Derechos: La trama y ciertos detalles son míos, por lo que me reservo su uso. Lo demás, ya saben de quién es.
El presente texto participa en el Mini Reto de marzo de "La Copa de la Casa 2018–2019", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Generación sorteada: Segunda.
Personaje seleccionado: Stebbins.
¿Por qué no?
Solomon no pensaba escuchar a Eddie de nuevo.
Si bien sabía que su carácter era difícil, Solomon no creía estar «urgido de vida social», como dijera su amigo. Se dejó arrastrar a ese bar nuevo del callejón Diagon, La Copa de Plata, solo para que lo dejara en paz.
Sin embargo, se estaba aburriendo, pues Eddie hacía un rato que charlaba con un grupito de chicas, en una mesa a unos metros de la barra, sin mirarlo siquiera.
Solomon resopló, ¿para eso lo había invitado?
—¿Eres amigo de ese?
La pregunta vino desde la izquierda de Solomon, hecha con una voz femenina, al tiempo que una mano señalaba la mesa donde estaba Eddie con las chicas. Asintió con la cabeza, antes de desviar los ojos hacia una rubia con el corto cabello cubriéndole la mitad de la cara que debería poder ver. Haciendo una mueca, carraspeó.
—¿Qué pasa con mi amigo? —inquirió.
—Nada. Parece que a mis amigas les agrada. ¿Por qué no estás con él?
—A diferencia de Eddie, no vine a ligar.
Era verdad. Desde lo suyo con Stacy, se había negado rotundamente a convivir con mujeres. Quizá por eso Eddie decía que estaba amargado.
La rubia, moviendo ligeramente la cabeza, se giró e hizo seña al barman para que se acercara. En ese momento, Solomon vislumbró su cara completa por un instante y se quedó pasmado.
El ojo derecho estaba atravesado por una fea cicatriz y se veía completamente blanco.
—Si no te importa, ¿me harías compañía? —pidió ella, después de que el barman le sirviera una bebida humeante y color verde—. No quiero regresar a mi mesa. Podría asustar a tu amigo.
—¿Por qué?
Ante la pregunta, la rubia lo miró de frente, acomodándose tras la oreja el cabello que poco antes, cubriera su ojo herido.
—Vaya —dijo ella, sonriendo de lado—. Eres el primero en mucho tiempo que no se asusta.
—Las cicatrices cuentan historias —afirmó Solomon—. La historia de la tuya debe ser interesante.
—Para algunos, sí lo es. Por cierto, soy Verity.
Solomon la observó con un poco más de atención. La rubia no era fea realmente, solo que su ojo derecho causaba una fuerte impresión la primera vez que se veía.
—Un placer conocerte. Soy Solomon.
Por primera vez en mucho tiempo, él pensó que no perdía nada charlando con una mujer.
—&—
Los saludo desde mi segunda participación de la Copa. Espero que les gustara.
En esta ocasión, en el sorteo del mini reto, me tocó la segunda generación, lo que unido al título, me hizo pensar en mi versión de Stebbins (que ha salido a la luz, precisamente, en distintas ediciones de la Copa). Este Stebbins, por mucho tiempo, no quiso saber nada de mujeres, pero inesperadamente, una llama su atención cuando menos se lo espera, de allí que le quede el título, porque él pensó algo como "¿por qué no tratarla un poco?"
Dato curioso aparte: la rubia sí, es la Verity que trabaja en Sortilegios Weasley. Espero que no me maten por lo de su ojo, porque tal como supone Solomon, es una historia interesante.
Cuídense mucho y nos leemos el mes que viene.
