Holitas holitas
¿Como estan?, pues espero que bien, aqui algo pequeño, yaoi de Leorio x Kurapika
Advertencia: No tiene lemon (xDD)
Disclaimer: si todo esto es del mangaka mas flojo del mundo, ¡ponte a dibujar hombre!
Se encontraba solo, en silencio y con todos sus sentidos en una sola cosa, hacer que su aura formara Ren
Se encontraba solo, en silencio y con todos sus sentidos en una sola cosa, hacer que su aura formara Ren. Llevaba días intentándolo, pero por alguna extraña razón no podía, se concentro como Gon le había dicho, imagino un vapor que lo cubría y se hacía cada vez más fuerte, abrió los ojos y pudo ver como una débil aura de color amarillo se empezaba a formar, estaba emocionado, era primera vez que lo lograba.
-¡Leorio!-. a la mierda el Ren…
-¿Qué quieres Kurapika?- preguntó enojado.
-Has estado entrenando mucho, el descanso también es parte del entrenamiento-.
Leorio estaba que mataba a su rubio amigo ahí mismo, casi lo lograba y ¿le decía que debía descansar?, no él tenía que poder lograrlo.
-Lo siento Kurapika tengo que seguir, ya casi lo logro-. Intentó volver a concentrarse, pero cuando vio aquella expresión en los azules ojos de su amigo se quedo paralizado, ¿Qué era esa expresión?
Con delicadeza Kurapika tomó el rostro de su amigo. Ese gesto hizo estremecer por completo al cazador.
-No tienes que esforzarte tanto, cada uno tiene su ritmo- Le susurró despacio el rubio.
Pero Leorio no prestaba atención a sus palabras, se había perdido en aquellos hermosos ojos, había un extraño brillo, algo que no podía interpretar.
-¿Te parece si salimos a pasear al parque?-. Pestañeo un par de veces, aún no salía de sus pensamientos, pero su cuerpo se movió solo y fue por una chaqueta.
Cuando regresó, vió que Kurapika traía uno de esos trajes que parecían vestidos, de una extraña y perturbadora forma, le pareció guapo. Siempre había visto a su amigo como un "chico bonito", pero nunca había pensado en… se golpeó mentalmente por el curso que tomaban sus pensamientos, él no era así.
Una vez en el parque, se dirigieron a una de las bancas que estaban cerca del lago, Leorio comía un helado mientras Kurapika lo miraba en silencio.
-¿No te vas a comer el tuyo?-. A modo de respuesta el rubio comió un poco de helado.
Kurapika lo seguía mirando de esa extraña manera, le ponía nervioso el silencio, ¿o era él?
-¿De que sabor es tu helado?
A su amigo le brillaron los ojos, y Leorio se perdió en ellos, tanto que no se dio cuenta como se le acercaba, a tan solo unos centímetros de su cara. Kurapika comió un poco de helado y lo beso en la boca.
¿A que sabía? A gloria sin duda.
