Las señoritas de la mansión Akashi son las doncellas encargadas del cuidado del hogar, de atender a su señor en todo lo que pida y de satisfacer todos sus deseos sean cuales sean, en el caso de que alguna se niegue a hacer una tarea o realice esta mal a propósito será desprovista de sus ropas y expulsada de la mansión para su humillación pública.
Todas las señoritas de la mansión Akashi tienen una particularidad, o más bien, deben cumplir un requisito para que se les permita trabajar allí, deben ser hombres. ¿Por qué se las llama señoritas entonces? A pesar de que todas deben ser hombres, se habla hacia ellos usando pronombres femeninos, debido a las preferencias del señor, todos deben llevar uniforme de doncella para realizar su trabajo.
En la mansión Akashi trabajan única y exclusivamente cinco "chicas", el señor las ordena según su preferencia, ya que, además de para los trabajos del hogar, está implícito en el contrato que ellos deben obedecerle en lo que diga si no quieren perder su trabajo, y una de sus peticiones más comunes es que alguno de ellos le acompañe al dormitorio.
En primer lugar está la señorita Kuroko, es el más bajo de todas las señoritas de la casa, suele encargarse de la limpieza junto a la señorita Midorima. De tez muy pálida y ojos muy grandes y brillantes. Es la segunda doncella preferida por el señor.
La señorita Kise, es la doncella más reciente, llegó a la mansión hace apenas dos meses, se encarga de lavar, secar y planchar la ropa del señor. Tiene el pelo rubio y brillante y siempre añade algún pequeño adorno a su uniforme con el permiso del señor. Actualmente es el penúltimo preferido por el señor a pesar de su corta estadía.
La señorita Midorima, es la doncella más seria de las cinco y siempre muy eficaz en su trabajo, se encarga de la limpieza de la mansión. Siempre lleva una expresión muy seria y usa unas gafas que le regaló el señor para su problema de visión. Es la doncella favorita del señor y siempre lleva un collar de cuero ceñido al cuello, casi como un collar de perro, que este le obliga a llevar como símbolo de su "sumisión" ante él.
La señorita Aomine, según el señor es el más incompetente de todas las doncellas, aunque él defiende que solo no hace las cosas bien porque le da pereza, se encarga de cocinar y preparar la mesa junto a la señorita Murasakibara. De piel morena y expresión indiferente. Es la última doncella en la lista del señor.
La señorita Murasakibara, algo perezoso pero siempre termina cumpliendo con sus tareas aunque sea a regañadientes, se encarga de cocinar. Muy alto y con pelo algo más largo que los demás. Es la tercera doncella preferida del señor.
Y por último está el señor de la casa, Seijuuro Akashi, su fortuna se debe a buenas negociaciones con empresas y sucursales en el extranjero, vive solo en su mansión con sus cinco doncellas y apenas sale de viajes de negocios, por lo cual no tiene mucho contacto con el exterior además de por las reuniones importantes.
La vida diaria de las señoritas consiste en trabajar todo el día y descansar en la noche para volver al trabajo el día siguiente, una vida monótona pero relativamente lujosa, ya que todos vivían como internas en la casa y podían comer alimentos caros, la única pega era que, al igual que su señor, ninguno de ellos salía de la mansión casi nunca, y cuando se les permitía era solo a uno de ellos y para ir a comprar al mercado.
La banda sonora de la mansión era el sonidos de las campanitas que había repartidas por toda la casa, estas indicaban que Akashi solicitaba que alguna doncella acudiese adonde estaba, y en esta ocasión la campana pertenecía a su estudio, Kise fue el más rápido de todos en acudir y tocó a la puerta para recibir un vago "Pasa" como respuesta.
- ¿Necesita algo, señor?- Preguntó el rubio entreabriendo la puerta, Akashi asintió y le hizo un gesto para que se acercase.
- Necesito listo un traje para dentro de unas horas, voy a ir a contratar un jardinero, después del invierno el jardín se queda muy feo y hace mucho tiempo que no pongo a nadie a encargarse de él.- Informó el pelirrojo mirando el jardín a través de la ventana del estudio.
- Lo tendré preparado lo antes posible, si me discul...
- Una cosa más.- Le interrumpió y Kise calló de golpe.- Que Daiki y Atsushi preparen una buena cena, esta noche tendré un invitado y también necesito un traje limpio para eso.
El rubio asintió e inmediatamente bajó adonde estaba la cocina para informar a los otros dos de que aquella noche era importante, al entrar en la cocina se los encontró sentados pasándose una bola de papel el uno al otro al no tener nada mejor que hacer.
- Aominecchi, Murasakibaracchi.- Les llamó quitándoles la bola de papel.- El señor ha dicho que hoy tenemos un invitado así que tenéis que preparar una cena especial. He visto de lejos los papeles del señor y al parecer se llama Tami, o Gami... - Al oír su posible nombre Aomine soltó una risa.
- Vaya nombre de mier...- Antes de que Aomine terminase la frase recibió un golpe en la parte trasera de la cabeza, de parte de Midorima que acababa de entrar.
- No hables de esa forma tan vulgar.- Dijo entrando desde el jardín seguido de Kuroko ya que habían estado cogiendo algunas flores para un jarrón, Aomine le miró levantando una ceja.
- ¿Hoy aún no vas cojeando?- Preguntó mientras salían de la cocina haciendo que Midorima frunciese el ceño.
Entre ellos cinco la relación era normal, no eran súper amigos pero tampoco se peleaban entre ellos, excepto Midorima y Aomine, entre el primero y el último de la lista de preferencias de Akashi solía haber conflicto, mientras que el más bajo de los dos no se esforzaba en nada en su trabajo y no le importaba ser el último, Midorima trabajaba todo el tiempo para mantenerse como la doncella favorita de su señor, así que siempre terminaban discutiendo acusando al otro de vago incompetente o de perrito faldero de Akashi. Últimamente el insulto más usado de Aomine era, efectivamente, hacer alusión a las constantes visitas de Midorima al dormitorio de Akashi, ya que al ser su favorito era a quien más solía llamar para "eso".
- ¿Hoy aún no estás trabajando?- Respondió el más alto en tono molesto saliendo de la cocina .
- Aomine-kun, por favor no discutáis...- Pidió Kuroko justo antes de seguir al otro.
- Solo hace bien su trabajo porque le gusta que Akashi se lo...- Esta vez el golpe fue de Kise y Aomine le miró frunciendo el ceño.
- Cocina y calla, Aominecchi.- Respondió ya que él tampoco quería conflictos entre ellos y también se marchó para hacer lo que Akashi le había pedido.- El invitado de hoy es importante, así que mejor que empecéis ya.
Aomine soltó un gruñido y se cruzó de brazos, Murasakibara le miró de reojo mientras sacaba cosas para empezar a preparar la comida.
- Mine-chin prometió no volver a meterse con Mido-chin después de "eso".
- Lo se.- Suspiró el más bajo también poniéndose de pie para ayudarle.
El día a día era así allí, trabajar, tratar de no matarse entre ellos y obedecer al señor, aburrido y monótono, a veces desesperante y deprimente, no era muy sorprendente saber el gran número de hombres que habían trabajado para Akashi antes que ellos. Pero, ¿qué otra cosa podían hacer?
Así funcionan las cosas aquí.
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Próximo capítulo: 27 de Marzo (Actualizaciones semanales).
