"El camino hacia ti"
Por
Fatima Winner
Categoría: Yaoi (chico x chico).
Pareja principal: KagaKuro.
Parejas secundarias: AoKi (?), MidoTaka, KiyoHyuu, AkaFuri, MuraHimu, quizá alguna más xD
Sin embargo habrá mención y escenas de otras shipps como AoKuro, KagaHimu, KiKasa, AkaMido y creo que son todas -O sea prepárense para un Todos x Todos xD-
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen a mí, si no al grandioso Tadatoshi Fujimaki, porque si fueran míos el KagaKuro y el AoKi serían canon :v Como decía, yo solo tomo prestado a los bellos personajes de Kuroko no Basket para escribir esta historia cursi y gay sin fines de lucro, si no más bien para hacer lo que me gusta y compartirlo con todos ustedes~
Advertencia: Mucho drama, polígonos amorosos, y ni idea de que cosas más, quizá hasta yuri xD
Nota preliminar: Además de que habrán escenas de otras shipps y más enredos amorosos que en la propia serie -¿será posible?-, diría que habrá mucho drama y romance, y que posiblemente todos los personajes sean gays o bi xD Y si me da la locura puedo hacer hasta yuri ;D Los que me leen de antes saben que pueden prepararse para TODO, pero al menos pueden estar tranquilos con dos cosas, la primera que se respetará la OTP principal y que, como en todas mis historias, tendrá un final feliz para ellos y para los demás o al menos para la mayoría n.n
Capítulo 1: Primer día.
Uno de los colegios nikkei más prestigiosos de latinoamérica, Teiko, daba inicio a su nuevo año escolar con la mayoría de los graduados del año anterior y con muchos nuevos alumnos también.
Kuroko Tetsuya, quien normalmente pasaba desapercibido para los demás, chocó ligeramente con un joven alto al dirigirse hacia el patio en donde se realizaba la ceremonia de inauguración.
—Perdón.
Pero el pelirrojo pareció no percatarse y solo siguió con su camino.
—¿Cuántos patios tiene esto? ¿Dónde será la ceremonia?— pensó en voz alta al caminar.
El chico de cabellos celestes pensó en hablarle, pero cuando estuvo por hacerlo fue interrumpido por las demostraciones de afecto de un peculiar rubio.
—¡Te atrapé, Kurokocchi!— exclamó sonriente al abrazarlo —Ahora debes de aceptar salir conmigo~
—Kise-kun, creo haberte dicho que pesas, ¿verdad?— se quejó —Y deja de burlarte de mí, por favor.
—¿Qué si no es una broma, eh?
Kuroko logró zafarse del agarre y miró a su compañero. Alto, delgado, rubio y bien parecido, eso sin mencionar que era bastante popular con las chicas, especialmente por venir de una familia de actores y ser modelo a tan corta edad. ¿Cómo podía ser gay luego de haber salido con tantas mujeres? Tenía que estar bromeando, o acaso...
—¿Estás acosando a Kuroko de nuevo?
La voz del recién llegado hizo que dejaran de mirarse y se fijaran en el mayor.
—Sempai...
Pero antes de que el rubio acabara la frase, recibió una patada voladora por parte del otro.
—¡Deja de molestar a otras personas y ponte a trabajar!
—Waaaaa. ¡Kasamatsu-sempai, eso duele!— se quejó al tambalearse por el impacto —¿Por qué siempre me pegas? Además nos estamos viendo después de las vacaciones de verano deberías de ser más considerado conmigo, ¿sabes?
—Y una mierda, Kise. Si empiezas el año flojeando como se supone que lo acabes, ¿eh? Luego andarás lloriqueando para que te ayude como siempre, tsk— lo jaló del brazo para llevárselo de allí —Así que ponte en marcha de una vez, la formación está por empezar.
—¿Por qué tanta violencia? Si te gusto deberías...— pero fue tirado al piso por atreverse a decir semejante suposición —Ouch.
—¡No soy gay, idiota, tsk!— le gritó antes de irse.
—Sempai, solo estaba bromeando— lo vio alejarse —Ahora se va a desquitar conmigo luego.
—Y lo tienes merecido por andar acosando gente.
—¿Tú también, Kurokocchi? Nadie entiende mi modo de dar amor.
—Nadie quiere tu amor, Kise-kun.
—¡Que cruel! Al menos las chicas me hacen caso.
—¿Entonces por qué no vas con alguna?
—Ehhh, incluso Kurokocchi me maltrata con sus palabras.
Un muchacho de cabello verde y lentes llegó donde ellos, seguido de un chico pelinegro.
—¿Que hacen aquí perdiendo el tiempo? Seguro fue Kise quien te detuvo, Kuroko.
—Efectivamente, Midorima-kun.
—¿Por qué todo es mi culpa siempre?— se quejó el rubio y miró el peluche en forma de mapache que traía el de lentes —¿Ese es el ítem de hoy?— se burló.
—Cállate y muestra más respeto por Oha Asa, nanodayo.
—Pufff.
—Je, je, je. je. Shin-chan, llegaremos tarde si no vamos ahora~— habló el acompañante del más alto.
Pero dos personas más llegaron al lugar, aunque solo una de ellas saludó.
—Chicos.
Aomine que estaba junto a Momoi no sabía si debía de decir algo, era un nuevo año después de todo deberían de olvidar todo lo que ocurrió el año pasado...
Silencio, todos se mantuvieron callados al notar lo tenso que se había puesto el ambiente.
—Takao-kun, tiene razón, llegaremos tarde si no vamos ahora y luego los del Consejo estudiantil estarán molestándonos como al vago de Kise-kun— habló de repente Kuroko.
—Hey— protestó el rubio.
—Sí, vamos de una vez— secundó el chico de lentes y todos comenzaron a caminar, pero Momoi y Aomine se quedaron atrás.
—¿Seguirán sin hablarse?— preguntó preocupada.
—No lo sé.
—Dai-chan, Tet...
Pero el moreno se fue sin dejarla terminar.
—Tetsu-kun no te odia...
—Lo sé— murmuró desde donde estaba.
Todos llegaron al patio central en donde la formación había comenzado. Los del Consejo estudiantil se encontraban hablando por el micrófono.
—Buenos días con todos, les saluda el presidente del Consejo estudiantil, Teppei Kiyoshi del sexto A y tengo el gusto de presentarles a mis dos compañeros, Junpei Hyuuga y Yukio Kasamatsu, ambos del mismo salón que yo.
—Buenos días— saludaron ellos.
—Gracias por elegirnos. Este año...
Al terminar el discurso y la bienvenida a los nuevos, pasaron a sus respectivos salones.
En el cuarto C, el profesor acababa de ingresar junto a un chico de cabellos rojos.
—Solo por ser nuevo se te disculpa la tardanza, ¿de acuerdo?
—Sí.
Todos los miraron a la expectativa. Era el chico con el que había chocado Kuroko en los pasillos.
—Muy bien, chicos, antes de empezar la clase voy a presentarles a un nuevo alumno que hoy se incorpora a nuestra institución— señaló al chico alto —Su nombre es Taiga Kagami y viene de Estados Unidos.
—¿Norteamericano?— murmuraron.
—No, en realidad solo mi madre lo es, pero mi padre es japonés.
—Ohhh, ella era pelirroja entonces.
—Así es.
—¿Te quedaste dormido en tu primer día?
—No, estuve aquí desde temprano, pero me perdí entre los pasillos y terminé en la cafetería. Como me había dado hambre por caminar tanto me puse a comer y cuando me di cuenta ya eran las ocho, así que salí corriendo y por suerte tropecé con el profesor, aunque lo tiré al piso sin querer...
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja. ¡Por eso tiene la ropa sucia!
—¡Silencio! Y tú, Kagami, siéntate de una vez. Hablarás con ellos en el recreo.
—Sí.
—Hay un sitio libre junto a Kuroko. Kuroko, alza la mano para que sepa donde es.
El chico de cabello celeste alzó la mano y Taiga fue a sentarse a su lado. La clase comenzó y todos sacaron sus cuadernos.
A la hora del receso algunas de las chicas fueron donde el chico nuevo y otras se quedaron con Kise como siempre.
—Por eso no me gustan los nuevos— murmuró el rubio al ver la escena.
—¿Hace cuánto llegaste, Kagami?
—Hace unos días. Pasé las vacaciones en Estados Unidos y luego vine a aquí.
—¿Tus padres son separados?
—Sí.
—Ohh, eso debió de ser difícil para ti.
—No tanto, ellos eran jóvenes cuando se casaron y siempre fueron buenos conmigo, así que no tuve problemas realmente.
—Kagami...
—Me dijeron que también llegó un chico nuevo en el salón del quinto B— intervino repentinamente.
—¿En serio, Kuroko?
—Y es tan apuesto como Kise.
—¿Eh?
—¡Ya regresamos, Kagami!— sin más las muchachas salieron del salón rumbo a los salones de quinto y las fans del rubio terminaron por seguirlas.
—Gracias por quitármelas de encima— agradeció el chico nuevo.
—De nada, siempre se emocionan así al principio, pero luego se les pasa.
—Ustedes se conocen desde primero, ¿no?
—Sí, con la mayoría.
—¡Kurokocchi! Eso quiere decir que me consideras el más apuesto de la escuela eh~— se metió en la plática.
—No, solo dije lo que ellas querían escuchar.
—Buuu, ya di que me amas~
—Claro que no.
Kagami se quedó mirándolos.
—No lo malinterpretes, el marica es Kise.
—¡Oye!
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja— rió divertido —Realmente no me importa ese tipo de cosas— pensó en alguien —Después de todo mi hermano es gay.
Se miraron entre ellos y luego al alumno nuevo.
—¿El hermano de Kagami es homo?— preguntó Kise curioso.
—No exactamente. En realidad no es mi hermano de sangre, pero crecimos juntos, así que lo considero como tal.
—Oh, entonces es tu amigo de la infancia, ¿no?
—Sí.
—¡También tengo un amigo gay que parece estar enamorado de mí aunque no lo acepte! Él es como a los que suelen llamar "tsundere", ya sabes...— dijo medio en broma.
—¿Ah...?— el pelirrojo se mostró bastante sorprendido al escuchar la declaración del otro, pero antes de que pudiera decir algo más fueron interrumpidos por una patada voladora que fue directo donde el rubio.
—¡Ahhhh!— cayó al suelo por el impulso del golpe.
—¡¿Quién es gay y está enamorado de ti, idiota?! ¡Ni en un millón de años! ¡Y tampoco soy tsundere!
—Kasamatsu-sempai, ¿cómo sabes que me refería a ti en primer lugar?— interrogó mientras se levantaba.
Todos miraron al superior y este se sonrojó sintiéndose avergonzado por la suposición. Pero intentando mantener todo bajo control arrojó un pequeño bolso de comida al susodicho rubio, quien logró atraparlo.
—T-Tu hermana me pidió que te lo entregara, tsk. A pesar de lo grande que estás no sé por qué sigue preparándote refrigerio... Con lo vago que eres ni si quiera lo mereces.
—Comida casera, yay.
—¡Solo eso, me voy!
—Kasamatsu... Gracias— sonrió.
Pero el mayor solo se dio la vuelta y se fue sin decir más.
—Comienzo a creer que de verdad siente algo por ti— comentó Kagami luego de que se fuera.
—Sí, yo también— secundó el chico de cabellos celestes.
—Es que soy irresistible hasta para los chicos~
—Por eso nadie te toma en serio, Kise-kun.
—Kurokocchi siempre es tan frío.
Kise abrió el bolso y comenzó a comer el sánguche que su querida hermana había preparado para él, al verlo Kagami se antojó también.
—¿Dónde era la cafetería?
—¿No habías estado allí recién?
—Este lugar es muy grande y realmente no lo entiendo del todo aún.
—Te llevaré si gustas, quiero comprar un batido de vainilla para mí— se ofreció Kuroko.
—¡Genial! Vamos entonces— aceptó feliz.
—Ni creas que te dejaré a solas con Kurokocchi tan pronto~
—Kise-kun, por favor, deja de pensar que todos son gays solo porque tú lo eres.
—Eh, pero yo no lo soy— aclaró el pelirrojo.
—Yo tampoco— mintió el más bajito.
Kise lo miró, pues sabía algo que Kagami no, pero decidió solo bromear un poco.
—Kurokocchi es tan heterosexual que siempre me rechaza~
—Kise-kun, cállate— comenzó a fastidiarse —Vayámonos de una vez, Kagami-kun.
—Oh— fue todo lo que dijo antes de salir del salón junto a su acompañante.
En los pasillos se pusieron a conversar.
—¿Ese tal Kise siempre te ha acosado de ese modo?
—Desde que nos conocimos en segundo, sí— suspiró —A pesar de que nunca le hago caso no sé porqué sigue con ese tema.
—¿Entonces es gay?
—Yo diría que es bisexual. Pero dudo que realmente esté enamorado de mí, creo que solo le gusta molestarme porque soy pequeño y delgado.
—Oh, ya veo. «Que chico más extraño es ese tal Kise».
Kuroko guardó silencio por un momento al acordarse de otra persona. Términos como "hetero, gay o bi" no eran un tema en lo que se hubiese detenido a pensar antes, él simplemente se enamoró una vez de su mejor amigo y eso fue todo. No tenía nada que ver con el hecho de que se tratara de otro chico o que nunca haya tenido relaciones con nadie. Además él aún tenía 16, ¿no?
Llegaron a la cafetería y se sentaron en una mesa, Kagami pidió una hamburguesa enorme y Kuroko un batido de vainilla como había comentado antes.
—¿Y cómo fue que descubriste que tu amigo era gay?— preguntó de repente el más bajito.
Kagami se sonrojó al escucharlo y desvió un poco la mirada al responder.
—Ah... Porque me confesó que se había enamorado de un chico.
—¿Y no te sentiste engañado o algo así?
—¿Uh, por qué?
—Es decir, porque siempre pensaste que él era hetero.
—Creo que las preferencias de los demás no es algo en lo que yo deba opinar o meterme, cada quien es libre de ser como quiera, ¿no?
—Sí, tienes razón.
Mientras tanto en el salón del cuarto C, Kise se encontraba pensativo al haber recordado cierto tema.
—Me pregunto si Kurokocchi aún sentirá algo por Aominecchi... ¿Y por qué le mintió a Kagami? ¿Será que aún no se ha aceptado? De todos modos supongo que no es el tipo de cosas que uno dice de buenas a primeras, ¿no? Y Aominecchi... ¿seguirá enamorado de Kurokocchi?— su mirada pareció haber entristecido al pensar en ello.
¿Por qué los sentimientos eran tan complejos? ¿Cuándo fue que la admiración que sentía por ese chico se convirtió en un sentimiento incluso más fuerte? ¿Fue cuando lo vio ganar la interescolar de atletismo? ¿O cuando fue defendido por él de ese delincuente la noche en la que le tendieron una emboscada? Fue porque...
—Fue amable conmigo sin fijarse en mi apariencia o mi apellido...
Porque fue el único que dijo que Ryota podía hacerlo, y que le demostraría a todos que él era bueno por sí mismo. Pero Aomine ya tenía a alguien más en su corazón.
Kise suspiró. Sí que debía de ser muy idiota y masoquista amándolo por tanto tiempo aún cuando sabía que no iba a voltear a verlo. No mientras Kuroko se encontrara frente a él al menos. Sacudió su cabeza y salió del salón en busca de los que se fueron antes.
Se encontró con ellos en los pasillos.
—Kurokocchi, te extrañé~.
—Yo no.
—Tan cruel como siempre— sonrió pesadamente.
Quizá su destino era ser rechazado por los chicos.
«¿Será que mis feromonas solo funcionan con las mujeres?».
—Tetsuya.
La repentina voz de un muchacho bajito y de cabello rojo, los hizo girar hacia aquella persona. Un séquito de personas lo seguía a cierta distancia.
—Akashi— saludaron sus amigos.
—Hola, los vi llegar con las justas a la ceremonia de apertura. Y debo suponer que la culpa de ello fue de Ryota— comentó con la mirada en el rubio.
—Eh...
—Ryota, deberías escuchar los consejos de tu amigo del Consejo estudiantil y ser más responsable. Sabes que no puedes acumular faltas en un colegio como este.
—¿Por qué todos me regañan?
—Porque eres muy flojo obviamente— pero antes de continuar con el tema giró la mirada hacia el chico más alto —Un alumno nuevo.
—Ah, sí... Soy Taiga Kagami.
Akashi lo examinó con la mirada por un momento, se veía como un adolescente normal aunque con un buen físico.
—¿Qué deporte practicas?
—Basket y atletismo.
—Oh, si eres lo suficientemente bueno como para permanecer aquí, será interesante ver si consigues la atención de los demás. Especialmente de ese cabeza de chorlito.
—¿Disculpa?
—Se refiere a Daiki Aomine del cuarto B. Él es nuestro as en deportes— explicó el muchacho de cabello celeste.
—¿Y por qué debo competir con él?
—Es obvio. Porque esta es la mejor escuela del país, incluso Kagami le ganó a otros para poder entrar, ¿no?— comentó Kise.
—Bueno, sí...
—Espero ver que tan talentoso eres entonces.
—Akashi-kun...— Kuroko se extrañó ligeramente por la actitud del otro.
—Nos vemos más tarde— se despidió y pasó por el lado del otro pelirrojo —Estaré observándote— murmuró.
—¿Ah?—
¿Cuál era su problema? Sin más el chico bajito se retiró seguido de ese pequeño grupo de personas.
—¿Quién se supone que es ese tipo?— preguntó el más alto.
—¿Entraste aquí sin saberlo? Por supuesto él es Seijuro Akashi del cuarto A, el chico genio de este lugar. Hijo de una de las familias más ricas y poderosas del país, a pesar de no ser miembro oficial del Consejo estudiantil tiene la confianza del director y todos los profesores de aquí, es respetado y admirado por muchos. Akashi es el emperador de esta escuela— explicó el rubio.
—¿Hay chicos tan sobresalientes aquí?
—¿Es en serio? ¿No sabes quien soy yo por ejemplo?
—La verdad no.
—Eh...
—Pfff— Kuroko rió al ver la cara de decepción de su compañero —Ryota Kise es hijo de una familia rica y reconocida, sus padres son actores famosos y él ya se desempeña como modelo. Ha obtenido premios para Teiko en los concursos de canto y teatro. Él es uno de los chicos que representan a este lugar junto con Akashi y el resto de la Generación de los milagros.
El rubio hizo una pose cool al ser presentado.
—Yo~.
En ese momento Kagami recordó ese conocido título y se sorprendió más al darse cuenta que acababa de conocerlos en su primer día de escuela.
—Los famosos chicos milagros...— entendió y giró a ver al más bajito —¿Tú también?
—No, yo no soy tan talentoso como ellos. Incluso si pude entrar y permanecer aquí, dentro de Teiko no soy más que un estudiante común y corriente. Solo soy una sombra comparado con esas brillantes luces.
—Hey, no lo digas así tampoco. Después de todo y como tú mismo dices, eres lo suficientemente bueno como para haber ingresado y permanecido aquí todos estos años, ¿no? Incluso eres reconocido por esos chicos tan llamativos, así que definitivamente eres bueno, Kuroko. Solo deberías confiar más en ti mismo.
El muchacho de cabello celeste lo miró. No es como si hubiese dicho eso esperando ser consolado ni nada por el estilo, simplemente había dicho la verdad, así que no esperaba que el chico nuevo dijera algo como eso. De seguro se trataba de una persona muy amable.
—No sé como puedes decir cosas tan vergonzosas, pero gracias— sonrió ligeramente.
—Perdón por decir cosas raras— se quejó ligeramente sonrojado, por lo que el más bajito solo sonrió más.
La hora del receso terminó y todos pasaron a sus respectivos salones a continuar con las clases.
—Antes de seguir quisiera hacer la pregunta respectiva de siempre. ¿Quieren que este año Riko siga siendo la delegada del salón?
—¡Sí!— aceptó la mayoría.
—Bien. Queda entonces. Riko alza la mano para que te conozca Kagami.
La castaña suspiró ligeramente y alzó la mano como le había pedido el profesor a cargo. Kagami se acercó a Kuroko.
—¿Por cuánto tiempo ella ha sido la delegada?
—Desde primero.
—Ehhh... Eso es mucho tiempo, realmente deben de confiar mucho en esa tal Riko.
—Es una buena chica y una buena amiga también, pero cuando se trata de ser estricta lo es, así que cuando se enoja da miedo.
—Como la mayoría de mujeres— bromeó.
—Ella más que cualquiera— aseguró.
—Tendré cuidado de no enojarla entonces.
—Silencio— pidió el docente y continuó.
Horas después, cuando la campana del final de clases sonó, los alumnos comenzaron a guardar sus cosas para irse. Riko se acercó a Kagami.
—Hola Kagami, soy Riko Aida, la delegada de este salón como sabes.
—Ah, sí. Mucho gusto.
—Igualmente. Ya que eres nuevo, si tienes alguna duda puedes acudir a mí o a Kuroko.
—¿A mí por qué?
—Porque te sientas a su lado y eres veterano, ¿no?
—Uh, de acuerdo seré su niñera aunque él se vea como un bebé gigante.
Kise rió por el comentario.
—Hey, yo no necesito de una niñera— se quejó.
—Solo bromeo— aclaró como si nada —De todos modos y como dice Riko, si necesitas algo dilo— lo miró suspicazmente —¿Sabes llegar a tu casa por ejemplo?
—¡Claro que sí! Ya he venido aquí antes, tampoco me traten como un completo extranjero.
—Tu cabello es rojo.
—Y el tuyo celeste, ¿y yo qué digo?
Ni si quiera era normal ese tipo de color, ¿no?
—Es natural.
—¿En serio?
—Sí, uno de mis padres viene del planeta turquesa, en el que...
—Kuroko...
—Lo siento, parecía fácil engañarte y no pude resistirme.
—Kagami es muy ingenuooooo— se burló el rubio.
—Ah, suficiente. Me voy— tomó su mochila —Hasta luego.
—Nos vemos.
Kagami salió y los demás decidieron seguirlo.
Mientras Kise y Kuroko caminaban hacia la salida, el rubio se detuvo por un momento.
—Kurokocchi ahora se abre a los demás más fácilmente que en el pasado.
—No sé de que hablas.
—Cuando ingresé aquí todavía parecías tímido, pero te fuiste soltando un poco, especialmente cuando te acercaste tanto a Aomine el año pasado.
Kuroko se mantuvo callado.
—Así que pensé que luego de que ustedes dos pelearan, te volverías más reservado, y aunque al principio parecía así. Parece que las vacaciones te ayudaron a despejarte, ¿no?— pero siguió sin haber respuesta de parte de su compañero —Perdón por entrometerme, es solo que había estado preocupado por los dos... Y me siento más tranquilo al ver a Kurokocchi siendo capaz de bromear y tomarle el pelo al chico nuevo— le dio una palmadita como forma de despedida y se dispuso a adelantarse —¡Nos vemos mañana!— y sin más se fue.
Kuroko se quedó parado en silencio. Agradecía la preocupación de su amigo, pero tampoco era como si lo hubiese olvidado todo, simplemente ya se había resignado a ello.
«De todos modos no serviría de nada continuar lamentándome, por lo que solo debo de seguir adelante, ¿no?»
Y al bajar las escaleras se encontró con la persona que menos quería ver en ese momento. Silencio... Kuroko agachó la mirada y Aomine la desvió. Luego de un par de minutos uno de ellos intentó hablar.
—Ah, yo...
Pero fue interrumpido.
—Hay un alumno nuevo en mi salón, se llama Taiga Kagami y dicen que es bueno en deportes... Quizá pueda ser un oponente digno de ti, ¿no crees?— comentó aún con la mirada baja.
Aomine lo miró sin entender, además de que por primera vez en su vida estaba intentando disculparse seriamente y no lo habían dejado.
—Así que deberías dejar de flojear y andar de amargado por allí, esfuérzate para que pueda ser divertido de nuevo como tanto querías...
—Tet...
—Estaré esperando por verlos competir, así que nos vemos— intentó sonreír y siguió con su camino pasando al lado de él.
Aomine solo lo vio irse mientras Kise observaba a escondidas desde otro lugar.
«Huyó. Supongo que aún le cuesta hablar por mucho tiempo con él... ¿Eso quiere decir que aún siente algo por Aominecchi o solo es por los recuerdos?».
El chico de cabello azul marino se llevó las manos a los bolsillos y caminó hacia la salida. Las clases del primer día habían terminado y todos se dirigían a sus casas.
Kagami entró con su llave al departamento donde vivía y dejó la mochila caer sobre el sofá, para luego ir a lavarse y dirigirse al cuarto, en donde se sentó sobre la cama y tomó su celular para marcar un número de memoria. Timbró y timbró, pero nadie cogió la llamada, hasta que la voz de la operadora en inglés le dijo que podía dejar un mensaje, por lo que cortó. Suspiró y se dejó caer hacia atrás.
—Tatsuya...
Continuará.
Nota de Autora:
Holi~ xD Soy yo de nuevo luego de mucho tiempo (?) volviendo a las andadas :v Bueno, sobre el fic... No sé en qué demonios me estoy metiendo, pero tenía demasiados feelings por culpa de KNB y tenía que sacarlo de algún modo, así que comencé a escribir esto... Me costó mucho ponerle título porque como deben saber, soy re fail para eso y siempre acabo eligiendo rótulos cursis, pero en fin xD
No sé que más decir... Ya dije que esto va a tener hartos enredos amorosos homos y mucho drama y cosas gays por todos lados xD Así que si les gusta dejen comentarios por favor~ Y tengan paciencia con las actualizaciones, ya que trabajo y no suelo tener mucho tiempo libre, pero ya ven que a pesar de todo estoy por aquí w
Es todo. ¡Nos vemos en el capítulo 2! ;D
