HOLA LECTORES!!!!

Bienvenidos sean a mi pequeñito espacio creativo, es un placer tenerlos pero pasen… ¿café, chocolate, te, manzanilla? pues tendrán que búsquenlo pues no se los puedo dar je je.

Datos de la Historia:

A pesar de que me parece interesante la historia de esta pareja no pienso ni remotamente ubicarme en el pasado, no se a ustedes pero a mi no me gustan contar historia en las que ya se su final, me desencanta.

La historia esta ubicada después del cuarto libro de Stephenie Meyer, Amanecer, para ser exactos seis años y medio después… les suena, pues si, exactamente cuando Renesmee cumple la edad en que termina de crecer.

Marcos no aparecerá desde el principio, tardara un par de capítulos, ya que primero hay que conocer el entorno, seis años y medio no es nada en la vida de un vampiro pero no por eso dejan de haber cambios ¿no?, así que espero que sean un poco pacientes a ese respecto.

Los que nos lleva a la protagonista, Didyme murió y nada puedo hacer al respecto, pero ¿que pasaría si se topara con una chica que físicamente sea igual que su amada?, ha este respecto tengo dos teorías:

La primera se basa en que han pasado por lo mínimo mil años y a mi modo de ver, con los millones de personas en el mundo y que nacen a cada momento ¿Por qué no podría ocurrir?, después de todo se ve a diario mucha gente en la calle que son parecidísimas y ni siquiera son familia, que exista una chica que se le parezca a Didyme, no me parece tan imposible

La segunda teoría, que es una que se discute en el libro, se basa en el problema espiritual, ¿tienen los vampiros almas o no?, ya todos sabemos lo que se opina en el libro pero ¿Qué opinan ustedes?, tan vez si… tal vez no, yo que se, pero y si la tienen… seria posible ¿la reencarnación?.

Pero no les digo mas, mejor lean...

CAPITULO 1:

El ruido de una rama romperse y el viento mas que soplar… susurraba.

Algo andaba mal y sin siquiera pensarlo cambio de rumbo.

Corría ya no sabia desde cuando, pero si estaba segura de algo, era que la seguían.

Tal ves serian los tipos de ese estúpido centro psiquiátrico o esa pandilla de hombres horribles con los que se había topado los alrededores del bosque.

No sabía ¿Quién?, pero sabía que era cierto.

Poco a poco la tensión en su cabeza fue disminuyendo y con ello sus pasos, ya estaba fuera del peligro.

Sin embargo, tal vez por costumbre no dejo de moverse de un todo y muchos menos regreso por donde había venido.

Los arboles altos y frondosos se volvían como una tela que tapaba los rayos del sol, toda la naturaleza de ese bosque derrochaba vida, o más bien tranquilidad… si, esa era la palabra.

Se apoyo un momento en una piedra, y respiro profundo, respirar le ayudaba a aclarar su mente y por tanto la cinta sin fin y fugaz en que se volvía sus pensamientos cuando se asustaba o aceleraba por algo, el entorno ayudaba, un ecosistema en que todo estaba en un perfecto orden y armonía.

Por fin la parte mas lógica del cerebro empezó a funcionar y me sentó mas resuelta en la hierba dejando sus cosas sobre la piedra, el bolso pesaba bastante y los huesos le crujieron cuando por fin se sintieron libres, adolorida se paso las manos por los hombros tratando de alejar el dolor.

"Ya ni tiempo de descansar tenia", resoplo tratando de tragar con todas mis fuerza el gran nudo de tristeza que repentinamente le invadió, tenia que hacerlo, por que de lo contraria empezaría a llorar y no pararía.

Tras meses sin dejar de correr, ya ni siquiera estaba segura si valía la pena huir.

"Una realidad que una solo persona puede ver no es mas que locura"

Todavía recordaba las palabras de su tía cuando le conto sobre sus molestias y aun mejor su cara de felicidad al haber encontrado por fin la solución a sus problemas…

"…Y el inicio para los mío, a los ojos de todos me había vuelto loca"

Tomo su bolso y saco una botella de agua, bebió un par de tragos no tan grandes, no sabia a cuantos kilómetros estaba la ciudad y ese bosque (estaba segura) era enorme.

Saco unos desgastados zapatos deportivos negros Puma y los remplazo por los botines negros de cuero curtido que cargaba, pero cuando los guardaba…

Un pequeño tintineo empezó a sonar en su cabeza y sin siquiera pensarlo se puso de pie.

Era algo lejano, indeciso y débil pero que la hizo tomar su bolso y ponerla en marcha de una vez.

Miro al rededor, tal vez para otro todos los caminos parecían iguales, pero ella no, sabia que no lo eran y prestando atención lo encontró, era un poco mas iluminado que todos los demás y sabia que era por ahí que debía andar.

En el silencio sus pensamientos la llegaron hasta Teresa Wells, sin lugar a duda una de las mujer mas fuerte que hubiera conocido, decidida e independiente, todas cualidades que ella admiraba.

Después de la muerte de su padre, esa mujer había sido el único familiar cercano que le quedaba, pues su madre había muerto años atrás.

Para aquel entonces, que la mandaran a vivir con Teresa, su tía cariñosa, la que siempre le traía cosas cuando la visitaba… había sido una de las mejores noticias, a pesar de que llevaba años sin verla ese había sido el rayo de luz al que se había aferrado después de tanta tristeza.

"¿Cuanto se puede llegar a equivocar una persona?"

Siempre atenta, cariñosa y preocupada, no podía dejar de sentirse mal cuando su cuerpo se tensaba al tenerla cerca.

Injusta, al sentirla como una bestia y ella como su presa.

Por primera vez se sentí atroz, ella debería ser la bestia, una muy mala persona por no agradecer todos los detalles que tenia con ella.

Era terrible… terrible que esos sonidos, imágenes, sensaciones con los que había vivido toda la vida y a los que siempre había considerado como un don, no me dejaran tranquila y me confundieran, le hicieran sentir espanto de su tia, el deber, el instinto de tener que escapar como si fuera cuestión de supervivencia…

Y al final lo fue.

UN PESO, algo le había caído encima y le tumbo de rodillas. Pero no había sido nada físico, el bolso término en el piso por el impacto, pero eso ya no le importaba.

Los sonidos normales como el correr del agua, al soplar del viento, el canto de los pájaros… empezaron a hacerse tan fuertes que se llevo las manos a los oídos desesperada.

"Algo" le había quitado el aura de tranquilidad al bosque, algo que no pertenecía a él y se acercaba a ella.

Tenia que correr.

Era la primera vez que sus sentidos casi me destrozaban la cordura.

No miraba el bosque, solo veredas iluminadas, imágenes fugaces mientras corría.

Cayo, un par de veces tal vez y solo en una de ella fue consiente, pues algo filoso le había cortaba, un destello rojo ¿sangre?.

Pero estaba fuera de si, su mente no lo registraba.

Solo daba órdenes, muchas ordenes fugaces que ni llegaba a procesar.

Sentía como si una parte de su mente se cerraba, tal como si fuera un niño al que sacaban de una habitación por que los mayores iban a hablar cosas de adultos.

Era esa parte rezagada la que no podía respirar, al parecer era la única parte del cerebro que era consiente que su cuerpo necesitaba aire y se concentro en hacerlo, pero no era fácil ya que todo su cuerpo aun se movía.

No había parado ni un segundo de correr, tal como si fuera una atleta en una competencia de salto de obstáculos, estaba en un lapsus, en un raro estado se shop en el que mi cuerpo se había desconectado, no se relacionaba con mis pensamientos lo que hacia, seguía su propio camino y entendí…

Entendió que era ella misma la que hacia eso, una parte de su mente, tal vez la mayoría, le seguía el paso a su cuerpo y lo llevaba aun mas rápido como un jinete a un caballo en una carrera, sabia algo que su parte racional no, tan cerca, no podía pararse a explicarme cual era el peligro.

Un claro y una casa vieja, pero eso no le iba a proteger.

Un destello, era como una luz fuerte, no lo pensó y cambio de camino.

Algo había cayo en el camino que había dejado dejo, algo con lo que se hubiera topado de frente si hubiera seguido.

Sorprendida y aterrada, su parte racional empezaba a asimilar que SI existía en realidad peligro.

Dos destellos tanto al frente como a la izquierda, corrió en sentido opuesto, una imagen rápida de la casa, iba en dirección a ella, pero de repente todo se volvió neblinoso, seguía corriendo pero desorientada por primera vez en mi vida, eso significaba que no había salida posible, no había forma de escapar y temblando choco con algo.

Frio y duro.

Uno brazos le iban a rodear, un relampagueo y sus piernas le fallaron o fue ¿que se inclino?, el hecho es que ya nada le rodeaba pero no había donde correr, se asuste cuando una mano me tomo del brazo, la había visto venir, pero doble, sus sentidos le advirtieron pero la mano se había movido tan rápido que no la había logrado esquivar, nunca le había pasado ¿Cómo era posible?.

-Jasper cálmala- gruñeron dos voces a la vez, pero apenas las había escuchado el un lejano murmullo, la mano había impedido que cayera al suelo y le sostenía como siendo su soporte… uno que me impedía huir, no lograba ver nada mas que colores dorados, blancos, castaños, negros, eran personas, pero no lograba concentrarse o calmarse para detallarlos bien, no se fijaba en ellos, solo en los alrededores.

-¿Que hacen aquí?- una voz tranquila y amable resonó, parecía el susurro de un ángel, tres destellos se crearon, habían salidas, solo tenia que lograr soltarse, pero la mano seguía firme como esposas de hierro.

-Solo venimos a traer un obsequio, regalo de Aro por el cumpleaños de su hija- dos destellos desaparecieron y surgió otro mas, por fin encontró su voz –se alegra de que por fin haya alcanzado la madures-

-Suéltame- un hilo de voz, el aire con débiles silabas casi inteligibles se deslizaron de mi boca, pero a pesar que hasta mi me parecieron incomprensibles no lo fueron, la mano apretó un poco mas, un destello desapareció.

-Creo que la ultimas vez que vinieron habíamos dejado claro que no aceptamos que cacen en esta zona- voz suave, una caricia, mi mente no dejaba de trabajar, pero yo no lo entendía, lo único que sentía era en miedo y angustia.

-Lo sentimos, no nos habíamos alimentados bien y cuando sentimos su aroma…- se regusto, como saboreando aquello a lo que se refería -… lo sentimos-

-Lo mejor será que se marchen, nosotros podemos entenderlo pero los lobos no serán así de comprensivos cuando lleguen, denle nuestros agradecimientos a Aro por el detalle-

Mi mente empezó a desacelerar su ritmo aunque aun se mantenía alerta, ahí encontrado tres formas de escapar pero ninguna de cómo soltar la mano que la sostenía y al no poder hacer nada había empezado a detallar su alrededor.

Su inspección fue rápida, el escenario estaba dividido en dos, por uno, dos hombres, altos, grandes y musculosos, uno de cabellos corto castaño y el otro, diez centímetros mas bajo, de pelo largo negro, ambos vestidos con capas negros y de ojos rojos; por el otro lado el grupo de personas mas grande se encontraba cinco personas dentro de las cuales se incluía ella, estaban en el extremo mas cercano a la casa, tres hombre y una mujer, el primero un señor rubio, alto, no tan musculoso; la chica era flaca y menuda de cabello negro, el segundo y tercero mas o menos de su edad, uno rubio y un castaño, un metro ochenta, flacos… trate de refrenar mis pensamientos y voltee al grupo mas pequeño ¿ojos rojos?, eso no era normal, tal vez fuera de esos que se poner lentillas de colores… ni siquiera considero la idea, ese era su color natural, eran cazadores… cazadores de humanos.

Angustia y miedo… por fin ambas partes de su cerebro empezaron a trabajar juntas, le iban a matar, tenia que huir.

-Entendemos Carlisle, ya nos marchamos- tiro al aire un paquete, nunca llegaría a tocar el suelo, estaba segura.

Los ojos escarlatas del mas bajo se posaron en mi… me quería comer, sonrió tal vez encantado de mi miedo y se marcho, ambas capas ondularon y en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron.

Todos quedaron en silencio, pero mi mente volvió a volverse un sinfín de imágenes borrosas, claras pero a la vez difusas.

-Por el amor del cielo Jasper has que se calme me esta volviendo loca- un gruñido acompaño las palabras de la chica pero no habían sido ella quien hizo ese gesto.

-¿Qué pasa?- pregunto el mayor, acercándose a la chica

-No la puede calmar- un mancha castaña, era el joven –es molesto, su mente me da dolor de cabeza … pero no es momento de hablar de eso, todavía nos pueden escuchar- murmuro el chico,

Me dejo de importar lo que decía, un aullido, su sonido era potente y cercano, empezó a temblar sin poder contenerse, al imaginar de que animal provenía.

Pero era muy tarde para huir, la cara de un lobo girante rojo, casi de tres metro y medio, peludos y aterrador, se elevaba y gruñía mostrando sus dientes, y tras él aparecieron tres mas, el carmesí se oculto tras un árbol y de este salió un chico de mas o menos dos metros, moreno y nada mas vestido por un pantalón.

-Llegas tarde Jacob ya se fueron aunque si te apuras los podrías alcanzar aun no andan tan lejos- los tres lobos restantes gruñeron y aullando desapareciendo en una carrera

-Lastima quería matar unos cuantos chupasangre… sin ofender claro- soltó riendo el moreno, se acercaba y la chica no quería que lo hiciera, temblaba ante la cercanía del que hace unos minutos era un lobo, otra ráfaga de pensamientos y actuó sin pensar.

-NO!!!!- escucho dos gritos al mismo tiempo de la misma persona, uno de su cabeza, de la propia voz de la única chica que estaba ahí además de ella, pero no se paro y grito a todo pulmón

-SUELTAME- la voz sonó fuerte y firme -VAMPIRO- se hizo otro silencio, pero esta vez pesado, por fin las imágenes fueron normales totalmente para la chica y tomando aire desesperada escucho por primera vez su propio corazón que galopaba sin control dolorosamente.

Ahora su cuerpo era el que se resistía a moverse su mente quería salir de hay rápidamente, pues por mucho que lo que veía era a un hombre moreno, la imagen del lobo no desaparecía, era como si aun fuera uno.

-Muy tarde, la han escuchado- estaba mareada y débil pero no dejo de tratar de soltarse, ya no había luces y no sabia por donde debía ir pero no le importaba, todos la miraban fijamente con cara de espanto, mas no fijo mas que un par de ojos dorados del castaño que acababa de hablar, le miraba preocupado… ¿Qué había hecho?, todo se volvió negro y sintió como su cuerpo caía, pero al igual que el paquete, su cuerpo nunca llegaría a tocar el suelo, tal vez el rubio que le tenia de la muñeca era el que le había ayudado

"no me importaba" solo quería descansar, había sentido como si unos muros imaginarios que le recubrían se derrumbaran y una gran oleada de tranquilidad le llego... todo se volvió negro.

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Como en una neblina sentí que iba recobrando el conocimiento y la primera imagen que me asalto fueron un par de ojos rojos y una manada de lobos, sin esperar a recobrar siquiera la claridad me levante.

Grama bien cortada y verde, algunos bancos a los lejos, arboles frondosos colocados en sitios estratégicos para que no interrumpieran el paso, pero si ofrecieran sombra…

Era un parque, uno no muy grande que estaba rodeado por paredes y parecía estar ubicado en el centro de una ciudad… nada de ojos rojos.

Me frote los ojos tratando de recordar lo que había pasado, un par de hojas secas se habían pegado a mi cara, luego de revisarme bien note que estaba sucia, con la ropa rasgada y el pelo enmarañado y lleno de ramas y lodo, con algo de sangre seca en la herida del antebrazo

Esos estúpidos Vampiros no habían podido dejarme en una mejor situación, si vampiros, estaba segura de lo que había pasado, aunque todo fuera de lo mas confuso, después de estar huyendo de un centro psiquiátrico no era hora de empezar a considerar que de verdad se estaba volviendo loca.

Se había topado con un grupo de vampiros, una carcajada se le escapo seguida de mucha mas, un par de mujeres que pasaban despreocupadas por el parque se asustaron y corrieron espantadas como si de una loca se tratase, eso si que era mala suerte, de verdad que tenia una suerte única, eso le pasaba nada mas a ella y al pato Lucas.

Pero tenia que ver el lado positivo, aun seguía viva y había recuperado su mochila, otro par de carcajadas histéricas, si al menos pudiera dejar de reír de esa forma y de llamar la atención… pero no podía dejar de parecerle irónicamente graciosa el hecho de que estaba en el suelo hecha un desastre, feliz por que había recupero su mochila después de un encuentro con un grupo de seis vampiros chupasangre y una manada de LOBOS.

-Señorita… ¿se encuentra bien?- un hombre alto con traje de policía era el que me había preguntado mi estado, se inclino a una distancia prudencial de mi, me miraba preocupado y por un momento sus grandes orejas se movieron haciendo que se me volviera a escapar una risa pero esta vez mas pequeña, era un hombre alto y blanco, de nariz larga y pelo corto castaño oscuro, tendría unos treinta cinco años, su rostro además de la preocupación y desconcierto que seguro le generaba mi estado, dejaba ver que era una persona que atreves de la seriedad ocultaba su carácter bueno y confiado.

-Si oficial- respondí inmediatamente me pude controlar, el hombre se sorprendió un momento tal vez por el tono firme de mi voz aunque aun acompañado de risa, estaba segura que algunos de esos vampiros aun me observaba, pendiente de lo que hacia y asegurándose que no gritara a los cuatro vientos lo que me había pasado… que hubiera sido lo mas normal, pero después de un poco de practica sabia que eso no tenia mucho sentido.

Estaba resuelta a no tomar a los vampiros mucho en cuenta o… al menos no mas de lo que podían beneficiarme, deshacerme del oficial juicioso que me empezaba a detallar en este momento debía ser mi prioridad, no debía darle tiempo de crearse mas ideas que me causaran problemas mas adelante a la hora de irme.

-No me mire así que me hace sentir peor- por fin sus ojos castaños y pequeños se fijaron en los míos asombrados –usted es consiente que se a encontrado con la mata de mala suerte del continente, un viaje de vacaciones, UN VIAJE DE VACACIONES-

Me pare dramáticamente mientras gritaba, al pobre hombre casi le da un soponcio y cayo sentado

–Dicen que los padres siempre saben lo que les conviene a sus hijos, pero quien lo dijo le aseguro no conoce a los míos- por un momento la tristeza me revolvió el estomago, pero no me debía dejar distraer –Dígame oficial usted considera cuerdo que dos padres por muy naturalistas que sean, dejen a su UNICA HIJA, SU UNICA HIJA MUJER, EN MEDIO DE UN BOSQUE- el hombre aun me miraba confundido seguro le costaba seguir el hilo de mis palabras

–Ni siquiera estuve de acuerdo con que dejaran a mi hermano en uno hace dos años y eso que ÉL SI SABIA ACAMPAR!!!- tome aire ya no solo el oficial estaba en el parque alrededor de diez personas se habían acercado curiosos

–Tienen la creencia de que mi hermano entro a Harvard por su pequeño invento ¿Qué opina usted señora?- la mujer mas cercana a mi se sobre salto

–Dejaría a su hija en medio de la nada, sin comida, solo con una cantimplora de agua, una carpa rota y una brújula chueca, a una muerte segura, por la creencia que eso "FORTALECERA" su carácter y la hará entrar en una de las mejores universidades del pais- la señora, una mujer mayor titubeo confundida

–Seguro que no- respondí por ella, el oficial por fin salió de su estado y parado se acerco a mi ya con una actitud mas tranquila y tan vez apenada

-¿Quiere que llame a sus padres para que la vengan a buscar señorita?- me pregunto poniendo su mano en mi hombro como ofreciéndome consuelo

-En estos momentos no los quiero ver ni en pintura, no me mal interprete- me dirigí a una señora que con su hijo me miraba al igual que todos entre confundida y apenada

–Quiero a mis padres, los adoro- me voltee a ver al policía directo a los ojos tratando de conmoverlo

-Pero sus locuras un día de estos terminaran por matarme, que piensen unos cuantos días mas que estoy todavía en el bosque no le hará mal ni a ellos ni a mi- solté un suspiro pesado, el apretó su mano sobre mi hombro.

-De verdad lo siento señorita, pero no la puedo dejar sola en la ciudad, aun es menor de edad- no tenia caso negar lo ultimo, mi confección delgada no ocultaba para nada mis escasos y recién cumplidos 16 años, pero no me iba a rendir sin luchar.

-Claro que no ¿oficial?...- me exalte como horrorizada ante la idea a la vez que trataba de ganarme su simpatía

- Garvín para ti pequeña- me dijo dulcemente

-No pretendo quedarme sola Garvín, en el pueblo cercano a aquí viven unos familiares míos, mi tío Carlisle y mis primos Jasper y Jacob- estaba segura que esos vampiros debían vivir cerca de esa ciudad, solo necesitaba que el oficial se le hiciera conocido uno de esos nombres para tener la escusa perfecta para irse sin mas explicaciones, ya se encargaría después del ¿cómo? pues no tenia ni la menor idea de donde se encontraba.

-¿ El Doctor Carlisle Cullen?- por un momento me quede en blanco

–Si debe ser el, es el único con ese nombre en todos los alrededores, un gran tipo el doc, atendió a mi madre cuando le dio un infarto- no estaba dentro de los planes que el oficial los conociera TANTO, solo tenia que sonarle el nombre no que fuera su héroe de historietas, entre todos los vampiros del mundo ¿tenia que toparse con los que les gustaba las relaciones publicas?

–Con razón me caíste tan bien, son grandes personas los Cullen, un tanto reservadas y con costumbre raras, pero muy buenas, ya entiendo de donde saco tus padres lo de acampar a ellos también les gusta mucho y llevan siempre sus hijos con ellos- lo único que hacia era sonreír ya que no encontraba que poder decir sin meter mas la pata y que la descubrieran

-Ellos viven en el pueblo cercano, bueno no tan cercano a una hora de aquí, en Chelan ¿son ellos verdad?- pregunto curioso al darse cuenta por fin de mi estado algo atontado ¿pero que mas podía hacer ya?

-Si eso mismos son, no creí que los conocieras… que suerte- dije falsamente alegre, que mas me quedaba que aparentar ser familiar de esos vampiros

–Liza Wells Cullen- le salude tratando de ganar tiempo y pensar como salir del enrollo en que me había metió, si las cosas seguían así terminaría siendo llevada a la casa de un grupo de vampiros chupasangre ¿Qué estaría pensando el vampiro que en estos momentos escuchaba mi conversación? Pero sobretodo

¿Dónde diablos quedaba Chelan? Nunca había visto ese sitio en mi mapa de Montana, pero tal vez no estuviera en el mapa por que estaba en otro estado, después de todo la última vez que había logrado ubicarse se encontraba en el Parque Nacional Yellowstone, entre los límites de Montana con Idaho, solo me faltaba un estado para llegar a Nevada, y allí buscaría a los amigos y compañeros de su padre antes de que este muriera, solo necesitaba un sitio donde esconderse por un tiempo.

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El paisaje no era nada original, y es que ¿por qué todo tenía que ser tan verde?, tan vez con un poco mas de color o un rayito de sol, su cerebro empezase a funcionar e ideara una forma se salir de esta, pero no, no lo había, el día seguía siendo tan gris como cuando despertó y el paisaje igual de frondoso que cuando se monto "feliz" en la patrulla del buen oficial Garvín, que había insistido en llevarla personalmente a la clínica donde trabajaba su "querido súper tío vampiro", su padre había sido naturalista y ella también se consideraba así, pero con la frustración que cargaba y después de 30 minutos en la parte de atrás de una patrulla sentía ganas de quemar un bosque entero.

El buen oficial no había dejado de hablar, lo que había empezado por los consejos dulces que le decía su madre había terminado en un auto biografía de toda la vida del hombre, desde sus momentos más felices hasta los más tristes. Era una excelente persona y me dio un poco de lastima pues además de su madre y unos amigos del trabajo no parecía tener mas conocidos, aunque todavía era joven y le quedaba por conocer.

El sonido de una sirena me trajo de vuelta del mundo, Garbín enseguida puso su pito que sonó a coro con la de la ambulancia que se encontraba en medio del camino.

No se veía mucho desde donde me encontraba y menos detrás de la rejilla que separaban la parte de atrás del automóvil de policía pero no había duda que había sido un accidente y uno muy fuerte.

"Quédate dentro de la patrulla" la voz centrada, madura y preocupada de Garbín me impactaron y enseguida deje de verlo como una persona suave y joven, era un oficial, uno capacitado y listo para cumplir su deber de protección… me acordó a mi padre.

Planeaba obedecerlo, pero cuando oí a una persona comentando sobre personas heridas, no pude evitar bajarme.

Dos ambulancias, ocho carros particulares, tres patrullas y parecían un bloque que delimitaba el área del accidente, no había mucha gente, alguno que otro que miraba desde sus vehículos asustados y curiosos, otros civiles que se habían bajado a averiguar que pasaba, pero no sumaban los veinte, los oficiales trataban de alejar a las personas para que no interrumpieran, pero no se daban abasto pues solo eran dos incluyendo a Garbín que trataba de calmar a una mujer que decía que su hijo iba manejando en su carro minutos antes que ella, me cole sin que pudiera verme.

Una vez pasada la barrera pude ver el accidente, cuatro carros habían chocado sin contemplación alguna, si mal no me equivocaba eran un Mazda, Malibu, Corsa y una camioneta Ford F-100 .

Por como se encontraba los coches parecía que la camioneta y el Mazda fueron los primeros en chocar, la estructura del ultimo había quedado hecha añicos en comparación con la vieja y dura de la Ford. El Malibu no había logrado frenar a tiempo y le había llegado a la camioneta, las dos buenas estructura se habían destrozado entres si y el pequeño corsa se había terminado de llevar la escasa parte trasera que quedaba del Mazda.

Los gritos de un hombres me hizo notar que tres civiles aun trataban se sacar a la ultima persona del choque

Dos paramédicos, dos doctores y un oficial eran los que atendían, como podían, a los nueve heridos restantes del accidente.

La Oficial, pequeña y menuda, se ocupaba de dos, uno de ellos no tenia tan mal estado a pesar que estaba golpeado, el otro en cambio parecía tener los huesos de una mano y pierna rota, la chica se movía ágilmente mientras que empezaba con el entablillado.

Un medico y un paramédico trataban a un joven que estaba consiente pero rodeado de mucha sangre y en mal estado.

El otro medico revisaba los signos vitales de un mujer que tenia un fuerte herida en la cabeza y le aplicaba algunos medicamentos.

La paramédicos restante terminaba de subir la ambulancia a un hombre inconsciente desfigurado por muchos cortes de vidrios y luego se acerco al medico que trataba a la mujer, para empezar a montarla en la camilla entre ambos.

Una mujer y una niña se encontraban junto a la ambulancia, me les hacer que sin pensar, ambas tenían muchas cortaduras, pero la pequeña de no mas de seis años tenia una muy grande en el antebrazo y votaba mucha sangre, la mujer la veía desesperada, tal vez aun conmocionada por el choque, sin saber que hacer.

Busque gasas limpias, agua desinfectada y vendas en la ambulancia, la mujer con la herida en la cabeza había empezado a convulsionar y trataban de estabilizarla, regrese donde la niña que estaba pálida y su madre la abrazaba llorando.

-Cálmense yo les voy a ayudar- la mujer no se calmaba pero se aparto, recordé lo que me dijeron cuando me enseñaron primero auxilios "RETENER, LIMPIAR, EMBALAR".

Lo primero era detener la hemorragia que tardo unos minutos en mermar, varias gasas de sangre cubrían la herida, pero la hemorragia había secado, espere uno minutos para asegurarme, luego limpie la herida y la vende.

-Gracias- dijo la mujer abrazando a su hija

-De nada-

-¿Qué haces aquí?- el doctor que atendía a la mujer del golpe en la cabeza era relleno, de cabello negro, al igual que sus ojos, los cuales aun esperaban una respuesta.

-Se primeros auxilios y trabaje en un hospital unos meses, puedo ayudar- dije con convicción, pero no tuvo mucho efecto

-Es mejor que te vayas este no es lugar…- un grito agudo interrumpió, habían sacado al hombre que quedaba atrapado

-DOCTOR!!! UN DOCTOR!!!- gritaba uno de los civiles, el doctor que estaba conmigo no tardo en moverse y lo seguí.

El herido no era un hombre mayor de 30 años, tenia una fuerte herida en el tórax y se había cortado la mano un poco mas arriba de la muñeca, el medico era bueno, no se impacto por ello y empezó a atenderlo de inmediato, dos de los civiles que ayudaron a sacarlo no resistieron mas y se marcharon un tanto verdes.

-¿Sabes hacer torniquetes?- me pregunto el doctor, ¿me hablaba a mi?, pero cuando se volteo unos segundos me miro y volvió a hacer la pregunta, no hubo dudas, el ya había vuelto a lo suyo cuando respondí

-Si se- el doctor abrió un maletín que llevaba consigo rápidamente

-Entonces ¿que esperas?- la herida del tórax era profunda y el estaba esmerado en tratarla –todo lo que necesitas esta ahí dentro- y sin esperar que dijera mas me puse manos a la obra.

La situación del hombre no era nada fácil y lo mandaron en la próxima ambulancia al hospital… y a mi con el, por lo menos estaba dopado y ya no sentía dolor, el medico atendía a el otro paciente que el golpe del accidente le había provocado problemas en los pulmones y no lograba respirar bien y el paramédico conducía.

Grande fue mi sorpresa al ver que quien nos esperaba al llegar al hospital era… uno de los vampiros.

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El Doctor Cullen era un hombre alto, musculoso, pálido y en pocas palabras galán, su nariz recta, sus pómulos sobre saliente, su mandíbula fuerte, cabellos rubios casi dorados, perfectamente peinados y ojos grandes, la primera vez que lo había visto, lo había descrito como si hablara de números y no podía creer que hubiera dejado de lado lo perfecto que era, sin embargo lo que mas le impacto fue…

Ver al Dr. Vampiro trabajar, había que admitir era una de las mas maravillosas experiencias de las que había podido gozar, era preciso, eficaz y eficiente, unos de los mejores profesionales de la medicina que seguro existirían en el mundo, no me quedo duda de que ese hombre se iba a salvar, me sacaron de esa sección y me llevaron a la sala de esperas.

Cuando me dijeron que era doctor, me lo había imaginado en un consultoría recetando aspirinas para los que sufren de gastritis o un doctor tipo psicólogo, nunca un medico que atendiera emergencia, ni mucho menos como un cirujano.

Ahí, después de tantos imprevisto, sentada en cómodos sillones color azul oscuro, fue cuando recordé el por que de todo ese viaje, sin querer el destino me había llevado al fin de cuentas a ese sitio, había llegado Chelan, como indicándome que no podía escapar, pero me reusaba a aceptarlo.

Tenia que buscar una manera de huir, de escapar de su tía y su centro psiquiátrico y de los vampiros chupasangre. Pero cuando vio al Oficial Garvín acercandose entendió que tendría que elegir entre alguna. No fue fácil pero después de imaginar al señor que acababa de tener el accidente curado, como seguro lo estaría, se decidió y corriendo cruzo los pasillo, Garvín la siguió un tanto atrás confundido y con el seño fruncido.

Por fin ubico al doctor Cullen en un pasillo apartado hablaba con un chico, cuando la mirada dorada del joven se fijo en ella, lo reconoció… era otro de los vampiros.

Garvín la llama desde atrás, ya había tomado su decisión solo tenia que actuar y sin pensárselo mas corrió hasta donde estaban los Cullen

-Por favor no me desmienta le dije al oficial Garvín que era mi tío - le suplique, el rostro pálido y perfecto del doctor tenia un semblante preocupado e impactado –Por favor- repetí y levante la mano hacia él, fue hay cuando note.

El Oficial llamo al Doctor y esté fue a su encuentro, dejándome ahí mientras yo me miraba las manos y la ropa toda llena de…

"Sangre"

"Perfecto, le había estado pidiendo un favor a un vampiro, cubierta de sangre" que irónico

-Si, pareciera que te ofecieras como bacadillo- levante la vista asustada, el chico sonrio de medio lado cuando nuestras miradas se juntaron

-¿Ahora que piensas hacer Liza?- pregunto cruzandose de brazos y no respondi, no tenia la menor idea.

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Para los que aun tienen sus dudas les aclaro que no son inventos míos Didyme si es un personaje del libro, lo pueden verificar en las ultimas hojas de Amanecer en el "Índice de Vampiros", a algunos les aparecerá como Dídima y se encuentra tachada lo que significa que murió, empecé a buscar y buscar, quería saber su historia y que pasó con ellos… y esto fue lo que encontré:

"Hubo una vez, un vampiro bastante joven (solo había sido vampiro por una década y media) llamado Aro que cambió a su hermana menor Didyme, que acababa de llegar a la edad adulta, a vampiro para poder añadirla a su creciente aquelarre. Aro siempre quiso poder, además porque él mismo tenía un potente don de leer mentes, él esperaba que su hermana biológica también estuviera dotada de una manera que pudiera ayudarle a alzarse en el mundo vampiro. Resulto que Didyme tenía un don; cargaba con ella un aura de felicidad que afectaba a cualquiera que estuviera cerca de ella. A pesar de que no era lo que esperaba exactamente, Aro pensó en todas las mejores maneras en las que podría utilizar el don. Mientras tanto, el colega al que más confianza le tenía Aro, Marco, se enamoró de Didyme. Esto no era inusual; dada la forma que ella hacía sentir a las personas, muchas personas se enamoraron de Didyme. La diferencia esta vez fue que Didyme también se enamoró. Los dos eran tremendamente felices. De hecho eran tan felices que luego de un tiempo dejaron de preocuparse de los planes de dominación de Aro.

Luego de algunos siglos, Didyme y Marco discutieron el asunto de irse por su propio camino. Por supuesto, Aro estaba bien consciente de sus intenciones. Él no estaba feliz acerca de eso, pero pretendió darles su bendición. Luego esperó una oportunidad para actuar, y cuando supo que nunca lo descubrirían, asesinó a su hermana. Después de todo, el don de Marco era mucho más útil para él que el de ella. Esto no quiere decir que Aro no quisiera de verdad a su hermana; es solo que una parte de la personalidad de Aro es la habilidad de destruir hasta lo que él ama para poder obtener lo que quiere. Marco nunca supo que Aro fue el responsable de la muerte de Didyme. Se volvió un hombre vacío. Aro usó el don de Chelsea para mantener a Marco leal a los Volturi, a pesar de que incluso el don de Chelsea no puede hacer que Marco muestre entusiasmo por ello."

Como estoy tratando de seguir consejos me voy a dejas de chácharas y delirios vampiros, así hasta aquí los dejos, hasta la próxima.

Por favor les agradecería que dejaran Review!!!!