Chat Noir puede comportarse con nobleza y generosidad y sobre todo mostrarse servicial, atento y gentil con las mujeres, los humildes y los desfavorecidos, así como tan fuerte y honorable.

Puede, pero que sus ojos no los engañen, aunque puede parecer que es un caballero, no lo es.

Si, el siempre le regala rosas a su Lady con intención de conquistarla, la cual también halaga y cada vez que la ve la saluda con un beso en su mano, quien también la defiende y protege con su vida como todo un caballero.

No obstante, no lo es.

Porque, aunque puede resguardar bien esa apariencia enfrente de Ladybug. Él es muy diferente cuando está enfrente de su Princess.

Eso bien explica el motivo de que Chat Noir entre a la habitación de Marinette sin tener anteriormente su permiso y que en este preciso instante al escuchar el sonido de la ducha, él sin ningún pudor se encamine hacia la puerta del baño, abriéndola adentrándose solo un paso y Marinette, al escuchar el sonido de la puerta abrirse, asoma la cabeza por la cortina de baño, viendo como el gatito se encontraba en el baño, abriendo los ojos enormemente.

— ¿Que estás haciendo? —Pregunto ella estupefacta.

—Te abro la puerta, soy un caballero.

— ¿Q-qué? p-pero es la puerta del baño —Repuso sintiendo como su cuerpo empezaba a colapsar por los nervios, ya que detrás de la cortina estaba desnuda— E-estoy bañándome.

—Perdón Mi Princess —Se disculpó, pero aun así no se fue— ¿Quieres que me bañe contigo?

— ¿Eh? No, No, No —Espeto varias veces negando con la cabeza sucesivamente— ¡Ya vete!

—No actúes tan tímida Mi Princess, cuando ya te vi desnuda —Dijo ladeando la cabeza— Cuando hicimos tantas cosas.

Ante eso ella se quedó en silencio sonrojada a más no poder, recordando esas noches, entretanto ocultaba más su rostro detrás de la cortina, mientras el minino seguía caminando con pasos lentos hacia la ducha.

—Si quieres que me detenga y me vaya, dilo una vez más y me iré —Le dijo estando enfrente suyo tomando la cortina con sus garras, apunto de correrla.

Sin embargo ella no digo nada, clavando su mirada en él. Entonces el la corrió y se adentró, mojándose por la lluvia de la ducha, quien él inmediatamente pego su cuerpo al desnudo de ella, empezando a besar su cuello mientras el gatito sentía las manos de Marinette deslizarse por su torso, subiendo hasta el cierre de su traje para bajarlo.

Y cuando el traje del gatito fue despojado, Marinette empezó a sentir como su espalda se chocaba una y otra vez con la pared, mientras sus piernas se encontraban en la cintura de él.

—P-pensé que a los gatos no les gustaba el agua —Comento con voz entrecortada.

—N-no soy como los otros gatos, Mi Princess —Le contesto mientras la penetraba y la golpeaba una y otra vez contra la pared, repartiendo besos en la clavícula como en su pecho.

Y ella rectificaba al estar metidos los dos en esta situación, lo que ya sabia, quien mientras tanto emitía gemidos sin poder contener igual que el felino, lo cual era que Chat Noir no es un caballero, aunque cuando Marinette oía su apodo salido por los labios del gatito, ella sabía que tampoco era una princesa.