— ¿Crees que sí se lo tome bien con esto?

— Pues, yo pienso que, aunque trates de sonar amable y cariñosa le causará el mismo daño y dolor. Aunque lo que le digas sea mentira.

— Pero... — era cierto — entonces ¿sigo con él? Es que yo...

El sonido de mi celular me interrumpió.

— ¿Quién demonios será? En este momento no estoy de humor para tratar con otras personas.

"My love, Ichigo" dijo la eléctrica voz del celular, pues lo tenía programado para que dijera el nombre del contacto.

— Es él. Contesta. — me dijo con algo de preocupación y nerviosismo. — No te preocupes, yo estoy a tu lado. — lo dijo mientras ponía su mano sobre la mía.

— Esta bien. — suspiré y de nuevo inhalé una gran porción de oxígeno para tranquilizar mis nervios.

— ¿Hola? — contesté cuando ya había aceptado la llamada.

— Hola, Rukia. — saludó Ichigo muy entusiasmado, — Te quería decir que te espero en la cafetería donde nos conocimos. Tengo algo muy importante que decirte. — después de decir esto colgó.

Al parecer eso fue más una orden que una invitación.

— Y... ¿Qué te dijo? — me preguntó Renji cuándo ya se había terminado la llamada.

Volví a suspirar.

— Me espera en la cafetería donde nos conocimos. — dije con pesadumbre.