A pesar de la Muerte

Resumen: No era fácil, ella lo sabía. Pero había nacido así y estaba dispuesta a enamorarlo. Enamorar a Sasuke Uchiha, aquél que había sido su amor en la vida pasada.

Pareja: Sakura Haruno-Sasuke Uchiha

Género: Romance, Fantasía, Amistad, Drama, Sobrenatural.

Disclamer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Capítulo Único: Yo ya no soy ella.

Escrito por: Amaya-chan.


Porque cuando dos almas están destinadas a estar juntas, ni la muerte los va a separar.


Aquella mañana corría a paso apresurado, la tonta de Ino me había retenido para que la ayudara con sus quehaceres del hogar –aunque a la final terminé haciendo la mayor parte mientras ella hablaba por teléfono, como siempre- y por eso iba muy tarde a mi cita.

Vale, no era una cita al pie de la letra, iba a ayudarle con sus quehaceres del hogar –no me molesta hacerlo porque él sí hacía su parte- pero se puede soñar, ¿no?

Cuando divisé la cerca de madera que me separaba de mi destino, mi corazón parecía que iba a estallar y no era a causa de la carrera, de eso estaba muy segura. Como siempre he tenido la tendencia de ser muy activa nuca usaba la reja del frente de la casa, en vez de eso me subí a una caja de madera que estaba arrimada a un lado de la cerca y salté al otro lado.

Aunque no esperaba caer encima de alguien. Y menos de él.

Hizo un quejido de dolor cuando mi cuerpo cayó encima del suyo. Deduje que estaba recogiendo algo del suelo cuando hice mi asombrosa acrobacia.

¡Bravo, Sakura! ¡Sigue así!

Aunque lo que aumentó mi vergüenza fue la posición en la que habíamos terminado: Yo encima de él, tan cerca de su rostro que podía sentir su cálida respiración.

Sentí que el tiempo se había detenido cuando mis ojos se encontraron con los suyos, era lo más cerca que habíamos estado en años y no me sentía preparada para eso…

Aún es muy pronto… pero, quizás pueda probar sus labios… otra vez…

—Sakura.

Su voz me sobresaltó mucho, había estado conteniendo el aire. Me aparté rápidamente y traté de ocultar la vergüenza que me consumía, pero mis mejillas teñidas de carmín me delataban de aquí a China.

¡¿Qué demonios había estado pensando? ¡Por Dios, casi beso a Sasuke Uchiha!

Él soltó un suspiro mientras se incorporaba hasta quedar sentado, se llevó una de sus manos hacia su cabeza y se rascó la nuca en señal de resignación.

—¡Lo siento mucho, Sasuke-kun!—dije rápidamente mientras hacía una reverencia. Estaba muy apenada.

—Hmph—"respondió", sentí que estaba enojado conmigo.

—¡Disculpa, disculpa, disculpa!

—Tks, no te pongas así, es molesto.

—L-lo sien…

—¡Que no te disculpes!—me cortó con dureza.

Mis ojos se aguaron de repente, no me gustaba que se enojara conmigo ya que me hacía sentir como una molestia, más de lo que él solía decir que era. Apenas vio mi expresión relajó sus facciones, llevó una de sus manos a mi cabellera y la revolvió un poco.

—No llores—me dijo con su media sonrisa—Cuando una persona se disculpa mucho por cosas sin importancia da la apariencia de que es débil y tú no lo eres, ¿verdad?

Negué con la cabeza al tiempo en que me secaba unas lágrimas que se me habían escapado. Miré a Sasuke con determinación y el alzó una ceja.

—Eres bastante bipolar, Sakura—mi corazón comenzó a latir alocadamente por la manera en que pronunciaba mi nombre, como si lo abrazara—Bueno, olvidemos este asunto—se levantó del suelo y sacudió sus pantalones -que se habían ensuciado un poco- luego me tendió lo mano para ayudarme a levantar del suelo.

La acepté gustosa.

—En fin, ¿por qué has tardado tanto?—me preguntó.

—Ino-nee me pidió que la 'ayudara'—enfoqué la última palabra con cierta amargura—con sus quehaceres, pero a la final, la muy tonta me dejó haciéndolo casi todo—hice un puchero.

Chasqueó la lengua y soltó una pequeñísima risa, se veía tan lindo. Me volví a sonrojar.

—Ya casi he terminado pero aún me falta alimentar a los perros, ¿lo quieres hacer tú?—me preguntó.

Mi cara se iluminó de emoción y comencé a saltar con tanta energía como cualquier niño.

—¡Sí!—exclamé a todo lo que daban mis pulmones y comencé a correr hacia el interior de la casa de Sasuke para buscar el alimento canino. Él sólo me siguió en silencio.

Cuando encontré mi objetivo, eché la comida en los platos correspondiente y los dos lobos siberianos que tenía Sasuke se acercaron. Según me había contado, uno era de él y el otro era de su hermano mayor, Itachi, que estaba de viaje al extranjero y no había quien cuidara a su querida mascota.

Ambos animales comenzaron a degustar su comida. En realidad no sabía muy bien, una vez la había probado por mera curiosidad –ya saben, esa que cuando te ataca no hay nada que la calme hasta que no obtengas una respuesta satisfactoria- y me pareció horrible. Pero verlos comer con tanta energía me hacía pensar que a ellos les gustaba mucho y eso era lo importante.

Una vez terminada mi gran labor, nótese el sarcasmo, me acerqué al lugar donde Sasuke me esperaba con tranquilidad.

—¿Quieres té?—me preguntó cuando estuve cerca de él.

Yo asentí con emoción.

—Muy bien, vamos a la cocina, también hay panecillos de fresa—dijo.

Sonreí ampliamente, él sí sabía lo que me gustaba.

Lo seguí mientras daba saltitos a su lado. Me miró con diversión y soltó un suspiro, supongo que mi actitud le ha de parecer muy infantil, pero así tenía que ser.

Su cocina, como el resto de la casa, era cálida, hogareña y me daban ganas de no salir de allí. Según tenía entendido fue su mamá quien decoró todo, lo cual era bastante lógico ya que no podía imaginarme a Sasuke escogiendo colores tan vivos para las paredes o gabinetes con un diseño muy bonito.

Todo eso le parecería muy molesto.

Lo observé mientras rebuscaba entre sus gabinetes y sacaba el té. Se veía tan lindo con su cara de concentración, me hacía pensar que su mente estaba llena de pensamientos importantes –nada comparado con mis locas ideas de cómo hacer que se enamorara de mí- y no que simplemente preparaba un té.

Sasuke era la persona que amaba a pesar de nuestras diferencias.

—Sakura—pegué un brinquito desde mi asiento cuando él me trajo a la realidad—Deja de estar tan despistada, parece que no hay panecillos, así que iré a comprar unos en la tienda—me explicó—Regreso en un momento, ¿puedes estar pendiente del té?

—Sí—dije al tiempo que ponía mi expresión de soldado que ha recibido una misión de alto rango.

Sasuke sólo suspiró y negó con la cabeza, tomó su cartera que estaba sobre la mesa del comedor y salió de la cocina. Oí como abría la puerta de entrada y la cerraba.

Se había ido.

Solté un suspiro y me levanté de la mesa, me dirigí hacía la sala y comencé a observar las fotos familiares que tenía Sasuke.

Sasuke era una persona que le gustaba atesorar los momentos para no olvidar nada, eso se notaba leguas al ver la cantidad de fotos que tenía en esa habitación: La de su nacimiento, el primer día de escuela, sus cumpleaños, las graduaciones –tanto las de él como de Itachi-, la boda de su hermano y el nacimiento de sus sobrinos –las había agregado recientemente-, cuando Itachi estuvo en el hospital por un accidente, sus días de universidad con Naruto –su mejor amigo- y muchas otras más.

Pero había sólo una que siempre captaba mi atención. La de un Sasuke quinceañero con una chica de la misma edad.

Arisa Ogasarawa, su primera novia. Esa era la muchacha de aquella foto que Sasuke mantenía con tanto recelo en su mesa. La chica era bonita, tenía el cabello liso y bastante largo, de un extraño color plateado, y unos ojos aguamarina. Me molestaba que Sasuke tuviera la foto de ella entre sus posesiones más preciadas, ¡si habían terminado hace mucho!

El silbido de la tetera me trajo de vuelta a la realidad. Corriendo, me dirigí a la cocina para apagarla y así evitar que el té se quemara. Con mucho cuidado, serví dos vasos, luego los coloqué en la mesa y, como siempre de perfecto, Sasuke entró justamente a la cocina con una bolsa de panecillos de fresa.

Colocó un panecillo en un plato y el resto los guardó en la nevera. Él odiaba todo lo que tuviera que ver con dulces, siempre era así, sólo compraba los panecillos por costumbre ya que a Arisa le encantaban, pero desde que comencé a venir a su casa, Sasuke dejaba que me los comiera.

Nos sentamos en la mesa a tomarnos el té con tranquilidad mientras yo lo acompañaba con el panecillo. Nadie habló durante ese tiempo, él prefería el silencio, siempre había sido así, y yo no iba a arruinar la atmosfera de tranquilidad que nos rodeaba.

Una vez terminado nuestro pequeño refrigerio comencé a ayudarle a recoger la mesa y a lavar los platos.

—Sasuke-kun—hablé mientras secaba el último vaso—Mi mamá dijo que mañana te mandaba un poco de la salsa de tomate que iba a hacer hoy.

Sus ojos se iluminaron.

—La esperaré con ansías—me dijo.

Sasuke también tenía esta rara obsesión con todo lo que tuviera tomate.

Y así como sé esos detalles, puedo decir mil cosas más sobre Sasuke Uchiha, cómo le encanta dormir, sus películas, comidas y videojuegos favoritos, sus vacaciones, su relación con sus padres y hermano, su amor hacía los paseos y hacía el karate… y mucho más.

Porque todo eso se lo confió a su mejor amiga y novia, Arisa.

Aquella chica que murió en un accidente hace diez años atrás cuando Sasuke tenía quince.

Por eso lo sé.

Porque yo soy Arisa… o mejor dicho era.

Desde que tengo uso de razón las memorias de mi vida pasada me acompañan. Al principio no entendía que era lo que me pasaba pero después de madurar un poco más logré comprender mi situación. Realmente no pensé que volvería a toparme con nada relacionado a mi otro yo hasta que me mudé aquí hace un par de meses y me encontré de nuevo con Sasuke...

Simplemente no pude evitar enamorarme de él otra vez.

No supe si decirle que yo era la reencarnación de Arisa, estuve tentada, pero cuando vine por primera vez a su casa y vi la foto en el mostrador, llegué a la conclusión de que era mejor que no lo supiera.

La yo actual era la que lo iba a enamorar

A pesar de que ya no tengo el cabello plateado, sino rosado.

A pesar de que ya no tengo los ojos aguamarina, sino esmeralda.

A pesar de que no tengo veinticinco años, sino diez.

Iba a hacer que me viera a mí por lo que soy actualmente.

Porque yo ya no era Arisa Ogasarawa, ahora era Sakura Haruno.

Fin


Nota de Autor: Primer capítulo revisado de este fanfiction, si alguien ve algún error del que no me haya percatado, por favor avisarme. Gracias.

Los que más tienen errores son: 'A pesar de la muerte' y 'Lo que queda de ella', 'Ojo de Luna' sólo tendrá ligeros cambios, nada tan extenso, lo más probable es que a más tardar la próxima semana ya haya subido todos los capítulos de ese fanfiction nuevamente.

Ahora bien, a diferencia de 'Lo que queda de ella', aquí se tomaron con buena vista mi decisión .. Agradezco a aquellos que, a pesar de que no era un capítulo, se tomaron la molestia de decirme que pensaban con respecto a mi decisión, quizás muchos no piensen así pero el valor de un review es bastante para un escritor.

En fin, voy a explicar el motivo claramente.

Cuando yo comencé a escribir esta historia, era originalmente un one-shot, no habría continuación de ningún tipo, aún así las personas que me comentaron pidieron aunque sea una segunda parte y yo se las di, pero luego me pidieron un fanfiction completo y yo de masoquista para darme más trabajo acepté seguirlo.

Por eso la trama tiene demasiados errores en cuanto al tiempo, redacción, ortografía y un sinfín de cosas más, ya que eran cosas que se me ocurrían de ya para ya. Ahora que sé hacía donde la quiero encaminar (de hecho, sólo quedaban cinco capítulos más cuando lo eliminé) pues ya puedo arreglar todo esos detallitos técnicos.

En fin, comenten si quieren comentar.

Nos vemos.