Hola ¡bienvenidas! a mi nuevo proyecto sailor moon ¡espero les guste! Y me tengan paciencia.
Si, si, ya se, tengo varios en espera, pero este lo comencé en diciembre, no lo había montado porque la musa de este proyecto se fue a China, pero acá está.
Son una serie de oneshots, no lineales, que incluirán a: los hermanos Li, las sailors scouts, Endimiun y quizás, algún otro fisgón.
Estarán basados en los cuentos de Disney ¡espero les guste!
¡Déjenme saber su parecer!¡con un buen REVIEW!
Sailor moon, es propiedad de Naoko Takeuchi, yo solo, exploro las posibilidades.
Cuentos de Black Lady.
Un cuento de navidad.
Estaba allí, un pequeño libro rojo de hace tiempo ya, en el tiempo en el que la princesa Black Lady Li solo contaba con 7 años, había pasado ya tiempo, y ella ahora, era una muchacha de 14 años, alguien entró en el dormitorio.
-hermano, no tienes que estar buscando nada acá en el dormitorio de Rini. Dijo Zafiro –tonterías Zafiro. Dijo Diamante decidido.
-se que Rini tomó mi vino de subasta, ya sabes, ese de 200 años. Dijo Diamante, Zafiro negó.
- ¿para que lo tomaría? Preguntó el segundo, el primero de los hermanos lo miró con suspicacia –para regalarlo claro está. Dijo sin masm cuando repentinamente, vió el libro rojo, se acercó a el.
-vaya ¿Qué es esto?¿un diario secreto? Se preguntó el príncipe Diamante, Zafiro lo tomó.
-no lo parece, mas bien, parece un libro de cuentos encantado. Sentenció el mayor sonrió.
-tonterías Zafiro, hace tiempo que Rini no lee cuentos. Aseguró el mayor de los hermanos, Zafiro negó.
-hermano, yo que tu, no lo tomaría, sabes que los libros encantados absorben a la gente al interior de los cuentos. Diamante asintió –lo se, pero te apuesto 20 black moon dolars a que es un diario con una tapadera. Zafiro negó, ya que el había visto, a la pequeña Rini esconder su diario azul en un espejo de detrás de su peinadora, miró a su hermano.
-si tu lo dices hermano. Dijo Zafiro mientras salía del dormitorio, Diamante pasó la primera página y encontró el prólogo que leyó con atención:
Prólogo.
Al querido lector, que estás páginas disfruta, debo advertir, sin inhibición alguna, que este, es un libro muy especial hecho por las hadas del continente Dal, por lo tanto, el libro está encantado, aquel que lo lea, será transportado, al cuento seleccionado, una aventura sin igual, para vivir la mágia y la fantasía de manera sin igual, debo señalar que para escapar, es necesario el cuento llevar hasta el final, si lees y te hundes en sus páginas, advertido estás, querido lector, te he advertido ya.
Diamante sonrió –si, bien, seguro ya no funciona. Dijo pasando el índice, llegó a un título.
-un cuento de navidad. Dijo el joven, el libro brilló de rojo, las páginas se movieron y Diamante, en una luz blanca desapareció al interior del libro.
Un despertador de cuerda sonó, Diamante abrió sus ojos –es, es Inglaterra, oh no…hay no. Dijo el príncipe al mirar su alrededor, se colocó de nuevo, en pié, se miró con su cabello corto y un bigote, ajado su rostro por la edad, suspiró.
-que poco atractivo me veo, pero ¿Qué demonios?¿que personaje? Una voz se escuchó interrumpiendo los pensamientos del peli celeste –señor Scrooge, ya está listo su desayuno. Anunció la mucama.
-Scrooge, me lleva Nix. Dijo el príncipe Diamante, se vistió, tomó su bastón y salió escaleras abajo, tras desayunar llegó al despacho de Scrooge y Marley, se sentó en su escritorio.
-esto no puede estar pasando. La campanilla se abrió mientras el joven decía esas palabras.
-buenos días, señor Scrooge. Diamante, quiso escupir las amígdalas, al ver a Zafiro allí - ¿Zafiro? Preguntó.
-me temo que no se de que habla señor, yo soy Bob Crachip. Diamante lo miró –me lleva doblemente, me lleva…ponte a trabajar Crachip. Ordenó desganado mientras hacía cuentas, pero Zafiro…digo, Bob Crachip no se movió, Diamante…Scrooge alzó la vista.
- ¿Qué pasa ahora? Preguntó, Zafiro tragó saliva –señor, mañana es navidad, y me preguntaba, si podría trabajar hasta medio día. Diamante lo miró –desde luego Crachip. Dijo, pero la escena no se movió, todo se quedó congelado y Zafiro, repitió su pregunta, como si no la hubiera dicho nunca.
-demonios, debo seguir el estúpido libreto hasta el final. Dijo el joven, Zafiro lo miraba –navidad, ba, otra excusa para holgazanear. Dijo gruñendo, Zafiro bajó la cabeza.
-pero señor, la navidad es el tiempo para estar con la familia. Diamante negó aparentando irritación –pamplinas Crachip, ahora, ponte a trabajar antes de que te despida. Zafiro suspiró y regresó a su trabajo, cuando la campanilla sonó y la puerta se abrió.
- ¡hola!tío Ebenizer! Saludó…Diamante de verdad debió abrir mucho sus ojos para poder creer a quien miraba en el papel de su sobrino, era Endimiun.
-sobrino ¿Qué haces por acá? El alegre Endimiun (cosa nada real en la realidad) sonrió con una sonrisa propia mas bien, de Bengi, el primo de su princesa.
-es navidad, y quería que fueras a celebrar con nosotros. Diamante negó.
-la navidad es un día de trabajo mas. Dijo, la campanilla volvió a sonar.
-buenos días caballeros ¿Qué se les ofrece? Preguntó Diamante con los dientes apretados a los serios Ojo de tigre y Ojo de águila.
-señor Scrooge, como sabe es navidad y, y estamos. Dijo Ojo de tigre titubeando, eso si era raro en el –estamos buscando donativo para los pobres. Dijo Ojo de águila, Diamante sonrió.
- ¿ah si? Y los pobres acaso no pueden trabajar, deberían darle donativos a los pobres trabajadores antes de navidad. Ojo de tigre titubeó –pe, pero señor Scrooge, mañana es navidad. Diamante bufó.
-una tonta excusa para exprimir a los que si podemos contribuir, caballeros, por favor, no me quiten mas el tiempo, tengo mucho que hacer, antes de navidad, Ojo de águila y Ojo de tigre, se fueron cabizbajos y Diamante pensó que probablemente, estaba haciendo el mejor papel de Scrooge jamás realizado.
En la noche, estaba con una bata –nada sexy. Dijo el peli celeste frente a un espejo –por dios, mi padrino se viste mejor que este ser para dormir, acepto pantalones, shores, camisas negras con calaveras u otros motivos…pero…¿una bata?¿una bata? Con esto parezco un sacerdote. Suspiró y se dirigió a su cama.
-si Rini me viera así…¡como se burlaría! Pensó mientras se tapaba y fingía dormir, hasta que escuchó las cadenas, se sentó en la cama.
-Ebenizer, Ebenizer Scrooge. Decía una voz muy familiar.
-que Nix me lleve ¿padrino? Preguntó el joven, Phanton, quien personalizaba a Jacob Omarly lo miró confundido.
-no Ebenizer, soy Jacob Marly, tu ex socio. Diamante asintió.
-bien Jacob ¿a que debo el honor de tu visita? Jacob o mejor dicho Phanton, suspiró.
-yo era malo, muy malo. Diamante dijo en voz baja:
-no me digas. Mientras Jacob seguía:
-robaba a las viudas y a los huérfanos, y ahora, debo pagar con mi muerte esas penas, con estas largas cadenas. Señaló las cadenas que llevaba detrás –y yo que pensaba que esas eran las cadenas de las jovencitas que te llevabas a la cama hipnotizadas. Murmuró el joven.
-y eso, te puede pasar a ti Ebeniezer Scrooge. Diamante negó mientras se levantaba de la cama.
-lo siento, yo nunca he sido mujeriego, no he hecho eso y mejor no digo mi estado corporal… pero Phanton, volvió a repetir la misma línea como si el peli celeste no hubiera dicho nada.
- ¿Qué puedo hacer Jacob? Preguntó Diamante arrastrando las palabras –serás visitado por 3 espíritus, y ellos te ayudarán, escúchalos, porque sinó ¡deberás cargar estas mismas cadenas! Dijo en tono lúgubre mientras desaparecía.
Diamante esperaba, -esto es aburrido. Decía mientras miraba el reloj - ¡es que no piensas llegar!¡maldito fruto del maldito libro encantado del demonio! Una campanada sonó, al culminar esta, Diamante bufó.
-como siempre, te tardarás todo lo que te plazca. De repente, una vocecita lo alertó.
-hola. Saludó, el miró –no puede ser ¿Rey? La pequeña Rey, estaba vestida como un santa Claus femenino, tenía una mini falda muy bonita, unas medias pantis, botas negras y lo demás, como iba el traje, alas de mariposa blancas con rojo.
-soy el espíritu de la navidad pasada. Dijo - ¿y tu se supone que eres una hadita de la navidad? Preguntó Diamante –así es Ebenizer, te llevaré a ver tus navidades pasadas. Dijo, Diamante rió.
-perdóname hadita, a menos que puedas volar, no creo que tu, puedas con mi peso. Rey le sacó la lengua.
-no me subestimes viejo, puedo llevar mas peso del que tu, podrás cargar, ahora, sujétate de mi. Diamante la aprisionó en su puño.
-no tan fuerte. Se quejó el hada Rey y comenzaron a volar.
- ¡esto es muy divertido! Exclamó el príncipe, al fin divirtiéndose aunque fuera en una parte de la historia, aterrizaron en una oficina en Londres.
-vaya ¡vaya! Es el viejo Wisiwui. Dijo Diamante divertido señalando a su mayordomo Sims, quien era el elegido por el encantamiento para representar al jefe de Scrooge –allí está Mary. Dijo Diamante señalando a una feliz Serena, que bailaba con un yo de el, mas joven, ellos se besaron, la imagen fundió a negro, luego se vio el en la casa.
-Ebenizer, Ebenizer. Lo llamó Serena –si ¿Qué sucede querida? Se vio que preguntaba.
-Ebenizer, hace tanto tiempo que llevamos saliendo, y pensé que me lo ibas a decir. Dijo Serena con temor, Diamante miró como su yo, alzaba la cabeza de sus cuentas.
-tu último pago excedió el límite de espera de hace 3 meses, la cabaña es mía. A Diamante se le arrugó el corazón, al ver al gran amor de su vida correr destrozada.
-el dinero te separó del gran amor de tu vida, fue mas importante para ti, la fortuna que tu chica. Dijo el hada Rey.
- ¡por Nix!¡este no soy yo!¡yo jamás le haría eso a mi princesa!¡quiero que me saques de aquí!¡maldito encantamiento! Vociferó el joven, pero el hada Rey, volvió a repetir su diálogo, como si Diamante, no hubiera dicho nada.
-me lleva…lo lamento espíritu, realmente no quise hacerlo. Dijo mientras el y el hada Rey, desaparecían.
Diamante volvió a quedar sentado en la cama de Scrooge - ¡me lleva!¡ya quiero terminar este maldito cuento!¡si sigo así!¡terminaré como el maldito grinch! Vociferaba enardecido, cuando un gigante, levantó el techo de su casa.
-por Nix y su vientre fecundo de vida, esto debe ser una pesadilla. Dijo el príncipe al mirar al gigante Rubeus que le sonreía.
- ¡tienes sonrisa de idiota Rubeus!¡siempre lo he dicho! Exclamó el príncipe triunfante –así que: ya te encontró mi hermana del pasado. Diamante asintió.
-si, tremenda antipática si me lo preguntas. Dijo, pero el gigantesco Rubeus, pareció no oírlo.
- ¿Quién eres tu? Preguntó Diamante arrastrando las palabras –soy el espíritu de la navidad presente. Diamante suspiró.
-presente tengo yo, el salir de este libro de locos. Dijo mientras Rubeus lo tomaba.
- ¡a donde me llevas imbécil! Exclamó Diamante indignado –a que veas lo que ha provocado tu miseria. Dijo mientras caminaban por la noche londinense, o mas bien, era llevado en un puño por el gigante Rubeus.
- ¿Qué endemoniado lugar es este? Preguntó el príncipe obstinado –es la casa, de tu empleado Bob Crachip. Dijo el gigante, Diamante se pegó a la ventana, no porque lo quisiera, no le quedaba opción, en el interior vio a: Zafiro y Amy, eran marido y mujer, habían 3 varones, Sammy, el hermano de Endimiun, Neflite y Elliot quien supuso Diamante, sería el pequeño Tim, ya que se movía con ayuda de un bastón.
–es hora de cenar niños. Dijo Zafiro, los otros 2 corrieron –ya voy papi, ya voy. Dijo el pequeño Elliot caminando tan rápido como su enfermedad se lo permitía, Diamante tragó saliva.
-espíritu ¿Qué tiene el pequeño Tim? Preguntó en voz baja –está enfermo de algo grave. Dijo Rubeus quien estaba de rodillas para poder mirar.
-esta cena de navidad, se la debemos al señor Scroooge. Que dios lo bendiga. Dijo Zafiro.
-feliz navidad. Dijo Amy –y que dios los bendiga a todos. Dijo el pequeño Elliot.
-a menos que algo cambie, el pequeño Tim no tendrá otra navidad, Diamante se dio la vuelta al escuchar eso, pero Rubeus, ya había desaparecido.
-espíritu, Tim va a… pero la pregunta quedó suspendida, delante de el, flotaba el gran sabio.
-eso si que no ¡este idiota no puede ser el espíritu de la navidad futura! Bramó el príncipe indignado a los cielos, pero el fantasma, no dijo nada, Diamante se pasó lasmanos por el cabello, la imagen de la familia, había quedado congelada, suspiró.
- ¿tu eres el espíritu de la navidad futura? Preguntó, el gran sabio solo asintió y Diamante resignado lo siguió.
Llegaron a un cementerio –espíritu. Dijo el príncipe - ¿de quien es esa tumba tan solitaria? Solo habían unas cuantas personas vagabundas allí.
-es la tuya Ebenizer. Dijo el gran sabio lanzándolo - ¡nooooo!¡nooooo!¡no puede ser!¡quiero salir de este maldito libro! Es decir ¡reflexionaré!¡cambiaré!¡esto no!¡nooooo! de repente, Diamante se encontró envuelto en sus sábanas, era 25 de diciembre.
- ¡es navidad!¡regresé! exclamó feliz, se colocó un chaquetón y salió de la casa.
- ¡estoy vivo! Exclamó espantando a unas cuantas aves, ya casi terminaba, un poco mas y culminaría, llegó ante unos caballeros.
-buenos días caballeros. Dijo –buenos días señor Scrooge. Dijeron los caballeros.
- ¿todavía no han recolectado nada para navidad? Preguntó con alegría, Ojo de tigre negó.
-no hemos tenido suerte…pero se interrumpió al ver el oro que Diamante les lanzaba.
-ténganlo, todo para los pobres. Dijo el príncipe mientras corría a la panadería del pueblo, compró el ganso mas grande que había y tocó en la casa de Bob Crachip, quien, le abrió sorprendido.
-¿señor Scoooge? Preguntó Zafiro atónito –feliz navidad ¿gusta pasar? Diamante puso su gesto arrugado.
-ba, pamplinas. Dijo empujando a Zafiro, el cual, cerró la puerta evidentemente asustado.
- ¿sabes que Crachip? Eres un vago, trabajas muy poco y no tengo mas remedio. Zafiro había cerrado los ojos.
-que aumentarte el sueldo y convertirte en mi socio. Dijo feliz, Zafiro abrió los ojos.
-de ¿de verdad señor? Diamante asintió con una sonrisa.
-y veremos, que se puede hacer por la salud del pequeño Tim. Dijo mientras cargaba Elliot y una luz blanca, lo envolvía todo.
Hermano, hermano. Lo llamaba Zafiro, Diamante abrió los ojos con pereza, miró su alrededor, se palpó.-regresé ¡por Nix! Regresé ¡estoy de vuelta! Oh zafiro ¡que alegría verte! El cuento fue de lo mas loco, era Scrooge y tu eras Crachip, Rubeus era el gigante, y mi padrino, era Jacob Omarly. Zafiro rió.-el
Libro encantado te la jugó buena, jajajaj ¡que cosas! Vamos hermano, ya es hora de cenar. Diamante se levantó de la cama, y salió con su hermano feliz, dejando abierto, el libro rojo.
