La Noche Del Merodeador

"Con el brillo del metal

Llegó el momento de atacar"

Noche tranquila invernal... los árboles nevados esparcen paz en el mundo a las personas de buena voluntad... los villancicos atrás han quedado, y los arbolitos de navidad iluminan la oscuridad en la noche invernal en los hogares despreocupados...

Mañana tal vez amanecerá... amanecerá y muchos niños verán con gusto y demasiado placer sus regalos por haberse portado bien...

Las farolas iluminan las calles con sus inmemoriales árboles que año tras año aguantan las nevadas... es noche buena esta noche... pero solo por nombre... porque de buena... solo las intenciones...

Una sombra se revuelve entre sus sábanas, esta noche, las doce en punto... es imposible... no puede conciliar el sueño...

"¿Qué tal si vamos a pasear esta noche?"

Le sugiere la voz de su mente...

La sombra se revuelve intentando conciliar el sueño... pero el sueño escapa de esa sombra...

"Te digo que vamos de paseo..."

Susurró nuevamente la voz de su mente.

–OK... –Susurró la trémula voz de la sombra.

"Ponte los discman... esta noche me apetece escuchar algo... clásico... ¿Qué tal Iron Maiden? Me apetece el disco de Powerslave... así que date prisa para vestirte... la noche es muy corta..."

–Estamos en Invierno... las noches son largas en Invierno...

"No recuerdo habértelo preguntado... Muévete..."

Minutos mas tarde la sombra salía al viento nocturno, caminando de farola en farola, y en su mente resonando las melodías de Iron Maiden, vestía una larga gabardina negra de charol dentro de la cual llevaba un revolver en "Caso de Emergencias" y enfundado muy cerca de el un cuchillo largo "Por si acaso..." la sombra dio vuelta a la esquina donde vivía... y sonrió al sentir el helado viento invernal en su rostro, sonrió en su mente...

Al día siguiente los encabezados eran claros y escalofriantes: "Dos personas ejecutadas de la manera mas sádica y sangrienta que a cualquier persona se le pudiera ocurrir." "¿Qué ser humano tendría el estomago suficiente como para realizar algo tan atroz?"

Algo era claro... no había sido robo pues al asesino se le habían olvidado los anillos, las carteras y demás cosas de valor... era obvio que había sido un asesinato. Pero la pregunta era ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuál era el móvil? Y ¿Por qué demonios en esa misma noche y en ese lugar del mundo?

"Muy bien, no tengas miedo... deja de temblar... todo Salió bien... todo está bien... el modo en el que lo hiciste estuvo bien..."

"¿Recuerdas el modo en el que nos pusimos a buscar la presa?

... ¿Recuerdas lo que pensaste cuando la encontraste? Cierto... no pensaste en nada pues tenias miedo... mucho miedo... era un tipo al parecer demasiado violento... pero... ¿Te olvidas de que eres engañosamente fuerte? Y mas importante aún... me tienes a mi... que no se te olvide...

Estábamos en el parque detrás de una arboleda concentrándonos en la noche y su calido silencio cuando lo vimos venir...

... Ah, recuerdo el brillo del cuchillo, frío y afilado en la noche invernal... como si me guiñara el ojo... y tu tenias miedo... recuerdo la sorpresa que sintió cuando salimos al parecer de las sombras y lo tomamos por la espalda, no era demasiado alto... y nuestras botas altas hacían el trabajo de acercarnos cada vez mas a su imponente altura... si, nunca olvidaré el momento en el que lo tomamos por la espalda y milésimas de segundo después le abríamos una brecha en el cuello con el cuchillo...

Murió como un cerdo... con el cuello abierto haciendo gárgaras con su propia sangre...

"Decidí tomarle por detrás e inmovilizarle lo más que pudiera para matarlo bien. La presa redobló sus forcejeos, pero estábamos en la situación ideal, conmigo sujetándole y dándole puñaladas. Empezaba a molestarme el hecho de que no se moría ni debilitaba, lo que me molestaba bastante. Seguí intentando sujetarle y mis manos encontraron su cuello, y en él una de las brechas causadas por mi cuchillo momentos antes. Metí por ella una de mis manos y empecé a desgarrar, arrancando trozos de carne arañándome las manos en mí trabajo...

... Era espantoso: ¡Lo que tarda en morir un idiota! Llevábamos casi un cuarto de hora machacándole y seguía intentando hacer ruidos.

¡Que asco de tipo! le había sacado las viseras. Vi una porquería blanquecina saliéndole de dónde tenía el obligo y pensé: ¡Cómo pasó! Redoblé mis esfuerzos divirtiéndome, y me alegré cuando pude agarrarle la columna vertebral con una mano, atrapándola, empecé a tirar de ella y no cesé hasta descoyuntársela... hasta hacerla pedazos...

... Nuestra presa seguía viva y emitía un sonido similar a las gárgaras, insistentemente y cada poco tiempo. Le corté la cabeza para que dejara de hacer ruido. Escuché un tronar de huesos y mi única queja fue que el hueso era durísimo...

... A la luz de la luna contemplamos a nuestra primera víctima. Sonreímos y nos dimos la mano. Nos miramos y nos descubrimos absoluta y repugnantemente impregnadas en sangre."

"Ah... pero ese tipo solo fue el primero... pero te juro que no será el ultimo...

... Después comencé a sentir el aire demasiado enrarecido... todo se veía rojo... como si estuviéramos en el infierno... pero creo que ese sentimiento es el que nos acompañará de hoy hasta el fin del tiempo... en fin... luego de sonreírnos... enfilamos fuera del parque, era alta noche, así que era demasiado improbable que alguien nos viera en un lugar tan apacible como lo era nuestra ciudad... hasta esta noche...

¡Que demonios! Ya ni la policía está exenta de ataques así de brutales...

Enfilamos por la calle real hasta llegar al cruce donde está el número 22 de la Avenida Acacia... una Curiosa coincidencia... allí estaba parado un policía... todo vestido de azul, sintiéndose demasiado importante... me pregunté si el sentir que "salvaba al mundo pero no a sí mismo" le daría satisfacción...

Así que sacamos el revolver y...

Vimos como cayó al suelo haciendo muecas de dolor... le habíamos dado en una pierna... y no le dimos tiempo de que pidiera refuerzos por el radio... no le daremos la satisfacción de decir que sobrevivió... el siguiente disparo le dio en el cuello... el muy imbécil comenzó a ahogarse con su propia sangre...

Su uniforme azul quedó manchado de rojo mientras emitía ruidos bastante parecidos al de nuestra primera victima... nos acercamos casi corriendo a donde estaba, pues le disparamos desde las sombras... y lo encontramos... quiso encender el radio... pero de una patada hicimos que saliera volando el radio... el tipo nos miró con impotencia... vio nuestra cara... no le daríamos el placer de sobrevivir ahora que sabia quienes éramos... aunque era algo lógico que muriera después de un disparo en el cuello y otro en la pierna que sangraba copiosamente...

Aun así yo quería divertirme mas... no me divierto igual disparando que apuñalando... me dio asco el modo en el que al intentar hablar lanzaba chorros de sangre por el Hocico que tenia ese cerdo... así que saqué mi cuchillo el cual se reflejó en sus ojos, era claro... no quería morir... pero ni modo... le tocó en suerte morir esa noche buena... comencé a acuchillarlo, una cuchillada tras otra... demonios... noté como aun intentaba defenderse... pero no era nada la fuerza que le quedaba contra la mía... logré ponerlo totalmente boca arriba... y le clavé mi cuchillo justo en el corazón... dio dos o tres saltitos convulsionantes y después se quedó totalmente quieto...

Estaba muerto... pero a mi no me hacia estúpida... ni a mi... ni a ti... lo apuñalamos otro rato hasta que creímos que era suficiente... guardamos el cuchillo y nos apresuramos a llegar a casa... luego nos quitamos la ropa y la guardamos en una bolsa negra... tal vez esta noche salgamos y la enterremos en algún cementerio... en alguna tumba...

Después de un buen baño estuvimos listas para dormir... y vaya que dormimos...

Ahora me pregunto... ¿Quién será nuestra próxima victima? Tal vez la siguiente persona que nos dirija la palabra... Si, ¿Por qué no?

Una voz la sacó de su ensimismamiento...

–¿Qué escribes, Tomoyo? –Le preguntó Sakura.

–Nada, Sakura... solo escribo un diario... a propósito... ¿Qué harás esta noche?

Continuará