Hola a todos quiero hacer presente mi primer trabajo en este espacio espero la historia sea de su agrado. Los personajes son mis favoritos de algunas series de animé que he seguido durante mi vida. Y bueno además estoy cumpliendo un anhelo de niñez pudiendo escribir esto. Como ya les dije espero les guste y espero sus sinceros comentarios
That i would be good.
Debió volver como imposición de sus padres a la vida que llevaba en Londres. Alejarse de todo. Las cosas se habían vuelto un poco tensas en Japón y era mejor dar un paso al lado de las aventuras vividas junto a sus amigas. La última batalla había dejado heridas tan grandes que no se podían curar con facilidad. Solo y gracias a la intervención de Artemis logró borrar de su cabeza recuerdos de lo sucedido. Ya no había por qué más luchar. La estabilidad de esos mundos extraordinarios por fin estaba en orden. Era tiempo de vivir una vida normal aun cuando tuviera que dejar todo atrás y comenzar de nuevo. ¿Qué tan difícil podría resultar esto?.
El único miedo que Mina tenía al volver a su antigua vida era enfrentar a Armand y Catherine. Y revivir ese instante tan doloroso, en el cual su primer amor fue su primera decepción. Por esa razón trataba de dejarse ver poco en el barrio donde vivía, para evitar un encuentro incómodo y volver a sufrir como hace algunos años atrás.
Los días en Londres eran fríos y pasaban lentamente. El corazón y mente de Mina parecían estar en otro lugar. Lucía extraña, desarrapada y descuidada. Todo era gris para ella. De ser una niña alegre, coqueta y enamoradiza, había pasado a ser solo un ente que vivía por que había que hacerlo.
Habían pasado tres meses desde que regreso, sus actividades en la academia habían comenzado y no de buena forma. Mina había tomado una postura de no dejar entrar personas a su vida a pesar de eso su salón de clases le parecía que estaba lleno de personas interesantes, con vidas que podrían dejar admirado a cualquiera. No era estúpida, sabía que esto podía causar problemas, sabía que los adolescentes como ella pueden ser crueles cuando no eres capaz de entrar en el mundo de ellos o dejarlos entrar en el tuyo. Pero aun así no estaba interesada en dar el paso para empezar de nuevo. De su experiencia anterior, solo había sacado cuentas negativas, perder al primer amor, la traición de más de alguna de sus amigas. Eran los recuerdos de su paso por Tokio.
Una tarde de otoño, como muchas otras Mina sale de la academia a la cual asistía. Sigue su camino como todos los días. Pero algo distinto había esa tarde en la brisa ese día. Podía sentir una sensación extraña, un cosquilleo, distinto al de días anteriores. El dolor de ese vacío que no podía explicar era diferente. Hoy no lo sentía como tal. Por ello pensó que sería bueno salir de su letargo y cambiar su ruta. Quizás dar una larga caminata por la rivera del rio.
El atardecer se mostraba reluciente, los últimos rayos de sol dorados se reflejaban en el rio, había un poco de la bruma normal en Londres y las hojas cayendo de los arboles eran el paisaje perfecto para reconfortar el corazón de Mina. Se detiene por unos instantes en el puente a observar ese precioso momento que el día le regalaba. Así lo sentía. Cuando es interrumpida –Eres rara, ¿lo sabías?- Desconcertada Mina gira a ver quién impedía la tranquilidad de su recorrido –Y, tú ¿quién eres?, acaso nos conocemos- Responde la blonda sorprendida por la persona que tenía frente ella. –Tú realmente eres una extraña persona, llevamos por lo menos unos meses asistiendo a las mismas clases y no recuerdas mí rostro, o realmente eres muy despistada o como dicen en la clase estás loca- agrega el joven. El rostro de Mina, entro en un estado de desconcierto total al escuchar eso
–Ppperdón ¿qué dices, la loca de la clase?, esto debe ser una broma ¿o no?. De todas formas el que yo sea despistada o loca como dices que todos me pintan, no es de tu interés- Murmuró un poco molesta. Al ver la cara de Mina, el joven no le quedó otra y soltó una carcajada al darse cuenta de la cara y la respuesta de ella, no juntaban en ningún momento. –No quise ser grosero. Mi nombre es Bobby Jackson- Ella lo miró por un instante con detenimiento y estiró su mano
–Mucho gusto soy Mina, y ya me tengo que ir…-
Bobby ante el rechazo de la joven insiste – Pero, no es necesario que reacciones así. Me disculpo si te hice sentir incomoda con lo que te dije, es algo que todos en clase dicen. Pero solo es por qué no hablas con nadie, no te acercas a nadie, hasta los informes los haces sola, aun cuando la maestra diga que deben ser en pareja. Eso causa curiosidad y bueno debo admitir que desde entonces me propuse saber de ti, llamaste mi atención por completo, es por eso debo reconocer con mucha pena que te he seguido- Dicho esto, Bobby se sonrojo un poco al admitirlo. Su precisión y seguridad eran dignas de su fama como detective adolescente hasta ese instante en el que habían sido quebrantadas por la muchacha que lo miraba con extrañeza. –Mira Bobby, no sé si sentirme alagada por tu interés o debo correr lejos de ti, lo que haces es anormal. No crees qué habría sido más sencillo preguntarme de frente, como ahora- Bobby guardó silencio ante la respuesta –Me gusta estar sola, no tengo ganas de tener amigos o conocer personas nuevas. No siento la necesidad de tener amigos por ahora, ahí tienes una respuesta para que le cuentes a todos en la clase- Mina se dio la vuelta y comenzó a caminar. Bobby la vio irse así como aquel atardecer. La respuesta de Mina solo despertó más el interés de ella en él. Así que sin pensarlo dos veces corrió tras ella –Hey, espera un momento- Mina detuvo el paso y dijo –Dime Bobby hay algo más que quieras saber- Él la miro, hizo una mueca con su rostro diciendo –Te acompaño, ya está acabando la tarde, no es seguro que andes sola por ahí, deja que te acompañe a tu casa. ¿Dónde vives?- Mina detenida ahí frente al río con las manos juntas, da un suspiro como dándose por vencida con aquel joven. Agacha la cabeza y sonríe levemente –Que te parece si en lugar de acompañarme a mi casa, me acompañas por un café- Bobby, sorprendido por la respuesta de la arisca niña. Hace un gesto con su cabeza accediendo a la invitación.
Caminaron por un rato más sin decir nada el uno al otro. Se acercaron a un carro y compraron un par de cafés. Ella toma el vaso plástico entre sus manos, respira un poco el aroma del café mira a Bobby y con cara de curiosidad –¿Que más dicen de mí en la clase?- Bobby se ríe dela pregunta y responde – Bueno todos se preguntan por qué eres así. Algunos piensan que te sientes un poco superior a los demás y otros como te dije creen que eres algo extraña por no querer entablar una amistad con las demás personas-
-Bueno no es algo que me preocupe- dijo riendo –Uno no puede ser siempre del agrado de todos- Mina dio un sorbo y dice –Bobby realmente fue agradable tu compañía. Algo en mi decía que este sería un día distinto. gracias. La verdad no sé por qué te digo esto, de hecho no te conozco. Pero talvez estoy equivocada, quien sabe…- Mina comenzó a caminar dejando a Bobby junto al carro de café.
La noche había llegado. Ella de cierta forma se sentía un poco distinta, en su corazón había un poco de paz. Talvez al poder sacarse un poco de la carga emocional que llevaba consigo, pero el hablar con ese curioso joven la había calmado.
Llego hasta su departamento, al cerrar la puerta, se apoyó en ella dando un suspiro y esbozando una sonrisa. Quizás el volver a Londres no sería tan malo después de todo.
