Título: Hell's Door (La puerta del infierno)
Autor: Sherezade
'Disclaimer': Todos los personajes de BTVS (Buffy cazavampiros) y Angel, son propiedad de Joss Wheddon y David Greenwalt. Solo los tomo prestados. Sin embargo, la trama, y el resto de personajes no pertenecientes a las series, sí son cosa mía.
Nota: el feedback, y por lo tanto las críticas, serán bien recibidas

HELLS DOOR

(La puerta del infierno)

Por Sherezade

San Francisco; 20:35

En una casa no muy grande, de estilo victoriano, en una de las largas calles de san francisco desde las que se observa a lo lejos la bahía, un grupo pintoresco de gente baja de un coche negro convertible; digo pintoresco porque con que otro nombre bautizarías tú querido lector a un grupo formado por un hombre de apariencia joven, unos 27 o 28 años, alto con gabardina negra, tez pálida y mirada triste y melancólica, cuya verdadera edad es de alrededor de 250 años ( se trata de un vampiro, uno muy especial, uno con alma, algo extraño, lo sé... pero tiempo atrás se alimentó de quien no debía y como castigo recibió un alma que le recordaría eternamente las maldades cometidas hasta ese momento), pero sigamos con el grupo: una joven rubia de unos 25 años aproximadamente, también con una mirada característica, una mirada que indicaba que había vivido más de lo que su pequeña estatura y joven vida deberían haber soportado; una joven de la misma edad que la anterior pelirroja, con un gran poder interior; una chica de unos 20 años, con una larga melena castaña clara y mirada triste..cubierta por el brillo de las ganas de vivir propios de la edad; y otro chico de la misma edad aproximadamente con aspecto sereno, y la misma mirada que el vampiro que había descendido en primer lugar.

De otro coche, bajó otro chico, un poco mayor que los anteriores con barba de tres días, y mirada triste, junto a él descendió un hombre mucho mayor que él, con lentes y mirada de sabiduría y tristeza y otro chico de unos 25 o 26 años que a pesar de tener un aspecto desenfadado lucía una mirada triste, cansada...el no era como los demás, pero también había vivido mucho y eso, lo mostraban no solo las bolsas bajo sus ojos sino también la expresión cansada y el brillo que solo tiene quienes han visto más de lo que debieron haber visto jamás...y un hombre, chico..demonio, de color verde, con ropas vistosas y que a pesar de parecer más alegre que los demás, se notaba la tristeza que embargaba su ser .

Todos miraron al primer hombre, alto, de tez suave, y facciones angelicales... bajo la luz de la noche en aquella calle de san francisco parecía un verdadero ángel... o un alma en pena.

- Es aquí Angel?- preguntó la chica rubia

- Aquí esa donde Fred le escribía, y es donde solían vivir sus padres tras dejar Sunnydale.- Tras esto último, miró a la chica con la que estaba hablando y vio que una lágrima recorría su rostro.- Lo siento Buffy, no debí haber dicho el nombre de la ciudad.

- Tranquilo, de todas maneras ya no es una ciudad jeje - aunque sonrío irónica, su corazón sintió una punzada..se sentía culpable por lo que había sucedido, no, culpable tal vez no fuera la palabra, se sentía triste, decaída..amargada. aún soñaba con la voz de él, del salvador anónimo del mundo diciéndole que le agradecía sus palabras..pero que no la creía...siempre se despertaba en el momento justo antes de que él pronunciara aquel fatídico: 'pero ambos sabemos que no es verdad' que le rompieron el corazón.

Tras unos minutos de silencio, el chico más joven se dirigió a Angel:

- Papá¿vamos ya a hacer lo que hemos venido a hacer?- el chico miro desafiante a su padre que no lo parecía teniendo en cuenta la edad que ambos aparentaban- la necesitas..mos papá

Angel esbozó una media sonrisa y tras mirar hacia la casa vio que había luz..

- Tienes razón Connor, dos años es demasiado tiempo.- Suspiró y mientras caminaba decidido hacia la entrada de la casa susurro para sí: la necesito.

Justo cuando Angel se disponía llamar a la puerta, el cielo que había permanecido sereno empezó a oscurecerse tapando las estrellas que aquella noche querían ser testigos de un reencuentro, del reencuentro de un grupo de viejos amigo, y tal vez...el reencuentro de dos corazones furtivos que tiempo atrás fueron poseídos por dos amantes eternos, dos almas, dos espíritus errantes que fueron condenados a vivir eternamente bailando para su señor...simplemente por haberse enamorado y haberse permitido el uno al otro disfrutar de una de las cosas más hermosas que ofrece la vida: la entrega al amor sin reparos. Angel y Cordelia habían investigado aquella noche en el teatro...donde algo extraño sucedía, casi doscientos años después, la compañía de ballet seguía teniendo a los mismo bailarines y representaban la misma función: Giselle. Ellos jamás sospecharon que no solo fueron poseídos y permitieron que en sus cuerpos la pasión de dos bailarines volviese a la vida, sino que en aquel breve encuentro carnal, interrumpido antes de lograr la felicidad y pasar a mayores...habían creado una vida.

ding dong

A pesar de no tener riego sanguíneo, Angel sintió como su corazón volvía a latir, al oír el sonido de la risa de Cordelia al otro lado de la puerta, no le cabía duda..era ella, era su risa, era la mujer que esos últimos años tanto le había ayudado y con la que tan buenos ratos había pasado conversando, se había convertido en su mejor amiga, en su confidente...en la presencia intangible de sus sueños y deseos más escondidos.

Mientras al otro lado de la puerta:

- Deben de ser los de la mudanza- una chica de unos 25 o 26 años, sonreía y se reía mientras jugaba con una niña pequeña en sus brazos- yo abro

Al abrir la puerta, sus miradas se cruzaron.

- Hola Cordy- Angel sonrío, su mirada se iluminó..no había errado, era ella, la risa, la voz..era la de la mujer que invadía sus sueños cada noche

- A...Angel!- ella se sintió desvanecer, no sabia como la había encontrado, la única que sabía donde encontrarla era Fred... pensó que tal vez ella estuviera ahí con él, la buscó con la mirada entre la gente que acompañaba Angel, pero no la vio, en ese instante la lluvia se hizo presente de una manera estruendosa- pasad! Esta lloviendo mucho

- Hola Cordy,- Buffy entro justo después de Angel, y se quedó mirando a la niña que ella llevaba en los brazos, pero solo le sonrío, no quiso preguntar

- Hola Buffy- junto con sus palabras añadía una cálida sonrisa...pero en sus ojos se notaba cierta preocupación.

Poco a poco, todos estaban dentro, y de repente, apareció detrás de Cordelia una chica muy parecida a ella, un poco mayor, con la cara más redonda y los ojos color verde:

- Cordy has leído esto?- cuando la chica vio a los visitantes- ah, hola buenas noches. Soy Cristina

- Chicos, esta es mi hermana Cristina. Cris, recuerdas a Xander Harris, Willow Rosenberg y Buffy Summers?- dijo dirigiéndose a su hermana mientras señalaba al chico de aspecto desenfadado, la pelirroja y la rubia respectivamente.

- Claro, iban contigo al instituto, no?

- Si, los demás son: Wesley- el de la barba de tres días- Dawn , la hermana de Buffy- la chica de aproximadamente 20 años- Connor- el chico que había llamado a Angel papá-, el señor Giles- el hombre mayor con gafas-, Angel- al decir su nombre y señalarlo, los ojos de Cristina se abrieron como platos; al darse cuenta Cordelia enseguida dijo- si, mi antiguo jefe. Y Lorne- el demonio de color verde.

- Un placer, encanto- Lorne sonrió a Cristina al ver que esta no reaccionaba extrañada al ver a un hombre verde en casa de su hermana- que tal estas galletita?- preguntó dirigiéndose a Cordelia

- Contenta de veros, pero..que hacéis todos aquí?

Tras un angustioso silencio, Giles quitándose las gafas y limpiándolas cuidadosamente decidió hablar:

- Verás Cordelia, sabemos que tú has estado informando a Winnifred de las visiones que has estado teniendo para ayudar a Angel- nuevamente se hizo un leve silencio, mientras Cordelia depositaba a la niña en la alfombra, junto a unos peluches.

- Y lo ultimo que le dijiste a Fred, coincide con algo que el consejo anda buscando hace más de tres siglos.- el ultimo en hablar había sido Wes, él había notado algo extraño, y puesto que le unía una buena amistad hacia Cordelia, prefirió interrumpir cuanto antes el angustioso momento de silencio, y ponerse manos la obra.

- Un demonio de medio metro, de piedra, vestido con un hábito y que lleva en la cintura un saquito de color granate con un símbolo extraño parecido al yin-yang- Cordelia miró intrigada a Wesley- ¿tras eso anda el consejo?

- Verás Cordy, ese demonio de medio metro como tu lo llamas, es uno de los pocos con el poder de crear la boca del infierno donde quiera...

Continuará...