Disclaimer: El Señor de los Anillos no me pertenece, no tengo un cerebro tan privilegiado como para crear algo tan hermoso y épico.
Investigando en mi ordenador encontré esto y, al leerlo, decidí publicarlo. Ya basta de escribir cosas y guardarlas en lo más hondo de mis archivos.
Pure
Gimli no odiaba a los elfos, después de mucho tiempo había aprendido a convivir con ellos, pero eso no significaba que no le sacasen de quicio. Viajar con Legolas le estaba enseñando mucho de aquella criaturas, pero Gimli era un enano y conocía muchas historias entre elfos y enanos que revolvían su estómago y le recordaban por qué los elfos no eran seres en los que poder confiar. Los aceptaba, pero aún le costaba tolerarlos, a excepción, casi, de Legolas.
Por eso, al entrar al bosque de Lothlórien y encontrarse con la Dama Blanca, Gimpli se sorprendió a sí mismo siendo cautivado por aquella hermosa mujer elfa, cuyos ojos atravesaron los suyos propios.
Galadriel se presentó antes ellos altiva, hermosa y compasiva. Su mirada decía todo lo que sus labios callaban. Y en un segundo Gimli se prendó de ella. Gimli supo que sólo podría amar a aquella dama elfa cuyos ojos azules eran capaces de ver a través de su alma y corazón.
Y al partir y ver que ella le dejaba decidir qué regalo le otorgaría, Gimli sólo pudo pensar en guardar algo suyo junto a su corazón porque jamás sería suya, jamás volvería a verla. Y sólo fue capaz de pedir tres cabellos de oro de su larga y ondulada cabellera. Sólo tres cabellos para atesorar y recordar por siempre el que sería su único amor.
Fin
Esto es todo, una idea corta que se me ocurrió cuando leí el libro y, más tarde, al ver la película. Gimli en ese instante me resultó muy tierno y me entraron ganas de escribir esto.
