Hola, soy nueva aquí y traigo mi primera historia basada en el programa de Nickelodeon Victorious, de Dan Schnaider, no recuerdo bien cómo se escribe el apellido.
Así que los personajes no me pertenecen y los derechos corresponden a los productores de dicha emisión.
Jade West junto con Sam Puckett son mis personajes favoritos de los programas de TV. Espero que les guste y por fa, dejen comentarios, buenos o malos.
LA OTRA CARA DE JADE WEST
CHAPTER 1. UN ENCANTO GÓTICO
Sinceramente no lograba entender de qué manera me había metido en problemas con esa chica, nunca antes en mi vida me topé con alguien tan duro a tan corta edad. Su par de ojos – lindos para rematar – me miraron rabiosos durante toda la clase. Así que cuando mi madre me preguntó cómo había estado el día, el primero en una escuela nueva llena de raros estudiantes, sólo me limité a decir: "Bien, ha habido mejores". Y corrí a mi habitación.
Aun cuando tuve la fortuna – me atrevo a llamarla así – de estrellarme con un futuro galán de cine y derramarle el café en su ropa, lo que más recuerdo es a la chica gótica. Me asustaba. Cómo rayos iba a saber que ese joven apuesto y amable tenía novia, y peor, que era ella. Cuando me confrontó no supe realmente qué hacer, sólo estando en mi habitación más tarde asimilé las palabras que le dije.
Estaba segura de una cosa: iba a continuar en esa escuela de artes pasara lo que pasara, aún estando ella ahí. Regresaría y la enfrentaría, no buscando más problemas claro, pero por nada del mundo dejaría que su actitud volviera a ponerme tan tensa.
Trina no me ayudó mucho cuando disimuladamente le pedí información de Jade West.
-Uuyy cuidado con ella – me dijo, haciendo una cara como si hubiese masticado algo picante.
-¿Qué quieres decir?
-Mira Tori, si quieres llevar una vida lo más normal posible en la escuela, tendrás que limar asperezas con ella. Jade West no es el tipo fácil que te saluda con un "hola" todos los días y te sonríe sólo por cortesía.
-¿Pero y qué? Ella no es la directora de la escuela, no creo que debería preocuparme por agradarle… ¿o sí? ¿Ella no es nada de eso verdad? Nada parecido.
-No…es mucho más que eso. Digamos que Jade en Hollywood Arts es algo así como el titular del noticiero más importante de Estados Unidos. Lo que ella diga, es la verdad de todos.
-¿Qué?
-Tori, sólo trata de llevarte bien con ella ¿sí? Y por nada del mundo te metas con su novio Beck.
-Ese es el problema – dije más para mí que para mi hermana.
-Jade West puede destruir tu vida socialmente en un parpadeo – decía mientras se pintaba las uñas del pie – Ella mueve todo en Hollywood Arts, nadie se atreve a contradecirla, ni en sus cinco sentidos, ni fuera de ellos.
Estupendo, ahora tenía por rival a la mandamaz de la escuela, no podía ser mejor. Al otro día intento llegar lo más cautelosa posible, sino fuera por Trina que me obligó a cargarle sus cosas. Jade no estaba en la mejor actitud, seguía mirándome recelosa. Sólo esperaba que en cualquier momento otro vaso de café fuera derramado sobre mi cabeza.
Pero no lo volvió a hacer y parecía que ya hasta se estaba olvidando que yo existía. Conforme pasaban los días me la encontraba muy seguido, siempre de hecho, por los pasillos, acompañada todo el tiempo de Beck, ese joven guapo y amable que tenía vueltas locas a más de la mitad de las chicas de esa escuela. No dudo que al tenerlo con ella, Jade se sienta como la reina del agujero.
Bueno, lo cierto es que tampoco Jade está como para rechazarse, más bien, es un encanto de 16 años con un estilo diferente. Cabellera larga y castaña oscura, con unos mechones azules que hacían juego con sus lindos ojos. Una piel tan blanca, o pálida como la leche y unos labios seductores, alta y delgada y por si fuera poco con una presencia imponente que dejaba sin aliento.
-Es hermosa – me dijo Trina aquella noche que se pintaba las uñas de los pies – Jade West es una belleza de chica…no dudo que Beck esté tan perdido en ella, si yo fuera él, haría lo mismo.
-¡Trinaaa! – Expresé sorprendida.
-Es la verdad, muchas chicas se volverían locas sólo si Jade les extendiera la mano para saludarlas…pero eso es un privilegio que sólo Cat Valentine puede disfrutar.
-¿Cat? ¿Cat Valentine? ¿Hablas de…?
-Sí, la chica pelirroja que se junta en su grupo, ella es la única que puede disfrutar de la compañía de Jade, es más, hasta estoy segura, porque lo he visto, que Cat es la única que puede hacerle algo a Jade sin que ella se moleste. ¿Cómo lo hace esa chica? – Dice de repente dejando su maniobra para pensar – No cabe duda que es muy lista – agrega para volver a lo que hacía – ¿Sabes Tori? – Dice después de un rato de silencio – Aunque Cat es algo ingenua, creo que deberíamos aprender algo de ella. Como eso de dominar a Jade West.
Así que mi villana personal no solamente era alguien con una posición bastante alta en la jerarquía social del instituto, sino que también me enfrentaba a una joven cuya seguridad se medía también por sus significativos rasgos de belleza.
Así estaba, observándola de frente mientras ella comía un pepinillo del plato de Beck al tiempo que prestaba mucha atención a lo que Cat le estaba diciendo. Las observé a las dos, parecían llevarse muy bien. Jade no perdía su fría expresión pero estaba muy atenta a Cat, es más, pude ver cómo ella le decía algo al oído que Jade se inclinó para escuchar mejor, algo que según Trina nadie más tenía permitido, de no ser así, la pobre chica habría salido corriendo de rodillas.
Beck rodeaba el cuerpo de Jade con el suyo, parecía que disfrutaba su aroma porque no dejaba de acercarse a su cabello y aspirar profundo. ¿A qué olía esa chica? ¿Podría algún día llegar yo a saberlo? ¿Podría algún día yo sentarme al lado de Jade y susurrar a su oído como hacía Cat ahora?
En lo que Beck se levanta por otro café y Cat y Robbie pelean por algo mientras que André y Rex intentan mediar la situación, mi cauteloso análisis de Jade es interrumpido abruptamente cuando me percato de su mirada sobre mí. Obviamente se dio cuenta que no dejaba de mirarle despistada y decidió confrontarme, mis ojos se cruzaron con los azules de ella y no pude evitar ponerme nerviosa. Todos estos días aunque ella no me provocaba sí se comportaba muy cruel cuando tenía la oportunidad. Parecía que disfrutaba haciéndome sufrir, y yo no entendía por qué no podía hacerle lo mismo. Sabía que podía hacerlo si me lo proponía, estaba confirmado porque aunque Trina es mayor y más robusta que yo suelo dominarla con facilidad, mamá recurre a mí para obligarla a tragarse las pastillas que debe tomar cuando se enferma. Trina no puede conmigo. Ella es desquiciante pero yo sé muy bien cómo confrontarla, y salir ganando, bueno, pues con Jade no podía hacer lo mismo, era como si ella me hipnotizara.
Me miró con su característica mirada que te pone a temblar, arqueando una ceja en la que lleva puesto un percing de plata, se le ve genial y ese gesto la hace lucir más atractiva de lo que ya de por sí es.
Aprovechando la ausencia de Beck, Sinjin, un muchacho del instituto extremadamente delgado y exageradamente con toda la pinta de nerd, de rizos, bracketts y anteojos se sienta a su lado, obligándola a quitarme la vista de encima.
-¡No! – Exclama ella.
Sinjin se levanta de inmediato y se pone a su espalda, se inclina, huele su cabello y echa a correr. Jade se levanta de prisa pero en eso llega Beck y la calma. Pone el vaso de café en su mano y un beso coqueto en sus labios. No dudaba que ese chico estaba loco por ella. Jade sólo echó una última mirada hacia mí y continuó escuchando atenta la conversación de Cat.
Cat es una chica linda, meditaba esa noche en mi cama, es muy hermosa, no como Jade, porque Jade parecía perfecta, el parámetro por el que se mide la belleza, y Cat se le acerca mucho. Pero ingenua, Trina la llama así por no decirle tonta, aunque quizá, como ella había dicho, en realidad Cat de tonta no era nada, de ahí que supo muy bien cómo atrapar a Jade.
Antes de despedirnos ese día en la mesa de descanso Jade jugueteó un poco con los cabellos rojos de Cat, Cat estaba sonriendo, probó un poco de su helado y luego dio a probar a Jade, me sorprendí completamente cuando esta última abrió la boca y dejó que Cat introduciera su cuchara dentro. Luego le dijo algo que por más intentos que hice para escuchar, la discusión entre Rex y Robbie no me lo permitió. Cat embarró un poco de helado en la punta de la nariz de Jade y pude ver cómo ella sonrió. Entonces Beck se levantó para despedirse y ella hizo lo mismo.
Suspiré dándome vuelta en la cama, me sentía tonta por pasar otra noche meditando en la actitud de Jade West hacia los demás.
Con Cat parecía ser…algo así como "linda". Con André se lleva muy bien, con Beck, bueno, él es el único que puede probar sus labios, él se porta muy bien con ella y sin embargo ella no deja de ser fría, aunque estoy segura que lo ama, me quedó claro desde el primer día. Con Robbie y el resto es realmente una chica mala pero conmigo…Jade es cruel, muy cruel.
A pesar de que no volví siquiera a tener un roce más comprometedor con Beck sino sólo en actuación Jade parecía no olvidar mi osadía de la primera vez. Se ensañaba conmigo, algo que de repente me hacía llorar por la noche, como hoy, sólo que hoy no lloré porque Jade fuera mala conmigo sino más bien porque me ignoró durante todo el día.
Maldición, cómo odiaba preocuparme tanto por eso. ¿Por qué me pasaba esto con ella? ¿Por qué de repente su rostro se aparecía en mis sueños y no me dejaba dormir?
No obstante seguí mi vida tranquila, era mejor que me acostumbrara a sus cambios de humor conmigo, un día era fría, otro día peor. Sin embargo, había ocasiones en que parecía que todo mejoraba entre nosotras, como la vez que ella terminó su relación con Beck porque estaba celosa que él fuera amigo de una chica guapa y millonaria.
Cuando entró llorando a mi casa me sentí muy confundida, sentí un agudo dolor, como de un pinchazo dentro de mí al verla cómo se encontraba, no podía mentir fingiendo que no me había dado gusto saber que ellos dos ya no andaban, aunque no sabía por qué me daba tanto gusto, pero lo que no me gustaba era verla llorar, ella siempre se mostraba tan fuerte, no podía creer que la ruptura con Beck la dejara en ese estado. ¿Cómo es posible que lo amara tanto? ¿Por qué?
Sólo la ayudé a volver con él para que ya no estuviera así, para que ya no sufriera más, aunque dentro de mí sentía como si algo se hubiera roto.
Y aquella vez, cuando cantó junto a Cat en ese concurso de karaoke, no era más la Jade destruida sin Beck en su vida. Se veía tan sexy cantando. Cómo la disfruté esa noche.
En realidad, aunque se mostraba tan mala conmigo, Trina insistía en que yo le agradaba a Jade más de lo que esperaba. Pero, ¿podía eso ser realmente cierto?
