Disclaimer: Miraculous Tales of Ladybug and Chat Noir, no me pertenece, es propiedad de Thomas Astruc.
Advertencia. La historia se desarrolla en un mundo alternativo, los personajes no tienen poderes y pueden contener un poco de Ooc.
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Viernes.
Por fin había llegado el bendito viernes. El fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, me podría desvelar toda la noche sin preocuparme por las horas que voy a dormir, no tendría que hacer mis tareas para entregar al día siguiente, todo sería perfecto de no ser por un pequeño inconveniente.
Aún tenía que ir a clases.
Observé el reloj para ver cuántos minutos más iba a dormir antes de que sonara la alarma, para mi mala suerte ya se me había hecho tarde. -Estúpida alarma que no sonó- pensé mientras me levantaba de la cama y me arreglaba lo más rápido que podía. Revise mi mochila para comprobar que nada se me olvidara y al terminar salí corriendo de mi habitación.
Sin embargo toda la prisa que llevaba desapareció al bajar por las escaleras y ver que mi mamá estaba preparando el desayuno.
–Buenos días cariño– me dijo en cuanto me acerqué al comedor.
–Buenos días mamá, se ve delicioso– dije mientras me ponía a su lado y tomaba dos hot cakes y me servía un vaso de café.
–¿Qué no vas tarde a la universidad?– me pregunto al ver que me sentaba en la mesa.
–No, de hecho tengo libre la primera hora– mentí, total ya iba tarde, saltarme la primera hora no haría daño.
–¿Ha si? Entonces porque bajaste las escaleras tan rápido, además te escuché correr de aquí para allá mientras te arreglabas. Eso solo pasa cuando se te hace tarde– rayos, el instinto perspicaz de mi madre está activado.
–De hecho yo también pensé que iba tarde– espero que me crea –Se me hizo raro que la alarma no sonará así que me cambie rápido, pero recordé que ayer la desactive precisamente porque entraba a la segunda hora–.
–Bueno, parece que tienes razón, hoy no escuché tu alarma– dijo mientras hacía una pose pensativa, clara señal de que estaba tratando de recordar si sonó.– En ese caso desayuna con calma, iré a despertar a tu padre y a tu hermano– Que suerte, no me descubrió.
Cuando termine de desayunar dejé mi plato y vaso en el fregadero y subí a lavarme los dientes. Al terminar me acosté en mi cama y cerré los ojos, eran las 7:13 y la segunda hora era hasta las ocho, podría descansar otros veinte minutos.
–Marinette ya se te hizo tarde–.
Abrí los ojos de golpe en cuanto escuché el grito de mi madre y al observar el reloj me di cuenta de que eran las 7:43, iba a llegar tarde a la segunda hora.
Mierda.
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–Bien clase eso es todo por hoy los veo el próximo lunes –observó al maestro salir del aula. –Al fin, por un momento pensé que me quedaría dormida– su nombre era Alya, una chica de ojos café-dorado de cabello color café con puntas anaranjadas que le llegaba a los hombros. Usaba unos bonitos lentes.
–¿Dónde estará Marinette?– pregunto Lila, una chica de tez morena, ojos verdes y cabello café-rojizo que le llegaba hasta la cintura. –Realmente espero que tenga una muy buena excusa para llegar tarde o la colgare de la Torre Eiffel–.
–De seguro la secuestraron las sábanas, otra vez–.
–No entiendo porque llega tarde cuando su casa está a solo 10 minutos de aquí–.
–Tranquila Lila sí no tiene una buena excusa yo misma la colgaré de la Torre Eiffel–.
–Buenos días chicas– ambas voltearon a ver a Juleka.
–Buenos días– dijo la ojiverde.
–Hola Juleka buenos días ¿Y Rose? no la e visto el día de hoy–.
–Hoy no vendrá a clases va a hacer examen en otra universidad– decía mientras tomaba asiento a lado de Lila –.
–Buenos días chicas– las tres voltearon a hacia el recién llegado Kim– Quítate Alya ese es mi lugar–.
–Yo llegue primero–.
–Si, pero ya tienes que irte a tu siguiente clase, ¿O vas a seguir el ejemplo de Marinette?– dijo mientras observaba su reloj.
–Rayos, por eso odio tener clases en otras aulas, a veces se me olvida– la morena guardó sus cosas –Ni te acomodes– dijo al ver que Kim ponía su mochila en el asiento –Al rato voy a regresar a MÍ lugar–.
–El que se va a la villa pierde su silla– tomó asiento en la banca.
–Y el que regresa lo corre a patadas– dijeron al unísono Lila y Juleka mientras reían.
–¡Ustedes de qué lado están!–
–¿Qué no es obvio?–
–Ya vete Alya, además la pregunta no fue para tí–.
–Basta chicos Kim tiene razón Alya, apúrate para que no llegues tarde–
–Bien, me voy– la morena vio la sonrisa burlona de Kim– Pero me voy solo porque Juleka tiene razón, no porque me corras tarado– comenzó a caminar hacia la salida –Nos vemos al rato–.
–¿Hicieron la tarea que dejó la profesora Bustier?–. Pregunto la pelinegra mientras sacaba su libreta.
–¡LA TAREA! ¿Por qué no me recordaste ayer Juleka?– la ojiverde sacó su libreta –Pasamela–
–¿Había tarea?– preguntó Kim y al instante recibió la mirada sorprendida de la pelinegra y la aburrida de la castaña –¿Qué? Yo no sabía–.
–Por qué no me sorprende–.
–Mejor no digas nada que tampoco la hiciste Lila–.
–Pero al menos yo sí sabía que dejaron tarea–.
–Y eso que aún así no la hiciste–.
–Chicos si no se apuran no van a copiar la tarea a tiempo, mejor apúrense y dejen de pelear–.
–Esta bien–. Respondieron al unísono.
–Lila haste aun lado, no me dejas ver–.
–Qué lástima – dijo mientras le daba la espalda al morocho.
–¡LILA!–.
–¿Qué?– encaró al chico –Si no puedes esperar a que termine ponte a lado de mi y copia–.
–¿Por qué siempre se tiene que hacer lo que dices?–.
–¡Porque yo tengo la libreta!–
–Damela–.
–No–.
–Que sí–.
–Que no!–.
–YA BASTA– la pelinegra se puso de pie –Si no pueden compartir les voy a quitar mi libreta y haber a quien le van a copiar la tarea–.
–No, espera ya la comparto con Kim–. La castaña movió su butaca para que el mencionado pudiera ver.
–Si Jule, no hay porque ser extremistas nosotros podemos compartir–. Dijo mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros de Lila y la acercaba a él. Claro que ese gesto no le gusto a la chica.
–En efecto, así que si me disculpas querido amigo– retiró el brazo del morocho mientras sonreía falsamente. –Voy a terminar de copiar la tarea–.
–Me alegra escuchar eso– dijo la pelinegra y sonrió al ver cómo copiaban sin molestarse.
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–Gracias papá, enserio te debo una– dije mientras besaba su mejilla y salía corriendo del auto.
Iba tan apurada que ni siquiera escuché lo que me respondió, bueno, de cualquier forma si es algo importante me mandaran mensaje, ahora lo primordial es llegar casi puntual a la segunda clase. Por suerte para mi el edificio de mi facultad es el que está cerca de la entrada.
–Marinette ¿Otra vez tarde?– me detuve en cuanto escuche mi nombre y me giré para observar a la persona que me hablaba.
–¡Nino! Mi querido y mejor amigo de toda la vida– me colgué de su cuello antes de que me regañara. –¿Qué te puedo decir? Es parte de la vida universitaria el llegar tarde a un par de clases–
Un suspiro salió de sus labios –Me dijiste lo mismo cuando íbamos en preparatoria– sentí como tiraba de mis mejillas –No tienes remedio–.
–Duele– trate de quitarlo pero solo logré que me pellizcara más fuerte.
–Esa es la idea– al fin me dejó libre –Además no te quejes, estoy seguro de que Alya y Lila te harán algo peor si no tienes una buena excusa– no puede ser olvidé que debía llegar temprano para terminar un ensayo.
–¿Están muy molestas?– pregunté mientras comenzamos a caminar hacia el salón.
–Hace rato me encontré a Alya, no parecía muy molesta pero si Lila le da alas entonces si debes preocuparte–.
–Por eso les dije que termináramos el ensayo ayer–.
–Cierto, ambas te conocen y saben que no cuentan contigo en las mañanas–.
–Ja ja, que gracioso–.
–Es la verdad–.
No había manera de negarle eso, él me conoce desde que íbamos al kinder no por nada es mi mejor amigo, ambos sabemos que tengo un pequeño problema con la puntualidad.
Conocer a Nino fue un dolor de cabeza, él mismo se había autonombrado mi mejor amigo y solía molestarme haciendo bromas o escondido mis cosas.
Fue divertido.
Yo también le devolvía las bromas y solíamos meternos en problemas juntos. Como esa vez en la que hechamos polvo picapica en el asiento de la maestra o la vez en la que nos descubrieron lanzando globos con harina y agua. Fueron buenos tiempos. Incluso tuvimos la buena suerte de estar en las mismas escuelas, todo iba bien hasta que llegamos a la preparatoria.
Aún recuerdo el día en el que casi se rompe nuestra amistad y como olvidarlo si fue el día en el que Nino como todo mejor amigo se me declaró y yo como toda mejor amiga lo friendzone, triste pero cierto. Después de la incómoda declaración dejamos de hablarnos, parecíamos dos completos desconocidos y aunque me ponía triste que me evitara todo el tiempo lo entendía, yo me habría puesto igual si la situación hubiese sido al revés.
Sin embargo fue bueno que nos distanciamos, en el buen sentido de la palabra, en ese tiempo conocí a Lila y a Chloe si bien al principio nos odiábamos al final terminamos siendo amigas. Nino, por otro lado conoció a Alya, Kim y Nathaniel.
Al principio no nos llevábamos bien, sus amigos no querían a los míos ni mis amigas a ellos, solo Alya pareció congeniar un poco pero ya saben lo que dicen "del odio al amor hay solo un paso" al final terminamos siendo amigos éramos inseparables, pero en todo grupo de amigos suelen haber algunos que pelean más entre ellos, en nuestro caso eran Lila y Kim, no había día en el que no estuvieran peleando.
Por eso cuando llegamos al salón de clases y los vimos callados y trabajando sin ninguna discusión se nos hizo extraño.
–Me da miedo saludar y que se rompa este bonito ambiente–.
–Con razón está nublado el día– me siguió la corriente Nino.
–En realidad está paz y tranquilidad se debe a que ninguno hizo la tarea de la profesora Bustier– casi brinco del susto, Juleka tiene la mala maña de ponerse detrás de nosotros.
–Jul, un día de estos vas a matarme–.
–Que dramático eres Nino– le respondió la pelinegra.
–¿Podrían callarse? Me desconcentran– Kim parecía estresado.
–Pobrecito, el bebé necesita silencio total para concentrarse– suspiré, ya podía sentir la pelea.
–Sí porque aún me faltan varias cosas por copiar porque ALGUIEN no me dejaba ver–.
–¿A poco te tapaban los ojos?–.
–Me tapaban la libreta–.
–Pues debiste ponerte de pie para que pudieras ver mejor–.
–Si te hubieras movido un poco ya llevaría más de la mitad–.
–Ahora resulta que yo tuve la culpa–.
–Chicos, ¿Recuerdan lo que les dije hace rato?– sonreí, estaban desesperando a Juleka.
–Ya quitales la libreta Jul–.
–Callate Nino– dijeron a unísono.
–Mejor apúrense y agradezcan que todavía no llega el maestro de esta clase– tome asiento en mi lugar.
–Si chicos quiero dormir– Nino imitó mi acción y se recostó sobre la paleta de la banca.
Observé cómo Lila y Kim volvían a su tarea, mientras que Juleka se ponía a leer su libro.
Entrar a la universidad fue difícil para todos, íbamos a separarnos por las carreras que queríamos tomar.
En mi caso quería ser diseñadora de modas, siempre me ha gustado diseñar lo he hecho desde que pude agarrar un lápiz, pero las cosas no salieron como yo quería. Mis padres no tenían los recursos suficientes para mandarme a alguna universidad que tuviera esa carrera, así que tuve que conformarme con entrar a Gestión Empresarial.
El caso de Nino fue aún peor que el mío, él sí contaba con los recursos para irse y estudiar música, sin embargo sus padres no lo dejaron alegando que ser DJ no le serviría de nada y que no encontraría trabajo. Por eso en contra de su voluntad también está en la misma carrera que yo. Quizás me tomemos el gusto con el tiempo.
Lila, Kim y Alta tuvieron suerte, en esta escuela si está lo que ellos querían.
Lila se está especializando para ser abogada y cabe aclarar que la desgraciada tiene potencial para eso, es astuta y manipuladora.
Kim quiere fundar su propia empresa y por eso se ha metido en la misma carrera que Nino y yo, además es muy inteligente para las matemáticas. Aunque no lo parezca.
Alya por otro lado quiere ser periodista y valla que también tiene talento, cuando nos toca hacer documentales ella es la que narra todo y es la que entrevista a las personas.
Chloe y Nathaniel tuvieron que mudarse para seguir con sus carreras, él quiere ser pintor y ella después de batallar un poco se decidió por actuación. Estoy segura de que también les irá bien, Nathaniel hace dibujos preciosos y Chloe hace dramas increíbles, siempre se sale con la suya.
Al principio nos costó adaptarnos. Kim, Nino y yo al tener la misma carrera nos aseguramos de tomar todas las clases juntos y gracias a un par de materias que teníamos en común con Alya y Lila podíamos tomar clases con ellas, sin embargo no siempre estábamos los cinco, había ocasiones en las que Lila se iba y ocasiones como esta en donde Alya no estaba.
–Buenos días clase, disculpen el retraso, los maestros tuvimos una junta imprevista, guarden silencio y saquen sus libros –el maestro detuvo mis divagaciones –Vamos a comenzar las clases.
Observé a mis amigos y sonreí al ver que Nino estaba bien dormido, a Lila y Kim peleando y a Juleka poniendo atención. Un suspiro salió de mis labios mientras volteaba hacía la ventana, no es lo que yo quería estudiar pero al menos tenía a mis amigos.
Solo espero que este semestre sea más interesante.
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Continuará
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¡Gracias por leer!
Como se habrán dado cuenta en la historia utilizaré a varios personajes de la serie, entre ellos Lila y Chloe. Se que estos personajes no son del agrado de casi todos los fans, es por eso que me he propuesto hacerles ver que no son tan malas como parece.
En todo caso sus personalidades serán diferentes en mi historia pero tratare de mantener parte de su esencia.
