Bueno, realmente no c que decir, de pronto se me vino esta idea a la cabeza y decidí escribirla, solo espero que les guste, por cierto, no es la continuación de "Solo era una ayuda", eso para otro día, realmente mi idea de continuarla no la e puesto en práctica, aunque pronto lo haré :D! … espero que sea un aporta a .
Una cosa mas, gracias a todos los que han leído mis fics anteriores ^^.
"La rutina mata"
-"¿Cómo se puede caer tan bajo?"-
-Un año atrás-
Dib despertaba de una noche de sueño, sonó su despertador a las 7:00 a.m., pero a diferencia de siempre el menor no se levanto con animo, mas bien le costo levantarse, pero no era la primera vez, ya hace un tiempo que le sucedía, pero fue tan paulatinamente que ni el mismo se percato.
Bajo a tomar desayuno, "Otra vez cereal con leche" pensaba mientras bajaba las escaleras.
Se encontró con Gaz desayunando en la mesa de la cocina, nada de otro día, tomo lo necesario y se sentó a la mesa, cuando se iba a servir Gaz le habla:
-No queda leche, me la termine toda, quedaba muy poco- Y después de hablar continuo con su desayuno.
-Entonces creo que no desayunare- Dijo el chico sin tomarle importancia.
-¿Acaso no puedes ser mas molesto?, ¿No te puedes comportar como un hermano normal y quejarte de que no te haya dejado leche?, tienes 16 años y no eres capaz de discutir con tu hermanita menor, eres un raro- Le dijo la chica de forma fría.
-…- Dib solo se limito al silencio, sabía que no sacaba nada el discutir con Gaz, sería una estupidez hacerlo, solo se ganaría un mal rato, además solo era leche; aunque debía aceptar que lo de raro le dolió un poco.
Salió de su casa pero no se despidió de nadie, no había de quien, Gaz iba con el a la eskuela, su padre, como siempre en el trabajo, de su madre es mejor no preguntar; vio pasar frente a el tranquilamente a Zim, el pequeño Irken que planeaba invadir la tierra, junto con su extraño perro color verde, Gir, el cual nadie notaba que era bípedo, extrañamente, no le importo, si bien lo "Normal" hubiera sido que se acercara a Zim y le echara en cara el hecho de que era extraterrestre, pues tenía la piel verde, simplemente no lo hizo, era la primera vez que simplemente no tenía ganas de hacerlo.
-"Me levante con el pie izquierdo"- Pensaba sin tomarle importancia.
-"Extraño, el Dib-Humano no se acerco a hacer sus típicas incriminatorias contra el gran ZIM. Lo más probable es que me quiera atacar en la eskuela."
En la entrada de la escuela Zim espero los gritos e insultos por parte de Dib, pero estos nunca llegaron, es más, ni siquiera entro a clases, llego hasta la puerta, se quedo pensando un largo rato, se dio media vuelta y se largo, así de fácil, sin más ni menos.
-"Realmente no quiero entrar a clases, estoy tan molesto, ya no soporto a mis estúpidos compañeros, ya no puedo estar nunca mas en un mismo lugar con todos ellos, hablando puras estupideces, cosas sin sentidos, buscando cada momento para burlarse de mi y de mi enorme cabeza, ¡No lo soporto!. Simplemente no entrare"- Pensó Dib antes de largarse del lugar, no sabía a donde ir, pero no le importaba, cualquier lugar era mejor que este.
Ya dentro de la eskuela la maestra tomo lista, extrañamente su maestra seguía siendo la señorita Bitters, pero eso era lo de menos, realmente a los alumnos le daba lo mismo, es decir, estaban ya acostumbrado a sus comentarios apocalípticos y toda la cosa; La señorita Bitters entro de manera como de normal extraña.
A Zim de le veía preocupado, y dejando su orgullo de lado pregunto a Bitters:
-¿Por qué el Dib-Humano no vino hoy?-
-No tengo la menor idea y creo que realmente a nadie le interesa- Respondió sin siquiera molestarse en observarlo.
-…-
Aunque era temprano las calles se veían peligrosas, y es que el centro de la ciudad siempre lo a sido, pero eso no le importaba a Dib, el tan solo necesitaba caminar, despejar su mente, dejar de pensar tanto, pero esa estúpidamente enorme cabeza suya no de lo permitía.
-"Al menos esto me saco de la rutina"- Pensaba Dib, extrañamente el "Mal habito" de pensar en voz alta lo había perdido, ¿Cuando?, no se podría decir.
-¿Quieres comprar cigarrillos niño?- Le pregunto un desconocido, se veía de muy mala apariencia, con toda la ropa rota, le faltaban dientes y se notaba que ya tenía sus buenos años, o al menos los aparentaba.
-No gracias, no fumo- Le respondió con recelo.
-Pero vamos chico, si fumar es lo mas relajante que hay, es casi como si te olvidaras del mundo- Le insistió el extraño.
-…- Dib comenzó a dudar, no podía ser tan malo, podría hasta gustarle, además… al diablo eso del cáncer al pulmón y de los problemas respiratorios que el cigarro le podría acarrear- Esta bien, ¿Cuánto cuestan?-
Al principio la sensación fue asquerosa, sentía como le ardía la garganta, y le provoco una gran tos, pero… había que admitir que, dejando eso de lado, realmente lo relajaba.
-"A la final, fugarse de la eskuela no fue una mala idea, debería de hacerlo mas seguido"- Pensaba mientras aspiraba el tabaco.
Zim llego a su basa después de un aburrido día de eskuela, llego desanimado, realmente nunca pensó que esta podría ser mas aburrida, pero lo había logrado, y todo gracias a que el humano había faltado.
Zim se recostó sobre el sillón, no estaba agotado ni nada de eso, simplemente quería hacer nada, a su lado Gir comía palomitas de maíz mientras observaba una caricatura de un feo mono verde que no hacia mas que moverse de arriba a abajo; Pronto el pequeño noto que su amo no estaba bien, quería preguntar que le sucedía, pero lo único que logro fue el levantarse y gritar un "¡Tengo hambre!" para luego sacar sus cohetes y estrellarse contra la pared de la cocina, saliendo ileso.
-"¿Por qué no puedo hacer nada bien?"- se preguntaba a si mismo el pequeño robot-"Solo quería darle ánimos a mi amo"- Después de pensar esto se comenzó a reír como loco y dijo- ¡Wuaffles!-
-"Solo espero que Dib-Apestoso valla mañana a clases, es decir, es su obligación, no puede hacerle esto a Zim"
Dib llego a su casa después de dos horas pasada la hora de salida de la eskuela.
-¿Dónde estabas Dib?- Le preguntaba Gaz sin dejar de observar la pantalla de su "Game Slave"
-no creo que te interese- Le respondió este fríamente
-Apestas a cigarro- Le dijo ignorando su respuesta y despegando su mirada del juego para observarlo fijamente.
-¿Si?, bueno, realmente no creo que te importe-
-A mi no, pero será mejor que te des una ducha, papá vendrá a cenar con nosotros, ya sabes, es la vez en el año-
-…- Dib se quedo pensativo y luego dijo- Cuando llegue papá dile que no podre salir a cenar con ustedes, pues no me siento bien- y tras decir esto subió las escaleras y se encerró en su habitación.
-Raro… aun para ti- Dijo la chica en voz baja y luego subió a su habitación, quería estar presentable para cuando llegara el profesor Membrana.
Dib cerro con pestillo su habitación y se sentó en el suelo apoyando la espalda contra la puerta, comenzó a sollozar, ¿Desde cuando todo se había transformado en una mierda para el?, ¿Desde cuando no le importaba papá?, levanto la vista y limpio sus gafas, están manchadas con las lagrimas, al colocárselas vio claramente las fotografías en su habitación y se percato de algo, ¿En que momento dejo de pensar en como detener a Zim?, no se había percatado que en todo el día no había pensado en el extraterrestre, pero tal vez si hubiera sabido que Zim no dejo de pensar en el en todo el día le hubiera tomado importancia a esto, pero el pensamiento resbalo de su cabeza y se guardo en lo mas profundo, dejando al chico con la idea de que realmente no le importaba ya, que ya no le importaba lo que le pasara a el planeta, a sus compañeros, a su familia, que ya no le importaba Zim.
-"Quisiera desaparecer de una buena vez, quisiera no haber nacido nunca, así no conocería lo que es la vida, y por lo tanto no me haría el mínimo daño, o tal vez si solo fuera como los demás, ignorantes, ya que en esta radica la felicidad, entonces… ¿No es mejor hacerse el tonto?, pero ya es muy tarde para mi, ya no me puedo hacer el tonto, no puedo hacerme el ignorante, pero si hay algo que puedo hacer y es ignorar, ignorar al mundo, a mis compañeros y sus insultos, a mi familia, y también, ignorar a Zim, olvidarme de lo paranormal, olvidarme del mundo, de la vida"- Pensaba el menor-Me duele el pecho- pronuncio en voz baja apretando su camisa en el lugar donde esta su corazón.
Algo dentro de el había muerto. Algo en su interior le decía "La rutina te mata".
Así es, al final los insultos, los desprecios, las peleas, todo de volvió una rutina, algo del día a día, que poco a poco carcomía el espíritu de Dib.
Gracias por leer.
