-- Actualizado el 22 de mayo del año 2008 --
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# Primer Capitulo:
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Le miró sorprendida a más no poder, la secretaria simplemente le miraba esperando alguna respuesta por parte de aquella joven de cabellos celestes.
-- Así...que tengo un hermano.-
Sus ojos eran el perfecto reflejo de la sorpresa que sentía en esos momentos, estaba emocionada. Por fin tenía los argumentos, por fin no eran sólo supociciones, su sueños con aquel enano de pelo azul que la ayudaba significaban algo, era algo frustrante enterarse luego de quince largos años pero aún así el sentimiento de conocer por fin la verdad era mejor que todo.
-- No sabemos si sabrá de su existencia señorita pillika, además de que su padre no prohibio hacer contacto; Espero que esto le sirva...adios.-
Le dijo al secretaria rubia, quien ahora tenía que atender otros asuntos.
Le miró, sonrió, tomo el paquete con muchos papeles, se paró y se fue de aquel lugar con el pensamiento de que su verdadero hermano estaba en algún lugar. Puede que buscandola como puede ignorar la existencia de ella, pero esto recien comenzaba, tendría qeu encontrar pronto a Hao y Anna para poder escuchar sus concejos de mejores amigos y hermanos que eran. Apesar de ser adoptada no podía negar la buena suerte que tenía al estar en una verdadera familia.
Camino sonriente, se sentía cómo en un comercial de coca cola al caminar así de contenta, con tantos buenos sentimientos por explotar. Se subió al metro, se bajó en una estación, caminó tranquila hasta llegar a una gran casa dónde le esperaban sus hermanos.
-- ¡¡Pili!!.-
Gitaron un castaño pelilargo al unísono con una rubia de cabellos hasta la mitad de la espalda. La peliazul se sorprendió, en cuanto reacciono, tímidas lágrimas bajaron de sus ojos y recorrieron sus mejillas.
-- Tengo un hermano de sangre, fortuna y la familia que ustedes me dieron.-
Sollozó intranquila mientras se preguntaba el porque de expresar su alegría de aquella forma, las lágriamas después de todo no eran malas. Hao la abrazó y Anna con un extraño cariño le golpeo la cabeza.
-- Esta casa nos acogió a mi y a Hao demasiado bien, el ambiente que se formo es muy agradable, ustedes son mi mejores amigos y mis hermanos, no de sangre, pero a veces la gente - como yo - aprendemos a tomar palabras como hermano, madre o padre ha gente que cumple con ese roll, pero con la que no hay lazos d esangre en común.-
Dijo sonriente Pillika mientras sonreía y lloraba al mismo tiempo. La casa de los padres de Anna, era la que Hao y Pillika consideraba como su casa, bueno, esta era una casa grande pero entraba en lo común. Sus padres eran los dueños de dos grandes emprezas, su única hija de sangre era Anna, los riesgos que la madre corría al parir eran mucho cómo para arriesgarse así que la familia prefería adoptar. Es por eso que Hao y a Pillika pertenecian a esa gran familia de empresarios.
Apesar de todo el amor que recibían, tanto Hao cómo Pillika habían descubierto ese mismo día que sus hermanos estaban vivos y estudiaban en la misma academia de una ciudad no muy lejana.
-- ¿Cuándo se tendrán que ir?.–
Preguntó su madre cuando estaban todos reunidos en la cena de esa noche, les miraba con tristeza. Hao había enviado a un correo electronico que le había llegado cuando estaba en su oficina, este decía que tanto él cómo Pillika y Anna irían a estudiar a un instituto en Fumbari. Sentían la necesidad de conocer a sus hermanos , era inevitable.
-- Tendre poco tiempo para pasar con mis princesas y mi principe –
Dijo algo triste la señora kyoyama, mientras sentía cómo sus ojos se llenaban de lágrimas.
-- Mamá, tú para mi y estoy segura que también para Pillika, serás siempre nuestra verdadera madre. Tú nos criaste, nos amaste, nos aguantaste..sólo iremos a estudiar a otro lado, buscaremos a nuestros hermanos, pero nadie cambiara que tú eres mi mamacita cachonda...te quiero mucho vieja.-
Le dijo Hao, quien se paró de la mesa junto a Pillika y Anna con la misión de abrazar fuertemente a su madre.
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Fue una semana de locos, arreglar cosas, el lugar al que llegarían,el dinero y los pasajes, pero ahora el castaño pelilargo, la rubia y la peliazul se despedían con besos de sus padres.
Tanto el señor como la señora Kyoyama aconsejaban a Hao para que no dejara que algún tarado se les acercara a sus princesitas, Hao reía... él era el más emocionado ya que hace una semana no paraba de enviarse correos con su hermano, Yoh Asakura.
Se embarcaron en el avión, Anna se quedó dormida enseguida mientras que Hao enviava correo tras correo; Pillika no dejaba de pensar que pronto estaría cerca de conocer a su hermano... Horokeu.
A mitad del viaje tanto Hao como Pillika siguieron el ejemplo de Anna y se quedaron profundamente dormidos. Causando una que otra risa a los pasajeros ya que Anna se afirmaba en Pillika, esta se afirmaba en Hao y este ultimo no paraba de dar fuertes ronquidos.
Con unas fuertez bofetadas Anna pudo despertarles, tanto el castaño cómo Pillika le miraban con los ojos chiquititos y con sus mofletes inflados. Anna simplemente se rió de ellos pero luego les apresuro para bajar del avión en rumbo de su nuevo instituto.
El taxi les dejó frente a la dirección que Hao sacó de uno de sus correo electronicos, ese era el internado en el que Yoh iba y al cual ellos irían, él no estaba tan sorprendido ya que había buscado fotos de este.
-- ¡En serio este es el número, osea...esta es la dirección!.-
Preguntó excitada Pillika, Anna no paraba de mirar aquel gran edificio. Hao sonreía, era un buen comienzo después de todo, pero al mirar ha su rubia hermana la sonrisa se fue de su rostro.
-- ¡¡Cómo se supone que viviremos aquí!!, ¿Es esto una especie de internado o algo?.-
Le gritó Anna mientras le pateaba las canillas ha Hao y le entregaba todas su maletas para que las cargase. Una jovencitas que pasaban embobadas mirandoa Hao se reían, otras mataban con la mirada a la rubia que pateaba de esa manera a ese bombón.
-- Es un internado, si no tienen las habitaciones reservadas mejor que vayan a hacerlo ahora.-
Dijo una pacifica voz, era de un castaño pelicorto que tenía unos grandes audifonos al rededor de su cuello. Cuando este se volteo las herminas de Hao se sorprendieron a más no poder.
-- Eeeh….son iguales…-
Dijo Pillika sin poder expresar nada, Anna afirmaba con su cabeza; ese extraño y Hao era identicos, solo que su hermano tenía su cabello mucho más largo y el rostro no era cómo el de aquel despistado. No cabía duda que Hao había contactado a su hermano.
Hao e Yoh se miraron por unos momentos, luego ambos sonrieron y se abrazaron. Tomaron sin siguiera preguntar todas las cosas que pudieron y siquieron su camino caminando entre ellos, dejando a Anna y Pillika sorprendidas frente al portón de aquel gran instituto.
-- ¡Yoh!, ¿¡Qué haces!?.-
Se escuchó que le gritaban unos jovenes, Pillika curiosa se volteó para ver quienes gritaban.
-- Ya se le olvido que iba con nosotros, seguro que va escuchando Bob.-
Habló un joven alto, con buena figura, con lindas y similares facciones que las de Pillika. El joven además, tenía el mismo color de cabello que la peliazul.
Simplemente le miró, sin miedo, sin nada.
-- Mira...-
Pudo decir en un susurro que con una muy buena audición Anna pudo escuchar y miró ha dos jovenes. Ambos guapos: uno de pelo morado, quien de seguro le había gustado a su hermana mas luego miró al otro chico y supo que Pillika no quería que viera cuan lindos eran, sino que viera al posible Horokeu.
Los jovenes se pusieron a discutir estupidamente frente a ellas, las miraron por unos segundos pero luego siguieron su camino aún peleando.
Unos cuantos segundos tubieron que pasar para que el peliazul doblara con poca sutileza su rostro y pusiera antención a la vívida figura de su madre caminando más atrás que él, acompañada por una rubia que le mató con la mirada.
Ren se volteó extrañado por la actitud de su amigo, sonrió. Esa niña era una versión femenina y linda del Hoto Hoto, pero en eso la imagen del retrato con la foto de los padres de Horo se le pasó por la cabeza. ¡Esa chica era igual a la madre de Horo!, eso quería decir que esa chica bien podría ser la hemana perdida de Horo Horo.
Ambos se pararón de una, Anna miró a su lado y Pillika se veía demasiado nerviosa. La tomo de la mano y arrastró, pasando por alto ha los jovenes y buscó con rapidez hacia dónde se había ido el idiota de Hao. El castaño pelilargo se encontraba filtreando con la secretaría, tenía dos llaves en sus manos por lo que Anna sabia que ya había echo su trabajo de hermano mayor.
-- Hao, llevanos a nuestras habitaciones ahora.-
Le exigió Anna, percatandose que el hermano de Hao se había ido...con sus maletas. Frunció el entrecejo, ante esto Hao le respondió:
-- Tus maletas las dejó en tu habitación.- le tiró la llave.- Vamos a nuestras habitaciones, esta preciosa dama me ha explicado cómo.
Le dijo Hao mientras sonreía pícaro, era todo un seductor...no había nada que se le resistiera. N A D A
Por otro lado Ren y Horo habían econtrado a Yoh, ya estaban de vuelta en la limosina rumbo ha su casa; Ren no sabía cual de sus dos hermanos estaba más excitado en aquel momento.
-- Es muy simpatico, su hermana Annita es muy linda.-
Habló Yoh, quien se sumergía en el preciado recuerdo de la simple imagen que tenía de aquella rubia mujer, nada más que un belleza.
Horokeu por otro lado, hablaba en voz alta cosas que no le podían entender, de seguro estaba ingeniandoselas para hablarle. Por fin había llegado el momento que el peliazul había buscado durante años, justo que se había rendido la encontraba...no había dudas de que era ella.
Miró a Ren suplicante, tanto que este se asustó. El pelizulado planeaba algo y por su mirada no sería algo que le agradara.
-- Sé su amigo, así me ayudarás para yo poder ser su amigo primero.-
Gritó con euforia el peliazul mientras tomaba del cuello de la camisa a su hermano y lo zarandeaba con fuerza. Ren no sabía que hacer, se estaba mareando y tnía muy en cuenta la petición realizada por su hermano: Que las chicas se le acercaran era fácil, pero que él se acercara a una joven.
Sería una dura tarea que si Hoto Hoto no le ayudaba a cumplir, sería imposible.
· Continuará...
Actualizado 22 de Mayo del año 2008.
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