Nota de la autora: Ahmmm…pues espero que les guste y si se toman el tiempo de comentar, se los agradecería mucho. Más adelante hablaré de Daniel, no desesperen. Además, quiero su opinión sobre algo, "tu" edad. Esta historia es algo así como un remake de algo un poco más personal que estoy escribiendo, donde el personaje pues…vendría siendo como un self-insert, por lo que "ella" tiene mi edad, lo que lo hace una historia complicada, pues tengo 17 años :$ Aquí, lo dejé como "tu edad" porque no tiene relevancia, pero sí en el resto de la historia, obviamente. Por favor, denme su opinión, ¿creen que debo mantener esa trama? ¿O qué prefieren? Yo ya tengo esa historia para mí, y con ésta quiero complacerlos a todos ustedes;) Aviso legal:No soy dueña de Criminal Minds o Spencer, tristemente, sólo de mis personajes y mi trama original.
Capítulo 1: Una voz peculiar
Respiré profundamente, inhalé por segundos. Era como si quisiera respirar el aire de todo Arlington de una sola vez, incluso de toda Virginia, hasta que volví a la realidad. O…alguien me trajo de vuelta.
-¡Vamos, (tu nombre)! ¡¿Qué haces?! –exclamó Daniel cerca de mi oído sobresaltándome. No estaba gritando realmente, sólo era la forma en que él hablaba. Siempre ruidoso, no podía (ni parecía querer) evitarlo.
Me apresuré a seguir bajando por las escaleras del avión. Estaba avergonzada, había detenido a la gente, pero sólo unos…10 segundos, podían vivir con eso.
-¡Naaaada! Todo te molesta, Dan.
-No me llames así.
-Es tu nombre.
-No. Daniel lo es, niña.
-Como sea, y no me llames así.
-Eres una chica.
-Pero no una niña, y deja de hacerte el grande conmigo, sólo eres 2 años mayor.
-Suficiente para mí, para tratarte como bebé.-Afirmó y giré mis ojos fastidiada. Finalmente mi pie derecho pisó Arlington, luego el izquierdo, luego los 2 de Daniel de un salto. Era un lunes frío y con viento, aunque era cerca de mediodía.- ¡Vamos!-exclamó con una gran sonrisa mientras me tomaba por el hombro, haciéndome avanzar. Entramos al aeropuerto.-Vamos.- repitió señalando unos asientos.
-¡Nooo, no quiero! Llevo 5 horas sentada. Tú ve, yo me quedo allá parada- dije señalando la banda de equipajes- y te aviso cuando las tenga.
-Como sea, pero no-te-alejes. ¿Oíste?
-Sí, sí.
-¡(t/n)!
-Sí, lo prometo.-dije poniendo mi cara seria; y con esto se alejó hacia los asientos. Suspiré y comencé a caminar hacia la banda. Mi mirada estaba clavada en el suelo, no me sentía muy bien realmente, estaba muy cansada y…mis piernas se sentían adormecidas. Así me ponían los vuelos. Lo sabía muuuy bien aunque éste era apenas mi segundo. Tal vez era por eso…No había volado en (tu edad) años, y de repente había tenido 2 vuelos en el último par de días. Eso seguramente causa alguna clase d…-¡Oh, carajo!-Cerré los ojos por instinto al ver esa bolsa tan cerca de mí, y me giré para evitar que me golpeara en la cara, aunque había terminado en mi hombro, llevé mi mano hasta él para calmar el dolor.
"Eso dolió, ¡maldita sea! Que algún idiota se estampe contra mí definitivamente era lo que necesitaba para sentirme mejor en este momento".
-Lo…¡lo siento mucho! ¡Lo siento tanto, tanto!-escuché de pronto exclamar una peculiar voz masculina, haciéndome abrir rápidamente los ojos llena de curiosidad.
