a el y siendo lo mas cuidadosa posible retiró la mano del pelinegro.

-¡ten cuidado molestia!- por lo visto sasuke ya le había puesto un nuevo nombre. Sakura se detuvo en seco y lo miró malhumorada.

-sasuke-kun yo de ti no la haría enojar.- advirtió el hombre de cabellos grises.

El pelinegro bufó divertido, que le podría hacer una niña. –pues esto imbécil- colocó dos dedos entre la costilla dañada e hizo presión provocando que el Uchiha gimiera del dolor fuertemente.

De repente de la otra mano disponible de sasuke empezó a salir un chakra azul que poco a poco fue teniendo forma hasta poseer la estructura de un rayo. Los ojos de sakura se abrieron del asombro y del miedo al ver que su oponente no iba a dudar en atacarla.

Kabuto se interpuso entre los dos jóvenes haciendo que detuvieran lo que parecía un pequeño encuentro peligroso.

-¡sasuke-kun! ¡sakura-chan! ¡Es suficiente!- la voz tenebrosa del hombre detrás de kabuto los hizo erizar hasta los pelos del cabello, en especial a sakura que no tenía una relación muy cercana que digamos con el.

-Orochimaru-sama, disculpe su insolencia.- dijo con tono apenado el hombre en medio de los jóvenes.

-¡esto no es jardín de niños, compórtense los dos! Kabuto! Acompáñame al laboratorio quiero hablar a solas contigo respecto a un experimento.- el hombre de cabellos oscuros se alejó de ellos y caminó hacia las afuera del cuarto yendo detrás de el su subalterno pero antes de salir por la puerta les habló.

-sakura-chan por favor cura a sasuke-kun, luego veré como evoluciona y por favor basta de peleas, yo se que no se llevan bien, pero Orochimaru-sama no tiene genio para este tipo de cosas.- terminó de hablar para luego retirarse.

La pelirrosa bufó molesta, de todas formas no lo haría por caritativa sino por el esfuerzo de avanzar como kunoichi en este mundo ninja.

Sasuke se la quedó mirando en seco, la herida que tenía le dolía demasiado por lo que tendría que dejarse curar por ella.

La joven nuevamente se sentó en el frío suelo delante de el y lo miró un tanto avergonzada. Aclaró su garganta para poder hablar.

-n-neces-sito que por favor te… te retires el K-kimono.- esperando expectativamente la orden le habló algo nerviosa. Ella había tenido sus prácticas con animales, mujeres y niños pero jamás con un hombre, bueno aunque el no lo era del todo pero aparte de ser un orgulloso y frío ser no había negado lo atractivo que era.

Sasuke haciendo caso a lo dicho por sakura, fue retirando el kimono negro delicadamente y al hacerlo no se evito escuchar sus gemidos de dolor.

Las manos le empezaron a temblar inconscientemente y eso no rea bueno para aplicar el jutsu medico debía tranquilizarse o podría errar en la curación. Tratando de no verse opacado por la repentina masculinidad temible de sasuke respiró profundamente y posó sus finas manos en la parte baja del lado izquierdo de sus pectorales.

-esto va a doler un poco, no trates de moverte.- miró decidida el lugar afectado y donde sus manos se hallaban y de estas un chakra verde empezó a emanar alrededor de la fractura.

Al sentir el chakra fluir por su cuerpo y en especial en la zona lastimada sasuke frunció el ceño pues era un dolor punzante revolviendo todo lo de adentro.

-¡sasuke no te muevas!- el joven se quedó quieto y respiró regularmente para que el dolor fuera soportable.

Después de un rato el flujo del chakra fue desapareciendo hasta desvanecerse por completo. Sakura sacó del botiquín medico unas vendas y acercándose al torso del joven las fue envolviendo en alrededor de el.

El pelinegro podía sentir los largos cabellos de la joven rozar su pecho y el aroma que expedía, de repente lo envolvió por unos momentos provocando un placentero lapso de deseo y éxtasis sensual. Un sentimiento que no había sentido antes, algo nuevo, algo que le estaba gustando.

Al sentir la lejana distancia de sakura de su cuerpo abrió sus ojos los mas rápido posible para que ella no se percatara lo de hace un momento.

-bien, kabuto-san vendrá a ver como sigues.- sin mas que decir agarró el botín y salió a paso sosegado del lugar dejando solo al Uchiha en sus pensamientos.

La esencia que expedía su piel y su cabello lo hacían templar del placer. ¡Por Kami-sama! No sabía describir lo que estaba sintiendo en esos momentos solo una carga eléctrica subir desde la parte baja de su vientre hasta la garganta.

"¿pero que estaba pensando?"

Había venido aquí con un solo propósito, el de acabar al asesino de su familia y vengar la muerte de todos ellos. Había dejado su aldea y peleado casi a muerte con su rival y al que alguna vez pudo considerar amigo. Tenía que dispersar esas ideas y fijar sus metas claramente, entrenar hasta estar lo suficientemente preparado para poder así matar a su hermano mayor…

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5 meses más tarde…

Los días pasaron rápido y su entrenamiento estaba dando frutos ligeramente. No estaba lo suficientemente preparado para derrotar a Itachi pero había progresado lo suficiente como para combatir contra varios jounins de alto rango.

El entrenamiento había terminado por hoy. Caminaba devuelta a su cuarto cuando vio la puerta de uno de las otras habitaciones del corredor abierta y una luz irradiando desde el interior.

No se detuvo por ello y continuó hasta pasar a su lado y fue cuando vio a cierta joven acostada boca abajo, leyendo un libro y solamente trayendo puesto una ligera bata de dormir encima dejando sus delgadas piernas al aire.

Estaba tan distraída leyendo el libro de medicina que no sintió la mirada penetrante del muchacho frente a ella. Al girar a la siguiente página de su libro fue cuando de reojo y de improvisto divisó una silueta en la puerta, alzó su vista y vio al Uchiha mirarla de forma aturdida.

Las miradas de ambos chocaron, se vio descubierto por la pelirrosa mas no hizo desmán de asombro o susto por ello, asombrosamente para ella el sujetó la chapa de la puerta de su habitación y la cerró. Luego de eso prosiguió a su cuarto como si nada hubiese pasado.

Sakura quedó mirando estupefacta a un punto ciego en la madera de la puerta. No podía asimilar lo que el Uchiha acababa de hacer, era tan gracioso y tan vergonzoso al mismo tiempo que la risa nerviosa que tenía en ese momento no era duda de ello.

Por su mente había pasado el veloz pensamiento de que sasuke haría algo, como acercarse o decir algo respecto a como estaba vestida pero en cambio solo hizo el sutil y generoso acto de cerrar la puerta y retirarse.

Simplemente increíble…

Al llegar a la puerta de su cuarto, golpeó la frente contra la madera levemente antes de agarrar la chapa y entrar. Por más que trataba y demostraba ser fuerte esa pequeña molestia, sakura lo atormentaba en sus pensamientos todas las noches. Cerró sus ojos en señal de cansancio, dio un leve suspiro e ingreso a su cuarto para poder descansar.

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A la mañana siguiente…

La puerta del cuarto sonó. Era temprano todavía.

-¿sí?- preguntó desde adentro.

-sakura-chan, Orochimaru-sama te llama.- kabuto habló desde afuera solicitando la presencia de la joven con urgencia.

Al rato de haber salido de su habitación, sakura y kabuto se dirigieron a un cuarto donde había libros y una enorme cantidad de envases de vidrios llenos de agua con lo que parecía contener experimentos adentros. Allí también se encontraba sasuke sentado en el borde salido de una pared aledaña.

-orochimaru-sama- habló la pelirrosa al hacer una reverencia delante de el.

-sakura, desde el día de mañana tu y kabuto irán a una misión especial, en la cual podrás poner en practica todo lo que has aprendido aquí.- al escuchar la orden del hombre frente a ella sintió como su corazón se encogía y sin el saber porque.

-¿Por cuánto tiempo será la misión que me ha delegado? Orochimaru-sama.-

-dos años y medio, sakura.- debería alegrarse de poder salir al fin a hacer algo productivo y no estar en este escondite en el cual a estado encerrada tanto tiempo. No tenía a nadie a quien extrañar o algo que la atara a este lugar. Pero esto que sentía no era normal, sentía un deje de tristeza en su interior.

La pelirrosa solo asintió con la cabeza, un pequeño nudo se formó en su garganta. El hombre delante de ella le hizo señal de retirarse y ella obedeció. Caminando devuelta a su cuarto para arreglar todo para partir al día siguiente, contenía con fuerza lo que estaba a punto de salir por sus ojos.

No sabía por que se sentía tan mal y no quería sentirse así. Había llegado meses antes de que sasuke llegara a la guarida. Orochimaru vio en ella gran habilidad y la acogió como un subordinado más pero con el suficiente y fresco poder de aprender y mejorar como ninja.

Desde que era consciente ella siempre estuvo sola, nunca había tenido familia pero eso tampoco le había impedido a salir adelante, era una persona de buen corazón y jamás le haría daño a alguien. Tenía conocimiento de que Orochimaru no tenía buenas intenciones con nadie, pero aprovecharía mientras tanto para sacar mas poder.

Al llegar a donde Orochimaru se sintió muy sola, solo podía salir de su cuarto cuando kabuto la llamaba a practicar los jutsus médicos, no más. Pero la llegada de sasuke cambió un poco sus cosas, ya había pasado mucho tiempo desde que el llego, pero su presencia le hacia tener esa pisca de esperanza que le decía que algún día sería libre otra vez, cuando estuviera preparada y claro, no se podría decir que a pesar de las peleas que han tenido y las pocas palabras que han intercambiado, había compartido aunque fuera poco con el.

Quizás era eso lo que iba a extrañar, pero de todas formas era mejor olvidar, el se iría algún día a tomar venganza de su familia. Algo con lo que ella no estaba de acuerdo pero jamás se lo comentó, por que después de todo el no decía mucho que digamos. El solo vivía por y para la venganza. Un aire asesino rodeándolo siempre era lo que en realidad lo mantenía con vida, el no había venido aquí para hacer amistades ni nada por el estilo.

Cerró la puerta de su cuarto y mirando algo afligida al armario, se preparó para partir mañana.

Al día siguiente, sakura y kabuto partieron a su destino. Sasuke se encontraba en el cuarto de entrenamiento solo perfeccionando un jutsu de elemento rayo, hasta que su mentor llegó dándole la noticia de la partida de sus subalternos. El no hizo comentario al respecto, solo un fuerte rayo de luz sucumbió el lugar dándole una sonrisa de satisfacción a su sensei por su progreso.

-¡CHIDORI NAGASHI!-

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2 años y medio después…

Estaba alegre de estar devuelta, pero no por el hecho de tener que servirle a Orochimaru sino por que ya estaba harta de andar como nómada desde hace dos años cuando se fue, quería volver a tener algo estable aunque fuera por poco tiempo.

-sakura- llamaron desde afuera de su habitación.

-¿Qué sucede Kabuto?.- respondió una dulce y algo agresiva voz.

-Orochimaru-sama desea que vayas al cuarto de entrenamiento, quiere ver como has progresado estos últimos años.- una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.

-por supuesto que no hay ningún problema.- murmuró orgullosamente.

En otra parte de la guarida…

-sasuke-kun- habló una voz tediosa.

-hoy quiero que veas a nuestra invitada dándonos una demostración de sus nuevas artes ninjas.-

-hmp, lo que sea.- el pelinegro guardó la espada en su espalda y caminó hacia el cuarto de entrenamiento seguido por su maestro.

Una vez ahí, sasuke permaneció sentado en uno de los bloques de madera esperando a la invitada de honor de Orochimaru.

Escuchó los pasos venir de las personas que se acercaban a la puerta. Con su nueva arma, una katana, soportaba el peso de ambas manos mientras una de sus piernas yacía estirada a un costado de la afilada espada.

Su mirada más lúgubre y fría no quitaba la vista de la pared a su lado, la verdad no tenía ganas ni deseos de ver a esta persona entrenar. Pero una atractiva voz captó su atención…

-nos volvemos a ver, sasuke- rió socarronamente la mujer que se encontraba parada en la puerta junto con el subalterno fiel de Orochimaru.

Sus ojos se abrieron de par en par. No podía creer lo que estaba viendo. Levantándose con cierto aire de machismo caminó donde ella, la miró de pies a cabeza como si fuera un pedazo de carne mas, la rodeó y rió divertido, no podía creer que la tuviera a ella frente de el, otra vez…

-sakura…nos volvemos a ver.- terminó de decir en tono sarcástico a la vez que se reía de verla.

No podía creer lo tanto que había cambiado, nueva vestimenta, nuevo corte de cabello y claro, sin lugar a dudas su estilizada femineidad.

-¿¡así que con ella es con la que tengo que pelear?!.- exclamó admirado y divertido a la vez.

Sakura rió. – sasuke, no me subestimes, no soy la misma de antes.- una sonrisa malévola y pervertida se formó en sus rosados labios. Definitivamente esto iba a ser divertido, muy divertido…

-lo mismo digo para ti, sa-ku-ra.- agitó su espada velozmente hacia un lado. Era hora de que la acción empiece.

Sakura se puso en posición de ataque y kabuto se movió hacia un lado dejando los dos jóvenes en medio del cuarto.

-bien sakura, enséñame lo que tienes.- a una velocidad inimaginable desapareció de sus ojos mas eso no asusto en absoluta a la pelirrosa.

Caminó cautelosamente hacia el centro, mirando arriba, a ambos lados y a sus espaldas pero no apareció. Su sonrisa se tornó macabramente peligrosa, estiró su brazo hacia arriba y golpeó con una fuerza subliminal el suelo del lugar haciendo que este se rompiera en pedazos enormes y todo el lugar se sacudiera de una manera estrepitosa.

El pelinegro se apareció dentro de los grandes escombros de tierra, sonrió satisfecho, mas eso no satisfacía por completo su ego, ahora era su turno.

-bien sakura.- el hombre nuevamente desapareció y empezó un juego de guerra entre ambos.

Después de un rato de combate cuerpo a cuerpo, los dos jóvenes exhaustos le dieron fin a esta batalla. Sakura caminó seductoramente hacia el y en un ágil movimiento dio un nuevo golpe al suelo haciendo que el Uchiha saltara sobre ella y la acorralara contra una pared. Apuntándole la katana en su delicado cuello le cerró todas las vías de escape y más aun siendo acosada por el afilado hierro. Pero antes de que sasuke pudiera cantar victoria una sombra de ella apuntaba con un kunai la vena yugular a su contrincante.

Sakura rió divertida y el Uchiha con una sonrisa de suspicacia en su cara. Quedaron empatados, Orochimaru y su subordinado aplaudieron orgullosos el entretenido acto de sangre. Ambos estaban algo lastimados y cansados por la pelea, era hora de descansar…

Antes de que sakura saliera del cuarto la voz grave del pelinegro la retuvo. –no creas que no gane, solamente fui generoso contigo dejándote con vida.- la joven rió de nuevo entretenida.

-si, claro.- luego de eso desapareció, dejando muy molesto al Uchiha por su comentario desinteresado.

Pero a pesar de su irónico comentario, no pudo ocultar la sonrisa de verla de nuevo. Sakura había cambiado mucho su forma de ser, era más tosca, más agresiva pero su cuerpo no le quitaba ese aire de mujer espeluznante que traía. Su corta falda rosa que dejaba desear sus tersas piernas, la figura de su cuerpo más refinada y lo mejor de todo era el aroma de su piel, eso era lo único que no había perdido y viéndola tan esbelta era aun mejor de desear.

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2 días mas tarde…

Ya había pasado corto tiempo desde su llegada y desde el confrontamiento que tuvieron no la había vuelto a ver. Tampoco era que la quisiera ver, pero tenía la curiosidad de saber en que se hallaba.

Había hablado con Orochimaru de su gran progreso y pronto estaría listo para saldar la deuda con su hermano. Estaba caminando a paso pesado hacia su habitación para meditar, pero al pasar en uno de los cuartos, algo llamó su atención. La puerta estaba completamente abierta como aquella vez, lo único diferente fue que la vio sentada usando una blusa de tiras negra y un pequeño short negro pegado a su cintura mas que desear de sus selectas piernas y la reluciente piel de sus hombros.

Su corto cabello rosado algo despeinado dejaba volar la mente de cualquier hombre de tan solo pensar que haría ella en sus ratos libres…

Sentada a lado de un escritorio con las piernas cruzadas y viéndola leer sus típicos libros de medicina mientras con una de sus finas manos se acariciaba sus brazos, era demasiado excitante para el. Nunca había estado con una mujer, pero eso tampoco le impidió indagar en las noches cada parte de su cuerpo…

Ahora entendía que era eso que ella provocó en el la primera vez que la sintió tan cerca suyo. Y era lo mismo que estaba sintiendo en esos momentos al verla tan indefensa en su cuarto.

Sakura alzó su mirada rápidamente, quedando ambos clavados fijamente en el otro. Pero la mirada de sakura era más de perversión, ella ya lo había sentido venir hacia un rato. sasuke no temió que ella lo viera observarla lujurioso aunque según el, lo aparentaba.

Tras mirarse un par de segundos, la joven se levantó del asiento y caminó de forma cautivadora hacia el deteniéndose en el marco de la puerta.

-¿Qué sucede sasuke?- le habló con un tono de voz tan dulce y tentadora.

El joven solo le echó esa mirada fría y calculadora, pero eso no le importó, mas bien sus verdes ojos no quitaban la vista de los de el.

Una atractiva sonrisa se formó en sus labios. -¿Qué pasa sasuke, nunca has…tenido una MUJER delante de ti?.-

Sin previo aviso el pelinegro sacó la espada y la apuntó en su rostro. La pelirrosa no se asustó, sabía que a el no le gustaban esa clase de comentarios y mas aun viniendo de ella, era como herir su orgullo.

Rió divertida por la actitud del hombre, sasuke se había vuelto más arrogante y sombrío que antes pero su aspecto físico era lo que mas le atraía ya que se su cuerpo se veía con rasgos mas masculinos y mostraba su bien formada escultura, sin dejar atrás la vestimenta que traía puesta, como la holgada camisa blanca que dejaba al descubierto su tonificado torso, debajo de ella unos protectores negros en sus antebrazos, la shimenawa purpura que traía amarrada en la cintura y debajo de ella unos pantalones negros que a pesar de su calculadora apariencia de niño malo lo hacía ver arrebatadoramente sensual.

Aun teniendo el extremo de la espada en su rostro, la joven decidió actuar a su favor. Posó su dedo índice en la hoja afilada y delicadamente la acarició dejando que la piel de su dedo sea fácilmente cortada, dejando ver a la vista un ligero hilo de sangre recorrer la prolongación de su mano.

Sasuke veía absorto las acciones que la pelirrosa realizaba mas no lo demostraba. Ella haciendo a un lado la Katana caminó persuasivamente hacia el quedando cara a cara.

-por lo visto tienes la suficiente hombría para ciertas cosas, sasuke…- rondando al pelinegro le hablaba sutilmente demostrando aire de superioridad al llevar la ventaja con su flirteo.

-pero dime sasuke… ¿serás lo suficientemente hombre como para poder hacerle el amor a una mujer?.- alzando oscilante una de sus cejas, lo miró entretenida. Delante de el y con su vista en ella, colocó su dedo sensualmente en su boca y chupó la sangre que corría en el.

-veo que no…sasuke-kun.- terminó diciendo antes de encerrarse en su cuarto y dejando pulverizado de excitación al hombre que yacía parado con rabia frente a la puerta de madera.

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Colocó sus pies en el suelo del baño, agarró una pequeña toalla que no cubría mas de la mitad de sus muslos y con el agua de la tina aun resbalando por su cuerpo, salió a su cuarto para vestirse y terminar acostada en su lecho. Hoy había sido un día muy agitado y ya quería sentir las almohadas y las ligeras sabanas en su piel.

Abrió la puerta del armario, sacó una diminuta blusa de tiras blanca y un interior negro lo cual fue lo único que utilizó como pijama. Caminó nuevamente al baño y vistió lo escogido hacia un momento. Se acercó al lavamanos y empezó a cepillar su mojado cabello rosa mientras se miraba al espejo, pero este se deslizó de su mano involuntariamente haciendo que ella se agachara para recogerlo. Al subir su mirada al cristal dio un brinco al verlo ahí parado detrás de ella.

-¡SASUKE!- se estremeció al verlo parado a sus espaldas. -¿¡q-que haces aquí?!- no tenía la menor idea de cómo había entrado a su habitación ni siquiera supo como había aparecido en el baño si ella estuvo ahí hacia un momento.

Sin quitar la mirada del espejo, vio como el se acercaba a ella cautelosamente. Intentó moverse pero sus piernas le temblaban al verlo tan prepotente ahí. Era como si la intimidara…

Con sus manos apretando el borde del lavamanos, observaba sus ojos que yacían carentes de expresión al igual que el resto de su rostro.

-sasuke, ¿Qué es lo que quieres?.- mas no obtuvo respuesta de su parte. Quería salir huyendo de ahí, la actitud de el era aterrorizante.

De repente se vio inmovilizada, los tonificados brazos del Uchiha la tenían rodeada en el lavamanos.

-¿sasuke, dime q-que esta pasando?- sentirlo tan cerca de su cuerpo y en la forma en la que estaba vestida, provocaba que su libido creciera.

El pelinegro respondió a su pregunta pero no de la manera en que ella lo esperaba…

Sin esperar un segundo mas, movió su boca hasta el oído de ella, dejando que su respiración rozara esa parte y provocando que la mujer se arqueara. Al principio pensó que era una alucinación, pero al sentir su piel en la de ella, aquella idea voló lejos de su mente.

Pronto los brazos de el se fueron enrollando lentamente en su delgada cintura, haciendo que la joven diera un leve gemido del placer…

La apretó mas hacia el dándole a entender la erección que traía entre los pantalones, sakura gimió un poco mas alto y el pelinegro sonrió satisfecho.

-veras que estas muy equivocada, sakura…- con una voz tan grave y casi gruñéndole en el oído, el juego de sasuke empezaba.

Bajó sus labios al inicio de su cuello y con su lengua degustó el sabor de su piel. Las manos de la joven apretaban mas el filo del lavabo, le estaba haciendo perder toda noción de realidad y dejándola entrar a un mundo de fantasías…

Una de sus manos bajo hasta su pequeño panty, rozando por encima de la tela el delirio de toda mujer… por mas que trataba de conscientemente detener aquel acto, los sensuales movimientos del pelinegro la aturdían cada vez mas…

Luego subió suavemente su mano y se abrió paso en la telilla adentrándose en el sexo de la pelirrosa, esta vez sakura soltó una de sus manos y la colocó en un ágil movimiento detrás del cuello del muchacho, tratando de sujetarse de algo o alguien antes de que cayera rendida del encanto. Otro gemido se esparció en el baño y sasuke cada vez mas disfrutando del erótico encuentro…

Con su dedo jugó con el clítoris para luego dejarla lo suficientemente húmeda y bajar a su cavidad y adentrarse en ella…

Jalando levemente el oscuro cabello de su apasionante amante, guardaba en silencio los locos alaridos de lujuria que se le estaban por escapar. Sasuke podía ver a través de la blusa los pezones de sakura erguirse a la vez que se reflejaba la imagen en el espejo.

Una vez complaciendo a la joven, retiró sus dedos y decidió escabullirlos por debajo de la blanca tela, acariciando su suave piel desde su ombligo hasta llegar a los pequeños redondeles que daban apertura a lo que sucedería…

Los atrapó bruscamente con su mano, acaparándolos en un sutil juego de caricias hasta tocar sus rosados pezones y entretenerse un rato con ellos. Le sacó la molesta blusa, dejándolos ver mas de cerca, sakura no hacía mas que retener su gemidos al morderse el labio inferior, pero eso no era nada comparado con lo que el le haría…sufrir…

La giró dejando ver su semidesnudo cuerpo y permitiéndole admirar su cara de placer. La sujetó de la parte baja de sus muslos y la cargó encima del lavamanos. Sasuke se colocó en medios de las piernas de ella, apretando con fuerza su parte íntima con el sexo de ella, sakura no se contuvo un segundo mas y soltó un estoico gemido encima de los labios de el.

Sus labios apenas se tocaban y jugaban con el del otro incitando más el fuego de los dos. El pelinegro rodeó con sus brazos la desnuda cintura de ella y la apegó mas hacia el, haciendo que sus senos tocaran el casi desnudo pecho del Uchiha, provocando que el soltara un grave gemido de sus gélidos labios…

Fue ahí cuando sakura no se contuvo un instante más y sujetándolo del cuello lo acercó más hacia su rostro, provocando que sus excitados labios atraparan los de el. Las manos del morocho fueron bajando delicadamente por su tersa espalda hasta llegar al panty que prohibía entrar en sus adentros, lo sujetó de uno de los costados y de un rápido jalón este se hizo pedazos. La pelirrosa se hallaba totalmente desnuda delante del pelinegro y con más intensidad se sentía el miembro del joven en su parte baja.

Los besos se volvieron intensos y las manos de sakura empezaron a retirar la molesta camisa del Uchiha, permitiéndole tener un panorama más amplio de sus pectorales y demás…

Sus frágiles manos se posaron en su desnudo torso… bajando suavemente sus manos acariciando cada parte de su blanquecina piel llegó hasta los pantalones, los cuales se deshizo de ellos fácilmente…

Sin que tuviera algo debajo de las prendas, las pieles de ambos yacían desnudas en el baño… en la altura en la que se hallaba sentada podía sentir a la perfección hasta el ultimo detalle del erecto miembro del hombre en su parte íntima, esta vez los gemidos se volvieron mas arrebatadores y los besos mas apasionantes, dejándose llevar por la locura de la lujuria que sucumbía en ambos cuerpos…

Aun en la misma posición sasuke se empezó a mover, dejando que su órgano acariciara el de ella, atontados por los eróticos actos se apretaban el uno contra el otro, deseando sentir mas la fogosidad recorrer lo mas internos de sus cuerpos…

Era un vaivén de sube y baja, ya estaba mojada… eso lo estremecía, quería penetrarla pero quería hacerla sufrir también…

Cuando sakura cerró la puerta, lo dejó con la sangre hirviendo y la excitación en la cabeza, era un hombre con un orgullo muy grande y no iba a permitir que lo pisotearan tan fácilmente, después de todo, quería demostrarle a sakura que si era capaz de hacerle el amor a una mujer y quien mejor que ella…

Su lengua jugaba con la de ella, saboreando cada parte de ella, mordía ferozmente sus labios, dejándolos marcados y rojos de la pasión.

Sakura no iba a ser perdonada tan fácilmente…

Acariciando cada extremo de su suave piel, el placer de el crecía, pues a pesar de todas las peleas, ella era una hermosa mujer, la cual no se le negaba ni los atributos físicos ni los personales que cargaba consigo…

Su corazón palpitaba acelerado, no sabía en que rayos se había metido. Se encontraba besando, totalmente desnuda con el que siempre considero un atractivo y sensual rival, aparte de el hecho que ella lo abrazaba del cuello mas hacia ella para poder sentirse en uno solo…

El la agarró de sus exquisitos muslos y la cargó hacia la cama, recostándola en esta… sus manos las recorrían dulcemente… de ambas bocas expulsaban audibles y severos clamados de piel.

Encima de ella, palpaba su tersa piel, sin dejar marcado algún lugar de ella… la pelirrosa podía sentir el miembro de sasuke encime de su vientre, quería que la tomara ahí mismo, por mas que sabía el dolor que ello causaría el sentirlo en sus adentros era lo que mas demandaba…

Apoyándose con los hombros en la cama, besaba desenfrenadamente esos rosados labios que lo estaban volviendo de repente loco, saborearlos a cada instante y consumir lo ultimo de ese dulce sabor, lo enloquecía…

Bajó su mano hasta su miembro, lo agarró y lo acomodó en la húmeda cavidad de ella. Sasuke sonrió satisfecho mientras de la nada los labios de la mujer empezaron a temblar. Los sentía vibrar mientras los desgarraba con su boca…

-vamos, sakura…- tartamudeaba arriba de ella, jugueteando con su parte baja.

-acaso…tienes miedo de que te complazca…??- rió maliciosamente. Sakura entendió, lo cual la avergonzó un poco y sus mejillas se tiñeron de un leve rojo carmesí.

Atrapó sus rojos labios nuevamente y la besó apasionantes, sin perder la caricia de su lengua y de la cavidad de su boca… fue penetrándola delicadamente mientras ella se agarraba con fuerza de su amplio dorso. Contrajo sus ojos al sentirlo entrar, el dolor incrementaba y sus uñas arremetían con la piel nívea del pelinegro, dejando ver las pequeñas marcas de sangre recorrer su espalda y provocando que ambos gimieran por las punzadas de pasión y erotismo…

El sudor recorría cada parte de su piel llegando hasta la de ella, juntándose y mezclándose en uno sola…

Estaba caliente y húmeda en su interior, su cuerpo se estremeció de tan solo sentirla así…era un exquisito placer que nunca había sentido… vio una lagrima salir de sus pequeños ojos cerrados, la cual rápidamente borró con su dedo…

Lo más placentero de todo era hacerle el amor por primera vez…

Empezó la danza de las embestidas, subiendo cada vez el ritmo y acaparando en su oído los gemidos de sensualidad de ella…

Sus finas manos recorrían la mojada espalda del Uchiha lentamente, con sus labios en el oreja de el, gritaba en silencio el deleite del momento…

Alzó su rostro para coger nuevamente sus labios e intensificar la excitante fricción, quería estimularla lo más que pudiera, dejarle claro que con el nadie jugaba…

Los gemidos de sakura empezaron a incrementar a medida que las embestidas arrasaban con fuerzan en su suave interior… estaban llegando al clímax, el aliento de sasuke chocaba en los labios de ella mientras la pelirrosa gimoteaba en los de el…

Sus manos subieron hasta el empapado cabello del morocho, sus dedos se perdieron en el y lo apretaron para esperar la arremetida final… sasuke invadió por ultima vez su cavidad con fuerza haciendo que los dos clamaran el delicioso orgasmo que acababan de tener…

Sus cuerpos agitados y sus bocas buscando la respiración que faltaba en sus pulmones, sasuke yacía aun encima del cuerpo de ella, dándole cortos besos de dulzura y ternura. Retiraba cuidadosamente algunos cabellos rosados que estaban adheridos a su rostro permitiéndole ver mejor el semblante de su amante…

-sasuke…- susurró ella.

-¿Qué…hemos hecho?.- le exclamó sutilmente debajo de el. Ni siquiera el Uchiha tenía una respuesta para eso, si Orochimaru se enteraba de que había o pasó algo entre ellos, el los aniquilaría, pero sakura sería la mas perjudicada en esto, ya que su maestro necesitaba de sasuke para hacer la transferencia de cuerpo, en cambio ella… era una sierva mas…