NOTICIAS DIFÍCILES DE EXPLICAR

Capítulo 1: Un anuncio inesperado

Momo Velia Deviluke abrió los ojos poco a poco, antes de soltar un largo bostezo. No se encontraba bien. Prácticamente no había dormido en toda la noche, por culpa de las carreras al lavabo y los mareos constantes. De hecho, prefirió intentar descansar en su propia cama antes que meterse en la de su querido Rito.

Rito... Hacía semanas que no jugaba con su cuerpo inconsciente durante sus horas de sueño, ni tampoco podía dejar que lamiera su cola como si fuera un helado. La tercera princesa de Deviluke se levantó y dio un par de pasos para detenerse delante del espejo. Lo que el cristal pulido reflejaba no le produjo ni la más mínima mueca de sonrisa. Sus ojos mostraban unas ojeras muy profundas, tenía el pelo totalmente revuelto y sus mejillas se veían hundidas, como si no hubiera comido nada en días.

- Dios... No sé cuánto tiempo más voy a poder aguantar...

Unos diez minutos más tarde, la joven princesa se estaba duchando, pensando en el origen de su mal estado. ¿Cuándo empezaron los vómitos y los mareos? Momo pudo concretar que la primera vez que tuvo que salir corriendo al lavabo fue durante una de las primeras clases de natación. Todavía recuerda como su hermana Nana y Mea Kurosaki sujetaban su cuerpo mojado mientras vomitaba.

- Uf... Y así llevo prácticamente un mes y medio…

La joven de pelo rosado frotó su pelo para enjabonarlo cuando sonó el vídeo portero especial de la ducha. Su hermana mayor, Lala Satalin Deviluke, apareció en la pantalla.

- Buenos días, Momo. Siento interrumpirte, pero ha llegado una carta de la profesora Mikado. Deben de ser los resultados de las pruebas.

Momo esbozó una leve sonrisa y dio las gracias a Lala antes de colgar. La joven suspiró y deseó que los resultados de las pruebas revelaran qué demonios le estaba ocurriendo.

- Por favor... Sólo espero que no tenga ningún virus espacial grave...


Momo bajó poco a poco hacia la cocina, donde toda su particular "familia" estaba desayunando. Allí, Mikan le ofreció una sonrisa muy amable y un par de tostadas integrales con mantequilla.

- Espero que esto te siente bien, Momo. Últimamente comes muy poco...

- No te preocupes por mí, Mikan. Supongo que es algún virus estomacal o algo parecido... -respondió Momo, sonriendo levemente antes de llevarse su plato a la mesa y sentarse al lado de Rito.

El joven pelirrojo miró de reojo a su amiga mientras desayunaba. Tanto él como la princesa de pelo rosado intercambiaron miradas y sonrojos durante todo el desayuno, como si estuvieran hablando de algo privado y quizá vergonzoso de forma telepática. Cuando todos acabaron con su desayuno, se fueron al instituto todos juntos, dejando a Momo sola en casa cuidando de Celine. La chica suspiró antes de sentarse en el sofá y rasgar con su cola el sobre de la carta. De ese sobre sacó dos papeles, uno que contenía los resultados propiamente dichos, y otro que era un escrito de la profesora Mikado:

"Querida Momo,

Cuando comprobé los resultados de las pruebas, no pude creer lo que mis ojos estaban viendo. Supongo que tarde o temprano tenía que pasar. En fin, sólo quiero que sepas que tienes todo mi apoyo y que no dudes en acudir a mí si tienes alguna duda. Recuerda que también tienes el apoyo de tus hermanas, de Rito, de Mikan, ¡hasta de Oscu! Seguro que todo va sobre ruedas. Bueno, por último te doy mi enhorabuena y espero que seas muy feliz.

PD: Felicita a Rito de mi parte. Es una lástima que me pierda su cara al saber la noticia. ¡Ya me dirás como te ha ido! ;)

Atentamente,
Ryoko Mikado"

Momo se quedó completamente desconcertada. ¿A qué se debían esas felicitaciones? ¿Y por qué Rito iba a poner una cara digna de una explicación? Sin más preámbulos, Momo leyó el papel de los resultados, al mismo tiempo que su piel palidecía y sus ojos se abrían al máximo. Sus manos, agarrando el papel fuertemente, comenzaron a temblar de forma muy nerviosa, mientras unas lágrimas cubrían sus mejillas.

- No… -repetía la joven, sorprendida y asustada- No puede ser cierto…


Unas horas más tarde…

- ¡Momo! ¡Llevas horas encerrada en tu habitación! ¿Te encuentras bien?

Lala golpeaba la puerta de la habitación repetidas veces, ya que Momo la había bloqueado para que nadie pudiera entrar. La mayor de las tres hermanas mostraba su preocupación, mientras Nana decía que oía leves sollozos cuando apoyaba la oreja en la puerta. En ese momento, Rito, Mikan y Oscuridad Dorada (Oscu para los amigos y Eve para su creadora, la profesora Tearju Lunatique) se acercaron para intentar averiguar qué estaba pasando.

- ¿Sabéis algo de Momo? Estoy muy preocupada por ella… -dijo Mikan, sujetando a Celine entre sus brazos.

- A lo mejor te has excedido demasiado con ella, Rito Yuuki. –añadió Oscu, dirigiéndose al pelirrojo convirtiendo su pelo en un mazo- Quizá debería enseñarte que los pervertidos son lo peor de este mundo…

- Qu… ¿qué estás diciendo? –preguntó Rito, nervioso, mientras se tapaba la cabeza con sus brazos, para evitar un posible golpe de la transformación de Oscu- Además, quizá necesita un tiempo sola, lleva semanas vomitando y teniendo mareos. Prácticamente lleva toda la semana sin salir de casa…

- Pero esto es muy extraño… -contestó Nana, sacando la oreja de la puerta metálica- Normalmente, cuando tiene un problema, Momo siempre nos lo cuenta todo…

- Quizá es un problema demasiado grave para explicarlo abiertamente. –volvió a decir Oscu, devolviendo su pelo a su forma habitual.

De repente, la puerta se abrió y todos entraron dentro de forma muy rápida. Allí vieron como la princesa Momo estaba llorando contra la almohada. Los demás quedaron muy sorprendidos, no tenían ni la menor idea de lo que estaba ocurriendo.

- Lo siento mucho, chicos… -dijo Momo, levantando la cabeza y mostrando sus ojos rojos por la irritación- No quería que os preocuparais tanto…

- No digas tonterías, Momo… -respondió Rito, sentándose en la cama y abrazándola dulcemente- Si tu familia no se puede preocupar por ti, ¿entonces quién demonios lo hará?

- Rito… -suspiró la chica de pelo rosado, antes de hundir su cabeza en el pecho de su enamorado, llorando aún más.

- Eso es, desahógate… -decía el chico, acariciando su espalda suavemente.

Momo sacó la cabeza y le mostró una tierna sonrisa a Rito, antes de dirigirse a los demás.

- Hermanas, Rito, Oscu, Mikan... –comenzó la chica, antes de suspirar- Como sabréis, llevo unas cuantas semanas con mareos y vómitos. Hoy he recibido la carta de la profesora Mikado con los resultados de las pruebas, y ya sé lo que me pasa.

- Eso suena a buenas noticias. Si la profesora Mikado se ocupa de tu situación, seguro que todo va bien. –dijo Lala, sonriente- Y bien, ¿qué es lo que tienes?

Momo lanzó un breve titubeo antes de volver a temblar. La noticia era un auténtico bombazo, y tenía miedo de averiguar cuál sería su reacción.

- Es… estoy… y-yo…

- Vamos, Momo. –dijo Rito, sonriendo amablemente a su amiga- No hay nada de qué avergonzarse o asustarse.

Momo sonrió de nuevo a la persona que más quería en el mundo, antes de suspirar y decir las dos palabras que nunca creyó que pronunciaría:

- Estoy embarazada.

Continuará…


¡Hola a todos los fans de To Love Ru! Este es mi primer fanfic de esta serie que tanto me gusta. La verdad, es que quería hacer un fanfic de Momo desde hace bastante tiempo, pero sólo necesitaba una buena idea. Creo que con esta lo he conseguido, y espero que os guste. No olvidéis de comentar cualquier aspecto que os gustaría ver o alguna sugerencia en los reviews.

Nos vemos en el próximo capítulo. ¡Chao!