Okay, yo sé que llevo AÑOS desaparecida de este fandom. Se que al llegar, muchos ya no me reconocerán, o los nuevos no sabrán quién soy. Esto todavía no es un anuncio de que oficialmente regresé; no, ese anuncio lo haré con bombos y platillos recién cuando pueda subir el primer capítulo de mi nuevo fanfic y la versión editada de Pacto con el Demonio. Esto es sólo un entremés, en lo que logro terminar de preparar el material necesario para el gran día.

De momento, he estado experimentando con drabbles en otros fandoms, y me ha ido relativamente bien, por lo que me regresaron los feels de nostalgia con Soul Eater y quise probar suerte aquí. No obstante, mi cerebro anda algo seco para crear situaciones con esta serie, y tampoco siento que contengan esa chispa que tenían los que hice para Shingeki; aún así, es al menos un intento por ir regresando de a poco a este sitio y volver a leerme con mucha gente de la era pasada.

Así que sin más, a los que ya me conocen, espero y les agrade. A los que no tienen ni puta idea de quién soy, espero y también se les haga agradable la lectura. ¡Nos leemos abajo!

Soul Eater no me pertenece a mí, sino a su respectivo autor: Atsushi Okubo.


Dormir en la misma cama

Debido a que su oficio exigía un constante movimiento y traslado por todo el mundo, él mismo había vivido en carne propia las diversas experiencias que ofrecía el hospedarse en los más curiosos y remotos lugares. A veces conseguían hoteles, otras posadas, en los pueblos de mayor rusticidad… En alguna que otra ocasión recordaba haber tenido que dormir incluso sobre un montón de paja en algún establo perdido en medio de la nada.

Él se adaptaba al ambiente, no tenía problema de pasar la noche en una cama lujosa de hotel, o en una mera tabla de madera a la intemperie… Su inconveniente más bien surgía cuando no le quedaba más remedio que compartir el lecho con su compañera.

Si bien la primera vez recordaba haber estado lo suficientemente nervioso e incómodo como para no dormir, cuando aquél detalle se fue haciendo más común conforme fueron saliendo a más misiones sin poder disponer de dos camas separadas, Soul realmente comenzó a aborrecer esos momentos que se convertían en noches sin dormir, con el valor agregado de un considerable riesgo a su integridad física.

Y esto se debía principalmente, a que Maka era la persona más inquieta que había conocido en la vida cuando se sumía en su plácido sueño. Permanecer acostado al lado de ella, ya era toda una tortura. La otra se removía a cada rato, daba patadas, puñetazos, y hasta podía llegar a morder cualquier cosa que estuviese cerca de su mandíbula. No por nada el muchacho se ganó esa linda y quizá permanente impresión de sus dientes en el hombro derecho.

No obstante, sin tener otra opción más que dormir con ella esta noche, Soul suspiró con resignación antes de acostarse a su lado. De momento, la chica permanecía tranquila en su octavo sueño. Si era lo suficientemente afortunado, se libraría de esos ataques de violencia sonámbula que la pequeña bella durmiente desataba de pronto.

Apagó la luz de la rústica lámpara de gas que le había suministrado el dueño de la posada, y cerró los ojos para intentar conciliar el sueño mientras la paz aún reinara en la habitación. Estaba lo suficientemente cansado como para caer rendido como piedra como la misma Maka lo había hecho minutos antes. Y los efectos del sueño pronto comenzaron a recaer sobre él…

Hasta que en un inesperado giro, su técnico se dio la vuelta con todo, y estampó con brutalidad su antebrazo contra su cara, consiguiendo sobresaltarlo por el despiadado ataque.

—¡Aghh, Maka!— Farfulló al levantarse y quitar ese brazo impertinente de su rostro. Al menos no creía percibir rota su nariz.

La miró con toda la intención de reclamarle o advertirle que durmiese atada para evitar esos accidentes, pero en cuanto vio la tranquilidad de su rostro al permanecer en su imperturbable sueño, no pudo evitar desistir de la idea y mejor dejarla descansar tranquila. A fin de cuentas, ella no lo hacía a propósito.

Exhaló con toda la resignación del mundo, antes de retirar las mantas de su cuerpo para tomar su almohada y acomodarse sobre la alfombra del cuarto.

Ni modo, sería otra noche de dormir en el piso. Una que lo hacía desde ya, compadecerse del pobre infeliz que tuviese la desdicha de desposarla y soportar esas noches tediosas a su lado.


En fin, complementando lo que no alcancé a poner arriba... Sé que este no será el único recopilado de drabbles y One-Shot del fandom, y realmente estoy muy desactualizada en cuanto a los fics que habrán surgido en los últimos... dos o tres años, por lo que si se repite algún tema ya tocado con anterioridad, lo lamento mucho.

En lo personal, llevaba mucho tiempo con ganas de regresar a este fandom, y aunque mi regreso definitivo vendrá cuando cuelgue los fanfics propiamente dichos, esto al menos es un pequeño capricho para ir calmando mis ansias. De momento, sólo serían viñetas cortas y aisladas, algo distinto a los fanfics que hacía antes, espero y al menos sirva de algún entretenimiento.

Sin nada más que agregar ahora, supongo que nos leeremos en la siguiente entrega. Le echaré ganas a terminar mi nueva obra, para poder decir en el menor tiempo posible, "¡Estoy de vuelta!", como en los viejos tiempos.

¿Review?